Reflexiones sobre la cultura Tana Toroja

Reflexiones sobre la cultura Tana Toroja

Función de la cosmogonía sobre la muerte en los Tana Toraja

Los Torajans tradicionalmente creen que la muerte no es un evento abrupto repentino, sino un proceso gradual hacia Puya que es la tierra de las almas, o más allá.

Funeral Primer dia

No es sencillo comprender el sentido y la función de los rituales funerarios y de su concepción de la muerte, y menos inferir para qué les sirve o que funciones cumple en su cosmogonía. Hay aspectos que chocan, que atraen o que provocan extrañeza y/o rechazo, por lo que existe el riesgo en quedarse en lo concreto sin poder separarse. Su cultura lleva ya más de siglo y medio impregnada del cristianismo y con influencias musulmanas lo que ha producido cambios e incluso modulado el relato de algunos mitos.

Lo que parece más adecuado es empezar por revisar algunos de los elementos que parecen más relevantes, situándolos en una perspectiva extensiva, amplificándolos con referencias que nos son más familiares.

Los datos de esa revisión integrados con la información recogida en la experiencia directa de convivir con ellos, podrán ir aclarando algo más y permitirán proponer alguna hipótesis provisional o conjetura posible, que formule, en forma de proposición afirmativa, una explicación viable al sentido de los rituales en los Tana Toraja.

Para un proceso de validación de la misma, contrastaremos esa hipótesis con rituales y costumbres funerarios de otras culturas

Y de ese proceso podrá verificarse, o no, la hipótesis.

Loe elementos fundamentales a revisar, a continuación, son tres apartados a) algunos mitos y creencias Tana Toraja; b) rituales especialmente llamativos en su cultura; c) Estudio de Tau Tau.

Mitos y creencias en los Tana Toraja

La religión animista politeísta, es Aluk Todolo. ALUK, o «el camino» (a veces traducido como «la ley»). Al principio, cielo y la tierra se casaron, luego hubo una oscuridad, una separación, y finalmente la luz. De esa unión surgieron tres deidades. De ellas ocho principios claves (el ocho es importante en oriente, pero también en el ogdóala de los egipcios). El mito de la creación para los toraja, consistió en el descenso en Rante-Kombola del primer ser humano, a través de una escalera de piedra, después los dioses la rompieron. Las escaleras luego fueron utilizadas por éstos como medio de comunicación con Puang Matua, el Creador. Creen en tres deidades que se ocupan del orden del cosmos, y creen en Tomepalipuan o las almas de los antepasados, que cuidan, atienden y bendicen a sus parientes.

El sistema de creencias Aluk Todolo todavía rige la vida de la sociedad, como lo demuestra la cosmología Toraja, ceremonias, arreglo de liquidación, las casas, las decoraciones, el papel del búfalo de agua, y por supuesto, las costumbres funerarias. Los Torajans consideran que cuando alguien muere, éste alcanza el paraíso y se convierte en semidios; después vuelve para proteger a su familia. Inculcan estos valores a los más pequeños, quienes tienen claro que deben ahorrar toda su vida para costear el funeral de sus padres, tener muchos hijos que les paguen el suyo propio y de esta forma proteger a la familia.

Al principio, cielo y la tierra se casaron, luego hubo una oscuridad, una separación, y finalmente la luz.

Este mito recuerda la oscuridad mitológica del érebo griego, el casamiento de Eros y Psique y por extensión el sentido profundo de la boda alquímica.

Érebo significa oscuridad, sombra surgida del caos en el mismo momento de la creación, según Hesíodo o de Cronos y Ananké en la tradición órfica. Su hermana Nix, la noche, entendía la sombra de érebo cubriendo la luz del éter mientras que su hija Hemera, el día, quitaba la oscuridad. Es muy interesante pues que en muchas cosmogonías la oscuridad precede a la luz. En el mito de la creación egipcio, en el principio del tiempo tan sólo existían inmensas masas de aguas turbias cubiertas por absolutas tinieblas, una oscuridad que no era la noche, pues ésta no había sido creada todavía, era el océano infinito conocido por los egipcios como el océano primordial Nun, que contenía todos los elementos del cosmos, lo mismo que en las explicaciones sobre el origen del universo. Después de un período del bing bang en el que la materia llega al horizonte de sucesos, los fotones se liberan de la gravedad y aparece la luz. La luz tiene un proceso de generación y convive con la energía y la materia oscura llenado el cosmos.

Algunas religiones creacionistas como la cristiana otorgan a dios ese trabajo, la luz surge cuando separa las tinieblas. Para otras cosmologías la luz surge con un trabajo humano de iluminar la sombra, y eso es un proceso doloroso, largo, incierto y complicado de varios trabajos a realizar. Tiempo de constitución o epigénesis de los arquetipos derivados de los modos como esos trabajos se han ido pudiendo realizar, y que finalmente operan como una información instintiva del inconsciente colectivo. Los antecesores, los padres, son, portan la oscuridad y la extienden, el hijo es quien ilumina o no cuando hace su trabajo.

Según la historia, inmortalizada por Apuleyo en su Metamorfosis (El asno de oro). Psique era la menor y más hermosa de tres hermanas, hijas de un rey de Anatolia. Afrodita, celosa de su belleza, envió a su hijo Eros (Cupido) para que le lanzara una flecha que la haría enamorarse del hombre más horrible y ruin que encontrase. Sin embargo, Eros se enamoró de ella y lanzó la flecha al mar; cuando Psique se durmió, se la llevó volando hasta su palacio.
Para evitar la ira de su madre, una vez que tiene a Psique en su palacio, Eros se presenta siempre de noche, en la oscuridad, y prohíbe a Psique cualquier indagación sobre su identidad. Cada noche, en la oscuridad, se amaban. Una noche, Psique le contó a su amado que echaba de menos a sus hermanas y quería verlas. Eros aceptó, pero también le advirtió que sus hermanas querrían acabar con su dicha. A la mañana siguiente, Psique estuvo con sus hermanas, que le preguntaron, envidiosas, quién era su maravilloso marido. Psique, incapaz de explicarles cómo era su marido, puesto que no le había visto, titubeó y les contó que era un joven que estaba de caza, pero acabó confesando la verdad: que realmente no sabía quién era. Así, las hermanas de Psique la convencieron para que en mitad de la noche encendiera una lámpara y observara a su amado, asegurándole que sólo un monstruo querría ocultar su verdadera apariencia. Psique les hace caso y enciende una lámpara para ver a su marido. Una gota de aceite hirviendo (de la que Apuleyo hace un tópico medieval: stilla olei ardentis) cae sobre la cara de Eros dormido, que despierta y abandona, decepcionado, a su amante.
Cuando Psique se da cuenta de lo que ha hecho, ruega a Afrodita que le devuelva el amor de Eros, pero la diosa, rencorosa, le ordena realizar cuatro tareas, casi imposibles para un mortal, antes de recuperar a su amante divino. Como cuarto trabajo, Afrodita afirmó que el estrés de cuidar a su hijo, deprimido y enfermo como resultado de la infidelidad de Psique, había provocado que perdiese parte de su belleza. Psique tenía que ir al Hades y pedir a Perséfone, la reina del inframundo, un poco de su belleza que Psique guardaría en una caja negra que Afrodita le dio. Psique fue a una torre, decidiendo que el camino más corto al inframundo sería la muerte. Una voz la detuvo en el último momento y le indicó una ruta que le permitiría entrar y regresar aún con vida, además de decirle cómo pasar al perro Cerbero, Caronte y los otros peligros de dicha ruta. Psique apaciguó a Cerbero con un pastel de cebada y pagó a Caronte un óbolo para que le llevase al Hades. En el camino, vio manos que salían del agua. Una voz le dijo que les tirase un pastel de cebada, pero ella rehusó. Una vez allí, Perséfone dijo que estaría encantada de hacerle el favor a Afrodita. Una vez más pagó a Caronte y le dio el otro pastel a Cerbero para volver.

Psique abandonó el inframundo y decidió abrir la caja y tomar un poco de la belleza para sí misma, pensando que si hacía esto, Eros le amaría con toda seguridad. Dentro estaba un «sueño estigio» que la sorprendió. Eros, que la había perdonado, voló hasta su cuerpo y limpió el sueño de sus ojos, suplicando entonces a Zeus y Afrodita su permiso para casarse con Psique. Éstos accedieron y Zeus hizo inmortal a Psique. Afrodita bailó en la boda de Eros y Psique, y la hija que éstos tuvieron se llamó Placer o Voluptas (en la mitología romana)

El verbo griego ψύχω, psycho, significa «soplar». A partir de este verbo se forma el sustantivo ψυχή, que alude en un primer momento al soplo, hálito o aliento que exhala al morir el ser humano. Dado que ese aliento permanece en el individuo hasta su muerte, ψυχή pasa a significar la vida. Cuando la psique escapa del cadáver, lleva una existencia autónoma: los griegos la imaginaban como una figura antropomorfa y alada, un doble o eidolon del difunto, que generalmente iba a parar al Hades, donde pervivía de modo sombrío y fantasmal. Según cuenta muchas veces Homero, la psyché «alma humana» sale volando de la boca del que muere como si fuera una mariposa (que en griego se escribe también psyché); razón por la cual algunas personas ven en la mariposa un psicopompo. La psiquis no es sólo la conciencia del individuo, como tampoco es una suma de su conciencia y su inconsciencia.

Psique como Helena (en griego antiguo Ἑλένη, que significa «antorcha»), a veces conocida como Helena de Troya o Helena de Esparta, es un personaje de la mitología griega; cuyo nombre hace referencia a «luz que brilla en la oscuridad».

Jung “Recuerdos, sueños, pensamientos”… Sin embargo bajo otro punto de vista, la muerte aparece como un suceso alegre. Sub specie aeternitatis es una boda, un Misterium Coniunctionis. El alma alcanza, por así decirlo, la mitad que le falta, alcanza su plenitud. En los sarcófagos griegos se representaba el elemento alegre por medio de bailarinas, en las tumbas etruscas, por medio de banquetes. Cuando murió el famoso cabalista Rabbi Simon Ben Jochai, sus amigos dijeron que celebraba bodas. Todo esto expresa la sensación de que la muerte es una fiesta alegre”…

Una boda o casamiento entre la parte femenina y masculina de todo sujeto humano más allá de su género, el ánima o el ánimus, con arquetipos contrasexuales que operan en la psique del sujeto junto al resto de relaciones objetivas externas de personas de carne y hueso.

Árbol donde entierran los bebés. Denominado Tarra o árbol de la vida

Mientras oímos la explicación del guía varias cosas van llamando nuestra atención, de primeras hemos quedado impresionados por lo singular del enterramiento, en apariencia nadie diría que en el interior del árbol se encuentran los cuerpos de los bebés, todo parece natural, guardar una armonía. Nunca en nuestros viajes hemos visto un enterramiento similar.

El árbol, una especie con savia blanca, sólo aloja a los niños que han muerto antes de la dentición, porque el niño con dientes ha podido morder el pecho de la madre.

Esta condición nos sugiere preguntas: ¿se los deposita en el árbol porque antes de los dientes está garantizado que son inocentes-puros sin poder ejercitar nada malo? ¿O es que aún no se los considera humanos? Arbol Tarra

También advertimos otra peculiaridad: en el ritual es el padre quien lleva el cadáver. La madre no acude.

El pequeño cadáver envuelto en un paño y colocado en posición fetal, en un nicho excavado en el árbol, se incorpora al ciclo natural muerte-vida, es devuelto a la madre naturaleza. Esto evoca regeneración y trae a la imaginación algunas asociaciones referentes al árbol materno, árbol de la muerte, muerte y árbol de la vida.

El árbol, ser vivo integrado en la naturaleza representa la vida en perpetuo dinamismo, el carácter cíclico de la evolución cósmica: muerte y regeneración. Este Gran árbol madre es árbol ataúd y evoca la muerte y la vida a la vez.

Como dice Jung: “El contraste no tiene nada de sorprendente, pues no solamente la leyenda pretendía que el hombre desciende del árbol, sino que una costumbre prescribía el enterramiento en arboles huecos (de donde la expresión alemana Totenbaum, árbol de la muerte para designar ataúd). Por ser el árbol ante todo un símbolo maternal, se adivina el sentido mítico de tal enterramiento: el muerto es devuelto a la madre para ser de nuevo engendrado”.

También Von Franz en Número y tiempo, en el capítulo “Arquetipos y números como campos de secuencias rítmicas de desplegamiento”, explica:

 

“ los arquetipos están contaminados unos con otros, se superponen en sus significados figurativos”

y para desarrollar su explicación toma el símbolo de la Gran madre desarrollando sus aspectos.

“Otro aspecto es aquel del árbol materno como aparece en la imagen mítica del árbol, bajo cuyas hojas habitan las almas de los niños (aún) no nacidos, así como en todos los mitos donde alguien nace de un árbol”…

“Igualmente el árbol tiene una relación con la muerte como árbol-ataúd. Así, en muchos lugares, los muertos se sepultaban en árboles.

Pero la misma muerte ha sido también personificada como madre, como una oscura figura femenina (La palabra latina mors, muerte, pertenece al género femenino!)”

“Con este aspecto de muerte contrasta el árbol de la vida, el cual juega un papel muy importante en casi todas las religiones”.

Neumann sostiene que:

“La Gran Madre Tierra que alumbra toda vida es sobre todo la madre de la vegetación. (…) El centro de este dominio simbólico vegetal está ocupado por el árbol. Como árbol frutal de la vida, el árbol es femenino, procreador, transformador y fuente de alimento, y sus hojas, nudos y ramas contienen y son dependientes en relación con él. El carácter protector del cubrir se torna visible en el “tejado” del árbol, el cual cobija a los pájaros y a sus nidos. El árbol incluye además la función de contener gracias al tronco, “dentro” del cual habita su espíritu, como el alma en el cuerpo. La naturaleza femenina del árbol se ve además confirmada por el hecho de que su copa y su tronco puedan dar a luz, como prueba, entre otros muchos ejemplos posibles, el nacimiento de Adonis.” “Del mismo modo que puede ser la morada o la copa positivas, en las que tienen lugar el nacimiento, el árbol puede también definir el emplazamiento de la muerte, en perfecta correspondencia con la estructura ambivalente del Gran Femenino del que procede. En este caso, su copa puede cobijar al cadáver o este ser introducido en su tronco, como en el brezo osiriaco, o aun este servir a la fabricación del ataúd que, depositado en la tierra, combina la naturaleza del seno terrenal que acoge de nuevo al cadáver con la naturaleza envolvente de la madera”.

Según muchas creencias las almas por nacer viven en árboles, arbustos, en el bosque, la naturaleza es la morada de los niños antes de nacer y también la morada de los muertos. La imagen de este gran árbol madre encierra así el carácter dinámico de la evolución cósmica.
En la costumbre toraja, los niños muertos antes de la dentición, vuelven a la naturaleza de donde no han salido, no se han separado de ella, todavía no había un inicio de diferenciación, separación, independencia de la madre. Devueltos por el padre al árbol madre tienen nueva posibilidad de vida en la naturaleza no humana y alimentan al árbol y son alimentados por este (árbol madre, savia blanca). Es el único tipo enterramiento en el que los componentes biológicos de un cadáver son reciclados en la naturaleza. Es función del padre separar el neonato de la madre y entregarlo al árbol para que se fundan sus destinos, pero no lo inscribe en la cultura.

¿Tener dientes es la condición de poder ser inscritos como humanos? ¿Con capacidad de causar daño, agredir?

En muchos mitos, también el de Adán y Eva, parece inevitable que la salida de la simbiosis de participación mística, aún paradisíaca, requiere tomar conciencia de la capacidad de infringir la beatitud, de desobedecer la norma, de causar daño. ¿Para ser humano hay que infligir dolor y arriesgarse al sufrimiento, y la culpa?

En Tana Toraja se conserva el antiguo animismo politeísta Aluk Todolo, adaptado al cristianismo al que fueron sometidos con la llegada de los misioneros holandeses.

Este árbol aloja solamente a los pequeños que han muerto antes de la dentición, porque para los toraja el niño con dientes ha podido morder el pecho de la madre. Para el pueblo toraja el niño en edad temprana pertenece todavía a la naturaleza y con la aparición de los dientes pasa a ser humano. Existen otras culturas con esta misma concepción. El antropólogo Van Gennep en su libro “El rito de paso”, cita su existencia en su explicación sobre los ritos que llama de agregación: “Los ritos de agregación, que tienen por efecto ,según la expresión de los Wayao del África Oriental, «introducir al niño en el mundo» o, como dicen los Dayak de Bakarang ,»arrojar al niño al mundo» como un barco al agua, son los ritos de la denominación, de la lactancia ritual, del primer diente, del bautismo etc. “. En algunos ritos africanos, la aparición del primer diente, está señalada con una melodía musical especial específica para esta celebración.

El niño sin dientes, para ellos, permanece en simbiosis con la naturaleza. En el desarrollo fisiológico, el nacimiento de los dientes le da al niño la posibilidad de morder y mostrar agresividad. En el desarrollo psicológico evolutivo representa un paso necesario que inicia el proceso de diferenciación Yo – no Yo en el que se va separando de la madre. Al morder, puede apreciar más claramente, la existencia de la madre como alguien distinto a él y la consecuencia de su acción por la reacción al dolor. Estos son elementos para la constatación del objeto y para la separación de él.

Esta independencia resultará favorecida en la medida en que la madre estimule y facilite, aceptando la propia espontaneidad del niño. Cuando la rechaza, esta actitud de la madre acaba siendo atrapadora y tiene un efecto destructor para la vitalidad del niño.

Melani Klein establece una relación de simultaneidad entre el sadismo y el impulso epistemofílico. Conecta las tendencias agresivas con la curiosidad, el deseo de conocimiento y el desarrollo del simbolismo. Cuando el niño muerde, tiene la fantasía de que puede recibir un ataque similar, lo que le genera una angustia que le lleva a dirigir la atención a nuevos objetos. Así, esta angustia generada por la fantasía agresiva es el motor para el desarrollo del interés por el mundo exterior.

El funcionamiento del pensamiento es similar al de la alimentación, se basa en el proceso de, masticar, desmenuzar, digerir, e incorporar los nutrientes. Condición de funcionamiento similar al proceso psicológico de individuación donde tras la elaboración de los contenidos inconscientes, formación de símbolos, se produce la integración, toma de conciencia, el conocimiento.

Así, la oportunidad del diente y su cualidad agresiva, la capacidad de agredir, tomada en el sentido original, del latin aggredi, “ir hacia“, sugiere empuje, movimiento, curiosidad, búsqueda y también transgresión, tensión, enfrentamiento.

En todas aquellas sociedades donde domina un pensamiento y una moral cristiana, la búsqueda y la expresión de la propia singularidad es reprimida por considerar que puede atacar la norma y preceptos cristianos.

En el Mito del Paraíso, Adán y Eva, desobedeciendo a Dios, cometen un pecado que trasladan a toda la humanidad. El Creador los había alojado en un bellísimo jardín con todo lo necesario para poder vivir, disfrutar y ser felices para siempre sin tener que morir, disponiendo de animales, flores y árboles de los que poder comer. Sólo uno de ellos reservaba una condición: El Árbol del Bien y del Mal, al cual no podían tocar, ni comer sus frutos.

Adán y Eva, al transgredir el mandato divino, son arrojados del Jardín del Edén, desaparece esta hedónica realidad y son condenados a la mortalidad y a tener que vivir de su propio esfuerzo y Eva a parir con dolor.

Realmente transgredir la norma es lo que les hace humanos. Antes eran inmortales, sin el libre albedrío y sus consecuencias.

Transgredir, sobrepasar, atravesar, tiene el sentido de “ir más allá”, la palabra en latín está compuesta por el verbo gradior: avanzar, caminar y el prefijo trans: “al otro lado de”, que metafóricamente denota mutación de ser o de forma.

En el Mito Bíblico, un Dios con maneras de madre atrapadora, diseña un escenario simbiótico donde todos pueden existir en fusión con la naturaleza, en participación mística y donde el hombre-mujer no tiene más existencia ni más semejanza que la divina.

Este sistema, anula el desarrollo, sin posibilidad alguna de evolución, no dejaba más opción que el único empuje de vida posible: la transgresión, ¿cómo?, precisamente por la vía que Dios mismo había señalado con su prohibición: atreviéndose a comer del Árbol del Bien y del Mal.

Vivir en la placidez paradisíaca tiene el riesgo de mantenerte en la ignorancia, en ese estado infantil sin reconocimiento, sin posibilidad de desarrollar la propia identidad. Vivir de acuerdo al mandato de Dios y bajo cualquier norma, hace a todos iguales, diseñados de una manera mecánica, la genuinidad de cada uno, su singularidad son pasadas por alto. Se anula la condición de individuo con capacidad crítica.

En los cuentos y en los mitos, la transgresión de la prohibición impulsa el progreso de la conciencia. En el cuento de Barba azul, quien mataba secretamente a todas sus mujeres ocultándolas en una habitación, transgredir, permite a la mujer el conocimiento al encontrarse con la verdadera y oscura realidad. De la misma manera Psique desobedece a su Eros y alumbrándolo, percibe una realidad que le permitirá, después de un largo y doloroso camino, salir del paraíso irreal y divino en el que vive y rencontrarse con el dios en una relación más profunda.

Los cuentos y los mitos expresan y permiten comprender los procesos que se desarrollan en el inconsciente colectivo, con ello podemos acercarnos a las estructuras de la psique humana.

