Milenarismos de y para la catástrofe

Milenarismos de y para la catástrofe

Milenarismos de y para la catástrofe

 Mikel García García1. 29 de marzo 2020.

“Even a man who is pure of heart and says her prayers by night may become a wolf when the wolfsbane blooms and the autumn moon is bright”

“Incluso un hombre puro de corazón, que rece sus plegarias por la noche puede convertirse en lobo, cuando la belladona florece y la luna de otoño brilla”. (“The wolf man”, Estudios Universal, 1941)

 ¿Tiempo de lectura? Impredecible, depende del alma que se ponga al relacionarse con el texto y lo que convoca.

Con el coronavirus estamos viviendo una experiencia de crisis global brutal, que destroza el equilibrio anterior, nos fuerza a reaccionar para sobrevivir individual y colectivamente, derrumba el meme construido tras la crisis económica del 2008 -No habrá sino crisis cíclicas fácilmente corregibles-, evidencia tanto la borrosidad de toda frontera como la falsedad de los mitos modernos que trataron de ocupar el espacio vaciado de los clásicos, y muchas más cosas …

Texto del artículo

Con el coronavirus estamos viviendo una experiencia de crisis global brutal, que destroza el equilibrio anterior, nos fuerza a reaccionar para sobrevivir individual y colectivamente, derrumba el meme construido tras la crisis económica del 2008 -No habrá sino crisis cíclicas fácilmente corregibles-, evidencia tanto la borrosidad de toda frontera como la falsedad de los mitos modernos que trataron de ocupar el espacio vaciado de los clásicos, y muchas más cosas …

Hasta el día 19 no tenía ni imaginé cuando tendría miedo, la situación con mi familia era estable, la pérdida económica la había asumido, incluso tenía curiosidad científica por entender y aprender de la crisis. Ese día comprendí que amigos médicos, que incluso habían vuelto a trabajar después de jubilarse, podrían morir. Sentí miedo y cabreo. Después ya enfermaron familiares mios sanitarios por coronavirus. El cabreo ha ido en aumento lo mismo que mi intolerancia a algunos hechos, datos y reacciones institucionales y personales que se van dando.

Escribí un artículo el 11 de marzo Ataque de pánico. En estos enlaces lo puedes leer: WEB, Facebook y descargar en PDF.

En este artículo continúo, en la misma línea de abrir líneas de reflexión, con aspectos no abordados anteriormente o complementando o profundizando en la información anterior.

No lo hago para ser un vocinglero más de los que surgen ahora como setas en el estiércol de la mierda que nos invade. Hay un dilema que a todos nos compete: contribuir o no a autocontemplarnos, reflexionar y compartir. No hacerlo mantiene el statu quo y te convierte en colaboracionista. Hacerlo te puede ensalzar o te puede poner en riesgo según guste o no lo que aportes. Hacerlo con ecuanimidad, además, es un trabajo enorme. Decido compartir mis reflexiones sin exigirme demasiado, en el imaginario de que a algún lector podrá serle útil algo de lo que expongo para activarle la conciencia.

 

Sobre el miedo.

Escribe Aristóteles “las personas definen el miedo como la expectativa del Mal”. Porque “las cosas que tememos son cosas terribles y son … malas” (Ética nicomáquea). Como afirma Spinoza “cualquier cosa puede provocar miedo”, transformación que Sartre considera “mágica”. Escribe Sartre “lo horrible no es solo el estado actual de la cosa (aquel rayo, el perro que avanza, el tráfico frenético), lo horrible (la “expectativa del mal”) está impregnado de futuro; se extiende hacia todo el futuro, y lo oscuro es una revelación del significado del mundo”. La psicología clínica habla de “proyecciones”. La psicopatología usa los términos ilusión, manía, paranoia.

 

Individuo y cultura humana.

Los sujetos humanos siempre han estado en tensión con su comunidad. La cultura requiere haber hecho un pacto, y mantenerlo, para limitar la expresión total de las pulsiones individuales. La cultura funciona si la renuncia a la libertad total es reciproca e igualitaria, entonces la energía no gastada en las pulsiones se sublima y crea la cultura. Para prevenir la ruptura del pacto se interiorizan las normas en el superyó, en códigos morales. Cuando alguno rompe las normas se le castiga. Un nivel de contención de lo individual es necesario para el beneficio colectivo, lo interesante es que eso llegase a estar interiorizado como condición aceptada para cooperar con el otro, y el colectivo. Mientras tanto, la represión y la autorrepresión son necesarias, en el contexto de “paz negativa” de las distopías en que vivimos.

 

Autoridad y cultura.

El devenir histórico muestra que la represión es exagerada, excedente para la cultura como explica Marcuse. La conjunción de religiones monoteístas, de estados que necesitan fronteras delimitadas, del patriarcado, … ha desarrollado sociedades en las que el poder se acumula jerárquicamente y se ejerce contra otros o coercitivamente por la violencia física o por la violencia psicológica o por la violencia simbólica o por la combinación de todas esas modalidades.

Mantener ese orden requiere una permanente vigilancia, para detectar y eliminar lo que ponga en riesgo las jerarquías.

Las diferentes culturas tienen modos distintos de articular la relación de los sujetos con la autoridad. En China la filosofía taoísta (materno – yin) en conjunción con el confucionismo (paterno yang), favorece una cultura en la que la autoridad del emperador se percibía mucho más dependiente de las necesidades del pueblo. Las culturas occidentales percibían el despotismo de sus reyes, zares y emperadores. No en vano al emperador se denominaba el pájaro de la jaula de oro. El partido comunista sustituye al emperador, y se presenta como servidor del pueblo. Occidente denosta esa disposición diciendo que en oriente se es más autoritario y que las democracias avanzadas no pueden aplicar las normas autoritarias de China para afrontar crisis.

Foucault en Vigilar y Castigar (1975) describió la vigilancia basándose en el panóptico de Benham. En ese estado de cosas un sujeto sabía que existían enemigos externos de su libertad. Para Byung-Chul Han, filósofo coreano, eso está anticuado porque en los mitos modernos del enjambre digital, uno ya es su propio enemigo, uno tiene que demostrase a sí mismo que es capaz de ser su propio jefe y autorreprimirse para lograr ser un emprendedor ejemplar. La psicopolítica ha sustituido a la biopolítica. En la biopolítica de Foucault un sujeto podía tener “anticuerpos” contra el poder coercitivo. En la psicopolítica de Han uno hace autoanticuerpos contra sí mismo, situación ideal para el neoliberalismo, que ya no necesita fronteras externas, ni vigilancias, … Digamos que la salud inmunológica es peor en la época de la psicopolítica. Este es otro factor que explica vulnerabilidad colectiva.

 

Interiorizar una adecuada relación con la autoridad es una capacidad que se adquiere desde la temprana infancia. Lo esencial, para logarlo, es que el infante sienta que puede confiar

en unos adultos que, aunque limiten sus deseos y eso frustre, se entienda que lo hacen con una intención constructiva, no despótica, ni arbitraria, ni en función de sus intereses. Corolario: la mayoría de los sujetos hemos tenido adultos que han ejercido una autoridad autoritaria, teniendo que someternos a sus arbitrariedades para tener algo de amor, y hemos sentido que somos propiedad de nuestros mayores, y tenemos que complacerlos y sacrificarnos por ellos. Existen ideologías y tradiciones religiosas que justifican la propiedad de los hijos. La declaración de los derechos de la infancia, no ha cambiado esa lacra. La psicoterapia puede transformar esto, por eso es una actividad revolucionaria, con corolarios en la política.

 

¿Era previsible lo que está ocurriendo?

Ahora aparecen comunicaciones de los sabiondos que ya la profetizaban. Aparte de los profetas hay suficiente conocimiento epidemiológico, sociológico y psicológico como para esperarlo.

¿Entonces que puede explicar la catástrofe? Dejando de lado hipótesis especulativas sobre el origen, que pueden ser reales o no, pero no lo sabemos o no lo podremos saber o verificar y que muchas veces responden a dinámicas narcisistas, psicopáticas, ludopáticas o económicas, de agentes de la cultura imperante de violencia estructural y manifiesta, me centro en aspectos que pueden aportar algo.

 

Fase de negación.

La ausencia de información era total para la masa, pero parcial y relativa en el conjunto. Los científicos y los gobiernos tenían datos, modelos predictivos, por el conocimiento de lo ocurrido en otras epidemias. El inicio en China ya no se podía obviar, ni la evolución ni sus medidas. Pero todo se quedaba en el “espacio de borrosidad” imaginario de las probabilidades e incertidumbres, y las resistencias.

Las catástrofes naturales siempre han estado presentes en la humanidad, como las derivadas de las guerras, las epidemias genocidas y de los actos terroristas. Cada vez son más frecuentes los desastres relacionados con el cambio climático que está teniendo impactos directos: DANAs, inundaciones, olas de calor, heladas, sequía, …

Se han hecho estudios post catástrofes. Pero hay muchas dudas sobre las respuestas colectivas a informaciones anticipadas alarmantes.

Una posición prevé escenarios de pánico masivo, impotencia pública y desorden delictivo, otra posición critica la anterior considerando que es derivada de una “mitología del desastre” que no tiene en cuenta cómo se comportan realmente los sobrevivientes y la capacidad de la masa para comportamientos resilientes. Históricamente, las teorías de psicología de masas han estado centradas en el estudio de multitudes violentas. Decidir “no informar, pues solo entrarán en pánico” no considera que informar aumente la eficacia de la respuesta de la gente y que la falta percibida de información aumente la ansiedad y la angustia.

En los estudios sobre los desastres se encuentran categorías de respuestas secuenciadas en fases. En la primera los sujetos y las multitudes son propensas al «pánico», con respuestas impulsivas, egoístas y descoordinadas. En la segunda de impotencia o «síndrome de desastre», los sobrevivientes están aturdidos y pasivos para cuidarse a sí mismos. En la tercera surge desorden civil y la criminalidad deliberada e incontrolada «lo peor de las personas”.

Pero también se encuentra que la mayoría de las vidas las salva, más qué los profesionales, el ciudadano “promedio”, ya sea “espectador” o compañero sobreviviente. Los supervivientes están dispuestos a ayudar, aunque no tengan preparación especializada. Se les ha llamado “civiles de primera respuesta”, “cero” respondedores. Este hecho requiere explicación. Se han propuesto hipótesis: «comunidades emergentes de desastres» por la percepción de destino común, y la activación de la identidad social compartida, basada en códigos normativos preexistentes y los vínculos relaciones existentes.

El modelo de identidad social sugiere que en las multitudes los sujetos no pierden identidad como sugirió la psicología clásica de masas; sino que puede cambiar de una identidad social personal a una compartida. Algunas identidades grupales otorgan un valor particular a la solidaridad o la armonía. Algunos grupos tienen identidades más individualistas, según las cuales la independencia personal podría ser normativa. Las sociedades son complejas, conviven grupos étnicos y culturales distintos. Algunas comunidades de desastres se reorientan, en etapas tardías de la catástrofe, alrededor de una necesidad de justicia pues un desastre a menudo saca a la luz las insuficiencias estructurales, los autoengaños y las necesidades de cambio. La resiliencia colectiva significaría independencia y empoderamiento en la ciudadanía, algo peligroso para quienes quieren seguir manteniendo privilegios …

Lo conocido tras las catástrofes no sirve ad-hoc para prever la respuesta de la masa ante noticias que solo la anticipen. Un escenario es lo real y el otro es el imaginario.

La respuesta de “resiliencia” ha sido también excusa para abandonar la responsabilidad de los gobiernos: “ya que son resilientes, no necesitamos apoyar y darles recursos, ya se organizarán, y aguantarán”. Ya ha servido en la era de la austeridad, para justificar los recortes a los servicios apelando a la supuesta «gran sociedad» de voluntarios públicos, lo que ha dejado a muchas personas vulnerables y ha desarticulado servicios básicos, como hospitales, … Y se sabe que esta precariedad puede ser una bomba de relojería. Chandler insiste en hablar de la «ética de la resiliencia”.

Los gobernantes son sujetos, con reacciones psicológicas comunes, como cualquier paciente al que se le informa de una enfermedad grave que pone en riesgo su esquema vital. La negación es la primera fase de los mecanismos psicológicos adaptativos.

Para los políticos su esquema vital incluye mantener su vida política. Habrá algunos que prioricen su persistencia, otros que consideren prioritario lo que entienden por el bien común. Es improbable que los gobernantes estén asesorados por psicólogos, sociales y clínicos, y por sociólogos. El manejo de la complejidad de lo real es delicado, más cuando impera el reduccionismo y los intereses.

¡A negar la realidad estamos muy habituados, es lo común y cotidiano!

La realidad es un espacio en el que no estamos presentes. La realidad ha sido explicada por las tradiciones religiosas, como un sucedáneo de la verdadera realidad, un período transitorio en el proyecto del espíritu, aunque importante para determinar el futuro en el más allá. Lo mismo ocurre en las religiones laicas, aunque con otros mitos.

El mito de la caverna de Platón trata sobre la realidad del conocimiento humano. Una alegoría para señalar que nos encontramos encadenados dentro de una caverna, desde que nacemos, y que las sombras que vemos reflejadas en la pared son lo que consideramos real. Según Platón la gente llega a sentirse cómoda en su ignorancia y puede oponerse violentamente a quienes intentan ayudarles a cambiar.

En nuestra época, además, la digitalización ha contribuido a borrar aún más la realidad, y el conjunto de variables convergentes hace difícil distinguir la realidad de la ficción. ¿Estamos dormidos en Matrix o cuando despertemos nos daremos cuenta de Matrix? En la ficción está muy reforzado el narcisismo individual y colectivo y todo es posible. La realidad, sin embargo, nos frena con su facticidad, se resiste a nuestro deseo como señala el filósofo Byung-Chul Han, nos evidencia las dificultades para gestionarnos y nos activa los mecanismos de fuga, los cuales, además están reforzados por el neoliberalismo que nos ofrece un suculento menú de escapes para lucrarse económicamente de la ignorancia de la gente en la aldea global.

El cuerpo tampoco es un mediador útil para relacionarse con la realidad, no está habitado, se huye de él o porque se lo vive como una carcasa transitoria o fuente de pecado por los instintos y deseos erótico sexuales, y, precisamente por ello objeto de castigo, sea conscientemente con cilicios o inconscientemente sufriendo por distintas enfermedades psicosomáticas, entre ellas, las autoinmunes.

La realidad virtual es aditiva, suma datos, mete mucho ruido, y atrofia el pensamiento. Se ha convertido Google en un dios omniscente, que contesta tus plegarias con sabiduría. Todo se reduce al “me gusta” o no me gusta, eliminando “la negatividad” resistente de lo real. Cuando se propone algo más hay proliferación de respuestas señalando que se pide demasiado o se usa a la gente para investigaciones pedorras, o, incluso se denosta con las fake news y los deepfakes, incrementando la apatía hacia la realidad.

Sin silencio no es posible asociar, ni recordar, ni imaginar. El silencio es amenazante. Para la mayoría de la gente el vacío angustia, y es lo que activa más demanda de huida en la virtualidad.

La ficción hace simulacros sobre diversas distopías sociales, derivadas de transformaciones más o menos catastróficas (virus que transforman a la población en zombies, o porque son creados artificialmente, o activados por radiaciones, o salen del interior de las células humanas para hacernos conscientes de algo: “El virus como Hermes”) o descubrimientos científicos (se puede condensar la conciencia en un dispositivo e irla pasando a diversas fundas corporales, a modo de inmortalidad, como en la serie de Netflix Altered Carbon), o de regulaciones morales (una noche se pueden actuar con permiso las pulsiones criminales: The Purge, la noche de la bestia). Las distopías atraen, las utopías aburren. Las distopías podrían hacer evidente o consciente lo que es probable y mover las conciencias a evitarlo, pero no lo hacen, funcionan como catarsis en las que se interioriza la banalidad del mal (en el sentido de Arendt). Además, refuerzan la confusión entre realidad y virtualidad. Cuando llega el coronavirus no se distingue hasta qué punto es ficción o si de ser real será bueno realizar las distopías vistas en la ficción. Algunos piensan que con el coronavirus alguien está haciendo simulacros. Otros que el baño de realidad podrá activar la empatía al vivir realmente una distopía y que esto provocará cambios de fondo.

Ante acontecimientos percibidos como catástrofes es común reaccionar reforzando aún más esa forma en que habitamos la materia real, la res extensa: Negamos lo real, sus circunstancias, y las consecuencias de nuestros actos en lo real.

La fase de negación tiene su función adaptativa para prepararse al futuro siguiente. Quedarse en ella demasiado tiempo destruye. La parálisis retrasa la toma de medidas inteligentes para prevenir tanto las consecuencias del impacto inicial “repentino” como las de la fase de “marea creciente”.

La negación “relativa” de los gobernantes está intricada en sus tácticas de administración interesada de la mentira y el arte de la persuasión inherente a la publicidad del meme que se vende.

Las estrategias negacionistas incluyen diversos aspectos.

1.- Recursos a datos científicos válidos en algún contexto, pero aplicados sin validez al coronavirus. Afirmar que cuanto más se contagie la población más inmunidad se va a tener no es científico. Todavía no se sabe que inmunidad va a generar la infección por coronavirus

2.- Elegir entre priorizar que la economía no colapse o priorizar que muera la menor población posible. Sobre todo, van a morir ancianos, que son los que más recursos sanitarios consumen y generan más costos económicos (pensiones…). Muchos de ellos fueron los que sostuvieron a sus descendientes en la crisis económica del 2008. En Madrid parece que han muerto 790 ancianos en las residencias, una proporción menor lo ha hecho en hospitales. Una situación similar en otros muchos lugares. Se sabía su riesgo y ha explotado la infradotación de esos espacios. ¿Qué expectativa real tiene la sociedad respecto al cuidado de los ancianos?

3.- Elegir una definición de caso de muerte por coronavirus que excluya la mayor cantidad de muertos y refleje una mejor salud de la población o del sistema sanitario….

4.- Elegir una situación de caso “0” epidemiológica que beneficie.

5.- Usar términos no científicos que incrementen la xenofobia. “Virus Chino”. 6.- Uso asimétrico de los ritmos de implementar medidas contenedoras.

7.- Autoritarismo anticientífico.

8.- Amenazas al tejido industrial para que no decaiga su productividad

Ahora es evidente que la negación ha durado demasiado y ha expuesto al colapso. Incluso los más negacionistas inicialmente cambian de estrategia, algunos de modo inflexible y otros se mantienen en la volatilidad de la ambivalencia.

Por poner ejemplos

Boris Johnson. Ha combinado estrategias tipo 1,2. Trump. Ha combinado estrategias tipo 1,2,5,7,8

Países nórdicos europeos adoptan estrategias tipo 3 y 4, mientras que Italia y España tienen definiciones de caso más inclusivas.

 

Fase de pánico.

Resulta que ahora el coronavirus es un virus real, y no un troyano de ordenador, aunque ambos son igual de invisibles. La realidad vuelve a hacerse notar en forma de un virus enemigo, la realidad desmonta la ficción, y, cuesta aceptar ese hecho que causa tan gran conmoción. En términos junguianos diríamos que la realidad se ha vuelto numinosa, igual que cuando emergen materiales de lo inconciente colectivo. Esto explica en parte la violenta y exagerada reacción paranoica de pánico al virus. Aunque su potencia letal sea relativamente baja, derrumba el imaginario de la fantasía alienante.

Para rebajar la tensión interna hay mecanismos típicos. Siempre ha funcionado el proyectar la tensión interna y la culpa, a algo o alguien que lo recoge colectivamente: el chivo expiatorio, al que hay que mantener vivo. Vivo sirve para que el resto se autoengañe sintiendo que tienen una superioridad moral: el chivo es inmoral, sucio, perverso … Cuando el chivo ha acumulado suficientes proyecciones y recoge la culpa colectiva, es el momento del sacrificio ritual que redime la culpa colectiva. ¡Reseteo y a por otro chivo!

Hay mucha culpa individual y colectiva acumulada. Newman afirma «Está ligado al mal todo aquel que ha visto y no ha actuado; todo aquel que ha desviado la mirada porque no quiso ver; todo aquel que no ha visto, aunque hubiese podido ver; pero también aquel cuyos ojos no han podido ver» (Neumann, Psicología profunda y nueva ética).

¡Pronto olvidamos lo que era inolvidable! Se anula la memoria histórica. ¡Se han reparado pocas cosas! Sin embargo, lo reprimido está latente y retorna, con síntomas más intrincados, y dinamismos complejos. La sombra aparece cuando menos la esperamos rompiendo la autocomplacencia narcisista, y, como respuesta defensiva, se activan los complejos culturales.

Los planteamientos anteriores sobre la negación de lo real, las metáforas inmunológicas de lo social, y la proyección de la culpa tienen interés, para entender la crisis detonada por el coronavirus.

El virus se convierte en el enemigo mortal, en el chivo expiatorio, el culpable de nuestras muertes, lo que nos permite dejar de ser enemigos de nosotros mismos, liberarnos de la carga de las culpas, y poder sentir una “solidaridad de participación mística” con el resto de los humanos, … Se crean nuevos chivos expiatorios en una contaminación mágica del virus. El virus no se ve, pero si se ven los cuerpos infectados, y entonces el enemigo se hace carne. La incertidumbre es difícil de soportar, corporeizar el monstruo ayuda a concretar la fantasía de que atacándolo se ataca al enemigo, y se puede acabar con él. Una parte de la ciudadanía se muestra más reaccionaria que las propias leyes represivas del Estado, y matar simbólicamente no les resulta suficiente. Está dispuesta a matar realmente. Aquellos que están por la calle, saltándose el confinamiento, son criminales pues nos pueden matar. Se los puede matar preventivamente. Surgen los policías de los balcones, que se ceban con cualquiera antes de saber si tiene derecho a salir. Cuidadoras de autistas están proponiendo que salgan a la calle con un lazo azul y que se informe a la población de ello para evitar lo que ya están sufriendo. Los vigilantes de los balcones son los “ojos” del resucitado panóptico de Benham que cita Foucault. Vigilar para castigar.

