He escogido este viaje representativo de un “vida a bordo”, por ser el último de este tipo, que he realizado, y, sobre todo, por el conjunto de circunstancias especiales que lo han rodeado, tanto en la fase de planificación como antes de su inicio, y por las modificaciones y cambios que este viaje ha estimulado. Entre otras cosas el tomar la decisión de empezar a escribir los viajes que he ido realizando y montar un blog específico para ello.
Mikel García García Noviembre 2015
Antes del viaje
Era la primera vez que iba a bucear sin hacer fotos ni video. Reducía equipaje, peso y complicaciones pero era una contrariedad y más considerando que había dedicado dos meses a ir probando lentillas de buceo hasta encontrar unas que me corregían todas mis limitaciones visuales. Razón por la cual tampoco había podido bucear en todo el verano pues no disponía ni de gafas de buceo graduadas ni de lentillas apropiadas. Tras un duelo inicial de la pérdida, pensé que sería una ocasión para un buceo más calmado en el que podría estar atento al conjunto y disfrutar de los pequeños detalles.
Cuatro días antes del embarque para el crucero recibí la noticia de que mi padre, de 96 años, había ingresado con urgencia con un fallo multi orgánico y que estaba bastante grave. Dos días antes había tenido un [itg-tooltip tooltip-content=»sueño»]sueño[/itg-tooltip] en el que yo compraba un búfalo para mi padre. Había visitado recientemente a la etnia Tana Toraja en Sulawesi, con la que había compartido varios días de sus ceremonias funerarias. El búfalo es un animal “psicopompo” para esta etnia. Se le sacrifica en las ceremonias funerarias para que el alma del búfalo conduzca el alma del muerto al Puya (cielo). Cuando tuve el sueño asocié que presentía la muerte de mi padre. Al recibir la noticia intuía que el desenlace iba a ser la muerte y empecé a buscar modos de regresar a España. La noticia me pilló con buenas conexiones a internet por WI-FI lo que facilitó las gestiones. En la fase anterior del viaje había conectado con la naturaleza en la selva de Borneo, navegando en un Klokot por ríos y andando por la selva para visitar orangutanes, y de paso muchas aves, cocodrilos, primates,.. También me había relacionado con un murciélago gigante que me lamía la mano como un perrito, y con tortugas marítimas muy grandes en un estanque. Esa relación con la naturaleza me había estimulado la expectativa de encontrarme con ella en el mundo submarino.
Pero había decidido que iba a volver a España y tenía que hacer
el duelo de la pérdida de lo que restaba del viaje. No tenía billete de avión hasta, al menos, cinco días. Tenía que tomar la decisión o de esperar el día del vuelo o de embarcar en el crucero y volverme ese día. Pero si embarcaba sería muy difícil la vuelta entre otras cosas porque las comunicaciones son muy limitadas. Mientras la tecnología, facilitaba las cosas, comunicados por WhatsApp la menor de mis hijas coordinaba la informando a la familia.
Al día siguiente del ingreso mi padre mejoró muchísimo y salió del peligro. Hable con él por teléfono y lo encontré tranquilo.
Decidí proseguir con el plan de buceo, esto era una segunda afirmación de hacer el viaje, lo que le confería un plano especial de doble afirmación. Me evocaba a Deleuze quien retoma la “voluntad” nietzscheriana del eterno retorno como pensamiento ético sintético de la razón práctica kantiana: Lo que quieres, quiérelo de tal manera que quieras también el eterno retomo (Deleuze). Nietzsche representa esta doble afirmación a través del juego de la tirada de dados. Esta tirada tiene dos momentos para el que juega: el lanzamiento de dados afirma el azar; la caída de los dados afirma la necesidad. El ser no es algo per se, es lo que deviene tras la afirmación del devenir (azar). Estas asociaciones según las entiendo yo, reforzaban mi sentimiento de que había sido importante aceptar el hecho azaroso sin sentirme frustrado por la pérdida que podía tener, que había en ello algo ético y que afianzaba mi ser. Era una buena sensación que, además, me comprometía a aprovechar el viaje en algún aspecto personal.
Me quedé extrañado de la interpretación que había hecho del sueño que había tenido pues no encajaba. A los días, y a partir de otro sueño, fui consciente de que el contenido latente del sueño del búfalo tenía que ver conmigo y no con mi padre.
El día anterior al embarque estuve con los pescadores de Jimbaran desde las 5 de la mañana cuando llegaban al puerto con la pesca nocturna hasta el mediodía.
Embarque
El viaje había sido organizado por un amigo buceador que desde hace un tiempo montó una empresa de viajes. En esta ocasión todos los participantes del viaje éramos españoles y menos cuatro el resto habíamos contratado el viaje con mi amigo quien también iba a estar en el viaje.