Cuando se vive en una falsa armonía artificial, teniendo sólo en cuenta un aspecto de nuestra realidad psíquica, tomando sólo aquello que nos hace sentir en paz y ocultando aquellos aspectos más difíciles de aceptar, resulta necesario, tal como se ha explicado en la definición del prefijo trans: “Ir al otro lado”, dirigir el sentido avanzando al encuentro y a la relación con el Inconsciente. El movimiento entre los opuestos es lo que genera la energía necesaria para la transformación, de otra manera, se produce un estancamiento de la vida psíquica.

La tradición cristiana obliga a vivir bajo un solo punto de vista: lo que nos hace sentir bien, sentir que somos buenos, rechazando aspectos instintivos nuestros que consideran negativos y esto aboca a la tendencia en la humanidad a rechazar el Mal. Si “somos malos”, pero hacemos un acto de contrición todo queda perdonado. Esta es una defensa para no elaborar la culpa, que es la condición para asumir la propia responsabilidad.

Para que sea posible la evolución, no se puede vivir de acuerdo solamente a uno de los polos opuestos, vivir de manera unilateral, pues así se mantiene una psique sin energía. La energía psíquica se genera en el conflicto entre tendencias opuestas. El Árbol del Bien y del Mal, contiene los opuestos, representa el árbol del conocimiento, no es posible conocer algo en profundidad, sin conocer la existencia de su opuesto. Cuando Adán, inspirado por su parte femenina instintiva, decide comer su fruto, abre el camino a la posibilidad de una nueva existencia.

Al ser arrojado del paraíso, el hombre y la mujer van a tener que sufrir y vivir de su propio esfuerzo, ¡cierto! La tensión en la confrontación con lo diferente en el proceso de maduración es constante. El reconocimiento y la aceptación de aspectos en uno mismo, conlleva sufrimiento.

Tau Tau

Tau Tau son un tipo de muñeco de madera o bambú, «tau» significa «hombre» y «tau tau» significa «hombres» o «estatua».

Tau Tau en cueva

A principios de 1900, con la llegada de los misioneros cristianos holandeses en Toraja, la producción de tau tau fue decayendo. En el 1985 el sínodo de la Iglesia Toraja en Palopo debatió si los protestantes Toraja podrían tener tau tau en sus funerales.

En 1980, las efigies de madera se convirtieron en un blanco para los ladrones de tumbas. Tau tau se pueden encontrar en Yakarta, Europa y América. En respuesta a este saqueo, los Torajans escondieron sus tau tau en diversos lugares no revelados. También instalaron vallas metálicas que rodean sus tumbas rupestres para proteger los.

Tau Tau de los ricos se hacen de la madera del árbol de jaca. Los menos ricos generalmente tienen su tau tau hechas de bambú, que se desnudaban al final del funeral, dejando sólo el bambú.

El tau tau representa al cuerpo del difunto, con el tiempo se ha ido complejizando hasta ser casi “reproducciones fotográficas”, pero no sólo del cuerpo, ya que están “animadas” de la esencia del difunto. Tradicionalmente se las hacía con un brazo en posición de dar y otro en posición de recibir. Con los ojos bien marcados, abiertos y a veces resaltando los dientes. Su función era proteger el cadáver de los difuntos y reforzar la idea de la reciprocidad de dar-recibir entre los difuntos y los vivos.

Tau Tau anciana

El Tau Tau es un doble del difunto. Como doble no puede ser independiente de la otra parte con la que forma un uno: el cuerpo físico en el nicho o sarcófago. El Tau es una creación de los vivos, “animada” por la proyección de los vivos, que representa la parte del difunto que media entre su alma en el Puya y los vivos. El cuerpo físico es el «cuerpo yang» mientras que el Tau tau es el «cuerpo yin». Esa animación del Tau porta la función de cuidar que el difunto tiene que ejercer desde el Puya, función que es continuamente recordada por los cuidados que los vivos siguen haciendo al cuerpo físico, y al Tau.

Una animación estática que contrasta con la que se recoge en un sueño que Jung tuvo y que relata en su libro “Recuerdos, sueños, pensamientos” . Pág. 206

Estaba en un lugar que me recordaba los Alyscamps junto a Arles. Allí se encuentra una avenida de sarcófagos que se remontan hasta la época de los merovingios. En el sueño, salía yo de la ciudad y veía ante mí una avenida parecida, con una larga hilera de tumbas. Se trataba de pedestales cubiertos de losas, sobre los cuales estaban los muertos de cuerpo presente. Yacían vistiendo antiguos sepulcrales los caballeros en sus armaduras, pero con la diferencia de que los muertos de mi sueño no estaban esculpidos en piedra, sino momificados de un modo extraño.

Me detuve ante la primera tumba y observé al muerto. Era un hombre de los años treinta del siglo XIX. Con interés contemplé sus vestiduras. De repente se movió y volvió a la vida. Separó sus manos y supe que ello sucedía, sólo porque yo lo estaba mirando. Con una sensación desagradable proseguí mi camino y llegué ante otro muerto que pertenecía al siglo XVIII. Sucedió lo mismo: cuando lo miré, volvió a la vida y movió las manos. Así fui recorriendo toda la hilera hasta que llegué, por así decirlo, al siglo XII, a un cruzado en cota de mallas, que también yacía con las manos juntas. Su semblante parecía tallado en madera. Le contemplé largamente, convencido de que estaba realmente muerto. Pero de pronto vi que un dedo de la mano izquierda comenzaba lentamente a moverse.

Este sueño y la auténtica vivencia del inconsciente llevaron a Jung a la opinión de que los restos no son, formas muertas, sino que forman parte de la psiquis viva como arquetipos. La actitud del sujeto que los mira, con interés y también con cierto temor, es lo que hace que la información que portan se vivifique. Comprender e integrar el sentido de esta manifestación viva, sirve a la evolución del sujeto, hacia su individuación.

Información recopilada e Hipótesis

A) Datos importantes extraídos de la revisión de las costumbres y rituales funerarios.

Los muertos que han sido inscritos en la cultura pasan por dos períodos diferenciados. En el primero se quedan en el espacio familiar, participan de la vida familiar, “están dormidos” o enfermos “tiene dolor de cabeza”. Al cabo de un tiempo, cuando reúnen lo necesario para celebrar el funeral, la familia comienza el rito funerario, que culmina cuando se ubica al muerto en un espacio donde se queda solo con un doble Tau Tau quién vigila y cuida a la vez que su posición de las manos señala la reciprocidad de dar y de recibir. Este es el segundo período. El alma del difunto ya parte hacia el Puya acompañada y dirigida por los psicopompos de los animales sacrificados en su funeral, especialmente búfalos, pero también cerdos y pollos. Estos psicopompos han sido sacrificados con rituales donde su sufrimiento, antes de la muerte, no se mitiga o incluso se acrecienta. El dolor que los vivos no manifiestan parece recogerlo estos animales. Los lugares donde reposan los cadáveres están elevados, y, siempre fuera del contacto con la tierra, si es posible se excavan nichos en las rocas y en cada uno de ellos se depositan los cadáveres, a medida que van muriendo, de un clan familiar. El tratamiento ritual del muerto está ligado a su casta, con muchas diferencias entre la Tanagulan o superior y la Tanakarunun.o inferior. En el segundo período se produce otro ritual, Ma’nene, con cierta periodicidad, se sacan los cadáveres, se restituye lo deteriorado, de su ropa, atuendos, sarcófago, y del Tau Tau. La separación del muerto de la vida es progresiva pero nunca se pierde la conexión marcada por una intención del cuidado. Inicialmente cuidado de los vivos al muerto, después con más reciprocidad.

Cuando los cuerpos, sarcófagos, Tau Tau, ya se han deteriorado quedan solo los huesos de los difuntos, que pasan al colectivo.

Los infantes muertos antes de tener dientas, inocentes, no son inscritos en la cultura y son devueltos a la naturaleza de donde proceden, colocándolos en nichos excavados en la madera de un árbol madre, para que sean alimentados por esta (savia blanca o leche), y, a su vez, el cuerpo material del cadáver alimenta al árbol. Puede llegarse a fundir tanto que el árbol produce madera que acaba cerrando el nicho quedando una cicatriz. En este caso tampoco hay un contacto directo con la tierra, se les ubica en el árbol-eje del mundo. Al cabo de un tiempo cada árbol aloja varios nichos

B) Datos importantes extraídos de la revisión de los mitos, creencias…

La luz surge tras un matrimonio entre lo masculino (cielo) y lo femenino (tierra), que ha supuesto un período de oscuridad. Hecha la luz Puang Matua crea el primer ser humano que baja a la tierra por una escalera de piedra que es destruida por los dioses.

Los rituales reproducen los mitos para que los muertos, tras un proceso de viaje llegan a transformarse en semidioses y desde el Puya cuidan, atienden y bendicen a los vivos.

La inscripción en la cultura está relacionada con el período de posibilidad del lactante de agredir y perder la inocencia, siendo culpables, ligada a la dentición. Esto es un hecho distintivo en esta etnia.

El doble Tau Tau es el mediador simbólico entre el difunto y los vivos. Está animado con una función estática atrapado en ella sin poder dinamizar la relación difunto-vivos. Aunque el Tau Tau represente a un difunto no es un símbolo de individuación del sujeto, sino del colectivo del que forma parte en una “participación mistica”.

Este conjunto de informaciones recopiladas permiten lanzar la siguiente hipótesis.

Los Torajans necesitan que sus muertos pasen por un proceso de beatificación antes de llegar al cielo Puya, y sean semidioses que les cuiden desde allí. Los rituales tras la muerte se hacen para esa finalidad. Realmente nunca mueren, sólo cambian a otro mundo mediante un proceso alquímico en el que el propio cuerpo es vasum hermeticum de los procesos de transmutación del alma del muerto, que culmina en un ser iluminado y bueno, del que se hace una representación simbólica el Tau que es un doble en la tierra con el que se hacen ritos periódicos que recuerdan la función de cuidador.

Argumentación.

Los vivos iluminan a los muertos que están en la oscuridad tras la muerte confusos o dormidos, enseñándoles su función: la de ser semidioses cuidadores. Lo iluminan enseñando a cuidar. Lo cuidan de un modo exquisito aunque sean despojos humanos que podrían provocar rechazo, asco… Cuidan sacrificándose, dedicando tiempo, trabajo y dinero que no emplean para otras cosas. Los vivos acaban creando un ser a la imagen y semejanza de sus deseos y necesidades y lo envían al Puya con los psicopompos. Con los rituales controlan que el alma del difunto no se pierda, sea objeto de caer del lado de los demonios y se vuelva contra los vivos. Como el proceso se hace con quien haya podido perder la inocencia, ser malo, por tener dientes, la finalidad de la iluminación es, también, depurar las imperfecciones o pecados de los muertos. Los controlan de modo que les hacen pasar por un purgatorio en la tierra. Reproducen el mito del matrimonio entre el cielo y la tierra. En la muerte se hace la oscuridad, la confusión, vivos y alma del muerto se relacionan un tiempo, hasta que el muerto sea un ser iluminado (sabe su función, y está depurado, y, por lo tanto bueno) y vuelva al Puya con los psicopompos (los dioses destruyeron la escalera). Hay un cuidado exquisito en bloquear o vencer al mal.

¿Esto es exclusivo de los Tana Toraja?
Estudios comparativos

Para comprender las diferencias con otras culturas es interesante repasar otras etnias de las que tenemos experiencia directa más o menos extensa, muchas también animistas y alejadas como la mapuche araucana, la japonesa, la yanomami o la euskaldun, y otras nada animistas y recopilar, también, otras informaciones aportadas por antropólogos de etnias de las que no tenemos experiencia directa.

Mapuches

El muerto mapuche era enterrado con todas sus pertenencias para que en la otra vida pudiera disfrutar de ellas. Incluso cuando un mapuche muere y tiene alguna parte del cuerpo mutilada, se entierran éstas junto al muerto para que éste tenga todo lo suyo en el mundo paralelo. El alma fluye y va al más allá, pero no está claro que llegue.

Si el difunto no hubiese cumplido en vida con el ritual del kopawün, no ingresa en el país de los difuntos, sino que permanece en el mundo de los vivientes, vagando por las noches, en eterno sufrimiento. Para el término «ataúd», los mapuches utilizan la palabra wampu «canoa». Esto es un indicio de que la muerte conlleva un viaje a través del agua: a una isla, a un sitio allende los mares o, incluso, a través de un río. Pero los hay quienes van arriba, epeu, las rocas.

En los mapuches se habla de «aparecidos»: los alwe, almas que tendrían que haber viajado al otro mundo, pero son rechazados por diferentes motivos, y vuelven al mundo de los vivos en busca de algo que les falta y, así, poder entrar de una forma plena en el mundo de los muertos. El alwe no es eterno: se dice que se disuelve al desaparecer totalmente el cadáver. Son, por tanto, almas errantes, nocturnas y diferentes al resto de los vivos por una serie de rasgos específicos.

El primero de todos, y que más llama la atención, es la apariencia extraña del aparecido y su comportamiento raro, percibidos por la gente que ya lo conocía. Además se creía que los alwe se aparecían a los vivos para inferirles algún mal. Los alwe regresan al mundo de los vivos y una de las primeras cosas que hacen es alimentarse. Llegan con hambre y algunos comen de una olla, aunque al final la comida está intacta.

Otro rasgo específico de los alwe es la dificultad que tienen con el lenguaje. A la hora de hablar, se comen palabras o hablan de un modo extraño e inhabitual para la gente que lo conoce. Asociado al lenguaje está la mentira. Al aparecerse, mienten y dicen que están vivos, cuando se les cree muertos; por eso las personas vivas los rechazan y temen. Pero también los muertos sienten a los vivos diferentes.

Para los mapuches, los vivos pueden entrar también pero estar poco tiempo en el mundo de los muertos, ya que adelgazan mucho y se sienten enfermos. Son sus amados muertos, que al verlos en mal estado, les aconsejan que abandonen el mundo en el que han entrado y se dirijan al mundo que les corresponde. Esta petición es acatada por los amantes que regresan al mundo terrenal para morir y, de esta manera, volver a reencontrarse de nuevo con el ser querido de una forma plena, como uno más de ellos. Por otro lado, el haber comido en el Más Allá facilita el regreso: comer de su comida es ligarse a ellos, del mismo modo que, en el mito griego, Perséfone quedó vinculada al Hades por comer unas semillas de granada. Para los mapuches, algunos muertos visitan a los vivos a través de sueños. Además, a través de éstos, algunos guías espirituales explicaban ese otro mundo desconocido.

Euskadi

Muchas costumbres del País Vasco obedecen a la arraigada convicción de que los recién fallecidos atraviesan una situación transitoria antes de entrar en el otro mundo. Se cree que el alma posee propiedades físicas que se pueden expresar en términos terrestres. Antes era muy común que un grupo doméstico abriese una ventana o moviese una teja del techo en el momento de la muerte para que el alma pudiese salir. Tal costumbre ha caído en desuso, pero son muchos los que aún creen que el alma puede andar por la casa o por el barrio antes de su marcha definitiva.

William A. Douglass, publicó en 1973 «Muerte en Murélaga. El contexto de la muerte en el País Vasco», Barral, Barcelona. Un estudio antropológico que recoge los ritos funerarios y el entramado de relaciones que se crea en torno a la muerte en un barrio de Aulestia (Bizkaia), y que ejemplifica el contexto de la muerte en los vascos. Para realizar esta tesis, Douglass convivió con los vecinos del pueblo entre enero y agosto de 1965, y desde entonces ha vuelto en varias ocasiones. La editorial Alberdania lo reeditó en 2003. Julio Caro Baroja en «Las formas complejas de la vida religiosa (siglos XVI-XVII), densa investigación que, basada en una exhaustiva base documental analiza la religiosidad entendida como «la facultad de practicar una religión, dentro de las limitaciones individuales y sociales que le son impuestas a todo hombre configurando un panorama complejo, heterogéneo y en absoluto monolítico de los comportamientos religiosos. La idea de Dios, la concepción e interiorización de la idea del diablo, la interacción de los elementos paganos, el anticlericalismo y los disidentes religiosos, la muerte…

Las ofrendas de pan (ogigunde) y velas (argizaiola: una talla de madera, habitualmente con aspecto antropomorfo, que incluye una vela enrollada. Habitualmente labrada sobre madera de haya o roble tiene talladas diferentes representaciones y figuras), tan extendidas por todo el País Vasco, se ofrendaban a fin de que el difunto tuviese alimentos para comer y luz para alumbrar su camino hacia el otro mundo. Este deseo de asegurar al difunto sus necesidades materiales se transluce, en parte, en el gran aprecio reservado a las abejas del caserío. En muchos sitios del País Vasco se comunica a las abejas la muerte ocurrida en el grupo doméstico. Si no se les avisa, morirán y no habrá, por lo tanto, cera para hacer las velas. Si muere etxekojauna, el aviso a las abejas se hace de un modo ritual. Un miembro de etxekoak roza suavemente cada colmena murmurando:

Erletxuak, erletxuak,

egizute argizaria.

Nagusia it da, ta

bear da elizan argia.

(Abejitas, abejitas,

haced cera,

el amo ha muerto,

y en la iglesia se necesita luz).

Hay historias de fantasmas en que un muerto se aparece a alguien en la aldea. Los cuentos de aparecidos son ahora menos frecuentes que a principios de siglo, en parte porque las autoridades religiosas se oponen resueltamente a tales creencias

. En realidad, la Iglesia admite la posibilidad de apariciones y de visitas procedentes del reino de los muertos. Ahora bien, estima que tales casos son rarísimos y obedecen a una finalidad excepcional, hasta el punto de que la capacidad real de una persona para ver una aparición constituye un elemento capital para su canonización. Aunque la teología católica insiste en que los vivos son los únicos que pueden y deben ejercer la relación con las ánimas del purgatorio, los aldeanos de Murélaga creen que lo contrario es también posible.

Estos cuentos revelan la vigente relación entre los vivos y los muertos y en la que éstos necesitan la ayuda de aquéllos. Las apariciones de muertos revisten un formato parecido al siguiente:

Mientras va caminando solo, un aldeano se encuentra con alguien que ha muerto hace poco. Reconoce al aparecido, porque en vida de éste mediaba entre ellos una determinada relación (por ejemplo, un vecino, un pariente, una persona con la que se mantenía tratos económicos o personales). Empiezan a hablar. El difunto le explica que está sufriendo en el purgatorio por algo malo que cometió en vida. Le pide o que mitigue su culpa (liquidando una deuda pendiente, pidiendo el perdón del perjudicado o cosas parecidas), o bien que encargue misas por su alma. Si el aldeano no lo hace, lo más probable es que tenga nuevas apariciones. Si cumple lo solicitado, las apariciones se terminan.

Cada caso puede variar en los detalles, pero lo que acabamos de indicar es como un modelo general. Las dos características más destacadas consisten, primero, en que los aparecidos son personas con las que mediaba una relación personal, es decir, no se trata de aparecidos anónimos, y segundo, en que se trata siempre de personas que todavía se encuentran en una fase transitoria o purgativa. Las almas que están en el cielo o en el infierno no se aparecen a los vivos. La aparición supone una relación entre los vivos y los muertos en aquel punto precisamente en que los vivos pueden prestar su ayuda. Aunque el énfasis fundamental de las diversas actividades rituales desempeñadas por los vivos se dirige a beneficiar o ayudar a los que se fueron, no es menos cierto que los caseros creen que los muertos pueden favorecer a los vivos. Esta actitud se refleja en el hecho de que la mayoría de las ofrendas de iruurrune encargadas en la aldea se originan por una crisis o por una «intención especial» que afecta a la vida del oferente. La ofrenda es un medio irrebatible para convencer al fallecido a fin de que se ponga a favor de uno. En este contexto, por «los muertos» se entiende las almas que se encuentran en el cielo y que, por lo tanto, se hallan en situación de servir como intermediarios entre los vivos y la divinidad. Así, por ejemplo, algunos aldeanos creen que los que están en el cielo pueden servir como intercesores de los vivos.

Existía la costumbre de enterrar a los muertos en el espacio familiar del caserío. Eran las mujeres las encargadas del rito. Se hacía por fuera de la pared de la casa entre el muro y la vertical del alero del tejado, quedaban así algo protegidos de la lluvia.

Obon, la celebración de difuntos en Japón

A mediados de julio o de agosto (dependiendo de la zona de Japón y del calendario utilizado), se celebran 3 días de recordatorio a las almas de los difuntos. Es un buen momento para la interacción social. Se realizan celebraciones festivas, bailes, desfiles y encuentros en los que abunda la alegría, la música y los buenos deseos y en las que se come sandía.