Castigar produce placer, sobre todo a los psicópatas y sociópatas. Pero a casi todos, pues tiene un efecto de catarsis retaliativa masoquista ya que a todos nos han castigado injustamente al menos una vez. Es comportamientos de multitudes se observa que es fácilmente contagioso sumarse al castigo que inicia otro humano. Lo mismo que lo es la epidemia de suicidios. Investigaciones en neurociencia aportan datos convergentes.

Un equipo de investigación (Universidad de Zurich) bajo dirección de Ernst Fehr estudió cerebros de sujetos mediante Tomografía de Emisión de Positrones (PET) mientras que estos decidían si castigar a una persona que había abusado previamente de su confianza violando una norma justa. El núcleo caudado (crucial en el circuito de la recompensa o gratificación) se activa mientras que los sujetos están decidiendo si castigar o no. En un artículo del 2004 publicado en Science (de Quervain DJ et al.) The neural basis of altruistic punishment (La base neural del castigo altruista), se encuentra que el estriado dorsal (relacionado con el placer) se activa en los que castigan altruistamente.

El castigo altruista significa que los individuos castigan el comportamiento injusto y no cooperativo, aunque el castigo sea costoso para ellos y no rinda ningún beneficio material. ¿Por qué los individuos están dispuestos a incurrir en ese coste?  ¿Es altruismo o es venganza, aunque tenga un costo? ¡Llamar altruista a esa modalidad de castigo es significativo!

De ahí el lenguaje militar, los redobles de tambor para llamar al heroísmo del sacrificio, el sentimentalismo extrovertido, la necesidad de poner en marcha medidas limitadoras de la libertad porque los sujetos entienden las medidas como una ficción más, la paranoia defensiva y a la desesperada que confina, cierra fronteras, … el endiosamiento de la ciencia que nos vaya a salvar (el “retorno del conocimiento”), se solventan unos problemas sobre la marcha, tratando de contener las diversas modalidades en que se manifiesta la miseria humana, procastinando, dejando para más adelante la solución de los nuevos problemas que generan las medidas adoptadas. ¡Siempre detrás de la marea!

Se han observado ya las reacciones de las “mitologías del desastre”. Las llamadas a la responsabilidad de la población han sido infructuosas, los supermercados se han saqueado, … el papel higiénico en especial. Los bots automáticos de las bolsas las hunden, … Aparecen formas clásicas de criminalidad, mezcladas con las modernas (12000 páginas WEB con estafas, fake news que denigran a sujetos, falacias ad hominem …). La población colabora con la criminalidad difundiendo las fakes, disfrutando de la denigración de chivos expiatorios que se les hace responsables de todos los males. Hay El pan y circo de los ignorantes que ya inventaron los emperadores romanos, lo único que podemos elegir es poner el dedo hacia arriba (que viva, “me gusta” en la red), o hacia abajo (que muera, “me disgusta en la red), y ser fanáticos de conseguir más sujetos.

Los sanitarios que, sin protección, se encuentran enfrentados a la muerte, en contacto con los enfermos que tosen, expectoran, se asfixian, se enfrentan, además, al dilema de decidir cuando suben o bajan el dedo, eligiendo con que pacientes se trabaja y a cuáles se les abandona. Porque no hay recursos para todos. Ya les han dado protocolos éticos. Es el polo opuesto del empecinamiento terapéutico de mantener vidas artificialmente, cuando hay recursos, que responde a otra criminalidad, la de imponer la técnica frente a los derechos del muriente. Viví algo parecido, de mucha menor intensidad cuando trabajaba en Nicaragua con médicos del mundo. Diagnosticaba pacientes, pero no había suficientes tratamientos, o no había nada. Había que priorizar, poner en espera a los pacientes. Cuando había tratamientos y buscabas a los pacientes, algunos ya habían muerto. Un amigo médico me contaba que mientras esperaba a que llegara una ambulancia a recoger a una mujer mayor demenciada y con coronavirus, esta se le agarraba con miedo, sabía que se infectaría, pero no podía tirarla al suelo. Me venía la imagen de la Pietá de Miguel Angel sosteniendo el cadáver, en este caso futuro. Mi amigo tiene Pietá, como muchos sanitarios, que, encarnan la compasión, realmente no de boquilla como muchos que hablan de ella. El 15% de los contagiados por coronavirus en España son sanitarios. Su situación es consecuencia de los criminales que bajaron el pulgar, esos son los verdaderos asesinos, criminales que matan en silencio, y, con el beneplácito de muchos ciudadanos. Los hospitales ahora son espacios kafkianos (que me perdona Kafka), siempre han sido espacios para morir, más en la actualidad que morir en casa es perseguido, y que se interpreta como una lacra imperdonable que los ancianos hayan muerto en las residencias, pero ahora son, además, focos de muerte.

Las sociedades acaban resignándose a la restricción de las libertades de circulación. En parte porque entienden la necesidad, en parte porque aplauden cualquier cosa que no les haga sentir el profundo “miedo a la libertad” que les posee, y porque se esté donde se esté se puede seguir en la fábula, en el circo y en la criminalidad, con nuevas modalidades. Resignarse no es aceptar. La venganza está a la espera del momento preciso. Saltará con quien se convive o más adelante.

 

Fase de convulsión dinámica.

Resulta que ahora es importante escuchar a los científicos (basado en el conocimiento científico, la episteme), no a los tertulianos (basados en opiniones, la doxa), para, encumbrados a capitanes generales, entender sus recomendaciones como una orden a realizar y hacer lo que mandan. Se ha volteado la situación anterior, en la que la ciencia no era escuchada y, además, era objeto de hostilidad colectiva, por seria, pesada, y no apta para el espectáculo lúdico. Los medios alentaban la doxa y el circo. Es un cambio interesante pero demagógico ¿Acaso los científicos son neutros? ¿No van a ser usados como arma arrojadiza para defenderse de errores y como chivos expiatorios cuando no acierten? ¿Hasta qué nivel de ciencia se quiere llegar?

¿Se considerarán los conocimientos de las investigaciones de la psicología social y de la psicología clínica? ¿Y los aportes de la psicología profunda sobre lo inconsciente?

Los políticos científicos que recogen todos los galones militares, como Trump, que además cita a C.G. Jung como inspirador para entender el inconsciente colectivo americano, son nefastos. Trump ha citado la cloroquina como tratamiento para el coronavirus, por rumores que le llegaban de ensayos clínicos que se están probando, su precio se ha disparado, ya no hay cloroquina en las farmacias para enfermos que lo necesitan (reumáticos, …), y se han registrado casos de muertes por intoxicación en sujetos automedicados.

La ciencia se usa irracionalmente, nada nuevo. Sería racional hacer evaluaciones de la salud mental de los políticos y existen suficientes instrumentos científicos para ello. Los griegos no concebían como democracia un régimen en el que los dirigentes no fueran sabios y profundamente éticos y el pueblo fuera ignorante.

Resulta que la psicología ha sido reclamada también en esta crisis en parte porque la psicología se ocupa del alma-psique, en parte porque el pensamiento positivo del síndrome de Pollyanna (tiene su origen en las novelas de Eleanor H. Porter), ha sido instrumento del neoliberalismo en los últimos años, y en ello también ha participado la psicología positiva (liderado por Martin Seligman), tratando de psicologizar los rincones de nuestra existencia como autoayuda: ¡Distrae tu mente, piensa en positivo, créate tus rutinas, desarrolla tu creatividad, evita el aburrimiento! Los medios televisivos están haciendo más presentes que nunca a profesionales de la psicología. Algunos psicólogos venden sus recetas, con experticia, incluso para prevenir el “estrés postraumático” que anticipan va a ocurrir. Claro, faltaba más, el lenguaje de guerra. ¿Tienen razón? Este confinamiento podrá desencadenar la actualización de traumas antiguos y, en ese caso, dependerá de la capacidad de resiliencia previa de los sujetos. Alguna persona me ha dicho que sueña con levantar el brazo poniendo barrera para evitar que se le acerquen otras personas, la próxima vez indagaré si es un flash mnémico postraumático del saludo franquista.

La casa es un espacio especial. Se conocen fobias concretas y actitudes contrafóbicas relacionadas. Oikophobia es una fobia a ciertos objetos de la casa, domofobia a la propia casa en sí misma. En 1808 el poeta Robert Southey usó oikofobia para describir un deseo, contrafóbico, de salir de casa y viajar como sinónimo de pasión por los viajes. ¿Remeda el síndrome de Ulises? Derrida tiene una posición filosófica oikofobica al repudiar el anhelo por el hogar que propugnan las tradiciones teológicas, legales y literarias occidentales. Por el contrario, el derechista Roger Scruton usa oikofobia como la antítesis de la xenofobia, y acusa a los izquierdistas de xenófilos. Todo esto ejemplifica lo complejo que puede resultar el confinamiento en la casa, porque moviliza registros psicológicos y simbólicos, que pueden despertar traumas antiguos. El contacto con la casa puede servir para conectar con el alma de la casa y ser conciente de la propia alma del sujeto.

En el 2014 la Universidad de Cornell, Nueva York, realizó un estudio lingüístico. Peter Dodds y su equipo analizaron más de 100.000 palabras en 10 idiomas diferentes, realizando incluso profundos análisis en las interacciones de nuestras redes sociales. Concluyeron que los mensajes que enviamos tienen un peso emocional claramente positivo. Estas conclusiones coinciden con las que establecieron los psicólogos Matlin y Stang en los años 70, a saber: las personas tendemos hacia el “pollianismo”. El síndrome de Pollyanna o sesgo de positividad, es una respuesta defensiva. Una defensa proximal en la Teoría de Gestión del Terror, para que la muerte o sufrimiento no llegue a la conciencia. Requiere una vigilancia inconsciente sobre lo desagradable, peligroso o negativo circundante, y consume recursos energéticos necesarios para otras tareas (investigación de Matlin y Stang). En sujetos depresivos o masoquistas, enfatizar el pensamiento positivo como modelo ideal, no solo no les sirve, sino que puede aumentar más su sentimiento de fracaso, ya que no pueden hacerlo. Es lo mismo que cuando se dice a un canceroso, ¡lucha, si luchas saldrás!

Resulta que la dimensión espiritual se convoca, en las crisis, para compensar la unilateralidad de la conciencia. Es también un recurso al que recurrir en una regresión mágica buscando protección infantil, y más cuando fracasa el pensamiento positivo. Muchas religiones demonizan el yo, el ego, la mente, la conciencia, y centran en el abandono al espíritu, al “verdadero yo” la solución, valiéndose de la realidad de las catástrofes para culpar aún más la mente. Lo positivo es el yo profundo, lo negativo la mente. Algunos ¿con las mejores de las intenciones?, proponen soluciones espirituales a problemas de otro origen. Una corriente conocida, nada nueva, pero agudizada ante la crisis. Si ya era difícil hacer preguntas profundas ahora lo es más aún.

Es conocida la posición de Wilber sobre las falacias pre-trans, y los estragos que produce. Para Robert A. Masters, “…los aspectos de la evasión espiritual incluyen el desapego exagerado, la insensibilidad emocional y la represión de sensaciones, el énfasis excesivo en lo positivo, la ira-fobia, la compasión tanto ciega como demasiado tolerante…” (La Evasión Espiritual, 2012). “¿Alguna vez recurriste a tu espiritualidad para evitar enfrentar un aspecto doloroso de tu vida? ¿Dejaste pasar abusos en nombre de la compasión? ¿Te escudaste en tus aspiraciones más elevadas para evitar sentir celos o enojo, por considerarlas emociones “poco espirituales”?” (John Welwood “Bypass Espiritual” 1984). Se puede decir que el único contacto real del humano con la sacralidad cósmica se hace por medio de lo inconciente y sus manifestaciones: sueños, vida imaginativa, poesía, juegos, … “Uno no alcanza la iluminación fantaseando sobre la luz sino haciendo consciente la oscuridad” (C.G. Jung).

Confirmar en casa impide paseos de mantenimiento físico y filosófico. “Los que pasean”, peripatéticos, así eran conocidos los filósofos desde Aristóteles. Para Kant su caminata diaria era indispensable para filosofar.

Resulta que ahora hay proliferación de vocingleros que ofrecen todo tipo de recetas, de protocolos de actuación, para mantener ocupada a la población y sin silencio para escuchar el alma, con la argumentación de prevenir deterioros. De nuevo ruido, para que no se viva el vacío de significantes, la tristeza -el polo opuesto a lo maníaco-, evitándose así, la posibilidad de que pudieran hacerse conscientes de algo.

La demanda de huidas activa la oferta de sujetos de diversas ramas convertidos en mesías que tienen recetas mágicas. Algunos, más bienintencionados, ofrecen cursos, gratis, otros se van a lucrar tanto o más que las industrias farmacéuticas, o las chinas que ya venden todo tipo de materiales sanitarios.

El desarrollo del autoconocimiento o autognosis, es una capacidad que nos faculta para ser conscientes de nosotros y de nuestras necesidades, para marcarnos objetivos, y para elaborar proyectos. Siegel (2007) la denomina conciencia auto-noética. Requiere memoria del propio self en el pasado, contacto con el self en el presente y contacto con la proyección del self en un futuro imaginado. Lo que constituye una conciencia de presente continuo, que es el verdadero mindfulness, a diferencia del se pregona y vende habitualmente. Hacia la mitad del tercer año niñas y niños, empiezan a construir un relato sobre sí mismos, a partir de hechos reales o imaginarios. Con el tiempo termina en un “autorrelato mítico”. La realidad que importa al humano es la del hecho objetivo contado en un relato que integre la historia. El lenguaje de lo inconciente es mitológico, y refleja los procesos y los destinos de la vida y de la materia viva.

Bloquear la regresión depresiva, que activa el recuerdo, y hacerlo con propuestas opuestas como la hiperactividad compulsiva, con el objetivo de salir reforzado en el futuro, es perder la oportunidad que el confinamiento ofrece. A toque de corneta hay que seguir en “el rendimiento”, afanados en la efectividad y optimización del tiempo, en el infierno del ideal de una igualdad, uniformidad, para toda la masa de sujetos que anula la diversidad e impide procesos creativos. “No hay luz sin sombra ni totalidad psíquica exenta de imperfecciones … La vida no exige que seamos perfectos sino completos; y para ello, se necesita la «espina en la carne», el sufrimiento de defectos sin los cuales no hay progreso ni ascenso” (Carl G. Jung).

Resulta que la aldea global se ha convertido en un mercado salvaje de especulación de los productos sanitarios preventivos, mascarillas, … Se roban aviones fletados con materiales incluso a gobiernos o ejércitos, se envían productos deteriorados o ineficaces …

La respuesta social al virus nos aísla e individualiza aún más. Cada uno se preocupa solo de su propia supervivencia. La solidaridad de guardar distancias higiénicas no es solidaridad que parte de una resolución cooperativa del conflicto, es una resolución autoimpuesta por las razones objetivas, o impuesta por las autoridades, y no es la de una cooperación que permita atisbar una sociedad distinta, más pacífica, más justa. A diferencia de la masa clásica, el enjambre digital consta de individuos aislados, carece de un nosotros capaz de una acción común, de andar en una dirección o de manifestarse en una voz, de empoderarse, para restringir radicalmente el neoliberalismo destructivo, y también nuestra ilimitada y destructiva movilidad turística, para parar el cambio climático y salvar nuestro bello planeta y a nosotros. No es probable que se vaya a generar ningún sentimiento colectivo transformador.

 

Autodefensa de contención de la criminalidad.

Se cierran páginas WEB. Surgen páginas anti fake, anti bulos, por parte de la policía o de organizaciones sociales. Espacios de consulta que merecen la pena.

https://maldita.es/malditobulo/ https://www.newtral.es/

 

Intentos de cambios en el lenguaje belicista.

Un grupo de lingüistas ha puesto en marcha la iniciativa #ReframeCovid para recoger e impulsar otras imágenes que sean eficaces para motivar a la ciudadanía, sin derivadas belicistas. Parece que han surgido metáforas diversas. Pero ninguna ha triunfado y se llega a hacer meme. Es difícil sustituir la cultura de guerra latente y “paz negativa”, pues está muy enraizada en la psique colectiva, y se nutre de innumerables relatos míticos. Hillman describe fuentes arquetípicas en el libro Un terrible amor por la guerra (2010). Para la psicoanalista Betty. A. Reardon (1996) el origen de la violencia, que justifica el sexismo y la guerra, es el miedo a la diversidad por el temor a perder el poder. Cambiar el relato es el objetivo, la metáfora un buen intento en el camino, pero necesita articularse en un discurso más complejo para ser más efectivo.

¿Comunidades emergentes del desastre?

Se están dando movimientos de solidaridad. Es pronto para saber si se autoorganizarán alrededor de la justicia y de la búsqueda de las casusas que han detonado la catástrofe.

Lo que si hay son movimientos que tratan de evitar más catástrofes y que pueden estar motivados también por procesos de reparación de culpas.

Se trata de parar la crisis económica que va a venir y ahora, parece que ya no hay reparos en saltarse la austeridad y los déficits presupuestarios. Los gobiernos inyectan cantidades ingentes de dinero, se hacen cargo de los salarios, retrasan pago de alquileres. Pareciera que ha fenecido el neoliberalismo, el capitalismo salvaje, … Se controlan bancos y empresas y se les “obliga” a participar en la ola de solidaridad sociodemocrática. Tump está dispuesto a dar miles de dólares directamente a las familias. Incluso Slavoj Žižek parece convencido de que el neoliberalismo ha fenecido o está terminal. Steven Pinker, psicólogo neo-optimista, cercano a la psicología positiva afirma que los nacionalismos populistas saldrán dañados de la crisis del coronavirus.

¿Reparar la culpa de lo no hecho en el 2008? Las grandes empresas y bancos, donan dinero, … No nos engañemos, es solo redimir, lavar culpas, resetearse a cero, para preparar los siguientes zarpazos. Movimientos gatopardianos, cambiar algo para que nada cambie, y, sobre todo, para evitar la sublevación del pueblo, ahora que podría recordar con nostalgia las guillotinas de la revolución francesa. Está claro la Europa del Maastricht ha desestimado emitir conjuntamente corona-bonos.

Cada tarde a las 20h, las televisiones muestran cómo la gente, desde las ventanas de sus casas, aplauden a los sanitarios. El movimiento empezó siendo de baja intensidad y es ya una marea creciente que ya llega a otros colectivos que ahora están trabajando. Se ha llegado a hacer payasadas, cantos, gritos, himnos patrióticos, y después a las 21h continuar con caceroladas. El clamor está en la consideración de homenajear a quienes se juegan la vida con su trabajo. Me debato entre salir a berrear con las ovejas o no hacerlo. Mi sentimiento de homenaje es profundo, mi miedo a que mueran mis amigos es importante, mi cabreo por la criminalidad que los ha llevado a esto es tremando, pero hacerlos héroes todavía los fuerza más a resignarse al matadero. Si hay que ser héroes pelear por el autocuidado ya no tiene sentido. Se ha moralizado el heroísmo. Se cuenta, además, con un cuerpo social, al que se le ha entrenado para salvar a los pacientes de la muerte, y se le ha inoculado esa tarea como una motivación específica de su trabajo, tanto que muchos atrapados en un complejo de Asclepio, actúan fácilmente registros salvíficos. Varios amigos se han ofrecido para volver a trabajar después de estar jubilados.

No es baladí convocar el heroísmo. Está continuamente en los mensajes sociales se apela a él para ser emprendedor triunfante que se autosacrifica para conseguir sus logros. Por ello recibe un reconocimiento social que aumenta la autoestima. El héroe constela una fuerza directriz profunda en la psique para afrontar el sufrimiento y ser creativo en la resolución de los conflictos. Es un trabajo humano necesario del que se aprende a resolver cooperativamente los conflictos. Matar el dragón es un símbolo cuyo significado es “matar la relación de sometimiento al poder inconmensurable”, matar la esclavitud, permite llegar a ser amigo del dragón y cooperar. Sin embargo, el complejo cultural del heroísmo sirve a los intereses dominantes y nos hace esclavos del dragón.

Se les hace héroes para que nos salven y no se resistan a sacrificarse. Y muchos de los que aplauden, además, redimen la culpa de haber sido cómplices con los criminales que han generado la indefensión y vulnerabilidad de los sanitarios. Los sanitarios saben que van desnudos a la trinchera, y que se van a contagiar, o trabajan incluso ya enfermos en un nivel leve de la enfermedad, y sobreviven con la esperanza de que no se agrave su situación y no sean uno de los muertos. Por todo eso debemos apoyarlos, y por eso mismo es una irresponsabilidad criminal incumplir las medidas de confinamiento y las normas generales de higiene para contener los contagios, los sanitarios y todos los trabajadores que están en primera línea son los más expuestos. Hay aplaudidores que tienen muchas excusas para ser insolidarios.

Por mucho que se haya retomado el lenguaje miliar estos trabajadores son un “anti- ejército desarmado”, que trabaja para la paz. Para muchos ciudadanos que no han vivido una guerra esta catástrofe puede parecerse a un conflicto bélico. Insisto esto no es una guerra, es una catástrofe. Recurrir al término guerra en tiempos de crisis activa la paranoia, la búsqueda de salvadores y generales eficientes, y la resignación a aceptar sus normas. Definir un estado como de guerra salva a los líderes políticos de ser eliminados, o criticados por la mala gestión, y, además, les permite acumular un poder inimaginable anteriormente.

Mi agradecimiento a los sanitarios es profundo, mi temor a la muerte de mis amigos es constante, pero los aplausos me generan mucha vergüenza, y ganas de llorar. Reforzar el heroísmo es interesado y criminal por más que parezca una reacción muy humana y loable. De nuevo subyace el pensamiento positivo del “pollianismo”, que lo inyectan en dosis tóxicas, induciendo a que cualquier conducta no heroica sea censurable.