A él le informe de la posibilidad de que tuviese que suspender el viaje por la enfermedad de mi padre y tuve todo su apoyo para poder gestionar la incidencia. Se alegró cuando le comuniqué que finalmente haría el viaje de buceo.
Salvo yo que ya estaba en Indonesia el resto de los participantes llegaban en un vuelo el mismo día del embarque.
La empresa que fletaba el barco Mermaid II (Sirena II) me recogió de mi hotel y me transportó al puerto de Benoa desde donde el barco comenzaba su singladura.
Fui el primero en llegar y como ya tenía claro en qué camarote iba a estar deshice mi equipaje, coloqué el equipo de buceo en la zona del barco destinada para ello, tareas que habitualmente llevan bastante tiempo cuando todo el grupo llega a la vez, y me dediqué a leer, ver los libros de fauna de la biblioteca del barco, repasar el manual de instrucciones del ordenador de buceo, descansar, comunicarme con la familia pues los días siguientes habría dificultad de tener WI-FI y cobertura telefónica a conocer, y a hablar con la tripulación.
El barco era con el que había viajado en un vida a bordo por Raja Ampat, por lo que no me costó nada saber por dónde me tenía que mover. El barco es un espacio reducido y la convivencia con los otros es corta pero intensa y cercana tanto en los períodos entre inmersiones como en las inmersiones y la privacidad escasa.
El Mermaid II es un barco muy cómodo y con instrumentos modernos de navegación segura. Un barco capaz de tener una media de 9 nudos con picos de 12. Estas características son idóneas para la ruta que estaba planeada. El barco que tuve en Galápagos en muchas ocasiones no llegaba a 5.
Espera al grupo y contactos
Como después del crucero tenía un día antes de tomar el vuelo de vuelta a España, tenía interés en bucear en Bali en la isla de Nusa Penida en el lugar denominado Crystal Bay famoso para poder observar los peces luna abismales (Mola mola, en latín que significa muela o piedra de molino). Es un pez extraño que evoca mitos y leyendas y que solo he visto en el mediterráneo buceando en las islas hormigas.
Sin embargo por la época del año era complicado verlos pues el cambio de temperatura del agua les lleva a emigrar a otros lugares. Ella quedó en informarse sobre si aún era posible verlos y si se podía en organizarme esa inmersión. Así lo hizo, era aún probable, me organizó el viaje y me hizo una reserva en hotel Flashback en Sanur.
Conocí al guía principal del crucero de Komodo un catalán, que también lleva tiempo residiendo en Indonesia, de trato afable y con una disposición a recoger la información pertinente para qué la organización del viaje fuese lo más eficaz y satisfactoria posible.
Después me dediqué a leer informaciones que tenía recopiladas sobre el genocidio en Indonesia. Tuve una sensación de ingenuidad porque la impresión general de belleza, de cultura, de armonía, de convivencia multicultural, de hospitalidad, de espiritualidad, que había recogido del viaje, era una parte, a esta subyacía una sombra que no había percibido y que no solo era historia pasada, sino que seguía presente sin haberse resuelto y elaborado por la población. Otro lugar del planeta en el que la memoria histórica queda relegada al olvido o a la represión. Como en España. Así no se cierran las heridas y, en su momento, habrá un retorno de lo reprimido en otras espirales de violencia. Tuve sentimientos de rabia y odio y me quedé, finalmente, con una emoción de tristeza.
En este archivo “Genocidio en Indonesia.pdf” he colocado información de esas lecturas y referencias a películas interesantes sobre el tema. Se puede descargar. Extracto Texto Completo en tienda
Cuando llegó el grupo al aeropuerto y nos comunicamos me enteré que venía el compañero que había tenido en el vida a bordo de Galápagos en el camarote y para bucear. Fue inesperado y muy agradable saberlo, por mi parte ya tenía claro quién iba a ser mi compañero de buceo aunque en esta ocasión el camarote lo iba a compartir con otro. El sentimiento fue recíproco, él también se alegró y también tenía claro que yo iba a ser su compañero de buceo. También supe de otros dos compañeros con los que había compartido viajes con los que la relación era grata.
Situación de partida
Travesía de ocho días
Viaje
El cansancio acumulado de la fase previa del viaje y la tensión derivada de la enfermedad de mi padre y de la decisión sobre si volvía o no, emergieron al relajarme en el barco, tensión reforzada por la rabia de la lectura sobre el genocidio en Indonesia y esa primera noche de no dormir con profundidad. El primer día de buceo lo terminé con contracturas cervicales y cefalea que tuve que tratarme con automasajes y digitopuntura, lo que me llevó mucho tiempo y me perdí la cena y una fiesta posterior que se organizó. Dormí bastante, tuve un sueño, y me desperté recuperado.