Hay tres celebraciones principales:

Tōrō nagashi en la que se lanzan farolillos de papel a las aguas de un río para quien guía a los espíritus de los muertos hacia su camino al otro mundo. Se realiza la primera noche del Obon.)
Bon Odori celebración al aire libre en la que suenan tambores ceremoniales y la gente se reúne a cantar, bailar y comer en honor a los difuntos. «La música debe ser alegre para dar la bienvenida a las almas de los ancestros y la gente debe mantener un humor alegre.»
Gozan no Okuribi es la última noche del Obon cuando los difuntos que han visitado, vuelven a su retiro en el otro mundo. En Kioto es especialmente bonita cuando grandes fogatas que dibujan enormes caracteres japoneses, iluminan las colinas cercanas.
Costumbres relacionadas con la muerte:

  • El número cuatro se pronuncia «shi» exactamente igual que la palabra muerte por lo que suele obviarse el 4 en todas sus formas..
  • En Japón encontramos el 90% de los funerales que se realizan son budistas. El sintoísmo no ofrece rituales funerarios el budismo sí. La gente suele participar de más de una religión.
  • La organización del funeral y el contacto con el templo generalmente es responsabilidad del hijo mayor. El cuerpo del fallecido se coloca en el ataúd vestido y siempre con la cabeza hacia el norte o hacia el oeste en el caso que sea budista.
  • En el ataúd se incluye algún objeto personal que se pueda quemar, sandalias, y seis monedas. Estos objetos «le ayudarán» en el cruce del Río de Tres Cruces, río imaginario que, en la tradición budista, debían cruzar las almas de los fallecidos el séptimo día posterior a su muerte. Según su fe, las almas de los difuntos deben atravesar el río en uno de tres lugares con distintas profundidades de acuerdo con las malas causas cometidas en esta existencia. Aquellos que realizaron más acciones negativas, deben cruzar por la parte más profunda.
  • Tanto la yukata en hombres como el kimono en mujeres, se cruza distinto cuando estamos vivos o muertos. En las ocasiones en que se viste el cadáver con un kimono, se cruza de derecha a izquierda. Mientras que en otros tiempos se usaban ropas blancas para los funerales, hoy en día los asistentes a un funeral en Japón visten de negro. Los hombres usan un traje negro con una camisa blanca y un lazo negro, y las mujeres usan vestido o kimono negro.
  • Los asistentes al velatorio llevan dinero de condolencia en un sobre especial decorado en negro y plata que dejan en la entrada del velatorio.
  • Mientras los familiares ofrecen cada uno incienso tres veces en la urna delante de la persona fallecida, los invitados lo hacen en otro lugar detrás de los asientos de los familiares. Los asistentes reciben a la salida del velatorio un presente que guarda relación con el monto de dinero de condolencia entregado.
  • Los familiares suelen velar el cuerpo del difunto durante la noche.
  • Durante todo el velatorio, el sacerdote budista recita el surta.
  • Al día siguiente del velatorio se realiza el funeral, en el que el difunto recibe un nuevo nombre para así impedir el regreso de los muertos, si se le llama por su verdadero nombre. La longitud del nombre depende de la esperanza de vida de la persona, aunque lo más común es que dependa de la cantidad de dinero donado por los familiares al templo. Antes de cerrar el ataúd los asistentes colocan ofrendas y flores sobre el cuerpo.
  • Los cuerpos se creman.
  • ¿Por qué se considera inadecuado pasarse comida unos a otros en la mesa utilizando palillos? La razón debemos buscarla en el momento siguiente a la cremación. Al finalizar la incineración de los restos de una persona, los familiares se reúnen alrededor de sus huesos para escoger los que se llevarán para honrarlos. Unos y otros participan del momento y se van pasando los huesos del difunto utilizando grandes palillos.
  • Se guardan los huesos del difunto en estricto orden (comienzan a recogerlos por los pies) porque creen que si algún día el espíritu del fallecido necesitara recuperar su cuerpo tendría sus restos celosamente ordenados.
  • Una tradicional tumba japonesa se llama haka: una lápida de piedra, con un lugar para las flores, incienso y agua y una cámara debajo para la urna con las cenizas. Los nombres se graban en la lápida. Una curiosidad: si el fallecido está casado, se graba también el nombre de su cónyuge y se pintan os caracteres en rojo. Una vez que el cónyuge también fallezca, sus cenizas se agregan a la tumba y se borra la tinta roja.
  • Una imagen del fallecido se coloca cerca del altar de la familia en el hogar de los familiares.
Yanomamis

Los yanomami ingieren las cenizas de los huesos calcinados de sus muertos, el último residuo material del sujeto. La práctica del endocanibalismo tiene lugar durante el rehao, como vimos en nuestro viaje. Con la ingesta de las cenizas mezcladas con el carato (jugo de plátano), ingieren parte del «principio vital” presente aún del individuo (pei ke mi amo).

Acabadas las cenizas ya no queda nada del muerto. Y su noreshi ya está en Hedu. Aunque las cenizas de un hueso pueden ser un aporte mineral de fósforo y calcio que el organismo incorpora al metabolismo, la ceremonia no tiene ninguna función alimentaria. El polvo es bastante limpio, pero si la cremación no ha sido buena puede haber restos carbonosos que dan a la ceniza un aspecto grisáceo que no sería muy saludable. El hueso simboliza la sustancia atemporal, el núcleo de la esencia.

El endocanibalismo, “transmite la esencia vital del que acaba de morir, de tal modo que esa esencia no se pierda de la reserva general accesible a la sociedad” “consumiendo las cenizas de los muertos, la sociedad se perpetúa”. Por lo tanto tiene una función colectiva. No solo por la ingesta sino porque los chamanes teatralizan aspectos esenciales de la vida del sujeto. La información pasa al inconsciente colectivo. Si el fallecido es un hombre asesinado a manos de sus enemigos, sólo las mujeres ingerirán las cenizas provenientes de la cremación y esto ocurrirá en la víspera de un ataque de venganza (que puede demorarse varios meses). En el caso de que el fallecido sea un niño, las cenizas serán ingeridas únicamente por sus padres. También tiene una función sobre el duelo psicológico de las personas cercanas al muerto

¡Ninguno de los que consuman las cenizas del difunto comerá carne ese día!

Ritual Jhator, que en tibetano significa “dar limosna a los pájaros”

Situado en un valle a unos 150 km al este de Lhasa, en el distrito de Drigung, en el Tibet, fue fundado en 1179 un monasterio por el fundador de esta ancestral tradición fúnebre, Drigung Kyobpa.

La mayoría de los tibetanos adheridos al budismo enseñan que en la reencarnación no hay ninguna necesidad de preservar el cuerpo, ya que navegará por la senda de los cielos como un “barco vacío”.

Este ritual que en la práctica se conoce como Jhator, que en tibetano significa “dar limosna a los pájaros”. En la ceremonia es descuartizado el cadáver en trozos pequeños para, posteriormente, ser ofrecidos a los buitres. Muchas veces lo hacen monjes dedicados, pero también puede hacerlo un familiar cercano al muerto.

El lamaísmo ha integrado la práctica de la religión Bön como parte del legado del budismo del Tíbet creando una especie de sincretismo religioso. El Bön es una antigua tradición chamánica y animista tibetana anterior a la llegada del budismo.

El «Libro Tibetano de los Muertos» se escribe en el contexto de ese sincretismo. Nos enfrenta con la posibilidad de que la muerte no sea solamente un momento trágico sino una oportunidad. Su título original «Bardo Thodol» quiere decir «la Gran Liberación por la Audición en el Estado Intermedio». Pertenece a la tradición budista «Nyingma». Da una descripción de la experiencia de morir, pasar por un estado intermedio y renacer. El propósito del texto es darnos instrucciones para aprovechar espiritualmente del momento de la muerte y/o ayudar una persona moribunda. Sin embargo las enseñanzas del libro tienen relevancia para toda la vida y no solo para nuestros últimos momentos.

Tahuantinsuyu inca

Inti Raymi (en quechua ‘fiesta del sol’), antiguamente llamada Wawa Inti Raymi (fiesta del sol niño), era una ceremonia incaica y andina celebrada en honor de Inti (el padre sol), que se realizaba cada solsticio de invierno (24 de junio, en el hemisferio sur). Actualmente se sigue celebrando y es un reclamo turístico para Cusco. En el 2009 vi una procesión de momias incas que se llevaban para estar presentes en el Inti Raymi.

Para los Incas la muerte era sencillamente el pasaje de esta a la otra vida. Existía la certeza de que los descendientes del ayllu cuidarían del cadáver (momificado o simplemente disecado), llevándole comida, bebidas y ropajes durante los años futuros. No tenían la idea de un paraíso terrenal, ni del infierno, y menos aún de un purgatorio. No creían en la resurrección de los muertos. El Camaquen (fuerza vital) sólo desaparecía cuando el cadáver se quemaba o desintegraba. La palabra quechua camaquen, mal traducida por los doctrineros católicos como «alma», componente muy importante de la cosmovisión andina, no sólo la poseía el hombre, sino también las momias de los antepasados, los animales y ciertos objetos inanimados como los cerros, los lagos o las piedras. Esta fuerza vital o primordial, anima a toda la creación, en el ámbito andino lo sagrado envolvía al mundo y le comunicaba una dimensión y profundidad muy particular. Todas aquellas cosas y lugares considerados sagrados y merecedores de reverencia y respeto se los conocía con el termino Huaca, y las momias de los grandes señores lo eran en grado sumo. Estas creencias obligaban a mantener intacto el cuerpo de los muertos y para ello se pusieron en práctica diferentes métodos de «momificación», que variaban según la dignidad de los difuntos. Una vez acondicionado, el cadáver era trasladado a su machay (cueva), para ser colocado junto con los demás difuntos de su familia (ayllu). Era, pues, una preocupación constante el que sus cadáveres no desaparecieran, porque su conservación significaba seguir «viviendo». El difunto era tratado como si siguiera con vida, razón por la cual, amén de su poder político (que no perdía), se le adosaba un incremento del «poder mágico» que lo convertía en una Huaca más del mundo andino. Se creía que el orden universal dependía del poder de esas momias. Las momias imperiales eran también consultadas en momentos específicos, por sacerdotes especialistas; una vez muerto, el cuerpo del inca se transformaba en un prestigioso oráculo. Además, participaban en las grandes fiestas que se organizaban en la plaza central del Cusco; se las sacaba en procesión por los campos, cuando las sequías amenazaban las cosechas y marchaban al frente de los ejércitos, cuando el Estado ordenaba la anexión de nueva mano de obra y tierras. La vida social de las momias tampoco terminaba. Continuaban participando en reuniones familiares, en las que se juntaban con sus otros antepasados muertos, compartiendo bebidas, comidas y fiestas; siendo los miembros de las panacas respectivas los encargados de trasladarlas de un lugar a otro.

La exhibición de tres momias pertenecientes a niños indígenas sacrificados durante el imperio Inca, en un museo de Argentina, causó polémica y problemática con las comunidades indígenas herederas de los Incas que exigieron al museo que les devolvieran los cuerpos de los niños para honrarlos según sus tradiciones y proclamándose en contra de la exhumación de los cadáveres, también científicamente podría ser que la luz artificial en la exposición afecte la preservación de las momias. Entre las comunidades en desacuerdo estaban los Diaguitas Calchaquíes, los Wichis y los Lules.

Egipto

Los antiguos egipcios pensaban que toda persona estaba compuesta por varias partes y en el momento de la muerte se separaban. Estas partes son el cuerpo físico, el Ka que es justamente el doble espiritual de la persona y la última es la personalidad del difunto a la cual se le llamaba Ba. Cuando el cuerpo moría estas tres partes se separaban pero el Ka y el Ba seguían dependiendo del cuerpo. Cuando el Ka y el Ba reconocían a la momia del difunto, se volvían a unir y se manifestaba el Akh, el ser de vida eterna.

La conservación del cuerpo del difunto era indispensable para que el Akh pudiese existir y si el Ba y Ka no encontraban al cuerpo del muerto en buen estado para poder reconocerlo y unirse, simplemente la vida eterna no era posible y el difunto no pasaría al otro mundo.

Para conservar los cuerpos en buen estado, utilizaron un procedimiento llamado momificación, que demandaba aproximadamente 70 días, y que había sido aprendido por la observación de los primeros entierros, realizado bajo las arenas del desierto, que habían consumido la humedad del cuerpo y evitado su putrefacción.

Los Aghori

Secta hindú, que vimos en Nepal, recubren su cuerpo con cenizas de muertos y excrementos propios que llevan dentro de un cráneo humano, y con eso piden limosna amenazando a la gente con ponerla perdida si no les dan algo. Pueden comer carne cruda de cadáveres que aparecen flotando en el río Ganges, o carne quemada procedente de alguna cremación. Creen que el canibalismo les confiere poderes sobrenaturales, así como beneficios físicos tales como evitar el envejecimiento. Para ellos, un cadáver no es más que materia natural que carece de la fuerza vital que alguna vez tuvieron. Con el consumo de carne humana prueban que nada es profano, y que la materia muerta simplemente pasa de un estado a otro.

Benín

Cuando se muere una persona en la cultura animista de los Yoruba y los Fon, se hace una consulta para saber de qué ha muerto. Eso lo hace un maestro BABALAWO del arte adivinatorio IFA. Consulta al espíritu del muerto y, en general, a los espíritus. Luego se deja el cadáver en un lugar secreto donde sólo van los iniciados. El tambor ritual sagrado del pueblo informa a todo el pueblo. Después hay una reunión para decidir cuando y donde se entierra el cuerpo. La familia decide de todo. Las ceremonias pueden durar 41 días. En casos de muertes violentas se suele enterrar el cuerpo en casa porque se supone que aún muerto sigue necesitando el apoyo de su gente y viceversa. Después de 5 años hay una ceremonia para apaciguar el espíritu del muerto. Los IFA se usan para consultar muchas actividades de la vida, nos los hicieron varias veces, por ejemplo para consultar si podíamos entrar o no en un bosque sagrado para ellos.

En Trunyan, Bali

La única forma de llegar a la aldea, es en barco. Dejan los cadáveres de sus seres queridos en unas jaulas de bambú, para que la putrefacción haga su laborioso cometido. Los cadáveres no producen malos olores, según cuentan debido a las fragancias perfumadas que desprende el cercano y milenario árbol de Banyan.

Cuando todos los procesos de putrefacción se han consumado, la colección de cráneos y huesos es colocada por todo el cementerio sagrado, dando a entender al visitante que aquí han residido los grandes descendientes balineses.

Información recogida de recopilaciones por antropólogos

Los Ngonde o Nkonde de Tanzania Malawi

Tienen “amigos funerarios” a los que se les asigna la tarea de insultar y exasperar constantemente a los muertos y deudos, los cuales no pueden mostrarse ofendidos. Tradicionalmente se les llama “compañeros de bromas”. De este modo, se mantiene la muerte y el dolor a la distancia social apropiada. La locura y la pantomima, el lanzamiento de excrementos e insultos, los intentos de copular con la propia abuela o con el muerto, el comercio carnal puro y duro, la glotonería y la ebriedad, todos están bien documentados como parte de las disposiciones funerarias regulares y obligadas. Los insultos de broma son, de rigor, de doble filo, entre agresión y el consuelo. Emplean la anomalía, lo repugnante, el insulto, y la ambigüedad para definir la naturaleza de un acontecimiento peligroso y marginal, la propia muerte. De ese modo se mantiene la muerte y el dolor a una distancia social apropiada.

Los Sakalava, malgaches en Madagascar

Practican el culto a sus ancestros muertos o “razana“. A los razana se les honra, se les venera y se les respeta porque influyen en el devenir de los acontecimientos de nuestra vida. Los sakalava son la raza más “africana” de Madagascar. Ciertos baobabs de gran tamaño también se consideran sagrados y capaces de modificar la relación con los razana. Determinadas combinaciones de actividades cotidianas tienen una carga tremenda de “mal fario” o “tabú” que se denomina “fady“. No respetar el fady puede estar castigado no sólo con el enfado de los razana, sino con castigos físicos extraordinarios como que te crezcan los dientes sin parar. La muerte, desde cierta óptica, es el momento más importante de la existencia, pues se pasa a formar parte de los razana. Las tumbas y monumentos funerarios adquieren una dimensión especial al constituir no sólo un punto de recuerdo de los familiares, sino también un lugar de encuentro con los razana, donde se llega a acudir físicamente en busca de contacto, para pedir ayuda o consejo. Las tumbas de los sakalava son algunas de las más famosas porque tradicionalmente estaban ornamentadas con unas tallas de madera de contenido erótico, que por desgracia han sido intensamente expoliadas por coleccionistas sin escrúpulos. En la actualidad el paradero de las tumbas que quedan se guarda en estricto secreto. A menudo estas tallas representan figuras humanas realizando actos sexuales que son fady en la vida cotidiana.

Talla tumba sakalava

Talla expuesta en la reserva Kirindy

La etnia Merina, de origen asiático, en Madagascar

Los Merina celebran un doble enterramiento. Cuando un familiar muere, se le entierra en una ceremonia de duelo triste que no nos resultaría demasiado extraña. Los cuerpos se envuelven en sudarios y se les coloca en unas tumbas o criptas. Sin embargo, cada 4-7 años, se celebra una exhumación o “famadihana” (literalmente “vuelta de los huesos”). El famadihana, que tiene siempre lugar en la estación seca, es una celebración familiar importantísima y siempre de carácter festivo que va acompañada de la ingesta de muy generosas cantidades de alcohol, música y bailes. Básicamente los celebrantes van en procesión cantando y bailando hasta la cripta donde están enterrados los cuerpos. Se les saca de allí, se les envuelve en un sudario nuevo y blanco y literalmente se les saca en procesión a hombros para que participen del festejo que puede durar varios días. Durante esta parte de la celebración, los vivos hablan con ellos directamente, es como un reencuentro con la persona cuya pérdida fue tan dolorosa unos años antes. Se les cuenta cuáles han sido las novedades en la familia y los cotilleos vecinales, se baila con ellos y se celebra que formalmente pasan a formar parte de los razana familiares. Los fragmentos de los sudarios son muy apreciados por los malgaches ya que se les supone unos potentes talismanes de la fertilidad. Las mujeres que quieren quedarse embarazadas toman trozos de sudario para colocarlos en sus almohadas. Acabada la celebración, se retornan los cuerpos a sus tumbas hasta el siguiente famadihana. Los participantes no deben mostrar tristeza en ningún momento del proceso. Mientras el cuerpo aún está sobre la tierra, realizan combates entre hombres y toros, beben hasta quedar inconscientes y se cubren el rostro con las telas empleadas como mortajas para entregarse ciegamente a actos sexuales orgiásticos e incestuosos.

Celebración de famadihana

Los merina “exportaron” el famadihana a etnias como los betsileo o los bara. Cada una le otorga matices propios. Los betsileo colocan sus criptas (cerradas con piedras) en lugares naturales con algún tipo de significado especial, y también suelen estar decoradas con osamentas de cebú.

Roma

En la antigua Roma se enterraba a los difuntos al atardecer, guiados por un propósito muy concreto: despistar al muerto. Llevaban antorchas, y cuando llegaban al cementerio ya había anochecido del todo. Asociaban el fuego con la muerte: de hecho, la palabra“funeral” viene de la voz latina “funus”, que significa “tea encendida”.

Los ataúdes colgantes de los bos

También para despistar a los muertos, a veces los ataúdes se encuentran en lugares inhóspitos. Los ataúdes colgantes de los bos, una de las 56 minorías nacionales de la antigua China, son un conjunto de sepulcros que penden de los precipicios, y que por su extraña y majestuosa naturaleza han sido incluidos entre las reliquias culturales de China. Hay 265 sepulcros de este tipo y se encuentran entre diez y 50 metros de altura. El más alto está a 100 m. En cuanto a su historia, no se sabe cuándo se inició, pero sí que concluyó durante la dinastía Ming.

Los ataúdes colgantes de los bos

Pueblo Dani de Papúa

En vez de llorar a sus muertos, las personas del pueblo Dani de Papúa (Indonesia) cortan parte de sus dedos, mayormente las mujeres. La lógica detrás de esta práctica (la cual ha tratado de ser prohibida por el gobierno) es representar físicamente el sufrimiento emocional que supone perder a un ser querido.

Los Toma

Son un grupo de habla mandé que vive en el condado superior de Lofa, en Liberia. Los loma que viven en la región administrativa de Macenta de Guinea son llamados también toma. Tienen costumbre de enterrar los muertos en la casa o en el porche para que el espíritu del muerto no deambule libremente por lugares desconocidos y su alma quede en el seno de la familia; de esta manera, los familiares piensan que el muerto sigue compartiendo el día a día con ellos, les protege, asesora e inclusive castiga.

Los Osage

Un ejemplo de inscripción progresiva en la cultura. M. Eliade relata: “Cuando nace un niño se llama a un hombre que ‘haya hablado con los dioses’. Al llegar a la casa de la parturienta recita ante el recién nacido la historia de la creación del Universo y de los animales terrestres. A partir de este momento el recién nacido puede ser amamantado; más tarde el niño desea beber agua, se llama de nuevo al mismo hombre o a otro, quien recita otra vez la Creación, completándola con la historia del origen del agua. Cuando el niño alcanza la edad de tomar alimentos sólidos, el hombre que ‘ha hablado con los dioses’, vuelve a recitar de nuevo la Creación, esta vez relatando también el origen de los cereales y otros alimentos”.

Verificación de la hipótesis a partir de las comparaciones

Se pueden destacar y extraer algunos rasgos de interés.

Muchos pueblos creen en un más allá en el que sus antecesores moran y desde donde cuidan a los vivos.

Muchos tienen prácticas funerarias relacionadas con la creencia anterior. Tanto en la muerte cercana como en la relación con el recuerdo y rituales de mantenimiento de las tumbas…

Muchos pueblos creen que, tras la muerte, el difunto está en un período de confusión, y que ese período tiene riesgos para el muerto que puede quedarse perdido, ser atrapado por el mal, y volverse peligroso para los vivos. Los vivos hacen lo que pueden para evitar esos riesgos, señalan el camino adecuado, le encienden argizaiolak, no pronuncian su nombre (Frazer en la Rana Dorada), y/o lo entierran con sus pertenencias para no convocarlo, lo protegen de la entrada de seres maléficos en el cuerpo recién muerto, lo creman, …

Pocos pueblos han momificado para tener con los cadáveres una relación temporal. Los Inca y Tana Toraja sí, pero con funciones opuestas. Para los Incas la momia tiene poder, es autónoma y da información. Cuando la momia se desintegra el difunto desaparece. Para los Tana Toraja a la momia hay que enseñarla. Los incas conectan de una manera natural con esa fuerza vital que todo lo crea y la cuidan hasta que por su propio proceso o ley de la naturaleza se transforma y se pierde, es decir, la dejan hacer, mientras que en los tana toraja existe un empeño del Yo, que fuerza y quiere dirigir el proceso natural.