Lo interesante de habitar los balcones es que ven cuerpos humanos, que, aunque no están realmente habitados y sean solo sombras, al menos se sienten fuera de los disfraces cotidianos. Una resurrección de los semicuerpos, importante, aunque sólo bailen en la coreografía ambivalentemente que pugna entre ser o linchadores o solidarios. Algo épico. Tan épico como encontrar al antaño odioso vecino en el balcón de enfrente, para descubrir que tiene una existencia tan afín y miserable a la tuya, que casi lo abrazarías, aunque sabes que no corres riesgos ya que no puedes hacerlo, y puedes mostrar tu interés en si necesitan alimentos o apoyo

Se recitan los mantras de “Todos juntos venceremos”, “Remar en la misma dirección”, tratando de convocar lo mejor de cada uno. ¿Podrá servir realmente para una verdadera cooperación? ¿O es un pacto de parar las guerras innecesarias hasta más adelante? No se logra la cooperación por desearla sino por liberarla de la sombra, sin ese trabajo eso no es luz sino tiranía de la uniformidad del UNO, lo que reforzará que se use para reprimir aún más la diversidad.

 

 

¿El coronavirus ha venido a enseñarnos algo?

Los hechos fenoménicos no bastan para la conciencia humana, se necesita el relato. El problema es cual se construye, por quien y para qué. Algunos relatos son alienantes. Otros pueden propiciar cambios. Es distinto el relato de que lo envía Gaia para equilibrar el planeta o el que articule la complejidad de su origen, impacto y respuesta social. El primero es rápido, y narcotizante. El segundo requiere paciencia y trabajo de investigación, un tiempo de incertidumbre, de tensión y desconfianza.

Cualquier relato alienante tiene más posibilidades de éxito en la sociedad actual. Muchos practicantes de religiones institucionales y de espiritualidades se preguntan. ¿Qué inteligencia activa una catástrofe epidemiológica? ¿Con qué propósito aquí y ahora?

El rabino Manis Friedman explicado enredes su perspectiva judía. Todo lo que pasa sucede con un propósito divino. Cada generación debe de salir de su propio “Mitzraim” (la esclavitud de los judíos en Egipto). Siendo estrictos salir de Egipto fue una decisión interesada de Yahvé, a la que inicialmente incluso los judíos se resistían. El logro de Yahvé fue instaurar el monoteísmo excluyente de la diversidad.

En el medievo, se creía que los cometas eran una señal inequívoca de que una guerra, una plaga o la muerte de un rey se acercaba. ¿Qué habrían dicho, ante la actual pandemia de coronavirus en el mundo? El 31 de mayo el cometa Atlas se acercará a la tierra y será tan brillante como la luna. Los cometas son bolas de nieve sucias que quedan del material que formó el sistema solar y está claro que Atlas nos ofrecerá un espectáculo digno de ver con nuestros ojos.

https://astroaventura.net/el-cometa-atlas-nos-visitara-en-mayo-y-sera-tan-brillante-como-la-luna/

Fase de negociación.

He expuesto bastantes elementos que considero interesantes para la observación y reflexión necesaria para ir tomando partido hacia la una u otra alternativa: Entre mantener los esquemas anteriores (morfostasis) o cambiarlos (morfogénesis) atendiendo a lo que la catástrofe nos ha obligado a investigar.

Un aspecto fundamental a profundizar es el de la muerte. La muerte negada en nuestra sociedad, irrumpe de un modo no visto en este momento histórico sin memoria colectiva de las pestes. Los enfermos contagiosos se mueren solos, aislados en UCIs, sin que puedan despedirse de los familiares, con una de las muertes más difíciles (asfixia), sin que se puedan realizar sepelios, ceremonias, los cadáveres se están recogiendo como se puede, a veces pasa bastante tiempo hasta que puede hacerse, intervienen recursos excepcionales para los traslados como el ejército, se llevan a tanatorios montados sobre la marcha, palacios de hielo, o a lugares donde se creman, en procesiones de peregrinación con los féretros de un lado para otro. Después habrá que atender, cómo se les pasan los restos a los familiares, atender duelos especiales, congelados.

 

Fase de ¿transformación?

Hay una frase que se repite mucho estos días con una certeza apodíctica: el mundo será diferente, después del coronavirus, en general se sobreentiende que mejorado. Esto es ilusorio.

Va a depender de lo que resulte más ajustado en el balance de la negociación.

De la reflexión anterior sobre la muerte puedo anticipar lo que sería morfostático, que considero lo más probable. Para atender los duelos se hará un uso de los psicofármacos más intensivo que el actual, el duelo ya perdió ser considerado una función necesaria de la psique, para considerarse un problema patológico a tratar con hipnóticos, ansiolíticos o antidepresivos.

Este “virus” invisible, que necesita nuestras células para replicarse, aparecerá una y otra vez, mutante ¿y volverá a desencadenar catástrofes?

Un virus no es un enemigo consciente y malvado. Como parte de la naturaleza es un ser con el que podemos relacionarnos y cooperar para conocer mejor los misterios de la vida, además, es un ser vivo muy cercano a lo no vivo. Esa condición lo sitúa en el umbral de lo espiritual.

En la novela “La guerra de los mundos” (Herbert George Wells, 1898), la humanidad no puede evitar ser aniquilada. El ataque cesa por derrumbe de los atacantes. Ogilvy, descubre que los atacantes han sucumbido abruptamente al interactuar con bacterias terrestres, frente a las que no tienen inmunidad natural. Hay hipótesis científicas que apuntan a un origen alienígena de la vida en el planeta, originada a partir de precursores orgánicos sembrados por meteoritos que los transportaban. Del final de la novela se infiere a que el planeta se defiende de lo extraño-alienígena. En la película avatar, ya es la humanidad la especie alienígena en Pandora y, termina derrotada por la unión espiritual de sus especies. Un paso más allá de la novela de Wells. En los dos ejemplos, siempre es derrotado el alienígena. La espiritualidad es una dimensión que relaciona las distintas partes de un sistema en la que cada una está con otras en una red de reciprocidad interdependiente multicausal, generando un salto cualitativo de ser parte de un todo al que se pertenece y con el que se puede interactuar sin jerarquías. Por si no quedaba claro la polaridad opuesta de extraño alienígena es otra de las variables integradas.

El sacrificio es necesario para crecer en conciencia. ¿Cuál? El sacrificio necesario es el derivado del esfuerzo que requiere el conocimiento con sus tareas concretas, que requiere atención, disciplina, coraje y el abandono de las complacencias y reduccionismos, con el trabajo de duelo que requiere ese abandono. Las herramientas, no armas, son el logos que separa, disecciona las partes componentes, hace procesos de digestión y el eros que vuelve a vincular las partes en un orden más evolucionado de significados. Un trabajo alquímico.

El primer sacrificio existencial en el humano es abandonar la vida uterina en el trabajo del parto. Trabajo tan duro que puede llegar a ser traumatógeno, como describió Otto Rank. En el canal del parto el feto no está ni vivo ni muerto, como está el “gato” de Schrödinger. Es la primera muerte que experimenta un humano. Si nace, el feto lo hace en una nueva vida, es un neonato con un cuerpo resucitado transformado (se cierran ventanas cardíacas, el cordón umbilical no se necesita, se respira, …). El feto ha muerto.

El nacimiento es duro, algo que el neonato no puede elaborar solo, incluso traumático, pero afortunadamente lo llegará a ser en función de las respuestas de los adultos que lo esperan. Podrá digerir su angustia, calmarse y sentir que nacer le ha merecido la pena, o quedaré traumatizado. La experiencia del nacimiento queda registrada en el cuerpo, en células musculares, neuronales, que incluyen lo emocional y construyen los rudimentos de la memoria implícita.

La existencia es un continuo ciclo de muertes-renacimientos. El nacimiento es una muerte cuasi real, una metamorfosis, de un cuerpo a otro. Los siguientes ciclos son más simbólicos. Esta ciclicidad es arquetípica, enraizada en la profundidad de la psique colectiva, probablemente desde un origen en nuestros antecesores unicelulares que dejaron de clonarse y adoptaron la manera sexuada para continuar la estirpe. Los clones o fundas de Altered Carbon trascienden la ciclicidad, que en la conciencia humana tiene implícito un final: el ciclo del individuo cesa en algún momento, y lo que sigue es una dilución en el cosmos. La terminación de la vida individual es biológica (el cuerpo alimenta la tierra), y psíquica (el alma alimenta lo inconsciente colectivo). No integrar el ciclo en su sentido global, condiciona proyecciones en un futuro imaginario, con contenidos concretos diversos según los individuos y las culturas.

La experiencia del nacimiento de muerte y resurrección en otra vida, acompañado y calmado por otros seres después de la angustia, alimenta creencias de certezas en otra vida tras la muerte. Psicológicamente no muere quien no acepta la muerte negándola. Y si no se muere no hay vida. El inconsciente nos prepara para la muerte en sueños, visiones, … sin embargo, la interpretación que se hace de los materiales muchas veces ser errónea en función de las creencias previas.

El confinamiento en casa también va a dificultar la conexión humana real y simbólica con la ciclicidad de la naturaleza en esta época, caracterizada por la explosión de la primavera terminando con la muerte del invierno. Lo habitual en primavera es que haya menos muertes humanas, en esta del 2020 es al contrario hay más muertes de lo habitual. Hades no va a dejar a Perséfone salir a la superficie, le dará más granadinas (o belladona) para que se quede en su casa del inframundo, así colabora también con el confinamiento y protege a Perséfone de que se infecte, muera, y, así evita quedarse solo.

Donald Kalsched explica ciertos dinamismos del sistema de cuidado de defensas arquetípicas o arcaicas. Ya sea Hades, la bruja, el hada, … pueden cuidar que el alma se mantenga viva sin sucumbir al trauma, pero, tiene un costo, sobre todo cuando existe un exceso de cuidado, el riesgo es que se congela el desarrollo de la psique, pues queda aislada confinada, disociada. Lo vemos en psicoterapia, especialmente cuando hay traumas en la temprana infancia, pero en los colectivos humanos sucede lo mismo. El yo queda hipnotizado desde dentro, siendo, en ocasiones, solo un médium que habla lo que le dictan, creyendo que es especial por decir lo que dice, y por la persuasión que tiene su discurso en otros que le escuchan. La traumatización consecuencia de la violencia genera milenarismos.

¿Qué hará Perséfone? ¿Sucumbirá? ¿Se escapará?

 

¿Se consolidarán comunidades emergentes de justicia?

 

¿Se reflexionará sobre el modelo de salud?

La desmantelación de los hospitales ha sido una lacra en las condiciones en que se ha hecho. Se podrían rebajar mucho los servicios sanitarios si la población recuperara la autogestión de su salud. Pero eso no interesa a priori. La salud es un gran negocio.

La ciencia médica definió como superstición o pseudociencia, las praxis que se salen de lo que la ciencia imperante acepta. Convirtiéndose en una religión laica que ocupa el espacio de las religiones decadentes y desprestigiadas por su mal hacer. El espíritu científico es humilde, acepta como válido lo que puede validar hasta que se encuentran otras soluciones, pero no hace dogmas. Cuidado con las neo-inquisiciones. El misterio de lo desconocido inspira seguir investigando. Es ético frenar a los farsantes que se lucran ofreciendo mesianismos. Pero personajes de esos no solo están en las “pseudociencias” también en la medicina alopática, en los hospitales, … que son, en ocasiones verdaderas autocracias liberales, o dictaduras.

La relación comunicativa entre sanitarios y pacientes está tan deteriorada como la comunicación en la sociedad, los tiempos de atención son ínfimos, los profesionales aun cuando quieran no pueden hacer mucho, tampoco los pacientes quieren educación, demandan recetas, tratamientos y exploraciones tecnológicas, no se capacita a los sanitarios para detectar la psicología que subyace a los síntomas y síndromes biológicos, para los curriculums no puntúa demasiado hablar en la lengua materna de los pacientes, pero sí importa tener doctorados o saber inglés.

 

¿Se incluirán los conocimientos antropológicos, sociológicos, psicológicos en la complejidad de análisis de la realidad?

 

¿Se cambiará el pronóstico, que ahora es “reservado”, del planeta y de la especie humana?

 

Es un misterio el devenir, y mejor es que lo siga siendo. Que no lo llenen la incertidumbre los profetas, impidiendo la curiosidad y la disposición a los cambios, y activando la alienación y la búsqueda desesperada de salvadores.

 

 

 

 

¡Si hay trasformaciones no serán porque nos las hagan otros!

 

 

 

¡Desde el punto donde te encuentras solo hay un camino adecuado que cambiará, a medida que camines, para ti y para el resto de los caminantes!

 

 

¡Suerte y coraje!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Mikel García García

 

29 de marzo 2020

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Bibliografía (Solo psicosocial)

 

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Primeros respondedores después de los desastres: una revisión de las reacciones al estrés, en riesgo, vulnerabilidad y factores de resiliencia. 

Archer D, Boonyabancha S. Seeing a disaster as an opportunity–harnessing the energy of disaster survivors for change. Environ Urban. (2011) 23:351–64.

Ver un desastre como una oportunidad: aprovechar la energía de los sobrevivientes del desastre para el cambio. 

Chandler D. Resilience ethics: responsibility and the globally embedded subject. Ethics Glob Politics. (2013) 6:175–94.

Ética de la resiliencia: responsabilidad y el objeto globalmente integrado

Jetten J, Postmes T, McAuliffe BJ. “We’re all individuals”: group norms of individualism and collectivism, levels of identification and identity threat. Eur J Soc Psychol. (2012) 32:189–207.

“Todos somos individuos”: normas grupales de individualismo y colectivismo, niveles de identificación y amenaza de identidad.

Ripley A. The Unthinkable: Who Survives When Disaster Strikes – and Why. London: Arrow (2009).

Lo impensable: quién sobrevive cuando ocurre un desastre y por qué.

Solnit R. A Paradise Built in Hell: The Extraordinary Communities that Arise in Disaster. New York, NY: Viking (2009).

   Un paraíso construido en el infierno: las comunidades extraordinarias que surgen en el desastre

Stott C, Drury J. Contemporary understanding of riots: classical crowd psychology, ideology and the social identity approach. Pub Underst Sci. (2017) 26:2–14.

Comprensión contemporánea de los disturbios: psicología clásica de masas, ideología y el enfoque de identidad social.

Ataque de pánico

Ataque de pánico

No hay mejor negocio que la sociedad enferma de miedo paranoico[1]: la nuestra.

[1] Luigi Zoja, en “Paranoia. La locura que hace la historia” (Zoja, 2014) escribe. «…El genocidio es el último paso de la paranoia colectiva, que empieza con la agresión al grupo definido como enemigo, sigue con su expulsión y desemboca en la destrucción. [ …] El terrorismo, sea de Estado o marginal, usa el miedo como vehículo fundamental para instaurar sus designios, que no son otros que la extorsión, la dominación pura y simple a través del terror…»

Mikel Garcia Garcia 11 marzo 2019

Texto del artículo

La anunciada crisis del 20 se ha iniciado con el coronavirus. Las crisis son oportunidades de revisar las condiciones previas que la propician, a fin de implementar correcciones que transformen y prevengan de nuevas crisis. La experiencia, repetida en la humanidad, es que las crisis afloran lo mejor y lo peor, trabajando con intensidad para atemperar sus efectos, prendiendo el deseo de que no se repitan, pero casi nunca se aprovechan para transformaciones de fondo, y no se les dedica el tiempo necesario para reflexionar. Las siguientes líneas tratan de aportar argumentos para la reflexión.

La emoción natural ante una posible alteración de nuestra integridad es el miedo, que nos lleva a evaluar instintiva y racionalmente la situación y tomar decisiones coherentes. El miedo actual de la población no es el de la emoción natural, se ha transformado en un sentimiento neurótico o paranoico. Las respuestas son derivadas de la irracionalidad, sea por magnificación catastrófica, mágica, de la amenaza o, por lo contrario, que es menos frecuente, de negación de la misma.

El coronavirus, el SARS, la fiebre aviar, la fiebre de las vacas locas, el ébola, y otras enfermedades son hechos objetivos, reales, que activan ese miedo latente, determinan decisiones que limitan la capacidad de movimiento por el mundo e inducen que aceptemos la seguridad que nos imponen “por nuestro bien” los estados. Los mecanismos de contención actúan como justificación para incrementar el miedo y, toda la dinámica en espiral, sobre todo, hace aflorar y hacer manifiesta la miseria en la que se encuentra la población: fragilidad, susceptibilidad paranoide, infantilización, …

En anteriores epidemias las vacunas contra los virus se consiguieron desarrollar en cuestión de semanas. Las vacunas de la gripe aviar, la enfermedad de Marek y de la encefalopatía espongiforme bovina, se pusieron a la venta a un muy alto precio, aprovechando el miedo de la gente, se gastaron cientos de euros en el Tamiflu, ya que cada caja costaba más de cien euros, y se agotaron las existencias.

La ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, defendió la gestión de la gripe A en España y aseguró que finalmente España invirtió 90 millones en la compra de vacunas para prevenir contagios por el virus A/H1N1. No sirvieron para nada.

Científicos del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos (NIAID) creen que una vacuna contra el nuevo coronavirus (2019-nCoV) podría estar lista para la etapa inicial de pruebas en humanos en tan solo tres meses. Las vacunas en contra del coronavirus se van a desarrollar y poner a disposición. Es probable que muchos sistemas de sanidad públicos, compren en masa estas vacunas. La venta de mascarillas se ha disparado en muchos países, con ingresos millonarios para las fabricantes y los mercaderes del miedo: se roban mascarillas, se confiscan, se estigmatizan a comunidades y sujetos …

¿La alarma actual está objetivamente justificada?

Las experiencias previas de infecciones que se expandieron sin control inducen a pensar que una reacción drástica de contención tiene sentido hasta conocer la virulencia y patogenicidad del nuevo virus, sus modos de expansión y de tratamiento. También es cierto que al gobierno chino le ha venido bien crear la alarma sanitaria por la existencia del coronavirus. Su respuesta radical tiene sentido epidemiológico: contener la difusión del virus, ¿pero que más se ha contenido-congelado? Las manifestaciones en Hong Kong estaban comprometiendo la seguridad nacional de China. Declarar la alerta sanitaria frena las manifestaciones. Las medidas chinas son apreciadas por los gobiernos occidentales al tiempo que, demagógicamente, se hace énfasis en que en las democracias el modo de actuar no puede ser el mismo. La OMS ha alabado al Partido Comunista por su gestión de la crisis sanitaria. Ahora, en China se ve con estupor que el resto del mundo no aprenda de su experiencia. China impone ahora la cuarentena a quienes llegan de países incapaces de controlar sus brotes, entre los que se encuentran países en vías de desarrollo como Irán, pero también otros desarrollados y democráticos como Corea del Sur o Italia. China ya ha detectado varios contagios importados desde allí. Ni es sencillo ni barato levantar hospitales de campaña o instalaciones para realizar cuarentenas, pero China está convencida de que son un elemento de gran ayuda, y levantó dos en 10 días. Los resultados parecen darle la razón. “También pueden servir para proteger mejor al personal sanitario”, dice el médico chino Ruijin. China ha activado las nuevas tecnologías 5G para recopilar información atender a distancia transmitir información, … Algunos estados, o gobiernos locales, aprovechan para reforzar sus paternalismos y sacan músculo de la salud de sus sistemas sanitarios y esperan salir bien de este test de estrés.

La ciencia saca músculo, el complejo de Asclepio se activa: de los primeros casos del SIDA, en junio del 81, hasta conocer el virus pasaron dos años. Los primeros casos de neumonía severa se notificaron en China el 31 diciembre del 19. Para el 7 de enero ya se había identificado el virus y el 10 de enero se tenía su genoma. El 13 de enero ya se dispuso de un RT-PCR diagnóstico para detectarlo. Se afirma que es el momento de la ciencia y la cooperación. Las revistas científicas se colapsan de artículos científicos, se habla de más de 200 en PubMed en un mes.

En los momentos de catástrofes aparece la ciencia deificada como salvadora, sustituyendo a las deidades clásicas que están siendo ridiculizadas pues no protegen con sus creencias y sus ritos. En torno al 60% de las infecciones en todo el territorio nacional Corea del Sur están ligadas a la secta cristiana Shincheonji, cuya sede en Daegu, donde se celebraron varias misas multitudinarias a principios de febrero, es considerada un importante foco de propagación. Lo mismo sucede en otros países asociados a sectas religiosas. El papa católico Francisco está resfriado, pero da negativo al coronavirus. Las misas se cierran al público y se retransmiten por internet. La Meca cierra las peregrinaciones anuales, …. La mezquita de París cierra el culto. Aparecen voces de los partidarios de teorías místicas que atribuyen a Gaia el nuevo virus, como una venganza por la hibris de la especie humana que va a terminar con el planeta.

La concepción militarista imperante se nutre de una susceptibilidad paranoica, y en muchas ocasiones es una formación reactiva de defensa cuya finalidad es negar el sentimiento interno de culpa individual y colectiva. Los actos forjados desde la paranoia terminan nutriendo el sentimiento de culpa, que puede provocar respuestas de castigo para ser redimida. Así se entiende la proliferación de productos culturales sobre catástrofes, un tipo de meme (Dawkins, 2014) cuya función es la catarsis colectiva de la culpa al ser castigados “por cataclismos imaginarios”, como el fantasma de la amenaza zombie tan trillada en películas y series televisivas, pero finalmente redimidos por dioses olímpicos, la naturaleza como espíritu cuidador o la propia ciencia endiosada.

Las vacunas funcionan como talismán mágico que protege del miedo colectivo que está en la memoria histórica. La humanidad ha sufrido mucho por las epidemias históricas, pestes medievales, y en 1918 la pandemia de gripe “española” causó más de 25 millones de muertos en menos de 25 semanas. La eficacia de las vacunas es menor que el de las medidas higiénicas conocidas gracias al desarrollo científico, pero las vacunas se invisten de la magia y se sobrevaloran. El pensamiento mágico religioso medieval frenó el desarrollo científico pero la ciencia actual se sirve de la magia. Pasará el momento de la ciencia y resurgirán los ritos religiosos pues se retroalimentan recíprocamente.