Voy una casa que he comprado tras verla una vez y, que sin estudiarlo demasiado a fondo, he decidido ir a vivir en ella. Acabo de firmar la compraventa. En la puerta de entrada hay una familia con niños que se han quedado tirados porque su coche no funciona. Les doy asilo. La casa tiene bastantes habitaciones y ocupan dos. Hay tres o cuatro niños. La mujer se mueve mucho, es la que se ocupa de la organización, va de una habitación a otra y se fija mucho en los detalles de la casa. Me voy fijando en la casa porque la mujer me indica de alguna manera que mire hacia ciertos sitios. Veo ciertas partes ampliadas como si mi visión fuera telescópica y detectó que entre las uniones de paredes con techos, falta de material de unión. Es como si la casa tuviese cierta fragilidad en la estructura. Me dice que existe una parte superior. Efectivamente descubro una escalera. Es algo nuevo y desconocido. Subo y efectivamente existe un espacio grande bastante diáfano como una buhardilla de paredes elevadas y techo bastante alto. Muchas cosas desordenadas y algo abandonadas. Sin embargo todo parece tener bastante vida. En un lateral descubro varios hornos están unos animales asados enteros. Hay algún cerdo entre ellos. El aspecto que tienen es de haber sido asados hace tiempo, pero aún no están deteriorados. Aparecen un chimpancé un pato y un ratón. El chimpancé está muy enfadado porque nadie les da comida. No sé como pero sé, que esos animales son de la pareja anterior dueña de la casa, y que estos les alimentaban con carne asada. Quizás esos animales asados son para su alimentación. Sin embargo yo no quiero darles nada de eso y el enfado del mono va siendo cada vez mayor. Me trae una manzana pidiendo que se la dé a los animales. Entiendo que quieren que la pele y que la troceé. La pelo, la troceo, les reparto los trozos, les miro complacido como los comen y me voy.
El sueño tiene varios puntos de interés simbólico para analizar y entender su contenido. De estos hay tres que me interesa resaltar porque me llevaron a tomar decisiones sobre mi actitud en el viaje.
Voy a un espacio nuevo que he elegido para vivir sin conocerlo demasiado. Acojo a una familia, acción que permite que la mujer me haga ser consciente de la fragilidad de la estructura y de partes del espacio que eran desconocidas para mí. En ese espacio descubierto asumo la tarea de alimentar unos animales pero no lo hago con el estilo que ellos están acostumbrados. Propongo una forma que ellos aceptan.
El sueño enfatiza que estoy en un espacio nuevo, con riesgos, donde existe posibilidad de descubrir, para ello necesito afianzar mi relación con lo femenino, mi propia feminidad, mi ánima, lo que es condición para que me fije en los detalles, y me sienta más integrado para abordar conflictos instintivos y espirituales pudiendo negociar y proponer una solución creativa que es aceptada, satisface a todos y me deja libre para seguir el camino.
No soy muy perceptivo, es mi función inferior, y me despisto en los detalles. El sueño me indica que debo poner la atención en la percepción facilitada por mi parte femenina. Dar más importancia al eros que al logos.
Eso es una parte de lo que decidí.
Las circunstancias del viaje lo facilitaban. El no tener mi equipo fotográfico me liberaba de una preocupación que me hubiera despistado a ser perceptivo y hubiera reforzado mi parte masculina, ni hubiera llevado tiempo de dedicación para revisar las fotos, seleccionar las mejores, mantener el equipo en condiciones. Ese tiempo que suele ser entre inversiones ganado para estar más relajado, hacer introspección leer y poder tener conversaciones con la gente.
Mesa para equipos que no iba a usar en este viaje
Se habían hecho grupos de buceo, que iban a durar todo el viaje, consistentes en tres parejas de buceadores con un guía. En el grupo sólo había una buceadora que llevase equipo fotográfico. La veía con capacidad de observación en los detalles para detectar animales pequeños y también se le veía experta en conocer sus nombres o saber buscarlos en los libros de consulta. En una situación ideal para seguir su mirada y encontrar animales pequeños, poder apoyarla en algunos momentos cuando para fotografiar algo convenía hacerlo y, pedirle, que transmitiera sus conocimientos de nombres o enseñara a buscar en los libros. En general exploraba situaciones en las que actitudes o conductas de las mujeres pudieran enseñarme algo
Estaba en un camarote cuyo baño era común para nuestro y el camarote adyacente. Los cuatro hombres que lo usábamos nos conocíamos y teníamos buena relación. Aun así puse atención en los detalles para que el espacio estuviese siempre bien cuidado.