Pocos pueblos desentierran sus muertos al cabo del tiempo. Lo hacen con funciones distintas incluso opuestas. La Etnia Merina los saca en su famadihana, y los muertos son usados para romper algunos tabúes que funcionan en la cotidianidad, o recoger alguna propiedad del otro mundo como la fertilidad… Los Toraja también los sacan en Ma’Nene pero no aprovechan ese hecho para permitirse algo distinto en lo cotidiano, siguen dándoles. No usan sus muertos.

Pocos pueblos entierran a sus muertos en el espacio familiar. La función principal de eso es que el muerto esté cerca y cuide y proteja. Los Toma le confieren al muerto un rol regulador incluso de castigar a los vivos que no estén centrados en su conducta. Los Toraja los tienen dentro de la casa conservados para evitar su putrefacción y enseñarles. No esperan de ellos que sean activos y regulen a los vivos.

Pocos pueblos aceptan el cese de la relación entre los vivos y los muertos. Los budistas tibetanos sí marcan una diferencia. Pueden dar el cadáver a los buitres, y acompañan a la conciencia del muerto para que continúe su camino en la rueda del samsara, reencarnándose en lo que le toque en función de su karma. La relación se pierde, el muerto no va a tener la función de cuidar a nadie, se ocupa de su evolución. Salvo que tome la decisión de ser bodhisattva.

Pocos pueblos tienen prácticas de canibalismo con sus muertos. Es un modo de terminar con los restos opuesto a la momificación u otras formas de conservación. En los Aghori existe un canibalismo real. En los yanomami un endocanibalismo simbólico. El de los Aghori no se practica con sujetos conocidos, no tiene ninguna relación con la función psicológica del duelo, como la tiene para los yanomami.

Desde el punto de vista de la psicología evolutiva el canibalismo es una función necesaria para la psique. Nuestra identidad la vamos construyendo articulando muchas cosas, entre ellas, las incorporaciones de aspectos de otros (madre, padre,…) que incorporamos en la psique y con las que nos identificamos, es un proceso de identificación introyectiva, un acto de comer y digerir para incorporar una cualidad. Desde el momento en que el lactante tiene dientes puede “agredir” los alimentos materiales, triturándolos, para incorporar sus nutrientes al organismo y poder crecer biológicamente. Sobre este modelo biológico se estructura el modo de funcionar del pensamiento. Conocer algo requiere el uso del pensamiento como herramienta que discierne, tritura, e incorpora. El impulso epistemofílico (apetencia de conocimiento), propuesto por Melanie Klein, es muy importante para todo el desarrollo mental, y empieza a constituirse mediante el desplazamiento del acto de morder a la formación se símbolos, y para que eso se realice de modo saludable, hay que asumir que mordiendo se destruye el objeto y que esa destrucción es necesaria para construir algo. Pero para poder asumirlo hay que elaborar tanto la culpa que se activa como la angustia por el temor a la pérdida y la retaliación. Del grado de éxito con que el sujeto atraviese esta fase, dependerá la medida en que pueda adquirir, luego, un mundo externo que corresponda a la realidad.

Cabe preguntarse si conservar al muerto momificado, sin “comerlo y digerirlo” puede obstaculizar el proceso psicológico del duelo cuya función es que el vivo recupere las proyecciones que se hicieron al muerto en el tiempo que existió una relación real entre ambos. Proceso de duelo que tiene varias tareas en etapas: aceptar la pérdida; trabajar las emociones y el dolor de la pérdida; adaptarse a un medio en el que el fallecido está ausente; recolocar emocionalmente al fallecido y continuar viviendo.
Aunque en la revisión no hemos citado nuestra cultura es obvio que para la religión cristiana las consideraciones de la mayoría de los pueblos animistas son también válidas, con algunas particularidades que queremos resaltar. Incluso una forma de canibalismo, está presente al comer el cuerpo de cristo en la eucaristía.

Se habla bien del muerto en los funerales, se oculta la sombra del muerto, se prioriza lo bueno. Los rituales beatifican, la extremaunción garantiza su pasaje al cielo…

Se espera que haya espíritus que acudan en la muerte a dulcificar el paso, a acompañar y/o enseñar el camino. Se incluyen los familiares muertos que actúan como psicopompos. Muchas veces la madre, pero siempre personas con las que el muriente ha tenido una relación en la que se han sentido cuidados, queridos.

Incluso se crean rituales para obligar a seres benéficos a acudir a ayudar al muriente. Ciertas prácticas mágicas, como la de realizar una novena de los 7 primeros viernes del mes te garantizaba la asistencia de la virgen María, de modo que aunque hubieras llevado una vida en pecado habría tiempo de arrepentirte y salvarte. ¡Menudo modelo de responsabilidad de las propias acciones!

A los niños que pierden padres en edad temprana se les consuela diciendo que están mirándoles desde el cielo y les cuidan, y allí están muy bien. Muchos habrán visto la película “Marcelino pan y vino”. El milagro de Cristo consiste en agradecer los cuidados del niño Marcelino llevándoselo al cielo con su madre muerta. El complejo Marcelino lo tiene muchos niños a los que se les gestiona el consuelo de esa forma. Anhelan morir y no resuelven el duelo.

No deja de ser curioso que los cristianos holandeses reprimieran las celebraciones Toraja de la alegría y dejaran que siguieran con los funerales, pues en estos se está produciendo una circularidad de información que activa los arquetipos, los mantiene vivos y sostiene un animismo politeísta en el cual el cristiano no es más que otro dios más que no puede imponerse al resto de deidades con su ley.

¿Cómo pueden haberlo permitido? ¿Es solo porque está tan arraigado que si lo prohíben temen una rebelión?

Lo que no choca con una perspectiva cristiana, e incluso es admirable, es el predomino del bien sobre el mal, el esfuerzo de los Toraja para controlar el mal, beatificar a sus muertos, pues es algo profundamente compatible con la perspectiva cristiana, y los Toraja son maestros con sus ritualidades.

Además los Toraja dan un donativo a la iglesia cercana en forma de carne de búfalo o dinero de subasta, y tener la panza llena ya es una motivación para hacer la vista gorda ante otras partes que chirrían. La idea del sacrificio de animales, que expresa el dolor de los vivos, se lleva al extremo en el pueblo Dani mutilándose falanges. Los Toraja se quedan solo en el sacrificio y dolor de los animales, esto es más digerible, también para un cristiano que cree que Cristo se sacrificó en una ordalía de torturas para redimir al hombre. ¿Les basta a los misioneros y creer que controlan les impide percibir que les están comprando su silencio?

¡La ignorancia y la prepotencia del etnocentrismo cultural!

¿Verificación de la hipótesis?

Sí que con la revisión del material puede entenderse mejor mejor la singularidad de los rituales funerarios Toraja quienes ponen un cuidado exquisito en que los muertos vayan a donde les toca ir para que cumplan la función de bendecir a los vivos que continúan su linaje.

Para ello desarrollan una serie de elementos de control, porque implícitamente es una batalla contra el mal y, los procedimientos son “una terapia” que cambie al muerto hacia el camino adecuado de evolución. Si la función del purgatorio es la preparación para el cielo, parece que los Toraja crean en la tierra, ese espacio intermedio para el trabajo del alma del difunto.

Se infiere que la evolución no puede hacerse totalmente en el período de vida y que el muerto llega sin preparación suficiente a la muerte. Una vida vivida plenamente es lo que realmente permite mirar a la cara de la muerte en el último suspiro

Están continuamente mirando a la muerte y, esto les protege contra el vértigo del vacío que significa dejar de existir. Pero no parece una aceptación de la muerte sino bálsamo contra ella.
Eso conduce a la pregunta

¿Esta cosmovisión de los Toraja, la potencialidad de su mitología les sirve para hacer un trabajo psicológico de individuación, que tiene aplicación para su vida o es solo para negar la muerte?

Con la información que tenemos no podríamos contestar a esto. No es posible c pues falta mucha información. Los sujetos concretos pueden tener una relación directa con su inconsciente colectivo y evolucionar como individuos aunque el contexto cultural no sea favorable.

La única persona Tana Toraja con la que pudimos hablar en un funeral no se beneficiaba de los rituales para elaborar su duelo.

Indonesia – Tana Toraja

Indonesia – Tana Toraja

Reflexiones sobre la cultura yanomami

Reflexiones sobre la cultura yanomami

Reflexiones sobre la cultura yanomami

Quien haya leído primero el relato del viaje y después la recopilación sobre mitos, cuentos y cosmovisión yanomami, podrá haberse dado cuenta de que varios hechos importantes de la cotidianidad de los yanomami, que se describen en el relato, están bastante relacionados con los mitos.

En este escrito voy a presentar unas consideraciones previas, que llevan a una afirmación, revisaré la confrontación de esa afirmación con nuestra cultura, haré una lectura de la cosmovisión yanomami desde lo junguiano y, tras amplificar el mito del surgimiento de los yanomami de la sangre de la luna, terminaré con unas preguntas.

Consideraciones previas

A continuación voy a hacer unas consideraciones previas que tratan de ordenar la información en elementos claves.

Uno. La existencia de un período «prehumano» habitado por (los no-patabï o bata kë thë), que se relacionan entre ellos, y con otros seres vivientes y objetos inanimados con los que están totalmente interconectados, y lo hacen parecido a como lo hacemos los humanos. Estos seres son demiurgos. En su actividad van creando elementos necesarios para la existencia y generando un conocimiento derivado del aprendizaje que van adquiriendo por su experiencia, de ensayo y error, con momentos de fracasos. Preparan las condiciones ecológicas y engramas cognitivos que los hombres van a necesitar en su existencia. El período es largo y complejo.

Elementos importantes a resaltar: los hermanos gemelos; los fenómenos tectónicos, especialmente la inundación; las pruebas de capacidades; el robo del fuego; las relaciones sexuales y entre géneros; los intentos fallidos de crear el hombre y la mujer; las vaginas dentadas; el ser antecesor tronco común de la rama yanomami y de la rama nape (no yanomamis); las regresiones de ciertos seres a estados evolutivos anteriores cuando no superan ciertas pruebas; el recurso a entrar en estados no ordinarios de conciencia mediante el yopo; los animales pueden hablar; figuras femeninas acuáticas; el sacrificio humano, en algún caso, de mujeres voluntarias o no, para aplacar las fuerzas tectónicas desatadas e imparables; mujer que advierte de las consecuencias de haber robado el fuego; el cambio en algún ser de tener una función benéfica a ser un potencial destructor del linaje humano; Murciélago, que era ciego, se desplazaba de un lugar a otro (a espaldas de un hombre) y resucitaba a los Yanomami que estaban muertos; Pico enano (ripuhusiriwe), que descubre el curare. Muere pero de sus labios brotó repentinamente la llamada vibrante de los hekura: ¡Tengo deseo de resucitar!; Los antepasados antiguamente comían tierra. Aparecido les dio a conocer los plátanos y a vencer miedos: Los plátanos cuando los comes por primera vez te hacen marear.

El comerse a otro/s es un fenómeno transversal presente en muchas interacciones. No tiene una función alimentaria, aunque a veces se exprese “que el niño tierno será sabroso”, sino de incorporar una cualidad, de castigar a alguien, de eliminar un ser defectuoso, entre otras. Cada vez que se ejerce se produce un cambio importante. Algunos actos de comer son caníbales, entre seres de la misma especie, y se concretan en ingerir partes corporales, muy simbólicas, que previamente son cocinadas. También se describe como canibalismo el comer o devorar seres que no son de la misma especie o reino de la naturaleza: el jaguar comiendo la madre de los gemelos; el agua comiendo los antecesores yanomami,… Esto es indicativo del grado de participación mística de todo ese período indiferenciado del inconsciente colectivo.

Dos. A partir de unas relaciones complejas de los seres «pre humanos», se produce un salto evolutivo, en un espacio de tiempo breve, del cual surge, por primera vez, el ser humano y lo hace de modo simultáneo con múltiples individuos, no uno solo, y, además, todos son guerreros masculinos.

Tres. Simultáneamente a lo anterior los seres «prehumanos» desaparecen como tales, transformándose en otros seres vivos, animales o plantas, o en seres inanimados, a los cuales les transfieren su sabiduría, “preconciencia” (alma o espíritu) invistiéndoles de su esencia. Desde ese momento, se convierten en informaciones estáticas, fijadas sincrónicamente, que van a influir en la existencia cotidiana de los seres humanos. Las transformaciones invisten todos los componentes necesarios para garantizar un equilibrio armónico ecológico: varios seres prehumanos se transforman en seres coprófagos o carroñeros que cumplen un rol fundamental de limpieza, reciclando los desechos reincorporándolos al ciclo de la vida.

Cuatro. Las acciones que anteceden al salto, rozan lo criminal, infringen la norma… Lo cual constata que la autoconciencia surge después de un acto de agresión que provoca una ruptura con el estado anterior, separándose del mismo, lo que conlleva un nivel de sufrimiento, tanto por la pérdida como por la incertidumbre del nuevo estado desconocido. La inscripción en lo humano está ligada a la conciencia de transgresión.

Cinco. El punto de inflexión del salto mencionado no supone una resolución evolutiva final. El proceso de hominización continúa hasta llegar a la constitución del colectivo social «suficientemente humano». Se crean las mujeres, por necesidad de completud, aparecen los hijos… Hay etapas que se abandonan integrándolas en otro estado más evolucionado, pero no hay perspectiva de un final evolutivo.

Seis. En los procesos hay una ausencia manifiesta de juicio moral sobre la bondad o maldad de ciertas acciones. Se usan calificativos de las conductas; generosa, mezquina, avariciosa,… y se ejerce un juicio una jerarquía entre ellas valorando las que son deseables, pues benefician al colectivo, y rechazando las indeseables. Pero se tolera y, no se destruye, al que ejerce las indeseables intentando que cambie su actitud, tratando de hacerle reír, rociándole de excrementos, con juegos de astucia,… Cuando algún ser se da cuenta de lo que había hecho, él mismo o evoluciona o siente vergüenza y regrede a estados evolutivos anteriores, sin que sea el colectivo quien le fuerza. Si el sujeto ha tenido una conducta no aceptada por el colectivo (mezquindaz…) no se le hace el rehao. Se está atento a lo que ocurre en la cremación para detectar señales. Si el hígado, no se hubiera quemado bien, se consideraría como una señal de que el difunto habría cometido incesto. El control de la pira funeraria “es mantenido a raya por el chamán.

Siete. Los humanos yanomami mantienen una conexión estrecha con toda la información anterior que sigue fluyendo de los seres antecesores mediante las figuras en las que se han transformado.

Este hecho es el que marca una peculiaridad difícil de encontrar en otras culturas. El mito es el relato de un experiencia vivida por antecesores que ha dejado un engrama y, en virtud de su numinosidad, produce un efecto directo en lo inconsciente, haya sido comprendido conscientemente o no.

El individuo se encuentra conformado por A) el noreshi, el “doble animal de una persona”, cuyo destino es idéntico al del individuo. B) El elemento sustancial y más importante, que además forma parte inseparable de la persona, lo constituye el pei ke mi amo, o “el principio vital” presente sólo en los seres humanos, con dos elementos claves: no-porepi o nobolebé, el calor interno que se genera en la persona y le otorga la vida, y el toholilí, que constituye “el soplo vital, sustanciado en la respiración como manifestación interna del calor interno”. C) El pei no uhutipi, un reflejo inmaterial del individuo, también presente en cualquier otro animal. Representa “una fuerza que se proyecta fuera del ser”. El hekura, se encarga de suministrar la energía al cuerpo y al espíritu desde el exterior.

Una vez muerto el sujeto y a través del ritual de la cremación, no-porepi, y toholilí se unen y proyectan a noreshi “el espíritu inmortal o verdadero Yo”, retornará con los antepasados, ascendiendo a la región donde habitan las almas: Hedu kä Misi. Mientras que el pei no uhutipi, se transforma en un espectro denominado pore, que recorre errante la tierra. Este espectro puede ser agresivo y causar enfermedades, especialmente contra sus enemigos.

El paushimou, consiste en la trituración de los huesos y dientes resultantes de la cremación, llevada a cabo por los familiares masculinos del difunto. Utilizan un mortero ritual funerario, confeccionado especialmente para cada persona fallecida. Una vez reducidos los restos a un fino polvo, son depositados en unos recipientes, normalmente de calabaza y pintados de rojo adornados de plumas blancas y sellados con cera de abeja. Finalmente, estos recipientes se reparten entre los familiares del difunto y se depositan igualmente, bajo el techo de sus respectivos shabonos. “…es fundamentalmente un rito de reinserción. Es una manera de decir, por lo menos simbólicamente, que el muerto pertenece todavía a la comunidad, y que va a ser comido por ella”. Lo que ocurre en la ceremonia Reaho.

¡Lo que confronta radicalmente la cultura yanomami con la nuestra es la integración dinámica entre esos siete puntos!

Cuando digo nuestra me refiero a la española que en la que me he criado.

¿Confrontación real o percepción derivada de una mirada superficial?

Voy a hacer un relato de aspectos que voy a ir presentando de modo parcial tratando de aclarar ideas, relativizar prejuicios, y aportar informaciones e hipótesis, en la intención de que el lector pueda entender mejor, el esquema explicativo final, pues tendrá una disposición más abierta.

¿Qué confronta con nuestra cultura? ¿Es una confrontación real o es una percepción derivada de que hacemos una mirada superficial?

1.- El canibalismo

El comer la carne u otras partes del cuerpo de un sujeto de la misma especie, habitualmente muerto o sacrificado para ello, parece repugnante en ambas culturas y es algo rechazado, pero el aspecto simbólico del canibalismo persiste en ambas: Ingerir una esencia valorada para incorporarla y resultar fortalecidos.

Los yanomami ingieren las cenizas de los huesos calcinados de sus muertos, el último residuo material del sujeto. La práctica del endocanibalismo tiene lugar durante el rehao, como vimos en nuestro viaje. Con la ingesta de las cenizas mezcladas con el carato (jugo de plátano), ingieren parte del «principio vital” presente aún del individuo (pei ke mi amo).

Acabadas las cenizas ya no queda nada del muerto. Y su noreshi ya está en Hedu. Aunque las cenizas de un hueso pueden ser un aporte mineral de fósforo y calcio que el organismo incorpora al metabolismo, la ceremonia no tiene ninguna función alimentaria. El polvo es bastante limpio, pero si la cremación no ha sido buena puede haber restos carbonosos que dan a la ceniza un aspecto grisáceo que no sería muy saludable. El hueso simboliza la sustancia atemporal, el núcleo de la esencia.

El endocanibalismo, “transmite la esencia vital del que acaba de morir, de tal modo que esa esencia no se pierda de la reserva general accesible a la sociedad” “consumiendo las cenizas de los muertos, la sociedad se perpetúa”. Por lo tanto tiene una función colectiva. No solo por la ingesta sino porque los chamanes teatralizan aspectos esenciales de la vida del sujeto. La información pasa al inconsciente colectivo. Si el fallecido es un hombre asesinado a manos de sus enemigos, sólo las mujeres ingerirán las cenizas provenientes de la cremación y esto ocurrirá en la víspera de un ataque de venganza (que puede demorarse varios meses). En el caso de que el fallecido sea un niño, las cenizas serán ingeridas únicamente por sus padres. También tiene una función sobre el duelo psicológico de las personas cercanas al muerto

¡Ninguno de los que consuman las cenizas del difunto comerá carne ese día!

El canibalismo en los católicos. Se comen el cuerpo y se beben la sangre de Cristo en la comunión. Los argumentos que se usan para negar el canibalismo en este acto se basan en el milagro de la Transustanciación que se produce en la consagración, y que consiste en que pan y vino, transmutan solo su sustancia por la de Cristo, manteniendo sus aspectos formales, sus accidentes, de pan y vino. Ese hecho cambia el ser y efectivamente la hostia es el cuerpo de Cristo con los accidentes del pan: un recurso aristotélico. Los argumentos más curiosos que he recogido, son, por un lado, la afirmación de que la hostia, en su aspecto formal de pan ni siquiera es objeto de los procesos de digestión mecánica y química en el aparato digestivo, ya que “se absorbe totalmente por ósmosis sin quedar partícula alguna para su excreción” y, por otro, un intento eufemístico: “No les gusta el término de caníbal porque tiene intrínsecas connotaciones negativas y prefieren que en todo caso se les califique con el término más exacto de antropófagos”.

El canibalismo en los aztecas. En la ceremonia del Teocualo. o “Dios comida” (celebrada el 3 de diciembre) los Teopixqui, sacerdotes aztecas, amasaban granos y semillas con sangre de niños sacrificados para hacer una figura del dios Huitzilopochtli que flechaban y derribaban para finalmente repartir los pedacitos como alimento entre los participantes. Esta ceremonia sincrética ha sido utilizada como prueba de los parecidos precolombinos a la eucaristía. En la loa de El divino Narciso, de Sor Juana Inés de la Cruz, monja benedictina mexicana, el Teocualo «se ve elevado aquí a presentimiento o sombra de la Eucaristía, en la que el verdadero Dios que murió por nosotros nos da a comer su Cuerpo y beber su Sangre». El auto sacramental de Calderón “El divino Orfeo” parece ser el principal modelo de Sor Juana para su obra El divino Narciso.

El canibalismo simbólico actual de los yanomami es menos intrincado, más claro y directo, y no necesita de explicaciones justificativas. Además, paradójicamente, es menos caníbal que comer un cuerpo, recreando la carne en ritos repetitivos que no terminan con el ser original sino que lo resucitan cíclicamente, negando su muerte.