La experiencia en China y los datos que se van conociendo confirman el inicio de contención de la pandemia del nCnV, y que el covid-19 no es tan letal como se temía. Este último dato hay que relativizarlo. Los últimos datos en España, 1600 afectados, 35 muertos: 2,5% de mortalidad entre los afectados. En Italia el % de muertos es mayor. Sin embargo, se sabe que habrá bastantes afectados con síntomas tan leves o sin síntomas que no han sido detectados. En número mágico “r” de tasa de infectividad se calcula matemáticamente, en España los epidemiólogos calculan que es de 2,6, lo que significa que se está en una fase exponencial, si ahora hay 1600 casos, probablemente habrá cerca de 4000 afectados de ellos muchos no lo saben, pero en una semana podrá llegar a 4500 detectados y el doble afectados pero sin síntomas importantes, lo cual no evita que sean contagiosos.

Pero la epidemia de la paranoia no va a parar por ello. Nunca como ahora se había radiado y televisado en directo el morbo de la miseria, ya estábamos acostumbrados al morbo de la guerra, de las emigraciones masivas de exiliados, del cementerio de las muertes en el mediterráneo, …. El coronavirus no parece ser un virus demasiado letal, lo es menos que la gripe. Pero es desconocido y ese hecho es determinante, lo desconocido genera incertidumbre, activa defensas profundas ante en terror a la muerte. Cuando se enfrentan a la incertidumbre, los individuos apoyan a grupos que son percibidos como más capaces de actuar con poder (Hogg et al. , 2007) es decir, capaces de tomar acciones radicales contra otros (Hogg, Meehan, & Farquharson, 2010), y respaldan a los líderes que son percibidos como “no prototípicos” o convencionales y orientados a la acción (Rast, Gaffney, Hogg, & Crisp, 2012) con la esperanza de que tales acciones conduzcan a la reducción de la incertidumbre. Del mismo modo, Jost et al. (2003, p. 341) argumentó que el apoyo al autoritarismo de la extrema derecha, al dominio social y al conservadurismo político se basan en un «proceso de emparejamiento» mediante el cual las personas apoyan ideologías «que tienen más probabilidades de satisfacer sus necesidades y motivos psicológicos (como las necesidades de orden, estructura cerrada, finalización de procesos y evitar la incertidumbre o amenaza)».

Algunos datos que se van conociendo.

El coronavirus es un virus RNA, esto favorece la mutación rápida y su pasaje de reservorios naturales en animales salvajes a humanos. En China y otras culturas asiáticas se aprecia comer esas carnes, lo que aumenta el tráfico ilegal de especies como alimento, sin ningún tipo de control sanitario. Los animales suelen ser cazados mediante prácticas que les generan un alto nivel de estrés, lo que baja sus defensas y facilita que afloren sus patologías. Si son capturados se les hacina en jaulas o cajas en condiciones completamente insalubres y en las que se mezclan distintas especies. Conjunto de variables que confluyen en el tradicional mercado húmedo de la ciudad de Wuhan. Se sigue considerando al murciélago como el animal en el que se encuentra el origen del coronavirus por ser reservorios naturales, pero se sigue buscando la especie que ha actuado como huésped y transmitido el virus desde los murciélagos a las personas. El “pangolín”, se incluyó como posible transmisor del coronavirus. Los científicos apuntaban a este animal, por el comercio ilegal por su carne y sus escamas. Se ha comprobado que hubo un fallo “un embarazoso error de comunicación entre el grupo de bioinformática y el grupo de laboratorio”, según Xiao Linhua, coautor del estudio, en declaraciones recogidas en la web de Nature, y se ha descartado al pangolín.

El perfil del contagiado que presenta síntomas es hombre de 45 años, sólo el 3% de los casos afecta a menores de 20 años, no niños y pocas mujeres. La letalidad del coronavirus es baja en esas edades (0,2%). La población de riesgo son personas mayores de 65 con patologías previas cardiovasculares (no respiratorias, no neurológicas, …). es decir, infartos, cardiopatías, y diabéticos. El virus se inactiva fácilmente con líquidos apropiados y el 80% de los afectados se cura con facilidad.

Comparando con la gripe según el último informe del Sistema de Vigilancia de Gripe del Instituto de Salud Carlos III, relativo a la semana del 17 al 23 de febrero, la tasa de letalidad entre los casos graves hospitalizados por gripe en lo que va de temporada se sitúa en el 13 por ciento, de los cuales el 79 por ciento eran mayores de 65 años, el 56 por ciento hombres y el 95 por ciento tenían factores de riesgo. La tasa acumulada de hospitalización de estos enfermos es 34,3 casos por cada 100.000 habitantes. El 40 por ciento de los casos son mayores de 64 años y el 35 por ciento de entre 15 a 64 años.

La transmisión del coronavirus es desde los portadores contagiados. El coronavirus se transmite por las gotas de tamaño medio que salen del emisor al toser, estornudar… Esto supone que no llegan más allá de los 1,5 metros del emisor. Uno de los 4 virus de la gripe estacional, el N1H1, infecta 1,3 sujetos desde un infectado. Parece que el coronavirus, infecta 2 ó 3 por infectado, es decir los infectados son más. Por comparar la micobacteria de la tuberculosis y el sarampión, al estar en las gotas finas, llegan a contagiar a los sujetos situados mucho más lejos del emisor. Pero los virus quedan en las superficies donde caen un tiempo: mesas, sillas, utensilios, … Al tocar esas superficies con las manos uno puede contagiarse. Por eso es clave lavarse las manos.

El método más eficaz para protegerse es lavarse las manos. La mascarilla es sólo para los que sospechen pueden estar contagiados, los enfermos, para no trasmitir gotas y para los sanitarios pues pueden tener contacto muy cercano a los enfermos. La mascarilla puede ser contraproducente porque al ponerla o quitar si no se lava las manos y han tocado algo contaminado se acerca la contaminación a la nariz, boca u ojos. Las gafas también pueden ser una barrera protectora para frenar gotas contaminadas.

Los síntomas de la enfermedad por coronavirus son como un catarro con pocos mocos, tos seca, todo algo de congestión, dolores musculares, fatiga respiratoria, y febrícula.  Si se tiene algo de eso y además hay algún antecedente de algún viaje a zonas de riesgo o de contacto con personas que hayan viajado, es conveniente informar a los servicios sanitarios sin ir a urgencias. Que vayan a casa y toman unas muestras en la nariz.

La evolución es muy rápida una vez que empiezan los síntomas, si en las primeras 48 horas no hay agravación importante el cuadro evolucionará de modo leve. El tratamiento es sintomático igual que una gripe, y sobre todo las medidas higiénicas. Se han ensayado fármacos antiguos frente a otros virus como el del SIDA. Hay multitud de ensayos clínicos en curso con antivirales y antipalúdicos (remdesivir, cloroquina, lopinavir, ritonavir, oseltamivir, …). La inteligencia artificial al servicio de laboratorios farmacéuticos en la carrera de ser los primeros en el negocio.

Puntualizaciones.

Como ocurre siempre en las enfermedades infecciosas quien se pone en contacto con el virus tendrá una evolución que dependerá de la salud de su sistema inmunitario. La exposición al virus no determina el desarrollo de la enfermedad: las condiciones del huésped son determinantes. Un sujeto con un sistema inmunitario sano se defiende mejor. Y eso depende de diversos factores biológicos y psicológicos del huésped. Los biológicos incluyen lo genético, la alimentación…. Hay otros factores del terreno biológico aún desconocidos. Los niños tienen un terreno ligeramente ácido reductor del medio interno, mientras que a medida que se envejece el terreno va siendo más alcalino oxidativo. Eso puede orientar a tomar medidas dietéticas.

En Europa es probable que no se llegue hasta dentro de tres o cuatro semanas al pico máximo de contagiados, después podrá experimentarse un descenso gradual de infectados y muertos. Pero va a depender la las medidas de contención y la reacción de la gente. Un hecho que se repite es que los chinos han obedecido a las recomendaciones de sus gobernantes y se han autoaislado. Ahora se apela a la responsabilidad y buen hacer de la población europea, dando por hecho que eso es un hecho científico que está sucediendo, que la gente es honesta, que sabe reaccionar …  que los funcionarios dan la información adecuada, que los sanitarios están trabajando con serenidad y pulcritud…. que la gente sigue apostando por lo importante aún a riesgo de contagiarse: las manifestaciones del 8M apenas se han vista afectadas, etc. La gente robando o especulando con mascarillas, las riadas de gentes saliendo de las zonas rojas de Italia escapando al cierre, la guardia civil que patrulla por Haro para que la gente se quede en casa, se lanzan bulos y fake news, se van a los supermercados para comprar compulsivamente alimentos, ¿todo esto son anécdotas nada significativas? Parece un guion de la factoría Disney. ¿Qué pasará cuando se cierren los estadios de fútbol, o se suspendan las fiestas-circo? ¿La gente se pondrá a leer La peste de Camus u otros libros similares?

El miedo paranoico genera estrés. Hay mucha literatura científica que demuestra que el estrés debilita el sistema inmunológico. Hay planteamientos tardíos timoratos y debilidad en la protección a los sanitarios, desconcierto, poco apoyo, ¿qué le pasará en sus sistemas inmunitarios? Fue tremendo la paranoia que afectó a los sanitarios en el comienzo del SIDA. Entonces infectarse era riesgo de muerte al 100%, y aunque las prácticas de riesgo eran muy controlables, los portadores eran estigmatizados por el temor que generaban. Ahora el riesgo vital es bajo, pero el contagio bastante probable si se está atendiendo a enfermos, y, además, el sanitario afectado puede contagiar a otros lo que convierte el hospital en un espacio ambivalente que puede saturarse y colapsar: el lugar de curación y de riesgo de expansión.

Se va por detrás de los acontecimientos sin anticiparse con firmeza. Se va por detrás de la curva a pesar de lo que se conoce de China. Lo fenoménico centra la atención, y aunque hay que atenderlo, con lo concreto se pierde la posibilidad de ver la complejidad, y el ataque de pánico es más probable.

La contención forzosa ya se ha decretado en España, porque ya se sabe que hay contagiados de los que no se sabe la cadena epidemiológica de contagios. La comunidad de Madrid ha cerrado los centros educativos, y la vasca lo mismo en regiones de Alaba. Sin embargo los niños en casa ¿por quien van a ser cuidados? ¿Se va a recurrir a los abuelos, quienes precisamente son la población más claramente de riesgo? Se suspenden los plenos del congreso, pues todos los diputados de VOX se han autoaislado por haber habido un diputado de VOX que ha dado positivo y ha compartido un espacio político con sus compañeros. España ha suspendido todos los vuelos desde Italia a España, país cerrado por su gobierno.

España ya es un lugar de riesgo, así nos empiezan a considerar las naciones, y algunas ponen problemas para admitir en su territorio a españoles.

No se muestra interés en abordar el fondo de la cuestión: la contaminación, la mala alimentación, la miseria social, la ignorancia, la dependencia, …

Economía.

El coronavirus ha reducido las perspectivas a corto plazo para la economía global y esto significa que el crecimiento global en la primera mitad de 2020 será menor de lo esperado. Sin embargo, las respuestas del sistema financiero y bolsas, en su irracionalidad habitual, van mucho más allá de los datos objetivos, además del miedo influyen los intereses de los ludópatas financieros. «No todos los psicópatas están en las cárceles. Hay muchos en los consejos de administración y en los comités ejecutivos de las empresas» (Robert Hare, doctor en psicología). Desde el indicio de la Gran Recesión de 2008, han sido muchos los ensayos dedicados a la descripción de este tipo de figuras psicopáticas que han sido calificadas como “corporativas o de cuello blanco”. Algunos de estos trabajos cifran la incidencia de esta clase de psicopatías en un 3%, cuando la media de la sociedad se sitúa entre el 1-1,5%. El catedrático de Psiquiatría por la Universitat Autònoma de Barcelona Adolf Tobeña habla de ello su libro Neurología de la maldad (2017) “Combinan algunos elementos del psicópata peligroso, pero tienen cualidades y virtudes que les hacen particularmente buenos para la lucha competitiva de alta exigencia en el ambiente de los negocios”. Los empresarios partidarios del neoliberalismo se cambian puntualmente de ideología y piden a los gobiernos les rescate del desastre. La austeridad, los frenos a la inversión y al déficit, se abandonan, … ahora que interesa salvar la economía de la paranoia, las razones humanitarias anteriores no eran motivo pues la pobreza afectaba a la parte denigrada de la población. Seguramente los chinos se recuperarán económicamente

Adaptaciones y respuestas sociales.

China tiene la mayor industria de transmisiones en vivo del mundo y, Wuhan -el epicentro del brote de covid-19 – es un centro neurálgico. Antes del brote de coronavirus, la ciudad estaba ganando reputación de ser el lugar más idóneo para las transmisiones en vivo en China. En diciembre de 2017, Wuhan construyó un centro de transmisiones en vivo con habitaciones para cerca de cien personas, ambientado al estilo europeo. Wuhan alberga a algunos de los servicios de transmisión en vivo más grandes de China, incluyendo al líder de la industria, Douyu. El público ha estado siguiendo transmisiones en vivo de celebridades y personas comunes y corrientes cantando, cocinando y haciendo ejercicio en sus propias casas. Los programas que generalmente cuentan con audiencias en vivo ahora parecen más videoconferencias, pero aun así han demostrado ser un éxito inusual. El periódico Guangzhou Daily resaltó el surgimiento de un nuevo género de reality shows en la nube, en el que los artistas solo necesitan un teléfono móvil o una computadora y una buena red de Internet para ser parte de un espectáculo.

Cerca de 780 millones de personas en China -más de la mitad de la población- ha experimentado alguna forma de aislamiento desde finales de enero. A fines de enero, el principal regulador de medios del país modificó los horarios de televisión a fin de «reducir la programación de entretenimiento» y aumentar los informes especiales sobre el coronavirus. A medida que las audiencias se fueron volcando cada vez más a Internet, muchos programas de TV tradicionales comenzaron a adaptar rápidamente sus formatos para continuar funcionando, aunque sus estrellas no han podido acudir a los estudios. El aislamiento aflora las tensiones de la convivencia, más tensiones, más divorcios, más maltrato.

¿Oportunidad de aprender algo y cambiar costumbres?

Se va impulsando el teletrabajo. La disminución de la movilidad bajará contaminación y rebajará estrés, pero el aumento de la convivencia podrá aflorar otras tensiones. La contaminación ha descendido en muchas ciudades chinas. La lacra de legiones de turistas consumistas contaminando los lugares puede ir en descenso. Quizá se active la idea del decrecimiento y de las comunidades autosuficientes. ¿El militarismo puede rebajarse? Hay giros epistemológicos en los estudios sobre la paz, perspectiva pazológica que propone la paz, y no la violencia, como constitutiva de la naturaleza humana (García, 2020; Tobeña, 2017). ¿Se concretará en algo de transformación real?

Sin duda lo que ocurre es un suceso sorpresivo de gran impacto, pero una vez pasado el hecho, ¿se racionalizará retrospectivamente haciendo que parezca predecible, explicable, o que se esperaba que ocurriera? Vamos la metáfora del cisne negro. ¿Será el cisne el puente entre murciélagos y humanos?

Medidas para organizadores de futuros eventos serios presenciales.

Podemos imaginar dos comunicados emitidos por dos organizaciones que tenían anunciado un evento.

1.- “Debido al coronavirus, la asociación XXX mantiene el congreso y se compromete a no permitir la presencia de ningún afectado o contagioso del covid-19. Se pedirá un certificado médico de salud y otro de antecedentes penales, se tomarán temperaturas en cualquier momento, se hará una encuesta epidemiológica de hábitos alimentarios (abstenerse de venir quienes coman carnes de animales salvajes recién sacrificados o en conserva: murciélagos, pangolines, … a los que sean caníbales y a los veganos que no tomen aporte de B12), se cacheará a fondo (con personal distinto según géneros), se venderán antisépticos, pañuelos y mascarillas a quienes no los traigan y será obligatorio su uso, cada participante se sentará a 1,5 metros de otro, no se permitirán besos ni que las parejas fijas u ocasionales follen en los días del encuentro, solo se permitirán saludos con el pie (metido en su zapato) o por WhatsApp, y encomendaremos a los santos sabios de nuestro modelo científico para que nos protejan. Si nos quedamos en cuarentena la pagarán quienes incumplan las normas y aprovecharemos esos días para hacer un intensivo de los cursos nuestros, con exámenes in situ y expedición de títulos a quienes los superen. ¡En adelante se sustituirán los encuentros presenciales por formación online!”.

2.- “Debido al coronavirus, la asociación YYY mantiene el congreso y anuncia que lo iniciaremos con un «Taller previo de toses y estornudos» con el fin de contagiarnos y despreocuparnos de otras medidas. En los 3 días que dura el congreso no van a aparecer síntomas y nos dará tiempo de ir a nuestras casas sin pasar retenciones ni cuarentenas. En caso de contagiarnos disfrutaremos en nuestras casas de una cuarentena para la que tendremos la posibilidad de solicitar una baja laboral remunerada”.

¿Cuál es más atractiva o nociva? ¡La paranoia estimula la producción artística-creativa! El humor y el juego es un antídoto frente a la paranoia.

¿Qué actitudes serían interesantes?

Retomar la subjetivación. En la Modernidad, el sujeto, a partir de las concepciones cartesianas y kantianas, se entiende que es consciente y autónomo, que puede conocer y tomar las riendas del proceso de manera voluntaria como actor de su propia historia y creador de su propio mundo. Los “maestros de la sospecha”, introducen una perspectiva diferente de sujeto, que aparece fragmentado y escindido incluso en donde se pensaba que poseía mayor control: su propia interioridad. Freud demuestra cómo las pulsiones y deseos inconsciente son capaces de influir mucho más en las acciones que la consciencia. Marx devela que la conciencia está condicionada por la ideología que va imponiendo la clase dominante. Nietzsche cuestiona este sujeto socavando las bases morales modernas…  En la Dialéctica de la Ilustración, Adorno y Horkheimer desarrollan la tesis de que la historia resulta de una racionalidad instrumental que somete violentamente a la naturaleza y a los mismos hombres al servicio de la productividad y el éxito económico, a la aniquilación del sujeto mismo en función del “progreso” de un mundo administrado (Adorno y Horkheimer 1998). En realidad, el sujeto ha sido desubjetivado, elevado a una idealización alienante, y se mueve, en la ignorancia de ello, en el pantano “del arte de no haber sido” como expone Marquard en su obra Dificultades con la Filosofía de la Historia. Marquard ofrece una perspectiva crítica señalando que el ser humano hace su mundo incluso allí donde cree no haber intervenido, es decir, que el sujeto es actor, aunque no lo asuma de manera consciente; y más aún, si siente que no ha creado ciertas condiciones, en realidad, es porque ha olvidado su condición de forjador de su propia historia (Marquard 2007).

¿Podrá recuperarse la subjetividad?

Frente a la paranoia, miedo y autoprotección racional.

Detectar y trabajar los propios miedos a la muerte. ¡Casi nada!

“El hombre libre en nada piensa menos que en la muerte, y su sabiduría es una meditación no sobre la muerte, sino sobre la vida” (Spinoza, 1987, Proposición LXVII).

Humor y juego.

Medidas higiénicas.

Medidas que fortalezcan el sistema inmunitario, alimentación, … antioxidantes.

Propiciar las actitudes de responsabilidad cooperación y coopetencia. Es interesante la investigación Dañar a otros actúa como un reforzador negativo en ratas de Hernandez el al. (2020), que concluye que independientemente del sexo y la familiaridad, las ratas evitan acciones que perjudiquen a un individuo específico, sobre todo cuando han tenido experiencia previa de ser dañadas, y que cuando se inhibe el funcionamiento de la corteza cingulada anterior se elimina la aversión al daño. La aversión al daño puede no ser principalmente un motivo altruista para evitar el dolor a otra rata, sino para evitar un estado propio desagradable provocado por las señales emitidas por la otra rata, un motivo vinculado a la empatía y efectivo. La literatura humana ha introducido una distinción entre dos motivaciones para ayudar. Algunos participantes ayudan a otros porque verlos sufrir crea un estado aversivo llamado angustia personal que los participantes luego tratan de reducir egoístamente ayudando. Otros participantes son más altruistas y ayudan incluso si no tienen que presenciar el sufrimiento de la víctima. Es interesante el estudio pues indica que la empatía es clave para evitar el daño, y parece ser un mecanismo relacionado con la cooperación. Cuando los traumas destruyen la capacidad de empatía puede no solo no evitarse el daño sino buscarlo y disfrutar con el mismo, como en los psicópatas. También tiene interés encontrar que la rata, que evoca en muchos humanos miedos ancestrales, puede mostrarnos caminos de salir de la paranoia.

 

 

Bibliografía

 

Adorno, T. y Horkheimer, M. (1998): Dialéctica de la Ilustración. Fragmentos Filosóficos. Introducción y Traducción de J.J. Sánchez. Valladolid: Ed. Trotta (3ª edición).

Dawkins, Richard. El gen egoísta: las bases biológicas de nuestra conducta. Salvat Editores, 2014.

García, M. (2020). Aproximación Junguiana a la Traumatización Temprana. En Tres ensayos junguianos para psicoanalistas y psicoterapeutas de hoy. Madrid. Sirena de los vientos.

Hernandez-Lallement, J., Attah, A. T., Soyman, E., Pinhal, C. M., Gazzola, V., & Keysers, C. (2020). Harm to Others Acts as a Negative Reinforcer in Rats. Current Biology.

Hogg, M. A. (2007). Uncertainty–identity theory. Advances in Experimental Social Psychology (Academic, San Diego), 69-126.

Hogg, M. A., & Hains, S. C. (1996). Intergroup relations and group solidarity: Effects of group identification and social beliefs on depersonalized attraction. Journal of Personality and Social Psychology, 70(2), 295-309.

Hogg, M. A., Meehan, C., & Farquharson, J. (2010). The solace of radicalism: Self- uncertainty and group identification in the face of threat. Journal Exp Soc Psychol, 46, 1061– 1066.

Hogg, M. A., Sherman, D. K., Dierselhuis, J., Maitner, A. T., & Moffitt, G. (2007). Uncertainty, entitativity, and group identification. Journal Exp Soc Psychol, 43, 135-142.