La segunda decisión. Estar activo ante las situaciones conflictivas. Entendiendo situación conflictiva en su acepción interna, derivada de algo que te pone en cuestión, provenga de un estímulo interno o externo, y aunque en la realidad objetiva todo esté calmado. Ese estar activo requería actuar buscando una solución creativa para resolver el conflicto para lo cual también era importante afianzar la relación con mi parte femenina.
Un ejemplo de situación conflictiva fue el ver a una mujer del grupo que leía un ejemplar pesado y voluminoso de la Biblia. Me ponía en conflicto el prejuzgar que el sentido religioso de la Biblia era tan importante para ella que se había llevado al viaje un libro tan pesado y, desde el prejuicio, podía tender a rechazarla. Decidí preguntarle la razón por la que leía la Biblia. Descubrí que era escritora, que había publicado un libro sobre el mar y que en las historias de la Biblia encontraba inspiración para sus materiales literarios. Autores psicoanalíticos también se han servido de material bíblico para profundizar en el psiquismo humano. Freud, Jung (historia de Job). A partir de eso pudimos hablar con más profundidad de algunos pasajes y buscarles el sentido, y la relación se convirtió en una fuente de inspiración. Lo de menos, era ya, si era también religiosa o no. El haber encontrado un punto medio de encuentro en lo creativo era la clave. Me vino la asociación con el “complejo de Jonás” que acuñó Abraham Maslow basándose en la historia bíblica, y que podía aplicarse describir parte de lo que le pasaba a otra persona del grupo, pero evocar este concepto, a su vez, me inspiraba para repensarlo puedes la acepción de Maslow la intuía superficial.
Uno de los buceadores, de nuestro grupo de seis, tenía problemas para el buceo. En varias inmersiones le pasaban cosas extrañas y tenía que suspenderla. El promotor del viaje, que es un cuidador exquisito y tiene una mochila enorme de experiencia en buceo, se hizo cargo de él y le facilitó el proceso. No dio tiempo a que yo me plantease hacer algo. Nuestro grupo se redujo a cinco o incluso cuatro cuando alguno se sentía cansado y no buceaba. Situación más frecuente en las inmersiones nocturnas.
Inmersiones
Las nocturnas muy buenas, pudimos ver mucha fauna y mi compañero y yo nos divertimos mucho jugando con pulpos de anillos azules (Hapalochleana lunulata) no dejándoles esconderse en la arena y con gambas boxeadoras (Stenopodidae) comprobando la fuerza de su pinza.
Este es el programa del día 8. El resto de días es similar
Datos del segundo buceo.
Volcán Sangeang La última erupción en mayo del 2014. Desde la primera registrada en 1512 ha entrado 20 veces en erupción. Se ve la lengua de lava.
Esta inmersión fue especial por el colorido de la fauna y de cualquier objeto, y de nosotros mismos, que contrastaba con la arena negra y caliente de a que salían gases volcánicos.
En la siguiente inmersión un cambio de corriente me desplazó verticalmente y noté un chasquido en el oído derecho. No tenía problemas para compensar. Al salir notaba el oído extraño, con menos audición y cerrado como si se hubiera quedado líquido. No suelo llevar gotas y me dejaron unas. Habitualmente suelo tener alguna intervención médica con problemas que le surgen a alguien en este viaje también pero yo no había necesitado nada hasta este viaje, era extraño pero satisfactorio que se diera esa reciprocidad entre cuidar y ser cuidado. No mejoraba y sabía que algo distinto estaba pasando. Era peor en tierra que buceando donde no tenía problemas para compensar ni notaba diferencia de audición entre ambos oídos. La siguiente noche tuve un sueño que me hizo comprender que el contenido del sueño que había tenido con mi padre se refería a mí. Era consciente de que experimentaba un proceso de muerte simbólica. Un punto de inflexión a partir del cual entraba en la vejez. El proceso de disminución de vitalidad es progresivo pero hay un “rito de paso” que marca la entrada en otro estado evolutivo, del otoño de la vida, del sénex, en el que se constata «fugit irreparabile tempus» (huye el tiempo irremisiblemente), expresión convertida en tópico alusivo a la fugacidad de la vida y al irremisible paso del tiempo. Es un fragmento de un verso de Virgilio (Geórgicas III, 284).
Había intuido un problema que me iba a requerir atención dar problemas e iniciaba un deterioro.
No hubo ninguna incidencia resaltable en todo el viaje, y el contacto con la superficie del mar y la tierra fue algo mayor que en otros viajes similares.