Desde el punto de vista de la psicología evolutiva el canibalismo es una función necesaria para la psique. Nuestra identidad la vamos construyendo articulando muchas cosas, entre ellas, las incorporaciones de aspectos de otros (madre, padre,…) que incorporamos en la psique y con las que nos identificamos, es un proceso de identificación introyectiva, un acto de comer y digerir para incorporar una cualidad. Desde el momento en que el lactante tiene dientes puede “agredir” los alimentos materiales, triturándolos, para incorporar sus nutrientes al organismo y poder crecer biológicamente. Sobre este modelo biológico se estructura el modo de funcionar del pensamiento. Conocer algo requiere el uso del pensamiento como herramienta que discierne, tritura, e incorpora. El impulso epistemofílico (apetencia de conocimiento), propuesto por Melanie Klein, es muy importante para todo el desarrollo mental, y empieza a constituirse mediante el desplazamiento del acto de morder a la formación se símbolos, y para que eso se realice de modo saludable, hay que asumir que mordiendo se destruye el objeto y que esa destrucción es necesaria para construir algo. Pero para poder asumirlo hay que elaborar tanto la culpa que se activa como la angustia por el temor a la pérdida y la retaliación. Del grado de éxito con que el sujeto atraviese esta fase, dependerá la medida en que pueda adquirir, luego, un mundo externo que corresponda a la realidad.

La función del rito es rememorar, activar algo importante que tiene que ejercerse. Repetición que escenifica una y otra vez la tarea usando lo concreto-literal, pues cuesta aceptar el mensaje abstracto. Pero una vez que se ha entendido el mensaje ya no es necesaria la ritualidad literal y el pensamiento deja de estar adherido a lo concreto y puede abstraer. Los rituales canibalísticos recuerdan la función necesaria de un modo literal concreto. Pero no garantizan que esta se ejerza hacia un despliegue de la psique (aceptar la muerte de algo) o hacia una fijación o regresión de la misma fijándola en un funcionamiento de infrahombres (que anhelan el retorno de lo perdido, se quedan fijados en lo literal y no abstraen).

Si la cultura no promueve el pasaje hacia la abstracción es más probable, que bastantes sujetos utilicen el pensamiento mágico-concreto para resolver situaciones cotidianas. Es frecuente hacer un uso de la magia homeopática atribuyendo al vino la energía vitalizante de la sangre de Cristo, así se puede dar vino a los neonatos para fortalecerlos, o a los enfermos bebidas alcohólicas producidas por órdenes monásticas. Aún se vende en farmacias el Agua del Carmen, que un carmelita francés produjo en el año 1611, poniendo en maceración alcohólica varias plantas medicinales. Se indica en el prospecto que 5 ml, tiene un etanol equivalente a 55 ml de cerveza siendo la dosis normal de 2 a 3 cucharitas (15 ml).

Y más grave, sujetos individuales pueden quedarse atrapados en un canibalismo como regulador de su líbido, y, aún más, que esté al servicio de mecanismos psicopáticos. Como pasa en casos clínicos y se representa en películas como “el silencio de los corderos”. Poca gente conoce los actos caníbales en Indonesia.

A partir de 1965, se asesinó a más de medio millón de personas acusadas de pertenecer al partido comunista. Estos hechos se recogen en los documentales de Joshua Oppenheimer “The Act of killing“ y “La Mirada del silencio“. Los asesinos cuentan que tras los asesinatos bebían la sangre de sus víctimas. Lo justifican diciendo que esto los hacía más fuertes, incluso más longevos. Ellos dicen también que beben la sangre para no volverse locos. Lo que podría ser indicativo de una cierta conciencia de la maldad de sus actos, pero que no sólo no pueden reconocer sino que la niegan reforzando el acto mágico del canibalismo, ingieren a la víctima y “viviendo en ellos no la han matado”. Una grandiosidad “narcisismo maligno” destinada a ocultar y bloquear la vulnerabilidad, es decir, un acto psicopático, en el que la escisión niega la pérdida y el “otro” no existe. El recurso al canibalismo indica que ya en la cultura existía la práctica y que el mecanismo psicopático lo ha utilizado como recurso.

Hay un acto de canibalismo ligado a la supervivencia, como en los casos de náufragos,.. Comerse a un muerto requerirá superar un dilema moral, para el que no todo sujeto está preparado.

2.- La desaparición de seres prehumanos cuando surge el hombre

En otras culturas también se recoge. Voy a citar solo dos ejemplos.

En el país vasco los jentilak («gentiles») eran un pueblo legendario de la Edad de Piedra que vivía en las tierras altas y que no conocía el hierro. Eran muy grandes y muy fuertes. Eran paganos, pero uno de ellos, Olentzero, supo de la llegada de Jesucristo y fue a dar la buena nueva a todos los habitantes de su tierra; pues con este nacimiento todos los seres mitológicos antes descritos desaparecerán para siempre. Olentzero, después de encerrar a los demás jentiles en una cueva, marchó a dar la noticia. Después, la tradición cristiana lo convirtió en carbonero y trae carbón a los niños malos por Navidad y regalos a los buenos en la Comunidad Autónoma Vasca, Navarra e Iparralde. Todos estos seres mitológicos son la base de muchos topónimos, como Jentilbaratza («huerto de los gentiles») en Ataun (Guipúzcoa). No se dice que pasó con los jentiles encerrados en la cueva pero se infiere que volvieron al seno de la tierra útero y murieron y que su muerte acabó con su cultura que dejó de influir en los hombres actuales.

En pueblos amazónico-andinos se cuenta como una pareja sabia de antecesores humanos, se transformó al morir en dos plantas necesarias para el brebaje Ayahuasca. El hombre en una y la mujer en otra. De forma que su sabiduría invistió a esas plantas que son maestras de conocimiento, pero que deben de mezclarse juntas en el mismo brebaje para que puedan transmitir la sabiduría que portan. Se hace hincapié en la necesidad de la coniuctio, de unir el principio masculino y femenino, sin lo cual no hay evolución. Y la maestría del brebaje ayahuasca consiste en conducir al sujeto a un estado no ordinario de conciencia en el que se enfrenta con su sombra, y su infierno. No es extraño que se denomine a la ayahuasca como “la soga de la muerte”. Es necesario tener un buen equilibrio psíquico, y estar bien acompañados por un experto, para soportar una experiencia de esa naturaleza. Sujetos que tengan psicosis latentes pueden no aprender nada sino quedar atrapados en una psicosis clínica.

La realidad es que ninguna cultura precedente muere desapareciendo para siempre. Su existencia deja huella en el inconsciente colectivo y condiciona el desarrollo psíquico de las generaciones siguientes.

Los yanomani están en un extremo, en el que esa realidad se incorpora a lo cotidiano, totalmente opuesto a la referencia al país vasco que en el plano consciente reniega de una cultura anterior. El intento cristiano no es exitoso ni siquiera en el plano consciente: Olentxero sigue presente y se recuerda a los gentilak.

En el alma humana no hay nada que pueda perecer sin más, y todo puede transformarse en algo más evolucionado, como nos enseña la psicología.

Ese mismo día, Suhirina-riwë y su familia se convirtieron en esos alacranes, pequeños pero que pican duro; Pokoïhïbëma-riwë y su familia se transformaron en esos alacranes grandes (y negros, pero no venenosos). Los Atamari se fueron a vivir sobre los palos del monte y quedaron transformados en esos hongos (cuyo nombre genérico es peribo). Los demás yanomamo de entonces se transformaron en zamuros y volaron a las matas cercanas; los que eran gente grande y buenos xapori se convirtieron en zamuros reales (una especie de buitres. Desde el punto de vista ecológico, a nadie se le debería escapar la importancia de las aves carroñeras tienen en cualquier biotopo).

3. Los prehumanos como demiurgos

Construyen la realidad necesaria para lo humano y enseñan antes de desaparecer.

Referencias en el país vasco.

Mairuak, constructores de los crómlechs o círculos de piedras, enseñando la construcción. Basajaun el hombre salvaje del bosque, como protector de los rebaños y pastores, o haciendo funciones de fauno, o como dios al que se le roban los secretos tecnológicos (como la sierra, la agricultura, etc.). Sorginak, brujas sacerdotisas de Mari (deidad femenina), la palabra sorgin es una frase hecha entre sor-sortu (crear o hacer) y gin-gintza (hechora o hechor), su trabajo principal estaba en el uso medicinal de las plantas. Martin Txiki («Martín el Pequeño») al que mandan a la “escuela del diablo” para que aprenda. El diablo lo retiene y consigue escaparse, pero el diablo se queda con su sombra y Martin se hace sacerdote. Teme morir en el momento de la consagración si el diablo hace alguna treta. Siempre cierra a cal y canto las puertas de la iglesia en sus misas. Un día de solsticio de verano, un hombre pobre irrumpe en la iglesia en el momento de la consagración, la luz del sol penetra profundamente en ese día y proyecta la sombra de Martín y este muere.

El último relato de Martin es rico para una amplificación junguiana. Aquí sólo quiero mencionar dos cosas: la búsqueda de relación con el diablo, que puede ser maestro apreciado, y que el rechazo de la sombra escinde al sujeto, quien solo podrá evolucionar si la recupera, finalizando su estado escindido, y por lo tanto muriendo el sujeto viejo, para poder llegar a ser un sujeto nuevo. El sujeto escindido podrá decir que es bueno, pero no será más que un beato santurrón, candidato a matar o ser cómplice de la muerte de quien le recuerde algo de su sombra. Solo cuando se elabora el mal, uno puede elegir qué ser.

Esas tradiciones pervivieron y condujeron a la iglesia a reaccionar ejemplarmente acabando con la maestría del diablo y la creatividad femenina, equiparando Sorginak a brujas, detenidas en Zurrarramurdi y conducidas a Logroño, donde la inquisición celebró un Auto de Fe, los días 7 y 8 de noviembre de 1610, que condenó a la hoguera a muchas de ellas.

Los yanomami reconocen la valía de los demiurgos sin reprimir sus legados aún los “negativos” pues los relatos incluyen cambios en los demiurgos que pueden pasar de ser benefactores a ser enemigos de los hombres. Esas funciones se aceptan también, como necesarias. De ahí las figuras de los pícaros, astutos, bufones, que hacen reír para robar, que riegan con sus excrementos,.. figuras equiparables al Trickster que hace trucos o de una u otra manera desobedece reglas y normas de comportamiento. En la mayoría de las tradiciones americanas los tricksters son esenciales para la creación y la vida. La risa abre y libera la rígida concepción. El trickster es un héroe que con su simpleza consigue lo que otros no logran aunque lo hagan todo maravillosamente. Está presente en la alusión de diablo «chasqueado» y «necio», y en los rasgos picarescos de la figura alquímica de Mercurio. La esencia del trickster es la transformación. Como sugiere Campbell, está presente en todos lados en donde existe el desorden, como la sombra de Dios, para ejercer de contrapunto y mostrar que hay algo más, que el misterio es mucho más profundo de lo que creemos. Su labor es la de oponerse al orden con una energía rebelde y provocar la fricción creativa.

En un ritual indígena en el que participé en Ecuador había un personaje, el heyoka, que hacía “payasadas” y trataba de que perdieras la atención en el ritual, ponía a prueba a los participantes y tenía la habilidad de pillar el punto débil de cada uno. Producía temor pues poniéndote a prueba podías perder la atención y entonces te sacaban del ritual. Cuando se metió conmigo yo estaba tenso, hasta que me atreví a reírme de sus payasadas, (no de él), sin perder la atención. Él dejó de hacer payasadas, se río y se fué a poner a prueba a otro.

El aprendizaje no es pasivo. Requiere una actitud activa. En el mito del fuego se ve muy claro.

4. Los gemelos demiurgos

También aparecen en otras culturas. Cito dos ejemplos para hacer hincapié en algunas similitudes y diferencias con los gemelos yanomamis.

En la mitología Maya, en el Popol Vuh se relatan varios intentos de creación del mundo por los dioses y también describe las aventuras de dos grupos de gemelos. Dos hermanos, Hun Hunahpú y Vucub Hunahpú, son convocados al mundo inferior de Xibalba por sus crueles jefes. Al llegar, los hermanos fracasan en todas las pruebas hasta que finalmente son vencidos por los dioses en el juego de pelota y son decapitados. Sus restos son enterrados en la cancha del juego de pelota, menos la cabeza de Hun Hunahpú, que es colgada en un guacal. Una joven diosa del inframundo de nombre Ixquic visita el árbol y su extraño fruto; la cabeza escupió sobre su mano y ella se quedó embarazada de los héroes gemelos, Hunahpú e Ixbalanqué. Ixquic fue desterrada a la superficie de la tierra y se quedó con Ixmukané (la madre de Hun Hunahpú), quien criaba a los 2 hijos mayores de Hun-Hunahpú hasta que dio a luz. Los héroes gemelos muestran una gran sabiduría e inteligencia, llegan a ser unos hábiles jugadores de pelota, tiradores de cerbatana y tricksters. Se enfrentan y derrotan no sólo al terrible guacamayo antropomórfico Vucub Caquix sino también a sus dos hermanastros mayores a los que convirtieron en monos. Hunahpú e Ixbalanqué fueron condenados a visitar a los señores de Xibalba y, cada noche, jugaban el juego de pelota con los dioses del mundo inferior, después de lo cual los dioses intentaban en vano sacrificar a los gemelos, pero éstos los engañaban. Cada noche, los héroes gemelos reciben una nueva tarea que desempeñan en contra de todos los pronósticos. No obstante, un murciélago vampiro le corta la cabeza una noche a Hunahpú y aunque Ixbalanqué la sustituye con una calabaza, los dioses utilizan la cabeza decapitada como pelota en el siguiente juego. Ixbalanqué trama un ardid en el que un conejo hace de pelota y escapa saltando, apartando lo suficiente a los dioses para poder recuperar la cabeza de su hermano y devolverle a la vida. Los gemelos se dejan matar y reaparecen en Xibalba disfrazados de brujos. Engañan a los dioses con actos de magia, matando y resucitando a un perro, a un hombre y luego al mismo Hunahpú. Los dioses quedaron tan impresionados que pidieron ser también sacrificados. Los héroes gemelos lo hacen pero no resucitan a las odiosas deidades, y luego se instalan en el oscuro cielo como sol y venus (en alunas versiones luna).

Los gemelos trabajan juntos, habilidad que van adquiriendo aprendiendo de sus fracasos anteriores y acumulando sabiduría. La segunda pareja es generada por una agresión de la calavera, que transmite su esencia mediante un salivazo, a una diosa curiosa, que quiere conocer, del inframundo. La futura madre es expulsada del inframundo. Son muy hábiles aunque uno lo es más. Convierten a sus hermanastros mayores en monos y son castigados a volver a jugar, en el inframundo, al juego de la pelota con los dioses. Y acaban derrotando como tricksters a estos, quienes reconocen su admiración y piden ser sacrificados. Hecho todo el trabajo, los gemelos se transforman en astros (masculinos aún en su aspecto lunar) que van a influir en la vida de los hombres.

A resaltar: A) La evolución hacia estados más complejos que incorporan la sabiduría y poder de los anteriores. B) La necesidad del trabajo de dos entidades que forman parte del ser, que evoluciona, a veces, sólo con el empuje de una de las entidades. C) La evolución necesita agresión, un modo de forzar el cambio, y esta agresión procede de lo más estable de la materia, el hueso, que conserva la fuerza directriz.

Rómulo y Remo. Descendientes de Eneas quien escapó de la destrucción de Troya. Varias generaciones después Rea Silvia, una virgen vestal para que no tuviera descendientes, fue seducida por Marte. De su unión se engendraron dos gemelos, Rómulo y Remo. Su abuelo Amulio, temeroso de tener rivales, ordenó su asesinato pero el hombre encargado del infanticidio no pudo y los abandonó a su suerte en el río Tíber. Fueron cuidados y alimentados por una loba llamada Luperca y un pájaro carpintero, los animales sagrados de Marte. Sólo una vez que crecieron se les reveló su verdadera identidad y éstos decidieron tomar justicia. Mataron a Amulio. Marcharon al lugar donde fueron encontrados y discutieron dónde fundar su ciudad: Rómulo quería construir Roma en el Monte Palatino y Remo Remoria en el Aventino, además la ley de la primogenitura no podía aplicarse en este caso por ser gemelos lo que los nuevos habitantes debían elegir el rey de otra manera. Se decidió que el que viera más buitres ganaría el mando. Rómulo vio el doble y triunfó. Rómulo trazó los límites de la ciudad y ordenó que nadie los traspasara durante las ceremonias pero Remo le desafió y los traspasó, por lo que pelearon, muriendo Remo poco después a causa de sus heridas. Rómulo enterró a su hermano en el lugar donde quería fundar Remoria. Los romanos tenían pocas mujeres y decidieron conseguirlas por la fuerza y también por la astucia. Se invitó a vecinos de algunas ciudades latinas y a los sabinos cerca del Quirinal y en medio de los juegos realizaron el secuestro de las mujeres. Habían pasado apenas tres meses desde la fundación de la ciudad. Rómulo logró calmar a las jóvenes y con el paso del tiempo, los secuestradores consiguieron ganarse su afecto al demostrar que eran buenos esposos. Tras el rapto los romanos tuvieron que afrontar la ira de los sabinos y los pueblos latinos. Los latinos se adelantaron para marchar contra Roma. Cuando se encontraron ambos reyes se retaron en combate singular mientras sus huestes observaban expectantes. El hijo de Marte venció. Los sabinos entonces se decidieron a marchar sobre Roma. Una sacerdotisa llamada Tarpeya, permitió a un grupo de sabinos entrar a cambio de joyas. Los romanos ocupaban el Palatino y los sabinos el Capitolio, enfrentándose en el llano entre ambos montes, que debido a las fuertes lluvias estaba algo inundado. A Tarpeya, el rey sabino la mató arrojándole no solo las joyas que añoraba sino que otros objetos pesados, específicamente escudos, encima suyo hasta matarla con su peso. Al día siguiente se enfrentaron los campeones de ambos pueblos: Curzio de los sabinos y Ostio de los romanos. Curzio llegó a quedar atrapado con su caballo en la zona inundada salvándose casi de milagro de morir ahogado mientras que Hostilio murió al inicio del combate. Rómulo trató de imponer orden pero fue herido por una piedra. Cuando recupero el conocimiento invocó a Júpiter y prometió construirle un templo en su nombre si le daba la victoria. En esos momentos las sabinas intervinieron en medio de la lluvia de proyectiles para evitar que sus padres (sabinos) y sus esposos (romanos) se siguieran matando entre sí. Tras esto los reyes Rómulo y Tacio firmaron la paz y unieron a sus pueblos en uno.

A resaltar: A) El hecho de que a pesar de ser iguales, sólo uno puede ser el rey y será quien demuestre alguna habilidad superior o sea elegido por alguna fuerza inconsciente. Los buitres anticipan que algo debe ser reciclado, (en esta historia Remo), para que Rómulo lo incorpore y sea astuto, pues el poder le llega al integrar una capacidad de ver y una capacidad de poder herir. B) Reforzado el principio masculino, se necesita lo femenino, y se rapta a la mujer con astucia, tratándola bien hasta que ganan su afecto. C) El rapto lleva a la guerra, que no se hace de un modo destructivo, se dirime con lucha ritual entre jefes, y se castiga la traición, o los juegos sucios. D) Es el eros de las mujeres raptadas inicialmente el que termina con el posible exterminio entre padres y esposos, pactando la paz, consolidada con una unión entre los pueblos.

Los gemelos yanomamis también tienen un origen en el que son salvados de ser devorados por el tigre, quien se come a la madre, pero no el útero que los contenía gracias a la intervención de un sapo protector que los cría. (En Grecia, Roma y en Escandinavia el sapo representaba el útero de la mujer. En alquimia, representa la materia primordial que tiene que ser transmutada).

Hay dos parejas de gemelos. La primera pareja Omao y Soao, es capaz de burlar al tigre, pero fracasan en trabajar juntos para crear a los hombres y a las mujeres. Soao creó hombres débiles, a partir de una madera inapropiada, que morirían jóvenes. Y lo hizo así por impaciencia. Omao hizo una mujer de un pez y le prohibió a su hermano tocarla. Quiso hacer mujeres para Soao, y los demás hombres que este había creado, a partir de mariposas, lo cual no llegó a buen término, por lo inapropiado de la tarea y porque Sorao de nuevo se impacientó. Los dos hermanos se separaron. Sorao se quedó en la tierra y Omao subió al cielo.

La segunda pareja de gemelos Omawë y Yoawë trabajan juntos aunque Omawë es el más activo y resolutivo. Rapta una mujer acuática y por ello el padre de ella intenta ahogar a los hermanos provocando una inundación después de adquirir poder tras enyoparse. Los hermanos lo burlan transformándose en grillos. El Padre hace descender las aguas. Los hermanos tras enyoparse deciden subir al cielo y hacer himou con Motoka-riwë (espíritu del Sol), al que tratan de igual a igual, y le piden que caliente tanto la tierra que la seque. La sequía es tan tremenda que la gente se muere de sed. Omawë y Yoawë perforan la tierra y surge agua. La segunda vez que perforan surge tanta agua que crea una gran inundación. El agua es caníbal, se come los preyanomamis y de sus huesos salen los peces. Como no pueden parar la inundación le echan una vieja para que el agua la coma y se calme. El sacrificio consigue parar la inundación. En otra versión piden a un hijo que lanzara a su madre para que el agua la devorara. Omawë al final de su vida, se convierte en enemigo de los Yanomami «Omawë se volvió demonio cuando fue cazado por el pájaro hormiguero”.