Jiménez Arenas, J. M. (2012). La Paz, partera de la historia (F. A. Muñoz Muñoz, Ed.). Editorial de la Universidad de Granada. Granada.

Marquard, O. (1973). Las dificultades con la filosofía de la historia (E. Ocaña, Trad.). Pre-textos (2007).

Jost, J. T., Glaser, J., Kruglanski, A. W., & Sulloway, F. J. (2003). Political conservatism as motivated social cognition. Psychol Bull, 129, 339-375.

Rast, D. E., Gaffney, A. M., Hogg, M. A., & Crisp, R. J. (2012). Leadership under uncertainty: When leaders who are non-prototypical group members can gain support. Journal Exp Soc Psychol, 48, 646–653.

Tobeña, A. (2017). Neurología de la maldad. Mentes predadoras y perversas. Barcelona. Plataforma.

Zoja, L. (2014). Paranoia. la locura que hace historia. Madrid: Fondo Cultura Económica.

 

Investigación: Creatividad

Investigación: Creatividad

Investigación: Creatividad

En un estudio previo «Confrontar la muerte, impacto en la dimensión transpersonal y actitudes para la paz positiva» (publicado en © Journal of Transpersonal Research 9 (2) (2017): 13-25), se encontró que la creatividad es una variable que aumenta significativamente en los sujetos que han realizado un taller clínico para trabajar la muerte, y que, a su vez, la creatividad es un componente importante en el aumento de la actitud hacia la paz. La muestra en ese estudio fue de 103 personas, con una dedicación de muchas horas tanto en la participación del taller, como en entrevistas y cumplimentación de los materiales.

He diseñado una nueva investigación centrada en la creatividad con el objetivo de abordar otros aspectos y con la idea de poder llegar a más muestra que no tenga que dedicar demasiado tiempo.

Flyer investigación: descarga     Flyer Individuación Creatividad: descarga

Participar supone realizar dos cuestionarios, están ambos diseñados en «Formularios Google» y «Formularios PDF». El primer formato se contesta online y se envía recibiendo copia de las respuestas. En el formato PDF el archivo, se necesita trabajar con el programa Adobe Acrobat (el AA reader es gratis) se rellena sin necesitar de conexión online y se envía adjunto al correo que se indica.

El primer cuestionario es el principal. Enlace al formulario google: Análisis latente, semántico, imagen – simbólico, moral, social, cuestionario y Descarga del formato PDF: enlace

El segundo cuestionario complementa y enriquece el primero. Enlace al formulario google: Distancia latente. Impacto traumatógeno y Descarga del formato PDF: enlace

Puede leer unas líneas sobre la investigación citada y descargarla en el enlace que se ofrece.

Mikel García García 27 agosto 2019

Selección del artículo y creatividad
Sobre el taller
El taller “Integración de la muerte, pulsación de la vida” está diseñado de acuerdo con las fases significativas del proceso creativo: preparación, incubación (exploración signada por la estrategia de la transformación del objeto), comprehensión (recapitulación y compresión) y verificación (síntesis creativa).
El taller es una intervención clínica evaluable científicamente con medidas repetidas pre y postaller. El diseño experimental requirió un grupo de control con sujetos que rellenaron el protocolo de evaluación en tres ocasiones en las mismas condiciones que el grupo experimental. De estos se hizo una selección para que el conjunto fuese homogéneo y parecido al del grupo de participantes. Un solo terapeuta: el investigador, Mikel García. Este trabajo del taller es difícilmente repetible pues requiere conocimientos, apertura, flexibilidad, e innovación en la propia ejecución respondiendo al material que emerge en los sujetos y a la necesidad de elaboración del mismo, con contención, amplificaciones e interpretaciones del terapeuta.
Selección previa de participantes: entrevista y cuestionarios clínicos (Personalidad MCMI de Millon (Craig, 2002); Inventario de Mitos Heroicos de Carol S. Pearson (Pearson, 1992; Ramírez González, Sanabria Castaño, & Palacio Cortés, 2014).,,,, y otros), todos validados con un alpha Cronbach mayor de 0,8.
Hipótesis principal H1: el trabajo clínico confrontando la propia muerte, en el marco conceptual del psicoanálisis junguiano y de la teoría Gestión del Terror (TMT), transforma a los sujetos y esa transformación se va a expresar en incorporar la muerte a la cotidianidad, más autonomía, más empatía, mayor creatividad, mayor desarrollo espiritual, más disposición a la cooperación en la resolución pacífica de los conflictos. Los cambios serán consecuencia del insight personal y de la activación de arquetipos del inconsciente colectivo.
Sobre creatividad
La creatividad requiere actitud activa de relacionarse con la vida y sus diversas fuentes de información con el propósito de desarrollar un proyecto de individuación. No se puede ser creativo si se está dañado por las vicisitudes del desarrollo evolutivo. La relación con el sí-mismo, con el arquetipo del self y otros es fundamental para la creatividad. 
Engendrar. Este es uno de los significados literales que tiene el término creatividad y que se obtiene al establecer el origen etimológico que se encuentra en el latín y en concreto en el verbo creare.
Por creatividad se entiende tanto la facultad que alguien tiene para crear tanto como la capacidad creativa de un individuo. Consiste en encontrar procedimientos o elementos para desarrollar labores de manera distinta a la tradicional, con la intención de satisfacer un determinado propósito. La creatividad requiere integración de dimensiones: conocimiento, afectos, el coraje para avanzar y adentrarse en lo nuevo, lo ignorado y desconocido, un pensamiento aventurero, curiosidad, imaginación, experimentación y exploración.
El individuo es impulsado por fuerzas del inconsciente, trabaja con la información que posee, aplica sus experiencias anteriores, las combina con nuevas estructuras, que, le llevan a poder solucionar un problema y evolucionar, el resultado es un estado subjetivo nuevo, e incluso, algo que no se había visto con anterioridad….
                   
Doctorado «Paz, Conflictos y desarrollo»

Doctorado «Paz, Conflictos y desarrollo»

Experiencias tempranas de violencia: impacto en la cognición moral y actitudes hacia la paz.

Entregué el trabajo para la evaluación por revisores internacionales. El siguiente paso será el depósito de la tesis y su defensa antes de terminar el año.

Iré publicando partes del trabajo en este espacio. De momento puedes descargar este texto de presentación e índice

Los datos de la investigación aún se pueden consultar en Experiencias tempranas de violencia: impacto en la cognición moral y actitudes hacia la paz.

En este enlace puedes consultar artículos que puedan ser de tu interés

En este enlace puedes ver las ultimas actualizaciones de la página

Mikel García García 21 agosto 2019

Texto del artículo

AGRADECIMIENTOS

                   

Agradezco a todas y todos mis pacientes por el privilegio de compartir el largo viaje iniciático de la relación terapéutica, en el que hemos crecido juntos, y de quienes más he aprendido sobre la realidad de los cambios y mutación de violencia en agresividad y paz, reforzando la convicción de que otro mundo es posible.

Con ellas y ellos, siento una profunda deuda por haber depositado en mí su confianza. Esta deuda ha sido una motivación para realizar esta investigación.

Agradezco a mis maestras y maestros y mis colegas, que me han enseñado y de las que he aprendido los fundamentos teóricos y la praxis de la clínica y la investigación.

Agradezco a los participantes en la investigación su generosidad dedicando un tiempo elevado, compartiendo información delicada, sin recibir recompensas y contribuyendo a la ciencia con su experiencia vital. También agradezco sus comentarios en las fases de la investigación, su detección de errores y sus propuestas para mejorar los instrumentos de medida.

Un agradecimiento especial a Vicente Martínez Guzmán que me recibió para escuchar mi proyecto de investigación y me animó a realizarlo. También me facilitó el contacto con Paula Andrea Valencia Londoño, quien aceptó ser mi tutora en una estadía internacional en Medellín para realizar parte de mi investigación.

A Paula tengo que agradecerle muchas cosas. Su dedicación para proporcionarme contactos con ONGs colombianas, con universidades y agencias de salud, sin los cuales no hubiera podido conectar con las víctimas. Su interés en asegurarse que me atendían. El haberme facilitado participar como profesor en la Maestría de la Paz en la Universidad de Medellín.

Agradezco al equipo de la Maestría de la Paz de la universidad de Medellín, por facilitarse la inclusión en el equipo de investigación del departamento, conectarme con otras universidades, e invitarme a participar en conferencias y jornadas de debate.

Especialmente agradezco a mi director Daniel Pinazo su delicadeza para hacerme ver los excesos de información irrelevante, y mostrarme el modo de ajustar el diseño a lo que se corresponde a una investigación de tesis.

Reflexiones sobre el antropocentrismo

Reflexiones sobre el antropocentrismo

Reflexiones sobre el antropocentrismo

 

Se está a punto de aceptar en la comunidad internacional una nueva era histórica llamada el Antropoceno, que va a sustituir al Holoceno en el que aún estamos, para reconocer el imparto determinante que la presencia humana ha tenido para el planeta tierra.

Es un buen momento para reflexionar sobre los sesgos que confieren al Antropoceno una tonalidad mística preferente y privilegiada en detrimento de otros seres de la naturaleza: el antropocentrismo.

 

Mikel Garcia Garcia 11 junio 2019

Texto del artículo

En una primera parte voy a referirme a algunas aportaciones de Singer quien ahonda en la deconstrucción del narcisismo humano. A las afrentas de Nicolás Copérnico (La tierra no es el centro del universo), Charles Darwin (El hombre es un animal más), y Sigmund Freud (No somos dueños de nosotros mismos), añade una afrenta más (Persona no equivale a ser humano).

Confluyo con Singer en su posición deconstructiva y en su ética utilitarista. Lo junguiano es una suerte de esencialismo constructivista en la que el arquetipo opera como un instinto psicoide con capacidad transgresiva. Pero, a diferencia de la Idea platónica, es arquetipo es histórico. No es un a priori inalterable, sino que tiene un origen, una epigénesis ligada a las vivencias de los seres sintientes (pre humanos), un desarrollo y una evolución trasformativa. «Hacer psicoterapia cambia las elecciones morales incrementando las utilitaristas y aumenta la disposición a la paz». (M. García, 2017a, 2017b) en La psicoterapia en la transformación de la praxis moral y las actitudes hacia la paz. https://osf.io/a2tg4/

Singer plantea reflexiones sobre la ética, la persona, los derechos de los animales, que merecen ser consideradas y amplían perspectivas sobre discusiones que ya hemos tenido en ocasiones.

En la segunda parte continúo con una deconstrucción crítica de dogmas del cristianismo, una revisión del patriarcado, sus orígenes, metamorfosis feminización de la cultura y algunas consideraciones sobre aportaciones de culturas matriarcalistas. En el epílogo cierro las dos partes.

 

Deconstruir el antropocentrismo occidental

 

La obra de Singer[1] puede comprenderse como una obra de deconstrucción, aunque no en el sentido derridiano del término. Trata de deshacer prejuicios muy arraigados a la cultura occidental, trata de abrir la mente del lector a escenarios nuevos y conducirle a conclusiones que jamás hubiere imaginado por sí mismo. Además de criticar el especieísmo por considerarlo un racismo de especie y una actitud muy perniciosa por las consecuencias que tiene, por ejemplo, en el campo de la experimentación animal, Singer critica, con igual ímpetu, todas las formas de antropocentrismo que se han dado a lo largo de la historia de la cultura occidental.

El pensador australiano sitúa los orígenes del antropocentrismo occidental en la gran filosofía ática, representada, principalmente, por Sócrates, Platón y Aristóteles y, en cierta medida, por los sofistas. Según su punto de vista, la idea de que el anthropos es la medida de todas las cosas (Protágoras) constituye una de las herencias ideológicas básicas de la tradición griega que, posteriormente, fue leída y asumida desde la perspectiva cristiana del mundo que, en sí misma, no es antropocéntrica, sino teocéntrica. Sin embargo, al concebir al ser humano como imagen de Dios, la persona se convierte en el centro de la creación, en lo más perfecto que subsiste en ella.

Según Singer, esta visión antropocéntrica del mundo se detecta claramente en los grandes filósofos modernos, particularmente en la obra de René Descartes y de Immanuel Kant. La Modernidad, heredera, en parte, del Rinascimento italiano y del cristianismo, parte de una concepción del mundo, donde el ser humano es contemplado como lo más sublime y, en cuanto tal, debe ser tratado como fin, porque es poseedor de una dignidad especial. En su lectura de los filósofos modernos, critica, con cierta severidad, el planteamiento cartesiano y kantiano por las consecuencias que ha tenido en la relación entre hombre y naturaleza en los siglos XIX y XX.

Singer critica el dualismo cartesiano y su concepción del hombre como dualidad y del animal como autómata. En el planteamiento cartesiano, el ser humano es una composición de dos sustancias: la res extensa y la res cogitans, la primera, de orden material; la segunda, de orden inmaterial. En ella, el animal es concebido únicamente como res extensa, carente de espíritu. En este punto, Descartes se sitúa en un plano muy distinto de la filosofía aristotélica, porque Aristóteles, tal y como se ha dicho, consideraba que la vida animal tenía alma, aunque alma irracional.

El filósofo de Melbourne critica, igualmente, el antropocentrismo kantiano. La idea de que los hombres son fines en sí mismos y que los animales son instrumentos al servicio del hombre está omnipresente en la visión kantiana del mundo. Para Kant, el ser humano es un ciudadano de dos mundos: el mundo físico (die physische Welt), bajo las leyes de Newton, y el moral (die moralische Welt), regido por el imperativo categórico. Para Kant, los seres humanos, en tanto que seres que razonan, conscientes de sí mismos y autónomos, deben ser respetados como fines en sí mismos.

Según el pensador australiano, esta visión antropocéntrica del mundo es muy negativa y tiene consecuencias nefastas en la relación entre el ser humano y la vida natural. Según su perspectiva, los desastres ecológicos de los últimos lustros del siglo XX y la crisis medioambiental tan grave que sufre el planeta tienen que ver, en parte, con esta ideología antropocéntrica, según la cual el ser humano es el rey y señor de la «creación» y todo está supeditado a su voluntad. Singer contrapone esta visión antropocéntrica a una concepción unitaria del mundo, donde todos los seres deben ser respetados, aunque, de un modo particular, esos seres capaces de percibir dolor o cualquier otra forma de sufrimiento.

Según Peter Singer, algunos mamíferos superiores y los hombres tienen rasgos muy similares («We are all equal», llega a decir) y la ciencia ha demostrado, en los últimos lustros, ese parentesco. Sin embargo, el antropocentrismo actúa, desde su punto de vista, como un prejuicio atávico que no nos permite tener una visión nítida y clara de la realidad y, como consecuencia de este prejuicio, negamos a los animales derechos que, por naturaleza, deberíamos atribuirles. En el fondo, lo que viene a decir Singer es que no estamos dispuestos a cambiar nuestro estilo de vida, a alimentarnos de otra manera, a tratar a los animales como se merecen y que, por ello, permanecemos instalados cómodamente en el antropocentrismo.

Según el filósofo australiano, la comprensión del animal como cosa, como propiedad, como instrumento de trabajo o de diversión, no es justa ni proporcionada con la naturaleza animal. A su juicio, los animales son sujetos de derechos y, en cuanto tal, no es legítima cualquier forma de relación con ellos, sino sólo aquélla que respeta sus derechos.

La crítica de Peter Singer al antropocentrismo occidental es rotunda y reiterada a lo largo de sus textos. Se trata de una enmienda a la totalidad del pensamiento occidental, sin distinguir que hay distintas clases de antropocentrismo y que no todas son igualmente nocivas. Del mismo modo que en bioética clínica se distingue entre el paternalismo despótico y el paternalismo moderado, igualmente en ética cabe distinguir entre un antropocentrismo radical y un antropocentrismo débil.

Singer no matiza en su crítica al antropocentrismo y, por ello, su planteamiento es objeto de múltiples críticas, tanto desde el pensamiento de raíz cristiana como desde el secular. Según el filósofo Javier Sádaba, exponente de la ética secular, tanto Peter Singer como Thomas Regan «pecan por demasía si lo que quieren decir es que existe algo así como derechos de los animales [   ] …Una cosa es ampliar nuestra moralidad hasta incluir en ella el interés por los animales y otra muy distinta colocar en el mismo plano  de intercambios intersubjetivos a humanos y animales». Sádaba, J. Diccionario de ética, (1997, p. 77).

Sádaba se opone al antropocentrismo radical y opta por un antropocentrismo moderado que, de hecho, es una tesis que también comparten muchos filósofos de tradición judeocristiana. Su antropocentrismo moderado está visiblemente expresado en el siguiente texto: «Independientemente de las precisiones a las que hay que someter la noción de derechos de los animales y teniendo en cuenta que debemos cumplir, antes, con los derechos humanos no está de más recordar, a través del chimpancé o de quien sea, la necesidad de ampliar el círculo de nuestra sensibilidad moral». Sádaba, J. (1997) Diccionario de ética, pp. 78-79

Otros autores recriminan a Singer que ciña el campo de los derechos a los humanos y a los animales y que no lo amplíe al campo de la vida vegetal y del reino mineral. Según estos autores, si se extiende la noción de sujeto de derechos al animal, inclusive a aquel animal que carece de sensibilidad y, que, por lo tanto, no puede sufrir, por qué motivos no se puede extender esta idea a las plantas, a las montañas y a los minerales.

Deconstruir la sacralidad de la vida humana

En varios de sus trabajos filosóficos, Peter Singer no sólo cuestiona la sacralidad de la vida humana, sino que la crítica de un modo beligerante. «Cuando la gente dice que la vida es sagrada –afirma Singer–, en lo que está pensando es en la vida humana. Cabe preguntarse por qué ha de tener ésta un valor especial.» Singer, P. Ética práctica, (1984, p. 97).

Poner en tela de juicio esta afirmación tradicionalmente aceptada desde la filosofía de corte judeocristiano, para la que, la vida humana es una realidad sagrada, en la medida en que es expresiva, por sí misma, de la realidad intangible de Dios.

Desde la fenomenología de la religión, se distingue entre lo profano y lo sagrado. Esta distinción, ampliamente estudiada por Mircea Eliade, autor del Tratado de Historia de las Religiones, es la que Peter Singer se dispone a criticar por sus consecuencias segregacionistas en el campo de la ética.

Al afirmar que la vida humana es sagrada, se afirma implícitamente que las otras formas de vida, conscientes o inconscientes, racionales o irracionales, son profanas y, por lo tanto, no son merecedoras del mismo respeto, porque no se refieren directamente a Dios. En esta tradición, los seres humanos son considerados como seres únicos porque, aunque forman parte del mundo físico de los animales, tienen almas inmortales y, por tanto, están vinculados con los ángeles y con Dios.

Esta diferencia es, para Peter Singer, totalmente gratuita obedece a prejuicios heredados de la tradición que están arraigados en el inconsciente colectivo, y es muy nocivo. De ahí se desprende, naturalmente, que matar a un animal no humano es matar a un ser que Dios ha dispuesto para este fin. Es como matar una cosa, un objeto material, un ser que ni siquiera es consciente, no un sujeto de derechos. Singer reivindica el respeto hacia toda forma de vida y considera que debemos vivir haciendo el menor mal posible. Singer critica, igualmente, la ética de Jesús de Nazaret por considerarla poco respetuosa hacia la vida no humana, pero, en cambio, salva las tradiciones orientales y, en particular, el budismo. Peter Singer considera que san Francisco de Asís il poverello de Asís constituye una excepción, una rara avis en el conjunto de la tradición cristiana que califica de hegemónicamente antropocéntrica.

El teólogo cristiano Joseph Fletcher, citado por Singer, elabora una serie de rasgos comunes a toda vida humana que, según su argumentación, sólo se dan en el ser humano y que justifican esta consideración moral superior. Según Fletcher, los indicadores de la vida humana son: la consciencia de sí, el dominio de sí, el sentido del futuro, el sentido del pasado y la capacidad de relacionarse con otros, de preocuparse por otros, de comunicación y de curiosidad. Singer critica las categorías de Fletcher.

«El feto, el vegetal humano gravemente retardado e incluso el recién nacido –dice Singer– son todos indiscutiblemente miembros de la especie homo sapiens, pero ninguno de ellos tiene consciencia de sí, ni sentido del futuro, ni la capacidad de relacionarse con otros.» Singer, P. (1984) Ética práctica, p. 99.

Según elteólogo protestante Jürgen Moltmann, mientras la   dignidad   especial del hombre se defina mediante su delimitación respecto al animal y por contraposición a los otros seres vivientes, ese concepto favorece el dominio del hombre sobre los otros seres vivos y actúa como enemigo de la vida.

Peter Singer contrapone conceptualmente estas dos expresiones: la calidad de vida (quality of life) y la santidad de vida (sanctity of life). Desde su punto de vista, ambas expresiones son antinómicas. Si se parte de la concepción de la vida humana como algo sagrado, se llega a unas conclusiones radicalmente opuestas a si se parte de la noción de calidad de vida.

Desde la primera acepción, la vida humana es, en sí misma, un don de Dios, algo que, en cuanto tal, no pertenece en sentido propio al ser humano, sino que le es dado gratuitamente por Dios. Desde esta perspectiva, el ser humano no es el soberano de su vida, no puede decidir entre vivir o no vivir, sino que, como dice Peter Singer, está obligado a vivir, a pesar de que esa vida ya no tenga una mínima calidad desde sus parámetros personales.

La expresión calidad de vida, tal y como la interpreta Peter Singer, se opone a la concepción de la vida como algo sagrado. La determinación de la calidad que debe tener una vida para ser vivida depende de una evaluación individual. Esta evaluación tiene en cuenta muchos factores sociales, económicos, afectivos, religiosos y biológicos, entre otros.

Según la ética singeriana, nadie está obligado a vivir por imperativo divino, sino que cada cual tiene el derecho de disponer de su propia vida. En principio, no se puede disponer de la vida de otro ser humano, pero sí se puede disponer de la propia vida.

Para el pensador australiano, la expresión santidad de vida resulta, en el fondo, privativa de libertad. Según él, cuando se apela a esta expresión, el sujeto pierde libertad de movimientos. Por ello, desde su perspectiva eminentemente utilitarista, se condena esta expresión, por considerarse un anacronismo, un residuo del pasado. A su juicio, no debe ser utilizada en las discusiones bioéticas en un marco secular, postmoderno y plural.