En la superficie del mar
En el primero un marinero cogió con la mano un calamar grande que estaba cerca del barco, atraído por sus luces. El calamar se defendió rociándolo de tinta, pero no pudo escaparse y fue camino de la cocina. Fue una hazaña que generó excitación y risas.
El segundo fue ver bastantes mantas en la superficie cerca del barco cuando, además, no las habíamos visto buceando.
El tercero fue el momento en que alguien ha visto, a lo lejos, la cola de una ballena que se sumergía. Estuvimos un rato largo ojeando el horizonte para ver si volvía a aparecer. Ya no lo hizo dentro de nuestro campo de visión. Era la época en que empezaba la emigración de ballenas. En ese tiempo recordé las veces que he intentado ver ballenas. La mejor en Islandia. El intento en ver pasar las azules desde Chiloé en Chile fue fallido. Casi se exterminaron y el aprovechamiento del petróleo les fue favorable, ya no se necesitaba tanto su grasa. No todos los pueblos las han cazado. Las ballenas son animales sagrados para miles de pescadores vietnamitas, que las entierran en las playas con grandes fastos cuando mueren, construyen templos en su honor y las adoran como a dioses. En su obra ‘Culto a las ballenas en Vietnam’, la investigadora sueca Sandra Lantz afirma que «prácticamente todos los pueblos pesqueros de Vietnam tienen al menos un templo dedicado a las ballenas».
El cuarto fue el avistamiento de un grupo numeroso de delfines que se fueron acercando al barco que estaba navegando y se colocaron a la altura de la proa nadando ambos lados y nos acompañaron casi un cuarto de hora. Para mi cada encuentro con los delfines es especial, posiblemente uno me rescató de morir ahogado.
Todos estos momentos se vivían con excitación que nos sacaba de letargo de los ratos de descanso y vitalizaba.
Estando anclados en el parque nacional de cómodo observamos un incendio que parecía ocupar un frente de varios kilómetros. La tierra estaba bastante más seca que lo habitual en esa temporada del año. En el verano casi no había llovido nada y se estaba retrasando la época de lluvias. Queda siempre la duda de si es provocado. Hacía dos semanas que había estado en Borneo para adentrarme en la selva y visitar los orangutanes. En aquel momento había tantos fuegos en borneo que por el humo que generaban se suspendían bastantes vuelos que enlazan Borneo con Java y Balí y Sulawesi. Estuve a punto de perder el mío y tuve un retraso de 10 horas en el duelo de ida y de cinco en el de vuelta. En borneo se sabía que eran provocados. Lo hacen para sacar el aceite de palma que venden compañías occidentales en el mercado negro. Hay certezas de que miembros de los antiguos escuadrones de la muerte de la época del genocidio es que están compinchados con militares que siguen teniendo poder desde la época de Sukarto son los que provocan los fuegos. El fuego que demostró toda la noche y con la luz diurna ya no se distinguía si seguían o no las llamas pero parecía bastante improbable que pudieran desplazarse equipos de bomberos hasta aquellos parajes.
Bajadas a tierra
Viendo los dragones recordé un nanorrelato de Augusto Monterroso: “Cuando despertó el dinosaurio todavía estaba allí”.
En la siguiente salida subimos a una colina en una isla al norte de Pulau Komodo para divisar las vistas y poder ver el atardecer.
Fue una experiencia muy agradable para mí por el paseo, un pequeño desnivel de 160 m con 25% de pendiente, y porque supuso un rato de privacidad e introspección. Contemplar, con tiempo y amplitud de mirada de 360 grados, el mar rodeando las islas, el agua con unas tonalidades de azul y verde, que se metamorfoseaban acompañando al sol en su camino de sumergirse en el mar, me abrió la conciencia de que percibía las cualidades, la rojez de lo rojo, el ritmo del tiempo, como epifenómenos que van más allá de lo físico, los qualia, no solo las emociones alegres, recordé a Ernest Hemingway “For Sale: Baby shoes, never worn” (en venta, zapatos de bebé, nunca usados).
Había un velero, fondeado, que también hace cruceros de buceo. Parecía muy agradable, de madera con tres mástiles. Aunque tenía las velas recogidas se adivinaba que tenía mucha superficie vélica y que podría navegar rápido. Dicen que lo tienen bastante bien acondicionado para el buceo.
El Grupo
Como es habitual en estos viajes la distribución, en el buceo, y la elección del asiento en el comedor va generando subgrupos, que determinan las personas con quien que te relacionas más a fondo. En mi subgrupo los contenidos de las conversaciones fueron bastante variados compartiéndose anécdotas, historias del mar y de otros viajes y experiencias existenciales.