La historia de la primera pareja muestra una enseñanza: la imposibilidad de integrar totalmente la dualidad y, consecuentemente, la necesidad de aceptar una separación de funciones manteniendo su interconexión. Sorao representa el cuerpo, la materia, mientras que Omao representa la conciencia, alma o espíritu. Los gemelos son del mismo género, ya que cada uno es una faceta del mismo ser. Cuando están demasiado interconectados pueden frenar sus potencialidades y el sujeto ser torpe o ineficaz en las tareas. Una separación, sin embargo puede potenciarlas. La conciencia se libera de estar fijada a las necesidades del cuerpo en varias circunstancias. De un modo natural durante el sueño. La conciencia onírica produce información, mediante un mundo virtual que el soñante experimenta como realidad. En situaciones en las que el cerebro funciona en mínimos: comas, anestesias profundas, experiencias de muerte cercana, la conciencia se despliega con una lucidez y clarividencia que cuando el sujeto vuelve a su estado de conciencia de vigilia puede relatar que ha conocido cosas hasta entonces ocultas. En el polo opuesto en plena actividad corporal como en la relación sexual profundamente amorosa en el orgasmo se puede entrar en un estado de conciencia no ordinaria y lúcida. Estos estados de separación cuerpo-conciencia, se producen más de lo que muchas personas reconocen, lo mismo que muchas no recuerdan sus sueños. La razón es que pueden ser vividos con angustia y, entonces, se reprimen siendo olvidados. Sin embargo la separación es fecunda y promueve y produce conocimiento.

La mayoría de los sujetos siguen anhelando fusionar la dualidad, negando la separación. Las razones psicológicas: si no se ha tenido el suficiente amor se sigue anhelando, y se espera encontrarlo alguna vez. Se idealiza que el encuentro con el doble perdido por algún sitio, dará completud y felicidad. De ahí el anhelo de encontrar “el alma gemela”, “la media naranja”, que puede estar pedida en esta existencia o en el conjunto de existencias múltiples a través de las reencarnaciones. Un mecanismo narcisita que niega la falta. Es tanta la necesidad del sujeto que tiene muchas posibilidades de cometer errores y uno frecuente es establecer una relación de colusión narcisista en la que la fusión llega a anular a uno de los miembros o a los dos, y los hace muy interdependientes, con un sentimiento de ser muy importantes. Esto va mucho más allá de los mecanismos de identificación que se producen en las parejas que pueden acabar usando las mismas palabras y teniendo gustos similares.

En la colusión narcisita puede terminar pasando lo de este mito de los iroquíes.

Enigorio y Enigohatgea, hermanos gemelos. Fueron los primeros dos hermanos de la raza humana, que existieron desde el principio de todas las cosas. Cualquier logro que uno realizaba, el otro lo deshacía o trataba de deshacerlo. Enigorio representaba o personificaba lo bueno y Enigohatgea, lo malo. Enigorio toleró a su hermano durante largo tiempo, pero finalmente perdió la paciencia y le dio tal golpe que Enigohatgea fue lanzado a las profundidades de la tierra, donde llegó a ser el rey del submundo. Ahí, aún mora, ocupado en pensar y planear el desequilibrio.

Un ejemplo de colusión narcisista es la pareja bíblica dios-diablo. En el pasaje de las tentaciones de Job, se describe un desafío entre ambos, en los que quieren ganar. Usan a Job como prueba de su poder. Dios permite al diablo que vaya martirizando a Job para demostrar que este no perderá la fe. Gana Dios, pero ¿era necesaria esa tortura? Quizás Job la pudo soportar, pero muchos hijos de padres que triangulan sus peleas con los hijos sucumben, y se quedan atrapados en uno u otro de los progenitores. De hecho Job quedó atrapado en el lado de Dios.

Los yanomami parecen aceptar esos estados de separación interconectada. Y propician el encuentro con su identidad separada, en sueños y entrando en estados modificados de conciencia mediante el yopo, que inhalan en un ritual en el que interviene un otro que lo sopla. Buscan conocimiento, muchas veces para sanarse reconectando con su doble animal. Se podría decir que ese reencuentro es demiúrgico pues produce un cambio en las cosas naturales reordenándolas.

La segunda pareja yanomami trabaja junta en algunos momentos fundamentales de supervivencia pero con autonomía en muchos otros, siendo Omawë quien representa el impulso más activo, y Yoawë quien acepta su autoridad. En este relato aparece la necesidad de completar lo que falta: lo femenino. Y es más evidente el uso del yopo para acceder a un plano de demiurgo con poder sobre las aguas, con encuentro como iguales con el sol, y cambian la tierra, que se seca,.. En ellos este episodio de iguales al sol, les puede conducir a un estado de inflación del yo en el que la fortaleza que perciben de ellos mismos, siendo grande y creadora, va más allá de sus posibilidades reales, y la última inundación ya no pueden controlarla y destruye la mayor parte de los seres.

Enseñanza: La inundación simboliza la irrupción de las fuerzas del inconsciente que tienen un enorme potencial, un tsunami, hay que tenerles respeto, te puedes aliar con ellas si te acercas con prudencia, sino es así te pueden poseer (el sujeto puede atribuirse el poder como derivado sólo de su propia capacidad).

La alquimia se ha ocupado siempre del agua permanens que se obtiene del lapis, es decir de la prima materia, por medio del tormento del fuego. Antes de la inundación, el sol abrasa la tierra a petición de los gemelos. El agua representa el ánima mundi ligada a la materia sacada del «huevo» (inframundo) y liberada por medio del «cocimiento» y después por la espada (la maza shirimo y/o pico del pájaro Koromaritawë). El «agua» es una especie de superfuego, oculto, que quema, desmembra, inmola, y produce tormento antes de la transformación. Es caníbal. El agua vivifica y fecunda pero también mata. Sin conciencia y aceptación de la necesidad de pasar por un proceso de tormento el agua continúa su canibalismo. La aceptación se simboliza por echarle una persona, una vieja, o una madre, entonces el agua se calma y de los huesos de los muertos surgen los peces en la transmutación alquímica.

El proceso puede matarte o transformarte, incluso en lo opuesto a lo que eras. El ataque que transforma a Omawë en enemigo de los futuros yanomani es el de un pájaro hormiguero. ¿A pesar de ser un héroe demiurgo en el fondo no era más que una hormiga? Ser enemigo de los yanomami es destruir su propia obra. ¿Se habrá dado cuenta, gracias al oso, de que es más pequeño de lo que creía y que el tiempo dedicado a su obra lo ha perdido para el mismo y es dependiente de su creación? ¿No lo habrá podido aceptar y estará rabioso?

5. La inscripción en la cultura como ser humano

Es como consecuencia de una cadena de acciones agresivas que rompen el orden anterior en una superposición escalonada de destrucciones y creaciones, hasta llegar al ser humano. Ver mito

Esas acciones no se proyectan al colectivo, cada sujeto interviniente sufre las consecuencias de su acción, con transformaciones individuales. No se constituye ningún pecado original del colectivo. No se instauran normas restrictivas o tabúes para evitar repeticiones. No existe un sentimiento de rechazo a los acontecimientos del origen. Sienten que ese origen les dota de capacidad de adaptación ya que son guerreros capacitados.

Es muy distinto lo que describe el mito yanomami de lo que describen mitos de nuestra cultura, en los que la inscripción se hace en relación a un proceso de culpa que condiciona el desarrollo.

Zeus fulminó con su rayo a los Titanes y de sus cenizas y la tierra surgieron los seres humanos quienes poseen un componente titánico y otro dionisíaco, al nacer con algo de la antigua culpa de la muerte del semidios Dioniso, por lo que deben purificarse al evitar el derramamiento de sangre de hombres y animales, de este modo, al final de la existencia, su alma es liberada del cuerpo (casi tumba y cárcel), para reintegrarse al mundo divino de donde procede.

El mito cristiano del pecado original. Adán y Eva, desobedeciendo a Dios, cometen un pecado. El pecado fue comer el fruto del Árbol del Bien y del Mal. Al transgredir el mandato divino, son arrojados del Jardín del Edén, son condenados a la mortalidad y a tener que vivir de su propio esfuerzo y Eva a parir con dolor. ¡Y lo que es más cruel la culpa de Adán se extiende a toda la humanidad, y, no puede ser redimida por el hombre! La culpa del hombre solo la puede redimir dios (se hace semihombre para ello Cristo). Cristo muere con sufrimiento y enseña el amor. Una enseñanza con consecuencias nefastas. Si uno no puede redimir sus culpas, y hay otros que lo pueden hacer por uno, hay un proceso de delegación y de dominio. Si Cristo ha sufrido tanto por ti, para redimirte, ¿Qué derecho tienes a desear una muerte sin dolor? Si el amor redime, y hay que perdonar al maltratador como prueba de amor, y eso se les enseña sobre todo a las mujeres, ¿Cómo esperar que rompan la escalada de maltrato?

Hay una primera parte del miro que recoge una verdad. Para que sea posible la evolución, no se puede vivir de acuerdo solamente a uno de los polos, vivir de manera unilateral. El Árbol del Bien y del Mal, contiene los opuestos, representa el árbol del conocimiento, no es posible conocer algo en profundidad, sin conocer la existencia de su opuesto. Cuando Adán, inspirado por su parte femenina instintiva, decide comer su fruto, abre el camino a la posibilidad de una nueva existencia. Realmente transgredir la norma les hace humanos.

En los yanomami se describe un paralelismo entre el desarrollo filogenético y el ontogenético que recorre las claves del primero. El primer paso de inscripción en la cultura de nuevo miembro, un hijo, es ponerle el nombre. Función del chamán, alrededor de los seis meses de vida, quien se guía por sus sueños. En nombre es secreto hasta que a los cinco años pasan a otra etapa, tiene su chinchorro y pueden pronunciar su nombre. No hay información sobre si piensan que el hijo tiene una capacidad de diferenciación yo-noyo, en esa etapa alrededor de los seis meses, como se sabe en la psicología evolutiva, y si estuviera ligada a la salida de los dientes y la capacidad de agredir con ellos. Pero hasta los cinco años la identidad se está construyendo, entonces ya pueden pronunciar su nombre. También esta edad es significativa para el psicoanálisis.

Los Yanomami se consideran un pueblo que evoluciona de un ser troncal común a otros pueblos. Se llaman entre ellos utilizando términos tecnonímicos; sin usar su nombre propio, o se dirigen a los otros por su parentesco: ‘hermano de mi padre’, ‘cuñado mío’, etc. Se extrañan de que los napë utilicemos el nombre propio y más, cuando saben que se repite mucho: Miguel, Juan. Omawë llama a Yoawë por su nombre, hecho tan insólito que requiere explicación: Omawë estaba enseñando a los napë. Es decir, no habla a los Yanomami; esto refuerza la imagen de un Omawë maestro de ambos pueblos. Un ser troncal antecesor común de linajes que se separan en la evolución.

6. Poder personal. Poder político. Dominación

En este terreno vimos bastantes diferencias respecto entre su cultura y la nuestra.

El poder político, se ejerce de un modo pragmático, como extensión del poder personal aplicado a la relación con otros. Ejercer el poder implica siempre un acto de cierto dominio. Parecía que ese dominio no se hacía contra el individuo aunque le forzara a ser activo, a abandonar la comodidad, y a servir al colectivo.

Podíamos inferir de lo que observábamos, e intuir en ellos, un sentimiento de poder personal bastante consolidado. Su espontaneidad, falta de retraimiento, búsqueda del contacto, motivación autónoma sin esperar a sus jefes, podría indicar ese poder personal entendido como capacidad de hacer concordar emociones, representaciones y actos en una conducta bien articulada, integrada internamente y adecuada a la situación exterior. No observamos conductas de renuncias individuales ante autoridades, ni que se quedaran apocados ante conflictos. Ya mencioné que les pagamos una flauta que rompimos. También mencioné su capacidad de entender que un acto mío de ruptura de su radio no le llevó, a su dueño, ni a agredirme ni siquiera a reclamarme un dinero equivalente. Entendió que mi agresión no era contra él y que quizás le liberaba de una preocupación. Ejerció su libertad asumiendo la responsabilidad que conlleva. Y eso que yo fui impulsivo y actué desde mi rabia a los misioneros. Vimos afectividad, buen trato a los niños y se podría inferir que tienen las bases para un desarrollo adecuado para construir ese poder personal.

Los niños no están sometidos a ningún tipo de autoritarismo por parte de sus padres biológicos, no se hallan obligados por normas rituales. La educación es de un tipo lúdico-imitativo. Los juguetes de los niños son réplicas en miniatura de los instrumentos de trabajo. Los niños y niñas juegan en libertad y tratan incluso de parodiar los ejercicios sexuales de los adultos, sin que nadie tenga reparos en esas actividades. Esto tiene sus raíces en su cosmogonía y en las estructuras familiares. No espantar ni ahuyentar, por causa de violencia, al espíritu-compañero (alma) del niño. Temor a causar el desamparo del niño por su guardián invisible y que este pueda enfermar o morir. Incluso se puede temer que el espíritu-compañero del niño, «asombrado», tome represalias, enfermando o matando a los padres culpables.

Ese poder personal hay que mantenerlo. Los guerreros tienen que estar atentos a lo que sucede. La confianza en el poder es lo suficiente como para atreverse a dejar de realizar todos los rituales funerarios si el muerto/a había infringido ciertos códigos morales. No hacer todos los rituales les arriesga a que el muerto quede en la tierra y el Pore tenga más capacidad de hacer daño.

Las ideas previas que tenía de que los yanomami son un pueblo intratable, feroz y presa de guerras intestinas que llegan al último núcleo familiar, no sólo son exageradas sino derivadas de incapacidad de entender sus costumbres, que pueden resultar muy chocantes, como la gestión del conflicto cuando hay ofensas, la guerra,.. y de juzgarlas como malas, y derivadas de un mal uso de la ley del talión, con prejuicios etnocéntricos desde una cultura superior. Los yanomami no son un pueblo arcádico y bucólico, buscar eso es indicativo de una idealización de una etapa perdida sin haberse superado, y no tienen nada que ver con el estereotipo sobre su ferocidad.

Cuando he mencionado otros ejemplos de gemelos en otras culturas también he recogido, sin comentar demasiado, cómo se puede regular el conflicto o la guerra tratando de destruir lo mínimo posible, como ocurre en el relato de Rómulo y Remo, pero, también, el esfuerzo que hay que hacer por contener la agresividad en su punto justo y lo fácil que puede ser pasarse, como ocurre entre sabinos y romanos, hasta que finalmente se detiene la destructividad gracias a la intervención de las mujeres.

Las sabinas tenían motivos para estar indignadas con sus raptores, podrían haberse vengado de ellos, pero en la convivencia fueron bien tratadas e integraron un coraje y amor a la vida que les llevó a parar la guerra y demostrar que tenían la autonomía de decidir lo que querían y ya no eran objeto, ni iban a permitir que los hombres las utilizaran como excusa para medirse y destruir los pueblos.

Una chamana Sami de Noruega, que visitamos años más tarde, decía que no podía entender algo que le producía tristeza y que debía ser grave, por su arraigo. Se preguntaba qué les ocurría a las mujeres españolas para no sacar las uñas e impedir los desahucios. Algo que no debería tolerarse ni con una sola persona.

No vimos situaciones de dominación de hombres a mujeres. Ni tampoco vimos acciones de las mujeres yanomami que remedaran esa fuerza colectiva de las sabinas.

¿Tendrían el poder personal como para ejercer un poder político intenso si fuera necesario?

7. Géneros. Sexo

La apariencia es de ser una cultura patriarcal.

Pero hay elementos que llaman la atención, parecen cuestionar eso y requieren un análisis más profundo para dilucidarlo.

El primero, el episodio en que una yanomami en un juego erótico me mostraba los genitales y yo sentía temor.

Lo segundo, algunos elementos sacados de la revisión de sus mitos y cuentos.

Discusión del significado de mostrar genitales femeninos

Las reflexiones explicativas de entonces estaban influidas por mis conocimientos psicoanalíticos de aquella época, más freudianos, reichianos…Desconocía el psicoanálisis relacional y el junguiano. Con esas herramientas ya no acepto que el fin de la pulsión sea la satisfacción libidinal, sino, más bien, construir la relación. Lo que aleja la interpretación del foco exclusivo de la castración.

Pudo ser una expresión del poder personal de aquella mujer que se mostraba orgullosa de su cuerpo y no lo ocultaba. Una epifanía de su poder, ante la cual también se siente temor, como ante cualquier manifestación de lo numinoso en su juego de Trickster. Yo no reconocía en su acción nada de mi cultura patriarcal sexofóbica. Era un hecho fuera de lo esperable en mi mundo (una mujer que se oculta y avergüenza de sus genitales, lo que activa en el hombre un intento de conquista, que le llevará a actuar dominando o a reprimirse por miedo o censura moral).

Las representaciones de genitales y pechos femeninos y de mujeres embarazadas que aparecen en los relieves, en las pinturas rupestres y en otros útiles, son pruebas arqueológicas de que los pueblos del Paleolítico y del Neolítico adoraban a diosas. Muchas sociedades consideran que la sexualidad de la mujer es mucho más fuerte que la del hombre. Los Moi Sedang afirman que las exigencias de sus esposas eran tales que por la noche masturbaban a sus maridos, agotados por el trabajo del campo, para incitarles a que les hicieran el amor a pesar de su cansancio. Con el auge del patriarcado, sin embargo, la vulva pasó de ser un lugar de reverencia a convertirse en una parte de la mujer puritana, innombrable y sucia.

En la clínica de psicoterapia es frecuente recoger que la mujer tiende a despreciar su órgano, a veces hasta el punto de no entender que el hombre pueda interesarse por él. Algunas no sólo ven su sexo como defectuoso y asqueroso, sino también como amenazador y agresivo. A veces la virginidad es una defensa para proteger a los hombres de la violencia que la vulva puede infligirles y el temor a ser dañada después.

Hace 12 años me pidieron de un instituto que impartiera clases de educación sexual a alumnos de 14 años. A pesar de mi costumbre, por la clínica, me sorprendí de constatar el grado de rechazo de las chicas por sus genitales y del nivel de violencia latente entre los géneros que se detectaba en las aulas.

Se encuentran relatos similares en varias culturas, lo que indica una estructura fantasmática común en el inconsciente colectivo.

Baubo (una sirviente) exhibió su vulva a Deméter, quien estaba de luto por su hija Perséfone, lo que activó sus pulsiones sexuales. Perséfone fue raptada por Hades y, tras un pacto, tenía que estar con él seis meses en el inframundo antes de regresar a la tierra para estar otros seis meses. La sexualidad poco satisfecha de esta diosa la predisponía a reaccionar con una excitación erótica ante el espectáculo «obsceno» que Baubo le ofreció. Era más madre que esposa. Hay dos versiones: exhibición simple de la vulva y la exhibición de la vulva a lo largo de un alumbramiento: del de Iakchos. Los dos tipos de exhibición son igualmente capaces de alegrar a Deméter. Perséfone era hija de la violación de Deméter por Zeus. Las diosas no son madres particularmente sacrificadas. La relación simbiótica entre Deméter y su hija era expresión de una relación sexual entre madre e hija. Las diosas solían tener un joven amante que a veces había sido también su hijo. En su peregrinaje buscando a Perséfone, Deméter funda el templo de Eleusis, se une sexualmente a Triptólemo a quien enseña los secretos de la agricultura y es el primer iniciado, hierofante, en los misterios de Eleusis. Baubo también habría consolado a Isis, que llevaba luto por su hermano y esposo, Osiris, asesinado y desaparecido, exhibiendo su vulva. La diosa Hathor consoló e hizo reír al gran dios Pré-Harakhti, a quien el dios Baba habla ofendido: Hathor le exhibió su sexo, con el fin de ayudarle a vencer su tristeza, ofensa y enojo. En Japón la diosa-Sol Amaterasu, enfurecida por los actos sacrílegos de su hermano Susanoo, se encierra en una gruta celeste, dejando al mundo en la oscuridad. Las otras divinidades se reúnen en consejo: practican la escapulomancia, empleando omoplatos de ciervo, fabrican un espejo y ensartan joyas que, con ofrendas de tela, atan a las ramas de un árbol sagrado. A continuación, una divinidad denominada Ame no Koyane recita unos norito. Otra, la Diosa Ame no Uzume, se remanga, adorna sus cabellos con algunas ramas, coge un manojo de hojas de bambú de origen celeste, pone un recipiente tumbado en el suelo ante la gruta en la que Amaterasu se ha retirado, se sube encima de él y lo hace resonar dándole patadas con los pies. Al hacer esto Ame no Uzume acaba en un estado de trance de modo que desnuda sus senos y baja los cordones de su ropa hasta las partes sexuales. Entonces, la llanura celeste se mueve y las ochocientas miríadas de divinidades se echan juntas a reír. Amaterasu vuelve y con ella la luz. Similitud entre la inquietud de las diversas divinidades después de la desaparición de la diosa-Sol en el Japón y la angustiante esterilidad con la que Deméter azota los cultivos de los humanos, impidiéndoles así alimentar a los dioses por medio de sacrificios.

Rotermund afirma que el desnudamiento del sexo puede asegurar la fertilidad y cazar y forma parte también de las tentativas para reanimar a los enfermos y recordar los muertos.

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Por lo tanto es común que mostrar la vulva, como acto de poder personal femenino, produzca un cambio en el receptor incrementando su eros sobre todo cuando este está inhibido. El estímulo revitaliza al sujeto, le puede sanar e incluso dar fuerzas para hacer el duelo, abandonando el estar atrapado en el mismo, e incrementa poder personal para otras funciones que requieren destreza como la caza.