Peter Singer, como Georg Meggle, Norbert Hoerster y John Harris, considera que la vida humana no es, en modo alguno, sagrada.

Persona versus ser humano.

Para Singer «Una persona no es por definición un ser humano.» Singer, P. Repensar la vida y la muerte, (1997, p. 180).

«El uso del término persona es, en sí mismo, susceptible de despistar, ya que es una palabra que se usa con frecuencia como si quisiera decir lo mismo que ser humano. Sin embargo, los términos no son equivalentes; podría haber una persona que no fuera miembro de nuestra especie. También podría haber miembros de nuestra especie que no fuesen personas.»  Singer, P. (1984) Ética práctica, p. 100.

Singer propone que lo específicamente personal está determinado por cinco características: 1. Razón, en el sentido filosófico de capacidad de razonar, 2. Autonomía, o sea, capacidad de autodesarrollo, 3. Consciencia del propio yo, 4. Lenguaje, con un grado elevado de pensamiento abstracto y 5. Sentido moral, sentido de la justicia, siguiendo la posición de John Rawls con la idea recíproca de compartir el deber y el sentido del deber.

Considera que el concepto de persona no es patrimonio de la vida humana, sino que es un concepto dinámico y móvil que puede aplicarse a todo ente que cumpla con los requisitos esenciales del concepto. De todos modos, Singer se da cuenta de que «parece extraño llamar persona a un animal», Singer, P. (1984) Ética práctica, pp. 121-122.

«quizás esta extrañeza no sea más que un síntoma de nuestro hábito de mantener una nítida separación entre la nuestra y las demás especies. En todo caso – concluye–, podemos evitar lo que tiene de extraño esta expresión, en su dimensión lingüística, si volvemos a formular la pregunta de acuerdo con nuestra definición de persona. Lo que realmente estamos preguntando es si hay animales  no humanos que  sean seres racionales y conscientes de sí en cuanto entidades separadas con pasado y futuro». Singer, P. (1984) Ética práctica, pp. 121-122.

El término persona, en la obra de Singer, no tiene un valor meramente descriptivo, sino también prescriptivo. El hecho de que ente sea considerado persona significa que debe ser tratado de un modo especial, luego si determinados animales pueden merecer este calificativo también deben ser tratados de un modo especial. «Si algunos animales no humanos –dice– también son personas, debe haber el mismo valor en las vidas de esos animales.» Singer, P. (1984) Ética práctica, pp. 125

Además de las personas humanas, Singer sostiene que «hay otras personas en este planeta». Singer, P. (1997) Repensar la vida y la muerte, p. 181.

«La prueba de que son personas –afirma– es hoy en día más concluyente para los mamíferos superiores, pero con el tiempo se podrá demostrar que las ballenas, los delfines, los elefantes, los perros, los cerdos y otros animales también son conscientes de su propia existencia en el tiempo y pueden razonar. Por tanto, también se les tendrá que considerar personas. Pero, ¿qué importa si un animal no humano es persona o no? En cierto sentido, importa poco. Sean perros o cerdos personas o no lo  sean, sin duda pueden sentir dolor y sufrir de diferentes modos y nuestra preocupación por su sufrimiento no debería depender de lo racionales o conscientes de sí mismos que puedan ser.» Singer, P. (1997) Repensar la vida y la muerte, p. 181.

En efecto, desde la perspectiva ética de Singer, no tiene mucha relevancia la diferencia moral entre persona y no persona, puesto que su ética no se construye sobre esta distinción, sino sobre la experiencia del sufrimiento. Para Singer, lo esencial en ética radica en reducir toda forma de sufrimiento, se manifieste éste en una persona humana o no humana.

Desde el planteamiento casi unitarista de Singer, esta consideración no es pertinente, porque todo ser capaz de sufrir entra dentro del campo de la ética y merece una atención sea o no sea persona. Por eso, afirma Singer que «al haber renunciado a la distinción entre animales humanos y no humanos, podríamos negarnos a establecer una distinción entre personas y aquéllos que no son personas y, en vez de ello, insistir en que todos los seres vivos o, quizás más convincentemente, todos los seres capaces de experimentar placer o dolor tienen el mismo derecho a la  vida». Singer, P. (1997) Repensar la vida y la muerte, p. 216.

Según Peter Singer, estamos asistiendo al «derrumbe de la ética tradicional». Ese universo de referentes y de valores cristianos asumidos acríticamente durante siglos.

Se pregunta, con tono provocativo: «¿Por qué deberíamos considerar sacrosanta la vida de un niño anencefálico y creernos con libertad para matar gibones y utilizar sus órganos? ¿Por qué deberíamos encerrar a los chimpancés en jaulas en los laboratorios e infectarlos con enfermedades humanas mortales si nos horroriza la idea de realizar experimentos en seres humanos mentalmente discapacitados, cuyo nivel intelectual es similar al de los chimpancés?». Singer, P. (1997) Repensar la vida y la muerte, p. 182

Singer se sitúa en un contexto cultural presidido por la «muerte de Dios» y, contrariamente a muchos filósofos tradicionales, no interpreta esta muerte como la caída en el nihilismo, el relativismo y el escepticismo, sino como un hito liberador en la historia de la humanidad.

«Durante los siglos de dominación cristiana en el pensamiento europeo –dice Singer–, las actitudes éticas basadas sobre estas doctrinas llegaron a ser parte de la ortodoxia moral aceptada sin cuestionamiento por la civilización europea. En la actualidad, la aceptación de las doctrinas ha dejado de ser general, pero las actitudes éticas que en ellas se originaron coinciden con la arraigada creencia occidental en la peculiaridad de nuestra especie y sus especiales privilegios, y ha sobrevivido. Sin embargo, ahora que estamos reevaluando nuestra particular visión de la naturaleza, es hora de que hagamos lo mismo con nuestra creencia en la santidad de la vida de los miembros de nuestra  especie.» Singer, P. (1984) Ética práctica, pp. 102-103.

Este desarraigo de la tradición judeocristiana tiene, para Singer, un efecto liberador no sólo para los seres humanos, sino especialmente para los animales. «Libres de los límites de la conformidad religiosa –afirma Singer–, ahora tenemos una visión nueva de quiénes somos, con quiénes estamos emparentados, el carácter limitado de las diferencias entre nosotros y otras especies y la manera más o menos accidental en que se ha creado la frontera entre nosotros y ellos». Singer, P. (1997) Repensar la vida y la muerte, p. 182.

 

Revisión crítica de aspectos dogmáticos del cristianismo[2].

En el mito bíblico del pecado original, el estado paradisíaco se perdió cuando la humanidad adquirió el conocimiento del bien y del mal desobedeciendo la ley de una prohibición y la Caída implicó un cambio en la sexualidad.

El conocimiento del bien y del mal representa la capacidad de diferenciar entre opuestos, la facultad básica de la consciencia humana. Para Jung en términos psicológicos, «la idea del Paraíso está vinculada a la etapa preconsciente de la infancia en la que el ego, como centro de la consciencia humana, aún no se ha activado. La caída del hombre, según la Biblia, presenta el amanecer de la consciencia como una maldición» (Jung, 2004, párr. 751).

En «Los Hermanos Karamazov» Dostoievsky incluye un capítulo titulado «El Gran Inquisidor» en el que presenta una imagen de la esclavitud psicológica masiva. Jesús regresa durante la Inquisición Española y es encarcelado por el Gran Inquisidor. El Inquisidor le informa a Jesús que la humanidad ha sido incapaz de tolerar la libertad, así que la libertad se ha «terminado y acabado para bien» para que los hombres puedan ser «felices».  … hoy el pueblo está más convencido que nunca de que tienen la libertad perfecta, sin embargo, han traído su libertad a nosotros y la han dejado humildemente a nuestros pies. El «misterio» es que el Inquisidor y su equipo en lo secreto son ateos sin ningún interés en los milagros. La Inquisición también quemará a Jesús, y nadie protestará; así de grande es su autoridad. ¡Una extraordinaria profecía del totalitarismo del siglo XX!

En Aión, Jung identifica la represión de la sombra como un problema psicodinámico fundamental de la personalidad cristiana. El cristianismo, que divide el bien y el mal de forma tajante e irreconciliable, promueve que los creyentes separen, en términos de «blanco o negro», aspectos de sí mismos como el instinto y el espíritu, y proyecten la sombra en «otros» a los que llama paganos, idólatras o no bautizados, que se convierten en los enemigos.

Se demoniza al enemigo con imágenes falsas, proyectándole la sombra, “es el mal”, alimentando la espiral de guerra, convirtiendo la relación en una suerte de interacción paranoica, que justifica el ejercicio de mayor violencia. En 1934 cuando la revista Der Stürmer, comenta sobre la Judensau (“Cerda judía”. La imagen de una cerda amamantando judíos es frecuente en el arte cristiano antijudío): Wenn die Sau tot ist müssen auch die Ferkel verrecken. (Muerta la cerda, los lechones también estiran la pata). Los «lechones» representados son entre otros: Albert Einstein, Magnus Hirschfeld, Alfred Kerr, Thomas Mann y Erich María Remarque.

Adán y Eva se hicieron autoconscientes de su sexualidad y estaban avergonzados. Aparece el instinto, el deseo sexual y la autocensura. Agustín, padre de la Iglesia primitiva, y de la doctrina del pecado original, ideó una teoría a costa del instinto “[…], el cual es demonizado y reprimido tanto como sea posible para que no cause más problemas en el Paraíso” (Jacobi, 1976). La represión del instinto lleva a interpretar la Caída como algo claramente sexual, donde la sexualidad se ve como un aspecto del mal.

Jung afirma que la mayor parte de los contenidos reprimidos del inconsciente tienen que ver con el fenómeno de la sexualidad, que está «velada, como en secreto, y, sin embargo, es una importante función psíquica que se expresa físicamente y de diversas formas. De ella depende todo el futuro de la humanidad» (Jung, 2007, párr. 5). La naturaleza de la psique y su desarrollo presuponen una vida instintiva, vivida antes de una síntesis y de un movimiento hacia lo espiritual. Para Jung, la represión es patológica. Si los impulsos sexuales y el instinto sexual permanecen ocultos en el inconsciente, o se subliman prematuramente, se detiene la individuación.

En mi artículo “Sexualidad y Transpersonalidad” afirmaba que la represión sexual es doblemente alienante para el sujeto, pues le desarraiga tanto de su cuerpo y sus procesos autorregulatorios y como del acceso a la Totalidad integrada ontológicamente. La represión sexual produce sujetos egoico-caracteriales que necesitan estructuras jerarquizadas para poder acceder a parte de lo transpersonal y encontrar sentido a su existencia. Estas superestructuras se mantienen por la represión y, a su vez, producen represión (M. García, 2000).

La sexualidad se entiende mejor si se contempla como un sistema arquetípico, que únicamente como instinto, al considerar su complejidad, su universalidad, su numinosidad y su poder. Los sueños y las fantasías eróticas atestiguan el poder simbólico del arquetipo sexual. Guggenbuhl-Craig se refiere a la sexualidad como un símbolo de algo que se relaciona con el sentido de nuestra vida, con nuestro esfuerzo y anhelo de alcanzar lo divino y, por tanto, es crucial para el proceso de individuación. El acto sexual se convierte en un símbolo vivo del Mysterium coniunctionis, el objetivo del camino de la individuación (Guggenbühl-Craig, 1977, p. 91).

La religión cristiana le confiere a la tarea de Cristo una particularidad diferencial y específico sobre la dinámica del pecado-culpa-redención: es un acto de amor. El conjunto fija una ideología moralizante que, en muchos casos, frena el proceso psicológico de la individuación.

La pasión de Cristo fue una tortura sistemática de dolor, vejación y sangre hasta la muerte. Sin embargo, la aceptación e incluso provocación, por Cristo, de la intensidad de esa violencia es equiparable a la magnitud del pecado del hombre que venía a redimir con su sufrimiento. Su misión era perdonar-redimir a la humanidad del pecado original: La magnitud de la culpa no solo se refiere al acúmulo desde Adán hasta la época de Cristo sino también a toda la culpa futura de la humanidad.

Cristo es un héroe que redime la culpa de otros, vence a la muerte y fija un modelo de lo que es bueno. Su pasión y sufrimiento aceptados ha sido un modelo que se utiliza para ensalzar la muerte con dolor (frenando el uso de morfina) en la que el sujeto colabora con el dolor de Cristo y se redime.

“La tortura institucionalizada en la cristiandad no era solo una costumbre irreflexiva; tenía fundamentos morales. Si uno cree de veras que no aceptar a Jesús como salvador supone un billete para el abrasador castigo eterno, torturar a una persona hasta que admita esta verdad equivale a hacerle el mayor favor de su vida: mejor unas horas ahora que la eternidad más adelante. … [ ] …El sistema de selección lo había especificado el propio Jesús: «El que no permanece en mí es desechado y se seca, como las ramas que se recogen, se arrojan al fuego y se queman»”. (Pinker, 2012, pág.48).

 

Cristo se convierte en una referencia heroica para la auto inmolación voluntaria, sacrificial seguida del premio de pasar a la historia como un héroe en su grupo de referencia, con el acceso a un paraíso de placeres y otros modos de resurrección o inmortalidad sea simbólica o real. Otro aspecto importante es que la culpa es disociada de la responsabilidad y se interioriza un modelo en el que la culpa puede ser redimida por sujetos que no son la causa de la infracción. Eso facilita la proyección y la creación del chivo expiatorio redentor.

 

Misoginia, y patriarcado. Metamorfosis.

 

La cultura de Europa occidental tiene una clara orientación patriarcal. Es evidente en el desarrollo histórico de la tradición religiosa judeocristiana, donde se encarna el modus operandi fundamental del patriarcado, la elevación de lo masculino y la devaluación de lo femenino. En Psicología y religión, Jung sugiere que las tradiciones religiosas paganas, y de la cultura grecorromana clásica tardía, mantenían un relativo equilibrio simbólico entre lo femenino y lo masculino a través de la inclusión de un número sustancial de deidades femeninas. En el nombre del Señor, el hombre se propuso destruir todos los vestigios de la diosa y su defensa del placer sexual. El amor se disoció del cuerpo en la creencia de que los humanos alcanzaran una unión espiritual con Dios. Los primeros padres de la Iglesia Cristiana reprimieron fuertemente cualquier asociación con la diosa, preservando la seguridad de una religión monoteísta masculina. Los aspectos físicos y espirituales de lo femenino fueron declarados malvados. Con la desaparición de la diosa, la mujer se convirtió en la encarnación de la sensualidad y la razón de la caída del hombre, y su sexualidad fue degradada y explotada.

Marie Louise Von Franz dice: «La diosa «recibió el título de Theotokos y Sophia y desempeñó cierto papel en la Iglesia oriental, pero en la Iglesia católica occidental —cum grano salís desapareció […]. En la Iglesia occidental fue reemplazada por la institución de la Iglesia. [Ella fue] transformada en la Ecclesia, la Madre Iglesia» (Von Franz, 1997).

Una de las principales críticas de Jung al cristianismo es la ausencia de lo femenino, ejemplificada por el Símbolo de la Trinidad Cristiana donde «una trinidad fundamentalmente masculina fue elevada a la condición suprema. En su forma católica medieval, tanto la original como la reciente, el cristianismo permitió que los componentes positivos, nutritivos del arquetípico femenino sobrevivieran solo como elementos subordinados en la forma de una Virgen carente de libido. La imagen de María diviniza lo virginal y lo maternal que, en su pureza, excluye elementos importantes de la humanidad y por lo tanto contribuye a la misoginia cristiana. Una virgen y madre humanamente irreal, tomada literalmente y no como un símbolo de autorrenovación espiritual, contribuye a la hostilidad hacia las mujeres reales y a confirmar la amenaza que, supuestamente, representan las mujeres para un espíritu masculino en busca de una perfección que excluye la relación viva con lo femenino. Desde una perspectiva junguiana, la falta de relación con lo femenino destruye no solo lo femenino (y a las mujeres), sino que también destruye el espíritu masculino. Jung dio mucha importancia a la restauración de la Diosa en la figura de María. Considera la declaración dogmática de la Asunción de María al Cielo (1950) como uno de los eventos religiosos más importantes en Occidente desde la Reforma y también es un símbolo para la unión de los opuestos porque lo femenino se acerca a la Trinidad celestial masculina. Este movimiento no compensa, al menos todavía, la denigración de lo femenino.

La vinculación entre patriarcado y violencia estructural y manifiesta es evidente. En el desarrollo histórico la aparición del patriarcado ha marcado un incremento notable en la violencia y la guerra. En la Europa central los kurganes terminaron con la cultura del neolítico y calcolítico de la que se tienen evidencias que tenía una organización social matriarcalista. Marija Gimbutas publicó en 1974 Diosas y dioses de la Vieja Europa (Gimbutas, 2014) un libro en un clásico. Hombres y mujeres vivían en armonía, entre ellos y con su entorno, y se regían por un respeto extraordinario por la regeneración de la vida —lo que incluía, en primer lugar, el principio de no violencia— y por las leyes naturales. Se adoraban esas espléndidas figurillas femeninas, de pechos y nalgas abundantes, que simbolizaban el culto a la Gran Diosa, vinculada al ciclo de la vida y de la Naturaleza. El matriarcado es un término que Gimbutas rechaza de plano entre otras cosas porque no existe prueba material alguna de su existencia: los antropólogos prefieren utilizar el concepto de matriarcalismo, definido como una estructura psicosocial, más que como una realidad objetiva. En modo alguno se han encontrado ejemplos claros de sociedades en las que exista o haya existido un matriarcado, es decir un estado de dominación femenina, la contraparte del patriarcado.

Si es común que se interpreten como masculinas figuras representadas en pinturas rupestres y que se afirme que en el paleolítico las mujeres eran recolectoras y, en caso de ser cazadoras solo de caza menor. Estudios posteriores deconstruyen ese sesgo patriarcal.

En la ilustración 1, se compara la Dama Blanca y la constelación de Orion. ¿La dama blanca pudo inspirarse en la constelación? Lo mismo que quien pintara la cazadora pudo inspirarse en la constelación Orión, los griegos hicieron lo mismo para explicar un mito: Orión, un gran cazador, y Artemisa la diosa de la caza y la noche, se enamoran. Apolo trata de matar a Orión mandando un escorpión. Orión se escapa y Apolo engaña a Artemisa para que lance una flecha que mata a Orión y esta lo manda al firmemente junto a su perro Larios (La estrella Sirio).

 

Ilustración 1 Pintura denominada como «Dama Blanca» de Damaraland, en Zimbabue, representa a una cazadora Capsiense que porta arco y flechas y una flor en la mano izquierda. Y a su derecha la constelación de Orión.

León Ginberg (1983) afirma que las guerras son decididas por los mayores que envían a los jóvenes a la muerte. Habla de un filicidio. Los jóvenes son cargados con la culpa persecutoria que se proyecta sobre ellos (mecanismo de identificación proyectiva). Se les exige expiarla por medio de la guerra que es destructiva y autodestructiva. La parte destructiva se aplica a seguir matando, cerrando la cadena y generando más culpa. La parte autodestructiva significa la expiación por la culpa. Los combatientes, al hacerlo, destruyen y se autodestruyen, matan y mueren. Las supuestas catarsis son una cadena de generar una red de violencia más profunda.

Los padres de la iglesia se preguntan sobre la “guerra justa” y como justificarla (Vitoria, 1538), o sobre lo justo del tiranicidio[3] (de Mariana, 1598). Pero no son quienes van a la guerra. No hay que olvidar que de la discusión sobre la “guerra justa” se deriva que, si es justa, se legalizan algunos tipos de esclavitud, idea que tiene orígenes bíblicos (Deuteronomio) y clásicos (Aristóteles, La política, libro 1, capítulos 3-8). Este era uno de los argumentos de Bartolomé de las Casas para no justificar la esclavitud de los amerindios y si la de los negros, quienes, además “no tenían alma”. Para Las Casas, todo hombre -negro o blanco- capturado en «justa guerra» se convertía en esclavo del vencedor. Y desde esta perspectiva, lo que él propone es la sustitución de un hombre libre (el indio) por un hombre esclavo (el negro) para las labores propias de la esclavitud. “El 26 de diciembre de 1522 se produjo en la propia isla Española la primera sublevación de negros del Nuevo Mundo”. Gonzalo Fernández de Oviedo señala que diversos negros cimarrones se unieron a la sublevación del cacique indígena Enriquillo, en la Española. Eso, en su opinión, añadía un elemento oneroso a la rebelión.

La guerra sirve a los fines de dominación. El militarismo es una disposición proclive a la guerra que se nutre de una respuesta paranoica, ante el temor a ser aniquilados. El miedo a la muerte está en el núcleo del sentimiento. Es, a su vez, una formación reactiva para negar, proyectando, el sentimiento interno de culpa individual y colectiva. Los actos forjados desde la paranoia terminan nutriendo la culpa. La culpa convoca “el castigo” para ser redimida. Así se entiende la proliferación de productos culturales sobre catástrofes. Un tipo de meme (Dawkins, 2014) cuya función es la catarsis colectiva de la culpa al ser castigados “por cataclismos imaginarios”. El apocalipsis es un meme antiguo con múltiples representaciones. El cine facilita mucho estas catarsis al hacer vivir al espectador una realidad virtual que le hace participar emocionalmente. En la ciencia ficción la idea predominante sobre unos posibles alienígenas: bichos muy desarrollados tecnológicamente que van a aniquilar la tierra o explotar a la humanidad. Las catarsis descargan tensión, pero no solo no resuelven el problema, sino que lo alimentan. Recibir un castigo (tan sencillo, lúdico, y vicariante) redime de las acciones posteriores que pudieran generar culpa.

El término Patriarcado ha ido ampliando su significado con el transcurso del tiempo. Pero lo que es constante es que en la cultura patriarcal se ejerce una violencia estructural simbólica a través del principio de división, que actúa de “matriz” cultural que conforma los roles de polos opuestos y su organización en jerarquías. Las transformaciones del patriarcado en sus derivados evolutivos complejizan las relaciones, pero la esencia de la división dominadora polarizante jerarquizada se mantiene.