También surgió un juego creativo en el que cuatro personas nos pusimos a adivinar si el resto de los compañeros/as eran o no personas a las que le gustaba bailar. El resto se daba cuenta de que algo nos traíamos entre manos y estaban curiosos. Al terminar les explicamos y les pedimos que dijeran si le gustaba o no bailar. Contrastando lo que decían con lo que habíamos puesto la plantilla, se producían reacciones curiosas pues algunos se mostraban perplejos de que no les hubiéramos adivinado… y, finalmente, supimos quién de los cuatro había ganado la apuesta. El premio consistía en que la masajista del barco te diera un masaje que lo pagaba el perdedor.
Fue bastante divertido, pudo ser una oportunidad para centrar la atención en la disonancia entre la imagen social (La relación entre “persona” y máscara tiene su origen en el teatro griego) que creemos emitir y la que se capta por otros.
“Ella era alta, él menudo. Su amor era un abismo” Daniel La Parra Casado
El juego creó un ambiente propicio para que al día siguiente, que era el último del viaje, se montara una fiesta con música y baile.
Un miembro de la tripulación cantó acompañado de una guitarra algunas canciones indonesias y después se fueron conectando a un altavoz bluetooth los móviles de algunos. Se fueron alternando estilos de música. Yo puse una grabación del baile del “palo de mayo” que se baila en Nicaragua, que tenía de cuando estuve colaborando con una ONG médica, y traté de bailarla sin la agilidad que requiere. Ella era alta, él menudo. Su amor era un abismo.
Tripulación
Grupo y tripulación
Ya solo quedaba pagar los extras de consumos de cervezas, Nitrox,.. Hacer la encuesta de evaluación del viaje, dejar una propina y despedirme de la gente. Yo regresaba solo y el resto continuaban algunos días más, visitando y/o buceando, en otras zonas de Bali antes de regresar a España.
Buceo en Bali: Nusa penida.
Buceé primero en un manta point. Una inmersión gratificante. Muchas mantas y podías acercarte a ellas a pesar de estar abarrotado de buceadores.
Después en Crystal Bay. Ya pintaba duro cuando nos dieron una baliza de seguridad con localizador por GPS, emisor de 406 y 121 Mhz y walky talky hasta 5 millas. Un modelo que desconocía y muy útil para seguridad en el buceo y para cuando se cae al agua un tripulante.
Hice dos inmersiones con un intervalo de 90 minutos. El buceo fue bastante profundo, hasta 40 m, en aguas frías, con poca visibilidad, fuerte corriente en contra, condiciones que determinaron una parada de descompresión a 9 m, además de la de seguridad, y acabar con 3 bares en superficie. Gracias a que estaba entrenado para ese día tras la semana de buceo, y que había llevado mi traje semiseco de 7mm. En el barco había buceado con Nitrox y una botella de 15 l. Ese día fue con aire y botella de 12 l. En la primera inmersión bajamos 5 con el guía, en la segunda solo dos. No logre ver Mola mola “Se han ido de vacaciones” dijo el guía.
Ultimo día antes regresar a casa
Desayuno en el bar del hotel, en un ambiente de paredes decoradas con recortes de periódicos en francés, inglés y otras lenguas.
Después hice el equipaje, lo dejé en consigna y tuve 16 horas para pasear por Sanur y sus playas.
Pude hablar con alguna persona. Un camarero me habló de su preocupación por el terrorismo islámico y su repercusión en el turismo. El 23 febrero del 2015 la policía encontró un artefacto explosivo en el centro comercial ITC de Depok, un barrio situado al sur de Yakarta. La bomba, compuesta por cuatro botellas repletas de sustancias químicas, cables, baterías y un temporizador, estaba en el interior de una caja de cartón abandonada en un baño masculino. Un fallo en el dispositivo impidió que detonara. El IS ha empleado bombas de gas de cloro en Siria e Irak. Estas bombas sucias han sido empleadas en carreteras al paso de convoyes de vehículos desprendiendo llamativos gases que, si bien no suelen ser mortales al aire libre, sí tienen consecuencias para la salud y causan pánico. El atentado más mortal en Indonesia, de Al Qaeda, ocurrió en el 2002. Un coche bomba frente a la discoteca Sari Club, en la playa de Kuta, en el centro turístico de Bali mató a 187 personas. Dos terceras partes de las víctimas eran turistas, la mayoría procedentes de Australia. Actualmente en páginas web del Daesh se venden artículos promocionales, como camisetas a 7 euros. Según informaciones el comprador las recibe de Indonesia.