Sin embargo,… Megumi Igarashi, es una artista de 42 años residente en Tokio firma sus obras con el alias de Rokudenashi-ko («chica mala») que fue bautizada por los medios como «artista de la vagina» por sus diversas esculturas e instalaciones de arte pop inspiradas en los genitales femeninos. Fue detenida acusada de distribuir «material obsceno» pues había exhibido esculturas de yeso que reproducen su propia vagina, según fuentes policiales. Antes ya fue detenida por haber enviado datos que servían para recrear sus genitales con una impresora 3D, lo que según las autoridades vulnera la ley japonesa que prohíbe distribuir material «obsceno». Igarashi, afirma que los genitales femeninos «no son obscenos». Igarashi fue puesta en libertad bajo la condición de destruir los datos que había distribuido y las obras en las que reproduce su vagina. De ser declarada culpable podría ser condenada a una pena de hasta dos años de prisión o multada con 2,5 millones de yenes (24.665 dólares), según los medios nipones.

Las mujeres han tenido poder, aceptado por los varones, aunque a veces estos estaban engañados hasta que reaccionan.

Los Selknam, selk’nam o shelknam, también conocidos como onas, fueron un pueblo ubicado en el norte de la isla Grande de Tierra del Fuego. Vecinos de los Yaganes, entre otros pueblos de la zona. Originalmente, eran nómadas terrestres, cazadores y recolectores. Luego de un proceso de transculturación de más de un siglo, esta etnia solo está representada por descendientes mestizos. En el museo de Usuahia pude ver mucha información de sus costumbres. Los Selknam celebraban ritos de iniciación masculina, llamado h’ain, durante los cuales los ancianos revelaban los secretos tribales a los jóvenes o klóketen. Realizado alrededor de los 18 años, daba a los jóvenes la categoría de adultos. H’ain se basaba en un mito de un tiempo mítico en el que las mujeres mantenían dominados a los hombres disfrazándose de espíritus. Los hombres eran ingenuos. Hasta que el Sol les descubrió la impostura y todas las mujeres, excepto su esposa Luna, fueron asesinadas. Desde entonces los hombres se apropiaron del engaño y continuaban representándolo para dominar a su vez a las mujeres. En el h’ain, los cuerpos eran pintados, y había durísimas pruebas para los iniciados.

Las rivalidad entre géneros es soterrada, aunque la siguiente historia, narrada por Ovidio en Las Metamorfosis, es explicita e interesante.

Tiresias sorprendió a dos serpientes apareándose, las separó y, a raíz de esto, se convirtió en mujer. Siete años más tarde, Tiresias volvió a ver a las mismas serpientes en las mismas circunstancias, volvió a golpearlas con su bastón para separarlas y al hacerlo, se convirtió nuevamente en varón. Esta experiencia única hizo que Zeus y Hera recurrieran a él como árbitro en una discusión sobre quién experimentaba más placer sexual, si los hombres o las mujeres. Cuando Tiresias afirmó que el hombre experimenta una décima parte del placer que la mujer, Hera, indignada, lo castigó dejándolo ciego. Zeus, sin embargo, le otorgó el don de la profecía y una larga vida. Siendo mediador: gracias a sus dotes proféticas, media entre los dioses y los hombres; por su condición andrógina, entre hombres y mujeres; y por la excepcional duración de su vida, entre los vivos y los muertos.

Tiresias es castigado por Hera por revelar el secreto. Es interesante señalar que Tiresias pudo saberlo cuando fue mujer, en términos junguianos cuando se relacionó con su ánima, a partir de ese momento ya era andrógino y podía dejar de usar los ojos pues veía de un modo más integrado.

Revisión de los mitos y cuentos

Los yanomamis valoran mucho la relación sexual. Y hacerla como es debido. La buena cópula -legítima o ilegítima- es una de las más deseadas aspiraciones de los Yanomami.

Yoawë es el primero en copular con Hokotoyoma pero lo hace arrastrando sus testículos por el suelo y haciendo un ruido líquido; Omawë le reprendió: “-No es así como hay que hacer. Es necesario fornicar en silencio. Los humanos no querrán oír eso. Pensarán en cosas repugnantes-. Omawë atrapó a la mujer por los brazos, la hizo extenderse. Hizo el amor en perfecto silencio».

¿Silencio? Evoca intimidad, centramiento en la acción, introversión, estar en contacto en la relación, versus histrionismo, exhibicionismo…

Hay que recordar también que hay prácticas sexuales castigadas como el incesto.

Vagina dentada

Raharariyoma va a coger agua a un caño donde Omawë y Yoawë suelen ir a pescar. Copulan con ella. Omawë hace que la vagina de la joven se transforme en una boca con dientes. Howashiriwä, otro de los Primeros Seres, intenta seducir a la joven pero la vagina de ésta le corta el pene. De esa mujer Omawë tuvo una hija bellísima. Cuando Omawë estaba de wayumï, se le presentó el mujeriego de Yarimi-riwë y, llorando, le pidió a su hija. Omawë, como era bueno, se la dio. Cuando Yarimi-riwë fue a copular con su nueva mujer, la vulva de ella le mordió el pene porque Kamanae-yoma se había metido adentro una piraña hambreada. El hombre, loco de dolor, se encaramó a un árbol y quedó convertido en mono blanco. En una inundación. Rahariyoma se pinta con lunares rojos y se sumerge en el agua. La inundación, cede. Omauwä la convierte en rahara, el monstruo acuático, la serpiente que provoca periódicamente las crecidas de los ríos.

La mujer acuática es bella y viscosa y tiene peces dentados en su vagina. Hay que pescarlos antes de copular con ella. «Los monos capuchinos aparecieron entonces. Cuando la muchacha abría sus muslos se notaba en su vagina la presencia de peces dentados. Los pescaron. Los monos se quedaron mirándola manoseándose el pene y se inclinaban para contemplar el sexo de la muchacha». Un mono intentó poseerla pero el último pez le cortó el pene.

La relación entre vagina dentada, agua y peces es muy marcada. También parece claro que para la cópula el varón debe tener una disposición de respeto a la mujer. Cuando no es así se arriesga a ser castrado. Da igual que haya legalidad como cuando Omawë da su hija al mujeriego, la hija no acepta ese mercadeo y ella misma se mete la piraña en la vagina. Además de quedar castrado el ser regrede a mono blanco. La hija de Omawë tiene una vagina normal, la piraña se la puede sacar. Su madre tiene una vagina trasformada en boca con dientes por arte de Omawë, eso le ha cambiado su naturaleza, es una quimera, aunque Omawë lo haya hecho para darle un recurso frente a los abusos la ha desnaturalizado. Decide sumergirse en el agua para detener la inundación, hecho que sucede sin que sea devorada, no muere y su medio ya no es la tierra y tiene que encontrar otro modo de ser. Omawë la convierte en monstruo acuático. Parece que la intervención masculina interfiere en el proceso de capacitación de la mujer y la desnaturaliza.

Reflexión. Con estas consideraciones, se puede descartar la vagina dentada como proyección del temor del varón a ser castrado. Al contrario, parece una creación fantástica del propio varón para contener su impulso al dominio sexual sobre la mujer. Si esa creación se pretende literal se desnaturaliza a la mujer, la regrede a algo menos evolucionado, a la fase oral, y no le queda más que ser monstruo acuático. Las mujeres aprenden de eso y se hacen autónomas, pudiendo meterse en la vagina pirañas, sin cambiar su naturaleza, preservándose de ser agredidas y si lo son, los hombres son castrados y regreden a monos.

Errores en interpretaciones sobre los roles de la mujer en la historia humana

El término historia hace referencia a cambio en el tiempo, a un pasado. En el pasado más cercano a nuestra época la humanidad ha estado mayoritariamente en un período patriarcalista.

De ahí se deriva un enfoque unilateral que toma al varón como medida de todas las cosas y ve la realidad desde la perspectiva masculina. Lo que se denomina posición androcéntrica.

Sally Linton, en 1971, es la primera antropóloga, que propone: “Son las homínidas las que recolectaron, las que inventaron los primeros instrumentos (palos cavadores y contenedores para transportar los productos vegetales y las crías) y las que, en principio, compartieron la comida con sus crías.»

Hawkes y Woolley (1977): «Se admite por lo general que, como derivación de su antigua función de recolectora de alimentos vegetales, fue la mujer quién inventó y desarrolló la agricultura»

Campbell en (1991): «Aquí fue la mujer quien se mostró suprema: no sólo eran las portadoras de los niños sino también las mayores productoras de alimentos. Al darse cuenta de que era posible cultivar, así como recolectar vegetales, habían hecho a la tierra valiosa y se convirtieron, por tanto, en sus poseedoras. Así ganaron tanto poder económico y social como prestigio, y se formó el complejo del matriarcado.»

Se han interpretado como masculinas algunas figuras que luego se han reconocido como femeninas.

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También en la caza paleolítica participaba la mujer.

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Lo mismo que quien pintara la cazadora pudo inspirarse en la constelación Orión, los griegos hicieron lo mismo para explicar un mito: Orión, un gran cazador, y Artemisa la diosa de la caza y la noche, se enamoran. Apolo trata de matar a orión mandando un escorpión. Orión se escapa y Apolo engaña a Artemisa para que lance una flecha que mata a Orión y esta lo manda al firmemente junto a su perro Larios (La estrella Sirio).

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Gracias a estos nuevos aportes con enfoque de género de la antropología y otras ciencias sociales, hoy es fácil suponer que las mujeres prehistóricas no dependían de su pareja, dado que la estructura social en la que vivían era el clan, en el que niños y niñas eran criados por la comunidad en conjunto. Eran muchos los ojos que custodiaban y ayudaban a la supervivencia de los seres más vulnerables del clan, y es fácil suponer que las mujeres gozaban de libertad de movimientos y que su reclusión en el espacio doméstico, según Engels, aparecería con la propiedad privada y la transmisión del patrimonio (recursos, animales, mujeres) entre hombres.

Masculino antes de lo femenino

Los varones yanomanis son los primeros en ser creados, es decir, en ser autoconscientes. En la mayoría de las culturas ocurre lo mismo.

Una percepción androcéntrica. Que puede reflejar una necesidad de los varones para constituirse como tales. Necesidad de una actitud agresiva para diferenciarse de la participación mística previa, como condición primera antes de poder estar en una posición más receptiva (femenina).

El feto masculino tiene que ser más activo que el femenino para expresar su código genético, en un ambiente uterino con sus hormonas femeninas, si el embrión masculino no produce hormonas masculinas no desarrolla su cuerpo y su sistema límbico queda condicionado por las hormonas femeninas. La diferenciación de lo femenino es una tarea más acuciante, desde un inicio, en el género masculino. Sin ella no llegará a expresar su potencial genético. ¿Marca esto un empuje a la acción ligada a la supervivencia? La identidad de género masculino se acabará de constituir en un proceso de relación afectivo sexual con la madre, con etapas claves en la fase oral, y la fase genital. Para acceder a la segunda fase, necesita sentir su masculinidad lo suficientemente fuerte como para abandonar la relación oral con la madre y abordarla genitalmente. Eso se cuece en una relación amorosa libidinal con el padre, amando al padre se ama lo masculino y se ama a sí mismo como varón.

Cuando se ha ido consolidando la separación, el hombre guerrero yanomami echa en falta algo que equilibre su impulso de acción, que si no es contrapuesto o contenido llegará a ser estéril ya que perderá el aspecto creativo inicial. “El hombre solo se aburre”. Está abúlico, ha perdido la motivación para vivir, le falta voluntad, iniciativa y energía. Es necesario, crear a la mujer. Crearla psicológicamente es el acto de reconocer, como necesaria, su existencia, supone elaboración y acción.

De la sangre de Peribo habían nacido solo hombres. No había mujeres. Por eso aquellos hombres tenían como mujer los huecos de los árboles y el ano de sus compañeros. Es decir tenían relaciones homosexuales.

El mito de la pantorrilla preñada. Un Yanomami, harto de que los demás le eyaculen en el ano, hizo el amor introduciendo el pene en el hueco de los dedos del pie. La pantorrilla de éste comenzó a crecer, justo en el lugar del músculo: la pantorrilla estaba encinta. Pronto el músculo explotó para dar a luz un recién nacido. El que había engendrado preguntó: “-¿Es un varón? -¡No, es una hembra!” Cortaron el cordón umbilical y el hombre cuya pantorrilla había explotado se acostó cerca de ella en su hamaca. La alimentó con agua. La hija creció y llegó muy pronto a la edad de la razón. El que le dio a luz y la nutrió la tomó por esposa. Se instalaron juntos en el mismo fuego. La desfloró cuando tuvo sus reglas y ella no tardó en salir encinta. Tuvo una hija que el padre dio a su compañero. Así los Yanomami proliferaron.

Crear el espacio virtual en el cuerpo del varón, un útero, y dar un tiempo de proceso de gestación parece más dinámico. En algo el varón se siente con poder de generar y necesita ser creativo, probablemente la fuente de inspiración es su propia ánima (Jung), como mediadora para acabar de integrar su lado femenino y poderse relacionar con la mujer real. El proceso requiere tiempo, una gestación.

Es interesante este mito griego

Zeus tomó el feto se Sémele muerta y lo cosió a su propia pantorrilla, de modo que terminara la gestación en su propio cuerpo. Era padre de ese feto y Sémele murió por un engaño de Hera vengando la infidelidad de Zeus. Meses después nació un bebé que recibió el nombre de Dioniso, “el nacido dos veces”. Hera instó a los titanes que asesinaran a Dionisos de modo ritual para que no quedara nada de él. Atenea rescató su corazón que ingirió Zeus y emanó un nuevo Dionisos ya inmortal. Por todo lo sucedido Dionisos estaba demente y vagaba buscando su identidad. La diosa Cibeles en Frigia lo rescató y él se entregó a su culto. Dioniso es un dios de ritos religiosos mistéricos, como los de Deméter y Perséfone en la ciudad de Eleusis.

La identidad requiere un proceso largo que incluye la superación de varios nacimientos (al menos de la relación con la madre y con el padre. Nacer es salir de estar en dependencia infantil con ellos), de superar los enredos de la pareja combinada de padres (que te vuelven loco), de trascender a ambos y seguir buscando para salir de las locuras que te hayan quedado….

¿Patriarcado en los yanomami?
No en esta acepción.

El patriarcado puede definirse como un sistema de relaciones sociales sexo–políticas basadas en diferentes instituciones públicas y privadas y en la solidaridad interclases e intragénero instaurado por los varones, quienes como grupo social y en forma individual y colectiva, oprimen a las mujeres también en forma individual y colectiva y se apropian de su fuerza productiva y reproductiva, “división sexual del trabajo” de sus cuerpos y sus productos, ya sea con medios pacíficos o mediante el uso de la violencia. Un sistema jerárquico, discriminatorio y la causa de las desigualdades. Visto como «natural» y normal. Basado en la apropiación, concentración y monopolización del poder y la autoridad por parte de los hombres sobre las mujeres y otros hombres, existente en las sociedades antiguas y modernas. Se encuentra presente en los actos aparentemente más privados y personales. Condiciona la forma en que se establecen relaciones interpersonales en todas las dimensiones: sexual, familiar, económica, cultural y política.

Lo que vimos no coincide con la descripción. Los hombres no ponen los nombres a los hijos (el chamán reconoce una cualidad esencial en el niño), son sujetos diferenciados del clan aunque se les nombre en referencia al mismo, no se posee la tierra.-madre. En la revisión de mitos la reflexión sobre la vagina dentada tampoco avala el patriarcado. Ni la distribución del trabajo excluye a las mujeres de la recolección, de la pesca, ni de la agricultura.

Tampoco en su constitución histórica.

En algunas de estas sociedades existen mitos que afirman un pasado matriarcal y que posteriormente las mujeres perdieron el poder y fueron los hombres quienes comenzaron su reinado e impusieron su autoridad, formando las sociedades patriarcales. La palabra matriarcado (del latín māter, «madre»y del griego archein, «gobernar») refiere a un tipo de sociedad en la cual las mujeres, especialmente las madres tienen un rol central de liderazgo político, autoridad moral y control de la propiedad y de la custodia de sus hijos. Confundida a veces con los términos ginarquía, ginocracia, ginecocracia, o sociedad ginocéntrica. No se tiene evidencia de sociedades en las que existiendo una distribución desigual del poder entre hombres y mujeres, las mujeres tuvieran preeminencia sobre los varones; al contrario de lo que sucede en el patriarcado, donde los hombres son los que poseen preeminencia respecto de las mujeres. Las sociedades realmente existentes donde las mujeres tienen un lugar distinto al patriarcal son llamadas matrilineales, matrilocales o matrifocales.

Sus mitos no refieren un paso de matriarcado a patriarcado. Hay dos episodios en los que la mujer tiene un rol de poder de decisión o de visión.

Mamokoriyoma es mujer curare. Envenena al hijo del jaguar, que era discapacitado, y da permiso para que se lo coma otra mujer.

Jaguar-Öra. Öra tiene un hijito incapaz de hablar. Un día, Mamokoriyoma, madre de Aiyakorari, cocina pijiguao y se lo da al hijito de Öra. El niño muere. Una hermana de Omauwä pregunta a Mamokoriyoma: Suegra, ¿podría comerme al niño muerto?  Mamokoriyoma asiente y el niño es devorado.

La mujer que avisa de consecuencias por el robo del fuego. No acepta la innovación y regrede.

Cuando Iwa-riwë escupió el fuego, Pre-yoma, una mujer de la tribu, al ver el fuego en manos de todos chilló horrorizada y dijo: Ese fuego que ustedes tanto querían y que Yorekitiramï le sacó a Iwa-riwë, los hará sufrir. Debían dejarlo tranquilo en la boca de su dueño y habrían sido felices. En cambio, han sacado algo parimi (eterno) que los hará sufrir siempre: todos ustedes y todos los descendientes de ustedes se quemarán con el fuego (Haciendo referencia a la cremación ritual de cadáveres). Yo no quiero ser quemada. Yo viviré feliz sin fuego. Nunca el fuego tocará mi cuerpo. Eso dijo la mujer y fue a tirarse al agua de un caño. Allí quedó transformada en un sapito de color anaranjado»

Difícilmente los yanomamis podrían aceptar estas afirmaciones en su conjunto. En ellas sí que se fundamenta el patriarcado.

Según Platón, el varón posee un alma racional, ubicada en la cabeza, que es inmortal. Las otras dos partes del alma son mortales: una ubicada en el pecho, el alma irascible, la del coraje militar; y otra alojada en el vientre, la del deseo, el alma concupiscente. Para Platón la mujer no posee alma racional y puesto que su esencia es el útero, queda ubicada en la mera concupiscencia. Según este filósofo la mujer es un hombre castigado, incompleto, y la biología es un destino divino e inevitable.

Aristóteles también mantenía la teoría del sexo único, según la cual la mujer era un varón disminuido, imperfecto. En relación al cuerpo femenino lo menciona como dependiente del hombre para su salud y maltratada por su matriz, algo inacabado, débil, frío, todo producto un defecto natural. Decía sobre ella: es como «el defecto, la imperfección sistemática respecto a un modelo», el masculino. Con respecto a características sociales, Aristóteles decía que la administración doméstica el varón tenía que mandar sobre los esclavos, los hijos y la esposa. Y que el varón, es naturalmente, «más apto para el mando que la mujer…».

Tomás de Aquino afirmaba que la condición humana está íntegramente desarrollada en el varón, y es algo incompleta en la mujer. Basaba sus ideas en la leyenda bíblica según la cual la mujer fue creada de la costilla del varón, símbolo de su dependencia y menor dignidad. Para Aquino, la mujer solo estaba para asistir al varón en la reproducción y su lugar era lo individual, lo privado, lo doméstico. La mujer existía en la vida social y política a través del padre, del marido o del hijo. La mujer soltera no era ciudadana. Sus únicas posibilidades de ubicarse plenamente en la sociedad eran casarse para ser madre o ser religiosa.

Al contrario en sus mitos la mujer la crea el varón. Y su producto visto como necesario no se desprecia.

Quizás hay que reconocer que nuestros parámetros no nos sirven, que su sociedad tiene una complejidad distinta, y que la dicotomía patriarcado-matriarcado es precisamente un artificio reduccionista consecuencia de que nosotros sí hemos sido forjados en el patriarcado.

Sí es evidente un androcentrismo no suficiente para estructurar un patriarcado. El término Kyriarcado podría ser más adecuado. Neologismo acuñado por la teóloga feminista Elisabeth Schüssler Fiorenza, con la intención de redefinir la categoría analítica de patriarcado de manera tal que incluya distintas estructuras de dominación entrelazadas y multiplicativas. La palabra deriva de los términos griegos kyrios (señor o maestro) y archein (gobernar o dominar). Schüssler propone usar la expresión patriarcado sólo para denominar las jerarquías eclesiásticas de ciertas iglesias cristianas.

Hombres y mujeres tienen un poder personal individual que los diferencia del colectivo. Lo pueden ejercer más en ciertos momentos o funciones.

8. Surgimiento simultáneo de muchos seres humanos

Esto choca más y es difícil de encajar.

Pre salto

El surgimiento del ser humano simultáneamente con muchas unidades de hombres en la explicación yanomani choca frontalmente con la idea de la creación de un dios, que desde la nada hace un único hombre y después una única mujer, e incluso con una interpretación mecánica y reduccionista del darwinismo por la que una mutación, eso si de un antecesor, produce un primer ser con más capacidad adaptativa cuyo linaje acaba triunfando sobre sus coetáneos.