El patriarcado está en transformación. El término kyriarcado lo propone la teóloga feminista Elisabeth Schussler Fiorenza (1983), busca redefinir la categoría analítica del patriarcado en términos de estructuras múltiples e interseccionales de dominación  que mantiene el statu quo de opresiones vinculadas. Un sujeto puede ser dominante en un subsistema y dominado en otros.

Es patriarcado es más complejo que las formulaciones reduccionistas, como ejemplo del discurso de géneros: masculino=activo=bueno, femenino=pasivo=malo. Es más complejo que una perspectiva exclusiva psicológica. Lo económico es crucial. Friedrich Engels, utilizó a Bachofen (El matriarcado: una investigación sobre el carácter religioso y jurídico del matriarcado en el mundo antiguo 1861) para sus Orígenes de la familia, de la propiedad privada y del Estado. Engels considera fundamental la posesión privada de la mujer para excluir incertezas de la paternidad y la propiedad privada.

Foucault ubica la emergencia del neoliberalismo como marco general al nacimiento de la “biopolítica”. En “Las Palabras y las Cosas” Michael Foucault (1997) afirma que el poder opera en la relación misma entre lo real y lo discursivo. La plusvalía del poder expropia a los sujetos del poder personal para acumularlo en unos pocos que lo usan para explotar a otros.

Los intereses de las distintas formas del poder represivo, para mantener la dominación de unos pocos sobre la mayoría, para frenar el desarrollo de los sujetos son enormes y se adaptan a las necesidades de los tiempos para cambiar lo necesario para que nada cambie.

Byung-Chul Han considera que la biopolítica de Foucault ya no sirve. Enfermedades como la depresión, o el síndrome de desgaste ocupacional (SDO) derivan de un exceso de “positividad” producido por una sociedad en la que las obligaciones se interiorizan y se convierten en un peso insoportable. El sujeto del siglo XXI se explota a sí mismo. Una sociedad cada vez más positiva que tiende a esconder o mitigar los sentimientos negativos. La psicopolítica neoliberal tiene formas más refinadas de explotación. Es la técnica de la dominación que estabiliza y reproduce el sistema dominante por medio de una programación y control psicológicos. (Han, 2014b).

“Mientras físicos y matemáticos redescubren que el mundo material no es masa inerte, sino poiesis, autocración, las instituciones siguen calcadas sobre reglas inerciales, construidas desde la hegemonía del incorpóreo amo sobre el corpóreo siervo. En el modelo aún vigente prima un orden impuesto desde fuera en perjuicio del que brota y podría brotar desde dentro, y esto cuando la entidad del cambio llama a revisar las pautas de acuerdo social, los criterios de mejora y empeoramiento, las definiciones de libertad”. (Escohotado, 1999, p. 126).

En el enjambre digital del Big Data nos perdemos más. “la tremenda cantidad de información eleva masivamente la entropía del mundo, y también el nivel de ruido. El pensamiento tiene necesidad de silencio. Es una expedición al silencio” (…)  “la masa de datos e informaciones, que crece sin límites, aleja hoy la ciencia de la teoría, del pensamiento” (Han, 2014a, p. 75). La ciencia que proponen Google y Wired es aditiva, no narrativa o hermenéutica. Le falta “tensión narrativa” (ibd, p. 75).

Nos quedamos en la superficie de la información, sin entender la complejidad. Siendo muy vulnerables a la manipulación.

Un ejemplo es la violencia de género. Entre 2008-2015, 58 hombres murieron asesinados por sus parejas según datos del Consejo General del Poder Judicial. Estos asesinatos fueron cometidos tanto por hombres como por mujeres, la mayoría en parejas homosexuales. La violencia intragénero se produce en el ámbito de parejas o ex-parejas del mismo sexo/género y puede ser -como todas las violencias- psicológica, física, sexual, económica, etc. En esos siete años, 485 mujeres fueron asesinadas por sus parejas y en este caso, la inmensa mayoría de los asesinatos los cometieron hombres. En las relaciones de pareja se tiende a asociar como amor conductas que son semilla de la violencia: celos, posesividad, abnegación se ven como algo positivo y engrandecedor del amor. Este modelo de amor, responde al sistema patriarcal que genera jerarquía en las relaciones. Una de las partes se siente legitimada para ejercer violencia sobre la otra a través del sexismo. La LGBTfobia contribuye a encerrar a las parejas del mismo sexo (en las que existan rasgos de violencia intragénero) en sí mismas, provocando aún más vulnerabilidad al maltratado pues se tolera la violencia interna como mal menor, al entender que el enemigo de fuera -el que les rechaza por su orientación o identidad- es más peligroso que el que se tiene en casa.

Estos datos pueden ser leídos de muchas maneras. En las tertulias siempre hay alguien que pretende que los hombres, cuando sufren maltrato, sean considerados víctimas de violencia de género y que, a la violencia contra las mujeres, de ser considerada de género, se llame intrafamiliar, doméstica. Se propagan bulos sobre hombres suicidados por denuncias falsas: 2.000 el pasado año. ¡A todo «este montón de hombres apaleados por sus esposas, únanle los homosexuales maltratados por hombres! Nos manipulan cuando nos distraen de lo esencial, nos tratan como criaturas de poca edad (lo somos y por eso picamos), nos mueven a lo emocional sin reflexión ni argumentos, nos falsean la información, nos mantienen en la ignorancia, nos llevan hacia la autoculpabilidad, … Pero lo pueden hacer porque tenemos miedo a la libertad, miedo a la muerte, porque nos aliviamos proyectando nuestra sombra en cualquier víctima propiciatoria, porque como afirmaba Adorno somos “potencialmente fascistas” parte de una masa de mayorías silenciosas (ocultas por miedo) seducida por las minorías ruidosas a las que se envidia por su capacidad de atrevimiento y riesgo, y, toleramos sus mentiras en la creencia de que un poco de verdad redime al manipulador de masas y le dota de un halo de honestidad.

No podemos ver la complejidad e intuir que bajo la apariencia el patriarcado y sus metamorfosis son letales para todos los sujetos, especialmente para las mujeres. La educación universitaria a los médicos se hace con los perfiles de sintomatología de los hombres. Un infarto de miocardio, y hasta 60 enfermedades, cursan de modo distinto en ambos géneros. Se diagnostica peor a las mujeres, se les trata peor… Consecuencias: mayor mortalidad. ¡Si la mujer fue creada para no aburrir a Adán y fue modulada con su costilla ¿Por qué va a tener un cuerpo distinto y síntomas distintos?!

Los relatos míticos correlacionan con la convicción patriarcal de que el cuerpo de la mujer sale del hombre (Eva de Adan), la necesidad de la virgen al servicio, del asesinato preventivo, de la jerarquía.

Zeus para evitar ser asesinado por un nieto, se traga a Metis embarazada. Zeus gesta a Atenea quien surge de su cabeza, por un hachazo de Hefesto, ya adulta, guerrera y virgen. Atenea sirve bien a los propósitos patriarcales. Es clave en la ayuda a Perseo para decapitar a la Gorgona Medusa (castigada por una violación) de quien se desea el poder. Atenea misma es abusada sexualmente, limpia el semen de su muslo y lo tira a la tierra. Gea gesta un varón-serpiente, Erictonio, que entrega a Atenea y esta añade una serpiente a su escudo. Todos estos dramas se proyectan en el firmamento, en las constelaciones: osa mayor, Perseo, …. Siguen vivos en el inconsciente colectivo.

En Reflexiones sobre la cultura yanomami en mi blog[4] (2010), hay bastante información sobre mitos y materiales que han sido utilizados para la conferencia Letalidad del patriarcado para las mujeres y la reactividad del lado oscuro de lo femenino

Feminización de la cultura

 

Actualmente existe un tibio proceso de feminización de la cultura patriarcal-masculina, así como el retorno del andrógino dios Hermes, o Numen hermafrodita que expresa, o crea, el mundo desde su complexión de opuestos integrados (así la Diosa partenogenética o la Sierpe primigenia bisexual en África).

El tema de la Diosa Madre ha vuelto a replantearse con viveza no solo por los descubrimientos arqueológicos o antropológicos sino por una renovación de la problemática/femenina en un amplio contexto cultural. Por una parte, la crisis primero contracultural y luego posmoderna de la razón patriarcal; por otra parte, la emergencia correspondiente de una nueva visión del mundo de signo relacional que se reclama de la Diosa y su carácter omnipariente, representado por la Divinidad arácnica que teje la red universal del cosmos (así entre los navajos). Una actitud pacifista que expurga a la Diosa de la agresividad típicamente patriarcal-masculina, complicándola en su imagen simbólica como capacidad creadora. Un movimiento «feminista» que lucha por la emancipación de lo femenino en el hombre (sea varón o mujer) y por el traspaso de un mundo animo­so (basado en el ánimus belicoso) a un mundo animado (basado en el ánima religadora). Se adscribe al ámbito de la Diosa la paracultura homoerótica habida cuenta de la ligazón clásica del homoerótico a la madre, así como el sacerdocio travestido en determinados cultos a la Divinidad femenina (Cibeles).

La recuperación de la Diosa Madre nada tendría que ver con una regresión al pasado trasnochado entre otras razones porque la Diosa presencia el presente porque toda auténtica Diosa Madre, por el mero hecho de simbolizar la Madre Tierra, trasciende todo territorio cerrado en cuanto Diosa trasnacional y universal.

Zeus se siente amenazado por el poder de los hombres andróginos (Relata Aristófanes en El banquete de Platón) y con su rayo los parte en dos mitades deformes, masculina y femenina, que se quedarán con el anhelo de encontrar su mitad, divididos sin poder luchar contra Zeus. Apolo les acaba de dar un aspecto bello y coloca delante los genitales. Un relato mitológico de los arquetipos Ánima y Ánimus que están escindidos y proyectados en una búsqueda literal de la media naranja idealizado en el amor romántico que persigue una totalidad imposible y mortal de una fusión narcisista de totalidad. Eso sirve a los fines patriarcales de Zeus de evitar la conniunctio que termine con la jerarquía y el mercado neoliberal consumista. La historia se reactualiza con mitos más modernos como La bella y la bestia.

Con el concepto de “sicigia” Jung entendía la vinculación de ánima y ánimus tendente a la totalidad. El concepto de ánimus en Jung fue tardío, posterior y complementario al originario de ánima (igual que Freud introdujo el complejo de Electra para compensar el de Edipo).

Para Jung el ánimus al servicio del patriarcado, como complejo, está caracterizado por una invasión de la lógica, tremendamente analítico, un aspecto de ánimus negativo inconsciente que lleva a las mujeres a exagerar el aspecto lógico y les impedía desarrollar su feminidad, y los aspectos femeninos de su propia psique.

Este fenómeno provoca una reactividad de lo femenino ante el patriarcado como defensa desde su lado oscuro. En nombre de la Diosa se pueden hacer tantos disparates como en nombre del Dios Padre. Igualmente, los hombres al proyectar su ánima actúan su lado oscuro femenino. Ánimus y ánima son arquetipos para todos los géneros.

Al integrar los contrarios se fundamenta el principio democrático de la reunión asamblearia de los opuestos como vía mediadora de civilidad compartida: pues en la democracia se realiza la alternancia de las fuerzas opuestas y la conjunción de los contrarios complementarios.

Es cierto que a menudo nuestra (in)civilidad procede de un asesinato primordial realizado por el fuerte o duro contra el débil o blando (ablandado o «feminizado»). La mentalidad patriarcal dualiza la realidad esquizoidemente entre el bien (celeste, luminoso, solar) y el mal (terráceo, oscuro, lunar), la mentalidad femenina integra holísticamente las realidades en un continuun implicador: por ello su símbolo taoísta es el «agua» que llena, los compartimientos estancos del ser, mediadora y (con)fluentemente.

El principio femenino reaparece, donde estaba muy inhibido, compensando la unilateralidad patriarcal como un materialismo simbólico espiritualizado o sublimado: como ánima mundi. En culturas minoritarias se ha mantenido vivo y estudiarlas en sus pautas de aculturación y crianza y en sus mitos de creación dan pistas sobre modos de trabajar para cambiar las cosas.  (M. García, 2019a)

El arquetipo de la Diosa ha servido de mediación cultural en el proceso de humanización del humano -en donde la hominización debería interpretarse como feminización a través de los rituales de iniciación femenina para hombres y mujeres. Quizá el auténtico proceso de humanización consista en continuar la vía iniciática femenina, por encima del esquizoíde proceso patriarcal­masculino propio del heroísmo machista.

Como ejemplos que conozco voy a citar dos.

Cuando la etnia yanomami afirma que “Los chamanes yanomami son los hijos de las mujeres del agua” se refiere a un proceso de iniciación ritualizado con mitos explicativos para que integren su parte femenina. En Reflexiones sobre la cultura yanomami concluyo tras presentar varios cuentos sobre las mujeres de las aguas, los peces, la vegina dentada…

“Con estas consideraciones, se puede descartar la vagina dentada como proyección del temor del varón a ser castrado. Al contrario, parece una creación fantástica del propio varón para contener su impulso al dominio sexual sobre la mujer. Si esa creación se pretende literal se desnaturaliza a la mujer, la regrede a algo menos evolucionado, a la fase oral, y no le queda más que ser monstruo acuático. Las mujeres aprenden de eso y se hacen autónomas, pudiendo meterse en la vagina pirañas, sin cambiar su naturaleza, preservándose de ser agredidas y si lo son, los hombres son castrados y regreden a monos”. (Garcia, M. 2010, p. 23).

Los “sacrificios” de carne y piel que se realizan en los rituales de “danza del sol” (Wanyang-wa-c’i Wi-pi en lengua lakota) son un modo de iniciación de los varones en el sufrimiento corporal ligado a los ciclos de la naturaleza. El hombre-o mujer medicina hace dos tajos en el pecho de cada danzante e introduce en ellos unas estaquillas de madera que se atan a unas tiras de cuero. Entonces éstas se tensan, tirando del pecho del danzante obligándoles a ponerse de puntillas. La tensión es tan alta que los pectorales pueden estirarse varios centímetros. La piel termina por desgarrarse después de un tiempo que para mí fue de unos 15 minutos en las dos ocasiones que lo hice. La piel arrancada se ofrece al astro rey en nombre de Wakan Tanka, que hace referencia a un poder intangible, omnipresente e ininteligible que interactuaba con los seres vivos y sería algo más parecido, para entendernos, a la Fuerza de la naturaleza. La Danza del sol, fue proscrita por el gobierno de Estados Unidos en 1884 por considerarla bárbara, pero siguió celebrándose en secreto al menos hasta 1904. Durante la presidencia de Jimmy Carter se levantó la prohibición.

El exceso de Logos ha llevado a la racionalización extrema, al materialismo filosófico y el desencantamiento del cosmos, fenómeno que Tarnas (2007) ha expuesto con gran lucidez. En cualquier caso, la recuperación del arquetipo de la Diosa madre aparece actualmente como un modo ineludible de recontactar con la Madre Natura, en un intento de (re)mediación de nuestra irreligación abstracta típicamente patriarcal.

La ética que subyace a un tal principio femenino no es la ética clásica del ánimus como megalomanía heroico-viril, sino la ética del ánima como megalopsiquía o apertura del alma (magnanimidad) a la otredad: magnanimidad que proviene de la Magna Mater (Gran Madre) como Magna Anima o Alma Mater.

 

Reacciones de confluencia y reactividad

Los fenómenos sociales de moda aglutinan a advenedizos que se montan a la ola para no perder espacio de reconocimiento y poder.

Hoy está de moda ser feminista, es bueno, ¡pues a serlo! Da igual si en el fondo no cambian las actitudes internas. Se posturea y punto. Ser machista es malo se demoniza como diabólico.

No basta con decir que se es feminista y enemigo/a del machismo, hay que demostrarlo, y para ello hay que hacer algo que pruebe que se está en la nueva bondad de moda: cebarse con alguna actitud que, incluso siendo saludable, es tildada de machista «persiguiendo» y haciendo que los hombres se avergüencen … culpabilizando sin causa…

Excesos que son señales del profundo malestar, miseria sexual, confusión, y sometimiento a la autoridad en la que vive la mayoría de la población. Cualquier exceso es injusto y un riesgo de ser aprovechado por los parabolanos al servicio de violencia estructural y de la versión fanática del patriarcado: el machismo.

 

Aportaciones antropológicas de sociedades matriarcalistas. Aportaciones consilientes y lecturas junguianas.

 

Primero aclarar que estas sociedades son matriarcalistas en un cierto grado. Tener un patrifocalismo y patrilinealidad

 

Cultura vasca.

Andrés Ortiz Osés (1982; Ortiz-Osés & Mayr, F.K, 1981) estudio la mitología y el matriarcalismo vasco. En su trayectoria ha realizado la intersección entre la escuela de Heidegger (hermenéutica) y la escuela de Jung (Círculo Eranos). El resultado es una Filosofía del sentido. Es una cultura de la que he estudiado varios mitos y los he encontrado encarnados en el modo de relacionarse los sujetos.

En euskera decimos para referirnos a lo que puede nombrarse (númenes): Direnik, ez da sinistu behar: ez direla, ez da esan behar (No se debe creer que existen: pero no hay que decir que no existen). Forma parte de Sofía en una cultura matrilineal en la que el numen Mari es la diosa telúrica que vive en el interior de la tierra desde la que emerge metamorfoseándose en distintos númenes masculinos y femeninos.

La primera parte de la frase está referida a lo de fuera, el exterior formal (indar), locus en el que no debe creerse la magia. En la segunda parte de la sentencia se habla de lo interno (adur) desde la propia escucha interna mítica no se puede decir que no existen, ya que existen, y no nos conformamos con solo la necesidad (Tyje, Ananke). En el dualismo se puede entender indar como del orden de lo masculino patriarcal y adur del orden de lo materno matriarcalista. La cosmovisión vasca es dialógica-dualéctica (una dialéctica implosiva a diferencia de la dialéctica clásica que crece por expansión-explosiva), el equilibrio es el del yo que dice esa frase diferenciando y unificando las dos partes (adur e indar), con imágenes y símbolos que representan a ambas. Este tercero en la mitología vasca es adar, un genio diablesco (dualéctico), cuyo símbolo es el cuerno (adarra). La función de Adar es construir la fratria, la hermandad colaborativa entre las diversas partes. Es un trabajo difícil de lograr. El cuerno es un símbolo fálico que representa un puente y se asocia también a la luna. Cuerno roto de cabra (indar) que Amaltea[5] llenó de frutas y flores (adur): cornucopia símbolo de la fertilidad y abundancia. Cuerno del arco iris, puente pacificador de la oposición conflictiva entre cielo y tierra (aguas-lluvia), guerra y paz, solar-lunar. En euskera arcoíris (Otzadar) es bisexual. Quien pasa por debajo del puente de Otzadar cambia de sexo (adur). Adar no tiene disociado el bien del mal ni lo masculino de lo femenino.

Me atrevería a afirmar-hipotetizar varias cosas.

Que Adar es, en la cultura vasca, una personificación del eje yo/sí mismo que es simbolizado por la imagen del cuerno-adarra-puente-zubia. Esta cosmovisión se la nota muy distinta de la patriarcal y de lo que pudiéramos imaginar cómo su equivalente opuesto: lo matriarcal.

Que el logos diferenciador no es del orden exclusivo de lo patriarcal. Esta lectura es reduccionista de un sesgo de pensamiento lineal jerarquizado.

Que el cuerno curvo se diferencia del árbol recto, en un aspecto fálico menos penetrante e intrusivo, un falo andrógino. Me parece que la imagen del cuerno representa mejor que el árbol el axis mundis de la conciencia humana. El árbol es un antecesor vegetal sin movimiento, el cuerno la incorporación de la natura a la cultura transformándola mediante el trabajo del humano a fines de comunicación nutritiva (oral-auditiva).

En la cultura vasca el animismo es el sustrato profundo de la religiosidad. Aunque la religión es la católica, en el fondo es más apropiado considerarlo una suerte de henoteísmo o monolatría (del griego: heis, henos «un» y theos «dios») pues se reconoce la existencia de varios démones, aunque sólo uno de ellos es lo suficientemente digno de adoración.

Contrasta este modo de fraternidad con las fraternidades fundantes del cristianismo. Caín y Abel, los hermanos primigenios que nos presenta el relato del Génesis, introducen el crimen, «la historia de la primera muerte, de la primer violencia», mediante el asesinato del hermano. La situación se desencadena porque Dios pide a los hermanos sacrificios, decide entre los sacrificios presentados por los hermanos, y muestra agradado por el sacrificio «cruento» de Abel, quien sacrificó «de los primogénitos de sus ovejas» (Gn 4, 4) y no por «los frutos de la tierra» (Gn 4, 3b) ofrendados por Caín. Caín, al sentirse rechazado es enceguecido por la envidia y su corazón es apoderado por el fuego del rencor. Caín y su artesanía agrícola no es valorada por dios tanto como el sacrificio de la oveja de Abel. Dios marca a Caín en la frente para que no sea matado por nadie y le encarga a él y a su estirpe el hacerse cargo de la cultura de las ciudades, el comercio, …

Cirlot, en su Diccionario de símbolos, a partir de la idea de inconsciente colectivo de Jung, ha subrayado el valor de la idea de infierno en la cultura humana; así, ha escrito:

«Primeramente concebido como un tipo de «subvida» (vida larvada de los muertos en el seno de la tierra), situado luego como un lugar de tormentos -en un período en que la tortura era una necesidad del pathos humano- aún en el interior del planeta, es evidente que, por analogía, puede ser asimilado a todo el lado inferior y negativo de la existencia, tanto cósmica como psíquica (…) Las imágenes del infierno, apareciendo irruptiva e irracionalmente en el arte, aluden siempre a una similar y abrupta emergencia de las energías «infernales» del inconsciente en el pensamiento». (Cirlot, 1997, p. 261).