También me encontré con dos parejas de pamplonicas que estaban acabando, como yo, su viaje por Indonesia y con las que me había encontrado en Sulawesi al visitar los Tana Toraja.
Tiempo de pensar sobre el viaje, de escribir alguna reflexión. Pensando sobre el “Complejo de Jonás” recordé un sueño de hace años que también conectaba con el del viaje en el contexto de ir a una casa nueva.
Voy al sótano de mi nueva casa. Aparece un hombre bastante anciano que me sorprende porque se mueve muy ágil y es capaz de dar saltos para subirse a sitios elevados. Es una contradicción ser anciano y es dinamismo y vitalidad. Inmediatamente sé que es el padre de la mujer de la pareja que vivía allí antes y que esta no se lo ha llevado con ellos sino que lo dejaron abandonado en la casa. El hombre se para y se sienta en un soporte plano triangular en el ángulo entre dos paredes. Desde esa media altura me habla diciendo lo que necesita para vivir. Yo le digo que se lo pida a su hija, que su problema no tiene nada que ver conmigo. El sigue hablando, no me hace caso, y está pidiendo una asignación mensual para ir a algún sitio para ser mantenido. Lo hace con una actitud de imposición, con un gesto malicioso, con poder de amenazar y generar miedo para conseguir sus objetivos. Yo estoy muy molesto le cojo el dedo pulgar del pie y tiró de él con fuerza de manera que lo desprendo del soporte donde estaba sentado y cae hasta chocar contra el suelo de una manera estrepitosa. Su espalda golpea con fuerza en el suelo. En el impacto se levanta polvo viejo. El hombre tiene gesto de dolor. Le sigo sosteniendo la pierna desde el pie. Lo suelto, le agarro la ropa por el pecho, lo levantó con fuerza muy rápidamente y lo siento en la rama de un árbol con la espalda apoyada. Tengo su cara, muy cerca de mí, y le digo ¡ahora repite qué es lo que quieres! La sensación que tengo es de haberle destrozado su poder y haberlo amedrentado de una manera profunda. Me doy cuenta de que está muy mal porque el impacto ha sido muy potente y le ha afectado zonas vitales. Presiento que va morir. Se separa de mi mano elevándose hacia el alero del tejado, y después cae hacia atrás, en sus últimos estertores me dice ¡el bien tocará a tu puerta pero no sabrás reconocerlo!
Aquel sueño me costó entenderlo pues aunque me parecía correcta mi conducta, el ser tan exagerada y violenta hasta producir la muerte del personaje me producía extrañeza, y sus palabras finales no me encajaban. El análisis sirvió para situar el trabajo con mi sombra, entender que el supuesto mal es una oportunidad. El mal puede enseñar algo que si no se integra impide reconocer el bien, además de que estarás en riesgo de ser fanático y potencial genocida.
La tarea que dios le impuso a Jonás bíblico era la de confrontar con el mal, la acepción del complejo de Jonás en Maslow era superficial. De eso hablo más extensamente en el apartado reflexiones.
Regreso y cambios tras el viaje
Mi Facebook sólo lo usaba para difundir lo que otros escriben con un criterio: que el contenido estimule para ampliar la consciencia.
Decidí ir publicando entradas con escritos propios. Recordé a Herman Hesse cuando afirmaba en “escritos sobre literatura” que el oficio del escritor es estar callado, abrir los ojos y esperar a que llegue el momento favorable, y cuando llega entregarse al trabajo, mientras que el escritor libre, sin oficio, solo produce de vez en cuando y según el humor y la inspiración del momento. En esos momentos se puede vivir un estado mental de “flujo” en el cual se está completamente inmerso en la actividad que ejecuta. Se caracteriza por un sentimiento de enfocar la energía, de total implicación con la tarea, la sensación se experimenta mientras la actividad está en curso. Acción y conciencia se fusionan (Csikszentmihalyi, 1975).
El viaje a Indonesia y las experiencias con el buceo me habían activado una función comunicativa novedosa que me satisfacía y aún era embrionaria. Me sentí agradecido a la estimulación recogida, también de varias personas pues me estaban inspirando.
Hasta ahora básicamente he escrito “en serio” para comunicaciones profesionales y poco, la razón que ya existen muchos textos y libros y que no tengo nada que contar que no esté contado ya.
Otros escritos de carácter más sociopolítico los he publicado en mi blog. En estos me sentía más creativo y libre para volcar mi experiencia profesional, en un estilo más cercano al arte conceptual ya que la idea o ideas de los textos son el componente esencial, y el mismo escrito, es una forma de documentación y estímulo a la conciencia.
Ocasionalmente he escrito algo más literario. En la época en que aprendía euskera algún cuento y alguna poesía, primero en euskera, luego en castellano. Hacerlo en una lengua nueva me libraba del encorsetamiento del “logos” en mi lengua materna y me permitía que fluyese más el “eros”.
¿Encontrar un estilo propio que integre logos y eros? Un modo de arte conceptual en el que lo artístico tenga más peso, con recursos literarios. Una narrativa con capacidad de sugerir, de interesar, de sorprender, de movilizar símbolos que provoquen resonancia con el inconsciente. El modo, la forma, el arte de contar es lo que determina el impacto del contenido, que se produce de modo misterioso,…
En estas recordé “el mito de Bagre” que enfatiza que hay que buscar pero que las respuestas nunca son completamente satisfactorias y, por tanto, que se deben promover de forma continua los cambios e innovaciones. Esta característica de «abrir» del Bagre está bien reflejado en la dimensión de la actuación del ritual, que en sí misma fomenta la inventiva y la generación de nuevas formas.
El Bagre es uno de los ejemplos más significativos de la tradición oral africana, un cuento, que recopilé en la preparación de mi viaje a Benín, de la etnia africana LoDagaa y que fue conocido en Occidente por medio de Jack Goody que en 1972 publicó un ensayo “El mito del Bagre”. BAGR, literalmente es «malestar místico». El Bagre no sólo es una historia sino una actuación que incluye la música y la danza realizada para relacionarse con un «cambio de dirección». Bagre cuenta la historia de un joven y un anciano que entran en el “mundo salvaje humano” y luego van hacia el cielo en busca de la manera de curar a la humanidad de sus principales males, la enfermedad, la muerte, la fatiga y las dificultades de la supervivencia. El Bagre es una herramienta cognitiva esencial para aprender a estar vivo, pero no enseña nada particularmente útil o que LoDagaa no saben ya. El término para el mismo tipo de historias es anansesem o «palabras de la araña»: se dice que este animal, con su red: conecta la tierra al cielo, por lo que, simbólicamente, el mundo humano con lo divino.
El recuerdo del mito generó de inmediato una comprensión del significado de mi búsqueda de estilo propio de escribir: aunque no enseñe nada nuevo o útil ni distinto a lo que se sabe, la propia acción puede promover cambios e innovaciones y ya solo por eso merece la pena.
Esto fue lo determinante para decidir construir un blog de viajes en el que ir describiendo aquellos que he realizado a lo largo de los años.
También contribuyó lo que ocurrió con una foto que subí a mi facebook con la intención de colocarla en la carpeta fotos. En ella con un niño masai en una escuela de Tanzania. Apareció también como entrada en el muro. Y hubo muchos me gusta y comentarios.
El impacto del recuerdo del mito lo percibí como un hecho sincronístico pues me permitió comprender el significado y no tenía relación causal con el estado anterior. Lo importante es la percepción acausal que tuve del hecho y no tanto que en sí éste era o no acausal. Previamente ya se estaba preparando el terreno. Cuantas más causas produzcan un efecto, su influencia particular se hace nimia y el evento sucede al «azar» y se convierte en «acausal». Si era causa pudo ser la última causa de una cadena.
La sincronicidad y los hechos sincronísticos, formulados por Jung, nos dan la oportunidad de comprender la forma de ponernos en equilibrio con la simetría del universo, y por lo tanto con nosotros mismos y con el medio que nos rodea. El significado de la sincronicidad es que la homeostasis universal es atemporal y aespacial.
La persona a la que le he encargado que me construya el blog es una buceadora que conocí en un viaje vida a bordo en Maldivas.
Aunque no es el primer relato de viaje que he escrito, en este es donde tenía que explicar la decisión de hacer el blog.
Y como el próximo será sobre mis visitas a China la primera en el 80 y la segunda en 2009 acabo con esta historia.
Cuando el emperador Wu Ti murió en su vasto lecho, en lo más profundo del palacio imperial, nadie se dio cuenta. Todos estaban demasiado ocupados en obedecer sus órdenes. El único que lo supo fue Wang Mang, el primer ministro, hombre ambicioso que aspiraba al trono. No dijo nada y ocultó el cadáver. Transcurrió un año de increíble prosperidad para el imperio. Hasta que, por fin, Wang Mang mostró al pueblo el esqueleto pelado, del difunto emperador. ¿Veis? —dijo— Durante un año un muerto se sentó en el trono. Y quien realmente gobernó fui yo. Merezco ser el emperador.
El pueblo, complacido, lo sentó en el trono y luego lo mató, para que fuese tan perfecto como su predecesor y la prosperidad del imperio continuase.
Marco Denevi
Mikel Garcia Garcia 8 diciembre 2015
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