Mircea Eliade, en el Tratado de historia de las religiones, subrayó la idea de que los sufrimientos que desde hace tantos siglos se han descrito en los relatos de caracterización del infierno se expresan “en términos concretos, como se expresa toda experiencia humana y toda teoría arcaica”, si bien no siempre lo hacen en los mismos términos; Eliade lo indica al comparar dos tipos de características del inframundo: “la «sed del muerto» y las «llamas» de los infiernos asiáticos son sustituidos en las concepciones nórdicas por términos que expresan «baja temperatura» (frío, helada, pantanos helados, etc.)” (Eliade, 1974, p. 233).

Podemos considerar el mesopotámico Viaje de Inanna a los Infiernos como el más remoto antecedente escrito del mito del descenso a los infiernos, que después también aparecerá en la tablilla XII del Poema de Gilgamesh. Pero hay multitud de ellos en muchas culturas. Entre los relatos budistas en China, por ejemplo, encontramos el Texto de información sobre cómo Mulian rescató a su madre del infierno.

El primer relato literario del Holocausto fue escrito por Grossman cuando acompañaba a las tropas rusas y, sorpresa, este lleva el elocuente título de “El infierno de Treblinka”. Steiner señala, a partir de los planos y de los testimonios de los presos, cómo los campos de exterminio nazis “constituían un mundo completo, coherente. Tenían su propia medida del tiempo que es el dolor” (Steiner, 1991, p. 75). El teórico no duda en afirmar que estos campos de concentración, los nazis y los actuales, son “el infierno vuelto inmanente. Representan el traslado del infierno desde el mundo subterráneo a la superficie de la tierra” (ídem, p. 77). Steiner subraya la operatividad del mismo concepto de infierno con sus matices religiosos.

En la cosmovisión euskaldun el inframundo está habitado por en numen Mari, la diosa telúrica. Las puertas entre este inframundo y el cotidiano son cuevas en las que se depositan ofrendas a Mari. No es un inframundo cárcel y de castigo ni de sufrimiento. En algunas cuevas existen universidades en las que se puede estudiar con númenes en la escuela de la vida. Con Etsai (un numen-diablo) se aprende a integrar el mal y la sombra. El relato de Atxular (de Barandiarán, 1984) es muy interesante y me ha servido para hacer amplificaciones junguianas (M. García, 2018). Con la misma Mari se puede estudiar a tejer. Hay historias similares a las de Perséfone con Deméter. En esta cosmovisión se insiste en la necesidad de integrar lo oscuro, trabajo que conlleva un período de sufrimiento “infernal” en contacto con las fuerzas oscuras y las sombras de los arquetipos. No se rescata a otro prisionero de Hades sino a una parte del propio sujeto que se integra en la individuación.

Nada que ver con las elaboraciones patriarcales y menos con las cristianas del infierno que son diversas. Aunque su doble base semita y greco-latina, las emparentan a todas siendo la más importante la elaboración agustiniana, aquella que entiende el infierno “como un sitio al que van las almas de los condenados y en ese sitio las almas con sus cuerpos padecen unas penas eternas” (Choza, 2004, p. 46). Choza señala que esta “caracterización cosmológica” del infierno es retomada por Tomás de Aquino, es elaborada por Dante en su célebre poema y posteriormente es la promulgada por el Concilio de Trento.

Prehumanos como demiurgos. Construyen la realidad necesaria para lo humano y enseñan antes de “desaparecer”. En realidad, quedan internamente como figuras arquetípicas que continúan activas en el proceso de construcción de la individuación. Mairuak, constructores de los crómlechs o círculos de piedras. Basajaun el numen salvaje del bosque, como protector de los rebaños y pastores, o haciendo funciones de fauno, o como daimon al que se le roban los secretos tecnológicos (como la sierra, la agricultura, etc.). Sorginak, brujas sacerdotisas de Mari (deidad femenina), la palabra sorgin es una frase hecha entre sor-sortu (crear o hacer) y gin-gintza (hechora o hechor), su trabajo principal estaba en el uso medicinal de las plantas y la sabiduría de la naturaleza.

 

  Los !Kung

Viven en el desierto de Kalahari entre Botsuana, Namibia y Angola. ​Hablan la lengua !Kung, que se destaca por su amplio uso de consonantes clic o chasquido consonántico. El énfasis de los !Kung estaba puesto en la riqueza colectiva de la tribu, y no en la riqueza individual.

La etnia, pertrechada con “el cotilleo” (para identificar conductas que no les gustaban, especialmente conductas agresivas de aspirantes a machos alfa) y las armas (En las pocas ocasiones en las que el cotilleo no era suficiente para reconducir al matón, podían utilizar las armas para abatirlo), creó lo que en su libro Hierarchy in the Forest Boehm llama “jerarquías de dominancia inversa” en las que el grupo controla y domina a los aspirantes a machos alfa. El resultado es un estado de igualdad política que se consigue por medio de la cooperación, entre criaturas que están innatamente predispuestas a la jerarquía.

Sin embargo, para el antropólogo Christopher Boehm nuestras mentes están estructuradas para la jerarquía y esto es una excepción parecida al comportamiento de los chimpancés. Entre los chimpancés, a diferencia por ejemplo de lo que ocurre con los gorilas, el macho alfa no puede basarse solo en la fuerza para dominar el grupo, sino que tiene que ser capaz de crear alianzas y de conseguir apoyos. Además, el cargo de líder implica una serie de obligaciones, como actuar de mediador en conflictos. Se han descrito casos en los que los machos alfa han sido depuestos de su trono, o incluso muertos, por alianzas de subordinados.

Para Boehm estos pueblos que dieron el salto al igualitarismo desarrollaron unas matrices morales. A partir de entonces vivieron en unas redes de normas, sanciones y castigos. Los que navegaban bien en este mundo y mantenían una buena reputación eran recompensados con confianza, cooperación, prestigio y apoyo por parte de los demás. Los que no respetaban las normas o que actuaban como matones fueron eliminados del pool genético, bien al ser expulsados, degradados o asesinados.

Este mecanismo no tiene relación con la explicación de Freud quien en Tótem y tabú (Freud, 1908) apunta a que el parricidio hizo salir a la horda del clan matrilineal e invistió el tótem-animal-clan con la figura del padre muerto como tótem idealizado-Dios, a la vez que se instauró la cultura con un pacto que incluye el tabú al incesto, la comida ritual totémica del padre, y la represión sublimatoria de la violencia para generar la cultura. Freud en “El malestar de la cultura (Freud, 1930) hizo hincapié en que la cultura está fundamentada en la necesidad de un pacto subliminar, a modo de “contrato social”, en el que cada sujeto aceptase restringir o limitar su satisfacción libidinal tanto de la sexualidad como de la agresividad, para sublimar la libido en las creaciones culturales. Así la cultura puede surgir y llegar a ser placentera. En última instancia, este pacto es un logro endeble del “instinto de supervivencia” de la especie, y necesita de la reciprocidad y aceptación permanente de todos los sujetos. Si alguien no reprime sus deseos rompe el pacto de “justicia equitativa” y se instauran mecanismos de “justicia reparativa”: castigo, cárcel, pena de muerte. Pero es más eficaz instaurar un freno previo para reforzarse y afianzarse: mediante la interiorización superyoica del “sentimiento de culpa”. De ese modo el poder del patriarcado se protege de la eliminación del déspota Rey y Dios se necesitan recíprocamente. Estas interacciones las he explicado en algunos artículos de mi blog El lado siniestro de la corrupción[6](2014)  y El futuro de la monarquía[7] (2013)

La idea de acabar con el déspota pervive en occidente con el concepto de tiranicidio. Concepto que sirve para la justificación moral de ciertos actos que jurídicamente se conocen como magnicidio, el asesinato de un gobernante o figura notable. Moral y tácticamente el tiranicidio significa que, al herir al déspota, y solamente a él, no se sacrifican inocentes, sustituyendo a la revolución y a la guerra civil. Ya hemos citado a de Madariaga. Fueron «tiranicidas» a Aristogitón y Harmodio, considerados como dos héroes y tratados como mártires de la libertad tras el derrocamiento de Hipias. En la Independencia de Estados Unidos, se incluyen apologías para eliminar a los tiranos. Thomas Jefferson dijo El árbol de la libertad debe ser regado con la sangre de los patriotas y de los tiranos. Pervive, pero es mal vista.

Haidt propone el pilar Libertad/Opresión que evolucionaría como respuesta al desafío adaptativo de vivir en pequeños grupos con individuos que intentarían – si se les daba la oportunidad- dominar, controlar, o imponerse a los otros. Cualquier cosa que sugiriera agresividad, conductas de control de un macho alfa (o hembra) podría disparar una ira que a veces se llama “reactancia” (reactance). Los individuos oprimidos se unen con sus iguales para resistir, limitar o matar al opresor. Este pilar mantiene una tensión con el pilar Autoridad/Sumisión, en el sentido de que por una parte hay que reconocer a la autoridad legítima para que funcione una sociedad, pero, al mismo tiempo, hay que estar vigilando continuamente que esa autoridad no traspase el límite con la tiranía y el propio provecho.

 

Epílogo. Lado oscuro del Antropoceno

El Antropocentrismo tiene mitologías fundantes, su virulencia es mayor en el cristianismo como apunta Singer, con sus consideraciones de elevación sagrada del hombre. Hemos ido viendo en otras partes del texto consecuencias del mito fundante de la caída del cristianismo, en el reforzamiento del patriarcado. Este mito introduce, a modo de compensación de la pérdida del paraíso, el derecho a dominar la tierra, sus recursos y los seres vivientes.

Las formas animales se perciben como enemigos, especialmente la serpiente diabólica. Se prioriza el sacrificio cruento de los animales (Abel) a las ofrendas agrícolas (Caín). Dios pide a Abraham el sacrificio de Isaac, que tome a su hijo, lo lleve al monte Moriá y se lo entregue como olá. Finalmente, satisfecho Dios, se sustituye el sacrificio de Isaac por un cordero. Hay un matiz importante, holocausto (olá) es empleada en la Biblia cuando se refiere a un sacrificio que es elevado por el fuego a Dios y nada de él se puede comer. Es decir, una destrucción del animal para el gusto de Dios. Quien premia a Abraham. El patriarca que tanto había luchado con Dios por intereses ajenos (Sodoma y Gomorra) no lucha ni discute el destino de sus propios hijos. Según Freud en Los actos obsesivos y las prácticas religiosas este acto de Abraham podría ser un ceremonial neurótico tendente a aplacar su culpabilidad, un querer pagar con su hijo más querido el error de haber echado a Ismael. Ismael lo tuvo con Agar su esclava egipcia, por indicación de Dios pues Sara, era estéril. Sara después tiene a Isaac. Sara rechaza a Agar quien huye sin que Abraham proteja a Ismael a quien amaba. Abraham está dispuesto a matar a su hijo porque piensa que sólo en la medida que obedece se redime. Un ángel consuela a Agar diciendo de parte de dios que Ismael será importante (de él desciende Mahoma, y el pueblo árabe) “Será un hombre indómito como asno salvaje. Luchará contra todos, y todos lucharán contra él; y vivirá en conflicto con todos sus hermanos”. El asno salvaje es la pieza más codiciada por los cazadores. ¿Consuelo o maldición? Se promueve la lucha fratricida entre hermanos vecinos y se eleva a patriarca a un filicida por culpa.

La sombra del sí-mismo es potencialmente dañina. Los mitos nos permiten hacer otra hipótesis que se infiere de algunas preguntas. ¿El sí-mismo trata de redimirse frenado el impulso filicida de Abraham? El Cristo enviado a redimir ¿Qué pecados redimía? ¿El de Adam, primer Anthropos o el de Dios conduciendo al hombre a la caída? La ambigüedad, de las creencias religiosas, pueda interpretar el hecho de modo opuesto: 1.- Dios no quiere que sean sacrificadas sus criaturas, argumento usado por los defensores del valor positivo de la religión que estaría en contra del fanatismo terrorista. 2.- Dios exige un sacrificio de las criaturas en función de sus designios a los cuales el hombre debe someterse. Argumento argüido por los fanatismos.

Por citar otra referencia importante al maltrato animal conviene hablar del “chivo expiatorio”. En el ritual llevado a cabo en la festividad más importante del año del calendario hebreo, en Israel, el Día de la expiación, se purificaba del pecado el tabernáculo. En dicho ritual, se echaban suertes sobre dos machos cabríos, uno era sacrificado por el Sumo Sacerdote para la expiación de los pecados de los israelitas; el otro era cargado con todas las culpas del pueblo judío «para enviarlo a Azazel al desierto”. ​Este último era conocido como chivo expiatorio. Recoge la sombra colectiva, la culpa persecutoria, y su destino es cruel, mayor que el sacrificado por el sacerdote, y está justificado como una acción buena y efectiva.

Los animales sirven tanto para recoger las proyecciones de sus dueños, como para que estos realicen, en una identificación introyectiva, a través de sus animales pulsiones reprimidas. Dueños que necesitan cagarse, marcar el territorio con su orina, sacar su agresividad oral mordiendo, copular promiscuamente, tienen en las mascotas (animal domesticado que se conserva con el propósito de brindar compañía o para disfrute del cuidador) un medio para canalizar pulsiones.

Neumann en Psicología profunda y nueva ética advierte que, como consecuencia de la represión del judeocristianismo, que forzó rechazar contendidos en la sombra, en la conciencia de occidente hay una invasión del lado oscuro en los últimos 150 años a medida que los frenos religiosos van perdiendo fuerza. (Neumann, 2007, pp. 100-101). Pero el trabajo de asimilación de la sombra que llevaría a una nueva ética no se hace realmente por lo que esa invasión se expresa en formas artísticas, y otros modos. En mi opinión las mascotas también sirven para que la sombra tenga su expresión en la conducta animal.

Sin duda la relación con el animal puede conducir a fraternidades y tener utilidad para sujetos concretos en la sociedad. También puede ser un sistema catárquico que evite males peores, como ocurre el argumento de que legalizar la prostitución evita violaciones. Pero si fuese cierto, que no lo es, proponerlo como “bien” frena que se aborden las raíces estructurales de la violencia, y genera un enorme beneficio económico a redes de mafia o de cuidados y consumista. La trata de mujeres, la esclavitud sexual suele repugnar. La trata de animales no genera rechazo. Solo los excesos producen reacción (corridas de toros, …). La industria hostelera propone hoteles, bares y restaurantes para mascotas. Los políticos presentan sus mascotas antes de las elecciones. Los psicólogos hacer grupos de “terapia de duelo por mascotas”. La población invierte en sus mascotas un dinero, a veces muy elevado, que no se emplea en luchar contra la pobreza y hambruna humana.

Un informe de la ONU del 6 de mayo de 2019 ha mostrado que la naturaleza está disminuyendo a un ritmo acelerado, aproximadamente un millón de especies animales y vegetales están amenazadas de extinción, muchas de ellas morirán en solo décadas. Los autores del informe clasificaron cinco factores principales del cambio basados en el impacto, incluyendo los cambios en el uso de la tierra y el mar, la explotación de organismos, el cambio climático, la contaminación y las especies invasoras. Del otro polo no hay datos: la superpoblación de mascotas.

Hay algunos que ven en la tecnología un alivio. A las mascotas animales les queda el tiempo en el que la industria tarde en sacar mascotas robóticas. Quizás también la prostitución tenga los días contados con siervas robóticas. Pero tendrán que dotarlas de una aparente voluntariedad, si no es así no se satisfará el placer de la dominación que, en el fondo, es la principal motivación, mayor que el placer sexual o afectivo.

La relación con los animales es también para trabajo y para alimentación. En todas esas áreas hay esclavitud animal, maltrato y sadismo.

Hay excepciones culturales.

En algunas actividades productivas el hermanamiento es muy importante. En Altai, Mongolia, los kazajos cazan con águilas en una tradición muy antigua. Hice una salida con ellos a caballo para sentir su tradición de cetrería ecuestre. Con la caza de cánidos protegen sus rebaños y obtienen carne y pieles. El águila y el jinete se hacen uno, detectan la presa y el águila se lanza a cazarla. El berkutchi (cetrero) caza y tiene otras funciones de protección: un ejemplo la protección espiritual a las mujeres embarazadas. El berkutchi empieza a entrenarse muy joven, cría un polluelo de águila, … se van hermanando, … El águila que llevaba quiso volar de vez en cuando para explorar. En eso nos hermanamos, cuando volaba yo descansaba de su peso y me fijaba qué miraba el águila. Cuando volvía era delicada en su posar, … y parecía dejarse llevar y descansar. Se cerraba el círculo en el que el caballo también participaba. Los jinetes, que, si iban a cazar, en los ratos, de desplazamientos, llevaban el águila con capucha para que no viese hasta que consideraban que podía haber caza. La mía iba sin capucha… Una experiencia que yo pude vivir de hermanamiento y colaboración entre varias especies de animales (águila, caballo, humanos de culturas diversas…) con el trasfondo de los ciclos de vida y muerte en la naturaleza.

Entre los yanomamis encontramos una relación especial con los animales. No solo se contempla que el sujeto tenga un animal de poder que le confiera unas cualidades miméticas con ese animal, sino que en la cultura yanomami cada humano tiene un doble animal llamado noreshi, cuyo destino es idéntico al del individuo que forma parte de una de sus almas que tras la muerte llegan al Hedu kä Misi o espacio inmortal colectivo. Fue sorprendente ver a una mujer yanomami amamantando a una cría de mono. No resultó ya extraño ver a los yanomami conviviendo con monos de especies amazónicas. Estos monos estaban en los espacios y se movían relacionándose afectivamente con los humanos sin hacer las trastadas que se ven en monos que habitan templos en oriente.

Voy a terminar compartiendo algo que me encantaba hacer, cada vez que se presentaba la oportunidad (En Urbasa, en Islandia, en Chile..) y que ya no puedo por el envejecimiento: correr con y entre los caballos, sentir unos segundos su jadeo, el olor a sudor, el polvo, el ruido, y la vibración del terreno con las pisadas, … acoplar las respiraciones, y casi los latidos…  mirarnos sin recelo, dejándonos el espacio necesario para correr juntos sin miedo… No duraba mucho, efímero en lo objetivo, eterno en lo subjetivo, tiempo breve de una conexión profunda con el instinto, un estado conciencia no ordinaria, en colaboración con la manada y la naturaleza. Cuando no podía más me salía de la manada y me sentaba, los caballos se paraban en pocos metros y nos mirábamos un rato. Era un momento extraordinario, a veces me pillaba como disculpándome, ¡lo siento no puedo seguir corriendo con vosotros!, sentía que les había gustado la experiencia y paraba mi pensamiento porque me parecía casi delirante.  En Mongolia atendí a una anciana en su Ger-Yurta y su hijo me dejó su caballo para hacer una travesía, ¡el regalo mejor que me hicieron!!  ¿Se puede transmitir el sentir y conocer… caballos salvajes … Mongolia? Últimamente en tras una conferencia sobre Sofía los comentarios posteriores me transportaron a reconectar con aquellos momentos y entenderlos mejor que lo que antes los entendí. Un regalo inesperado en un momento en que lo puedo integrar mejor. También es un bálsamo, sentía nostalgia por los límites del envejecimiento y no pensaba encontrarme reviviendo más aquellos momentos.

 

Ilustración 2 LA APOTEOSIS DE LOS GATOS. Theophile-Alexandre Steinlen (1885) Musée du Petit Palais, Ginebra

 

Referencias bibliográficas

 

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[1] Peter Albert David Singer es un filósofo utilitarista australiano. Profesor de derecho y más tarde de filosofía en la Universidad de Monash. Fecha de nacimiento: 6 de julio de 1946, Melbourne, Australia

[2] Parte del trabajo Reintegrar la dimensión religiosa en sujetos que han sufrido abusos sexuales por perpetradores sagrados. (M. García, 2019b). Conferencia online 21 junio 2019 19-21h. Inscripci

[3] considera el tiranicidio como un derecho natural de las personas. Cualquier ciudadano –explicaba– puede con justicia asesinar a aquel rey que se convierta en tirano por imponer impuestos a los ciudadanos sin su consentimiento, expropiarles injustamente su propiedad o impedir que se reúna un parlamento democrático. Esta doctrina fue utilizada para justificar el asesinato de los reyes tiranos franceses Enrique III y Enrique IV. No sorprende que el libro de Mariana fuera quemado en Paris por orden del gobierno. En la misma tradición de los escolásticos, el filósofo inglés John Locke (1632-1704), en base al derecho natural desarrolló su teoría política sobre el origen de la legitimidad de los gobiernos, la propiedad y sobre todo, el derecho de resistencia a una autoridad injusta, y en última instancia, el derecho a hacer una revolución. El criminal –dice– al violar la ley de la naturaleza, muestra que se guía por reglas diferentes a la razón y la equidad, que Dios estableció para regular la acción humana. El racionalismo lockeano asegura que todo asesino es un peligro para la humanidad, por lo que cualquier ciudadano tiene el derecho a eliminarlo, como a bestias salvajes entre las que el hombre no puede vivir.

[4] https://ibiltarinekya.com/project/reflexiones-sobre-la-cultura-yanomami/

[5] Fue nodriza de Zeus. A veces se la representa como la cabra que amamantó al dios infante en una cueva de Creta, y otras veces como una náyade hija de Hemonio (uno de los Curetes), quien lo crio con la leche de una cabra en el monte Ida. Rea, esposa de Crono, quiso preservar a su hijo Zeus de la voracidad de su marido que devoraba a sus hijos conforme nacían, lo escondió y esta ninfa lo alimentó de miel de abeja y leche de cabra. Un día la cabra se rompió un cuerno, que Amaltea llenó con flores y frutas antes de llevárselo a Zeus, quien lo subió entre las estrellas junto con la cabra, convirtiéndose ésta en el primer unicornio y estando en el cielo la cabra fue la constelación Capricornus o simplemente la estrella Capella (es decir, α Aurigae); el cuerno fue desde entonces llamado cornucopia. cornucopia se desparramaron en el cosmos gotas de leche de tal cabra que dieron origen a las estrellas de la Vía Láctea).

[6] https://ibiltarinekya.com/project/el-lado-siniestro-de-la-corrupcion/

[7] https://ibiltarinekya.com/project/futuro-de-la-monarquia/