El Demiurgo es el ser que, según Platón, produce el Universo. Produce las cosas naturales: contemplando las ideas, y utilizándolas como modelos, intenta plasmarlas o realizarlas en la materia, del mismo modo que un artesano intenta fabricar una mesa viendo el dibujo que ha calcado de la imagen de una mesa que ha visto en su psique. La materia informe y las ideas son, por tanto, anteriores a la acción del Demiurgo, lo que muestra la distancia de esta concepción respecto del punto de vista cristiano para el cual Dios crea el mundo material de la nada. El Demiurgo produce las cosas naturales introduciendo en éstas una finalidad, aspiración o apetito que les lleva a buscar siempre su propia perfección o bien.

El proceso yanomami puede explicarse mejor con una integración de aspectos de las siguiente hipótesis.

1-Darwinismo evolutivo. En la mitología yanomami se explica que yanomamis y no yanomamis provienen de un antecesor común.

2-Inconsciente colectivo de C. G. Jung. Depósito de informaciones significativas de las experiencias que los seres sensibles han tenido en su existencia. Estas informaciones se constelizan en arquetipos, que son fuentes de información, que a modo de instintos psíquicos orientan el despliegue de la conciencia. Los arquetipos son energías que un sujeto humano se explica según su capacidad de simbolización, que está condicionada por la estructura cognitiva del propio cuerpo. Por lo tanto unas culturas pueden utilizar símbolos algo distintos que otras para representarse el mismo arquetipo. Aunque muchas simbolizaciones son parecidas en diversas culturas a pesar de no haber tenido contacto entre ellas.

3-Estados no ordinarios de conciencia a los que se accede por el yopo. Entrena a navegar en la relación entre inconsciente y consciente. Es un interruptor que puede detonar lo que en física cuántica se conoce como colapso de la función de onda, fenómeno a partir del cual hay una reorganización más estable del estado previo. La relación activada se manifiesta en irrupciones del material inconsciente mediante sueños, visiones,.. Entrenamientos por los que la consciencia se va complejizando y teniendo acúmulo de información. Pequeños saltos cualitativos por acúmulo cuantitativo de información.

4-Resonancia mórfica de Rupert Sheldrake.

…Los campos mórficos funcionan, tal y como explico en mi libro, “La Presencia del Pasado”, modificando eventos probabilísticos. Casi toda la naturaleza es inherentemente caótica. No es rígidamente determinada. La dinámica de las olas, los patrones atmosféricos, el flujo turbulento de los fluidos, el comportamiento de la lluvia, todas estas cosas son propiamente indeterminadas, como lo son los eventos cuánticos en la teoría cuántica….

Los campos morfogenéticos o campos mórficos llevan información, no energía, y son utilizables a través del espacio y del tiempo sin pérdida alguna de intensidad después de haber sido creados. Son campos no físicos que ejercen influencia sobre sistemas que presentan algún tipo de organización inherente. Pues bien, el campo morfogenético relacionado con el sistema reducirá considerablemente la amplitud probabilística del proceso llevando el resultado en una dirección determinada.

Sheldrake aplica esta hipótesis a la explicación de hechos comprobados en los que una comunidad descubre algo o soluciona un problema y ese descubrimiento lo conocen en breve comunidades lejanas con las que no ha habido contacto físico.

«Cada especie animal, vegetal o mineral posee una memoria colectiva a la que contribuyen todos los miembros de la especie y a la cual conforman. Si un animal aprende un nuevo truco en un lugar (por ejemplo, una rata en Londres), les es más fácil aprender a las ratas en Madrid el mismo truco. A cuantas más ratas londinenses se les enseñe ese truco, tanto más fácil y rápido les resultará a las ratas de Madrid aprenderlo.»

Si elaboramos un nuevo compuesto químico, debería ser más fácil obtenerlo en otros laboratorios a medida que transcurre el tiempo, porque cuantas más veces haya cristalizado, mayor será su campo de resonancia mórfica. Se han realizado también detallados experimentos por televisión, que muestran que cuando millones de personas son informadas en un país, por ejemplo Inglaterra, de cuáles son las imágenes ocultas en un dibujo, a los grupos de control que hay en países lejanos se les hace mucho más fácil descubrirlas.

En los años 90 Sir Roger Penrose y Stuart Hameroff‎ hicieron pública una teoría que señalaba que la conciencia se deriva de la actividad de las neuronas del cerebro en la escala más mínima, la escala cuántica o subatómica. La así llamada hipótesis de Reducción Objetiva Orquestada (“Orch OR”) proponía, más concretamente, que la consciencia depende de procesos cuánticos biológicamente orquestados (es decir, trabajando sincronizadamente) en series de microtúbulos situados dentro de las neuronas del cerebro. También señalaba que dichos procesos cuánticos regulan la membrana y la sináptica neuronales –la actividad normal de las neuronas-; y que la evolución de cada uno de ellos culmina gracias a la llamada “Reducción Objetiva”, un concepto estrechamente vinculado al colapso de la función de onda‎ de la mecánica cuántica. Desde su publicación, la Orch OR fue muy criticada porque se consideraba que no explica cómo surge la experiencia subjetiva y, por tanto, sustituye un misterio por otro. También porque se piensa que el cerebro es demasiado “caliente, húmedo y ruidoso” como para albergar procesos cuánticos. Recientemente, Penrose y Hameroff han publicado en la revista Physics of Life Reviews una serie de revisiones sobre su teoría. Sobre todo a partir del descubrimiento de vibraciones cuánticas a temperaturas cálidas en los microtúbulos del interior de las células cerebrales. Una prueba que, según ellos, corrobora su hipótesis.

El conjunto de elementos que he presentado en este apartado es controvertido y puede ser tildado de “misticismo cuántico” como perversión de la física cuántica realizada por promotores mal informados de la pseudociencia.

Me parece correcto la posición abierta del escepticismo científico cuando propone que afirmaciones o teorías poco comunes o extrañas no deberían ser automáticamente rechazadas, sino que deberían poder ser examinadas crítica y objetivamente y que deberían de requerir de pruebas a su favor antes de lograr el consenso científico y ser aceptadas como verdaderas.

La imagen anterior, con varias piezas negras distribuidas en el espacio, no estaba para evocar una representación de la multiplicidad de seres, creados al unísono. Cuando se observa la siguiente se comprende el sentido de ambas. La segunda es una imagen que se puede ver en la primera, y, para ello requiere una capacidad de abstracción, del caos aparente de la primera imagen. Las dos imágenes ejemplifican un estado pre consciente, en el que los componentes están, pero sin organización, al de la siguiente imagen en la que la autoconciencia organiza la información en una imagen-símbolo abstraída de los componentes iniciales.

Tras salto

¿Qué asociaciones y símbolos te evocan estas dos imágenes siguientes?

Ojo humano Ojo de Sauron

Ambas son imágenes de perspectivas distintas de un ojo.

¿Te remiten a algún contenido de este texto?

Cosmovisión yanomami. Ejemplo viviente del paradigma propuesto por C. G. Jung

El lector que haya llegado hasta aquí se habrá podido dar cuenta de que el modo de presentar la argumentación tiene una connotación de Trickster. Es mi intención hacerlo así, para mostrar que hay algo más, que el misterio es mucho más profundo de lo que creemos y que para relacionarse con el mismo la actitud de confrontar el orden con una energía rebelde y provocadora, despliega la creatividad. Además, ahora, me permite agrupar los argumentos en una coherencia explicativa.

Ya he ido adelantando varios conceptos del paradigma junguiano. En este apartado voy a aportar algunas ideas no dichas.

El proceso de cada nuevo ser reproduce el de la especie. Primero se está en la inconsciencia, hasta que se produce el salto a la autoconciencia. En el inconsciente psicoide hay leyes similares a las descritas por Freud como constitutivas del proceso primario y otras específicamente junguianas como la transgresividad.

Insistir en que es necesaria una buena relación inconsciente consciente.

Estar fijado unilateralmente en uno u otro lado impide el desarrollo de las potencialidades. La fijación se deriva de dificultades en el desarrollo.

La información del inconsciente empuja, trata de expresarse, de llegar a la conciencia aunque se la reprima o rechace. Es lo que Jung llamaba la función trascendente que trata de mantener una relación entre ambas partes. Si un sujeto está muy centrado en lo consciente esta función se activa pudiendo tener sueños que indican la falta de integración y son pistas para cambiar actitudes.

En muchos mitos yanomami se constata que si el sujeto no afronta las pruebas, no asume los cambios, regrede, pues no está aún preparado.

Esto también lo afirma Michael Washburn, en el “Ego y el fundamento dinámico”, la necesidad de la regresión dinámica del yo al servicio de la trascendencia, como un movimiento para poder evolucionar.

La relación ente consciente e inconsciente es compleja. Se pueden producir fenómenos como la sincronicidad en los que en la realidad ordinaria suceden hechos que tienen conexión acausal con lo que está pasando en el inconsciente.

cerebro modelado por ordenador

Los yanomami parecen tener un contacto entre su consciente e inconsciente colectivo bastante más cercano y coherente que en otras etnias que he conocido. Por eso sus mitos, que son explicaciones simbólicas de las fuerzas del inconsciente, se acercan bastante a lo que puede considerarse como una explicación más científica de la evolución, y es radicalmente opuesta a la mitología cristiana.

Amplificación desde esa perspectiva junguiana del mito del surgimiento del yanomami

Peribo-riwë vivía en este mundo junto con su hija y con su yerno Amoawë. La hija se llamaba Purima-yoma. Pero esa hija le tenía mucho miedo al esposo. Ella no quería tener esposo; quería tener a ese hombre solo como hermano. A Peribo-riwë no le gustaba eso; le daba rabia, le daba vergüenza.

Un día invitó a su hija y a su nieto y se fueron al monte, lejos del xapono. Allá agarró a su hija y la estranguló. Después le dijo a su nieto que con un atari le sacara los ovarios. El nieto obedeció: los sacó y se los dio a Peribo-riwë, quien los embojotó en unas hojas. Esto hizo para enseñarnos como se embojota la cacería para asarla. Con el bojote volvieron al xapono. La hija no había muerto. Después que se fue su padre, volvió en sí y se transformó en cocuyo. En el xapono Peribo-riwë asó el bojote y se sentó a comer los ovarios de la hija. Pero cuando terminó se sintió muy raro. Enseguida el cuerpo se le fue poniendo caliente y, como loco, comenzó a pasearse por el xapono, por aquí, por allá, soplándose aire con un xohema. Estaba inquieto y gritaba por el ardor que sentía. Después se fue al patio, caminando, y allí comenzó a subir por los aires. Los no-patabï se reían de él. Peribo-riwë seguía subiendo. Ahora ya no se abanicaba… Los niños creyendo que era un juego, le tiraban palitos. Los demás se reían; pensaban que iba a bajar de nuevo, que sólo estaba dando demostración de sus poderes.

Pero Peribo-riwë ya iba alto. Entonces los hombres comenzaron a juntarse en el patio; apuntaron con sus arcos y lo flechaban. Él seguía subiendo, dando vueltas. También lo flechaba Pokoïhïbëma-riwë (futuro escorpión no venenoso), pero no podía acertarlo. Los Atamari (futuro hongo) también vinieron a flecharlo, pero tampoco acertaron.

Suhirina-riwë (futuro escorpión venenoso) seguía acostado, tranquilo, mirando para arriba. No se apuraba. Estaba acostado como un waiteri (guerrero). Los viejos ya estaban comentando: -¿Por qué no lo flecharon cuando estaba bajito? Ahora ya está muy alto. Peribo-riwë se escapó. Nadie más lo va a agarrar.

En eso, Suhirina-riwë se bajó del chinchorro, cogió su arco y sus flechas, se puso a mirar hacia arriba y dijo: -Asiëëënnn, ¿Por qué no le tiraron cuando estaba bajito? Ahora está muy alto.

Entonces jaló la cuerda del arco. La encontró floja y la templó. Todo eso hizo para que nosotros aprendiéramos a templar nuestros arcos antes de disparar la flecha. Si no acertamos, es porque tenemos el arco flojo.

Después, apuntó con una flecha de punta rahaka. Peribo-riwë no se movía más; estaba acomodado en su sitio, en el cielo, y miraba para abajo. Suhirina-riwë soltó la flecha… Le había pegado en el pecho. Todos gritaron.

En seguida, de la herida comenzaron a caer gotas de sangre. Cada gota que caía se transformaba en un yanomamo nuevo porque caían sobre el mismo cocuyo en que se había convertido Purimayoma, y ésta las hacía germinar. Peribo-riwë se fue quedando sin sangre, sin fuerza, jipato; así fue bajando poco a poco hacia el borde de la tierra. Allá se transformó en luna sobre un cerro alto que llaman Peribo-makï (lejos, lejísimo) y desde entonces alumbra por las noches con su luz. Allá viven los Yai. Así murió Peribo-riwë. El peribo de ahora no es el cuerpo de Peribo-riwë; es su no-porebï. Por eso es malo: se lleva el alma de los niños; estos fácilmente se mueren.

Elementos a considerar

1.- Peribo-riwë, sacrificador-sacrificado.

Recuerda al sacerdote de las visiones de Zósimo de Panopolis, alquimista y gnóstico del siglo III. Sacrificios, cuya finalidad es la transformación.

Estrangula a su hija por rabia y vergüenza ya que ella no realiza su función sexual por miedo, y por lo tanto ella está fijada.

Padre e hija están atrapados por “complejos”. Ella no actúa por miedo, el actúa por rabia y vergüenza.

Ambos sufren de una pérdida de alma. Que es lo susceptible de ser experimentado, pero que contiene muchos elementos que no son susceptibles de ser experimentados: el espacio psíquico interior. Al perderse el alma el espacio interno es reemplazado, es decir, poseído, por: 1. Fuertes emociones. 2. Complejos. 3. Espíritus o demonios. Para Jung los complejos son equivalentes a los demonios. Los complejos, «grupos de representaciones emocionalmente cargadas en lo inconsciente» deben considerarse en su aspecto negativo y positivo. Trabajar con los complejos es abrir una ruta de contacto con lo sagrado. Aquí se advierte claramente el modo de consideración finalista de Jung: lo malo puede considerarse siempre, también, como punto de partida del bien, lo patológico, como fuente de una inspiración más intensa de salud.

Recuerda la función del héroe en «La gata. Un cuento de redención femenina» de la junguiana M.L. Von Franz. La historia de una princesa que, a la edad de 17 años, es convertida en una gata por la Virgen María. Deberá permanecer bajo esa forma hasta que llegue un hombre y le corte la cabeza… Un ingenuo príncipe se encuentra con ella y cumple su destino. Pero para ello el príncipe pasará por unas pruebas que le templarán, al vivir el sufrimiento, y llevarán a madurar. Entonces podrá cortar la cabeza y redimir a la gata.

Come los ovarios de su hija. Los ovarios son los órganos del potencial germinativo femenino. El óvulo aporta a los cigotos la mitad de la información genética cromosómica y la totalidad del ADN mitocondrial, el espermatozoo solo la parte correspondiente cromosómica. El ADN cromosómico expresa la singularidad del sujeto, el mitocondrial el linaje de la especie. Los estudios de poblaciones se hacen rastreando el mitocondrial.

Al comer los ovarios incorpora una función femenina no desarrollada por la hija. También puede contribuir a que emane un nuevo ser al estilo de la historia de Zeus cuando ingirió el corazón de Dionisos y emanó un nuevo Dionisos ya inmortal.

Los come cocinados después de envolverlos en hojas para transportarlos. Las hojas aportan humedad, el asado añade fuego. El agua lava, el fuego purifica. El agua es también una especie de superfuego oculto. La nigredo se transforma en albedo. Se vivifica lo muerto-estancado-fijado.

2.- Nieto. No está claro que sea hijo de Purima-yoma. Es quien extrae los ovarios con un cuchillo. Es testigo del asesinato, colaborador obediente y receptor de las enseñanzas de cómo deben hacerse las cosas.

3.- Purima-yoma. No muere. Peribo-riwë no estrangula bien a su hija, desde el complejo las cosas se hacen a medias, pero esto es lo que la hija necesita, también está atrapada en su complejo. Se despierta abierta y sin ovarios. ¿Qué puede sentir tras haber sido estrangulada por el padre y vaciada? Se transforma en cocuyo, luciérnaga. No se sabe cómo ocurre esto, hasta qué punto es una elección libre o condicionada. Pero a diferencia de la transformación del padre, que requiere un proceso y que él no parece buscar, la suya es directa y rápida. Este aspecto de las transformaciones femeninas directas también aparece en otros mitos yanomamis. Hay varias cosas difíciles de entender.

Tanto, que varias versiones, que he descartado, confunden cocuyo con conuco. Conuco (= huerto, en criollo; hikari, en yanomami). La confusión es una grave manipulación del mito y síntoma de los prejuicios eurocéntricos. Hace decir al mito que cada gota de sangre que caía de luna una vez flechado por Escorpión «se transformaba en un nuevo yanomami, porque caían sobre el mismo conuco en que se había convertido Purimayoma, y ésta las hacía germinar». Desde el punto de vista europeo nada más lógico: la sangre de Luna es semilla de indios y ya se sabe que las semillas germinan en los huertos.

La mitología yanomami no hace descender a este pueblo de una simiente hematofítica (sangre que ha adquirido un carácter vegetal) sino de una luciérnaga, un ser de luz, que evoca la scintilla luminis, o chispas de luz. Chispas ígneas del Alma del Mundo, Luces que se evidencian en la Naturaleza. Acompañan siempre las fases de la Alquimia. La realidad descompuesta en millones de chispas de luz que giran con la forma del elementum primordial y de la massa confusa, del chaos naturae. La misma acepción de Scintilla, el «alma pequeña chispa» del Maestro Eckhart.

La chispa, es esencialmente una manifestación del arquetipo del self. Jung: «Esta luz es el lumen naturae que ilumina la conciencia y los scintillae son luminosidades germinales que brillan en la oscuridad del inconsciente” (sustancia arcana). El cielo nocturno, metáfora de una concepción simbólica de la totalidad de todos los arquetipos, o la totalidad de lo inconsciente. La contemplación del cielo nocturno bien oscuro con las estrellas contrastadas puede evocar todo esto y experimentarse como algo numinoso. De hecho muchas personas lo experimentan y se hacen preguntas existenciales sobre el sentido la las cosas.

Purima-yoma con esa transformación acepta la “muerte del yo consciente” compensando la actitud derivada del complejo que le impide realizarse. Va más allá del complejo, a la relación directa con el arquetipo. Paso necesario para integrar el sí mismo con el yo consciente en una relación vivificadora. Se podría decir que la función trascendente impulsa la transformación con un sentido finalista de integración.

4.-Peribo-riwë, se abrasa tras comer los ovarios. Está en un horno alquímico. Y se transforma, se eleva, como ser alado o espiritual representa, del mismo modo que Mercurius, la sustancia volatile, el pneuma. En la alquimia el espíritu tiene generalmente una vinculación con el agua del arte culinario.

5.-Gente. No creen que la elevación sea otra cosa que una manifestación de su poder y que volverá. Se dan cuenta tarde del error, se alarman, pierden parte de lo suyo. Hay que reincorporarlo.

No parece que flecharlo sea un intento de castigo por la mala conducta de Peribo-riwë. Flecha, logos que penetra en el misterio, disecciona, lo destila en jugo: gotas de sangre.

6.-La reincorporación ya no es del Peribo-riwë conocido sino del transformado y eso es una condición necesaria pero no suficiente para el salto de conciencia, que necesita la coniunctio oppositorum con la luciérnaga. Solo las gotas de sangre que pasan por ella generan los primeros humanos: guerreros yamomamis.

Las gotas de sangre que no pasan por la luciérnaga generan demonios caníbales.

7.-La aparición de los humanos determina la desaparición de la gente anterior que pasa a consolidar informaciones arquetípicas.

8.-Peribo-riwë mismo no se redime, su cuerpo se materializa en la luna, lo que queda de él, es su no-porebï, su parte oscura, su sombra, que se convierte en sombra arquetípica. Los yai thë bë son los demonios maléfico caníbales que viven en la luna.

Los guerreros tienen que estar atentos a esos riesgos. Sobre todo cuando la luna está en su fase Nueva, tres días en que no ilumina nada, y es más peligrosa. Los yanomamis se recogen en sus xaponos, y son más fecundos.

9.-Derramar sangre parece ligada a la redención. Dirimir los conflictos a golpes que causan heridas y sangre es un modo de redimir las culpas del transgresor.

Este mito es un relato simbólico de los procesos necesarios para la evolución de la consciencia, para el inicio de la individuación. Indica modos de acción, que necesitan ser aprendidos, focos de atención,…

Pero es solo el inicio de la individuación, dependerá de cómo se usen las enseñanzas para que la individuación se desarrolle o no.

¿Qué nos podemos preguntar? Interacción cultural. Diversidad

1.- ¿Podemos incorporar algo de su cultura a la nuestra?

Su sentido profundamente ecológico, la no propiedad, la falta de plusvalía, la interacción consciente inconsciente, la religiosidad como religare, aspectos de su regulación de la justicia, su tolerancia a la diversidad cultural sin perder el sentimiento de ser un pueblo, pautas de crianza, manifestaciones de su poder sexual,…

De vez en cuando algunas cosas impactan en nuestra cultura pues convocan lo numinoso del inconsciente colectivo.

Películas como El señor de los anillos o Avatar, que hacen relatos míticos de fuerzas que operan en el inconsciente, tienen mucho éxito de taquilla y dejan huella. Avatar consigue meternos en un mundo virtual que presenta historias arquetípicas con un mensaje ecológico.

Indican la necesidad que tenemos, otra cosa es que sirvan para promover cambios reales.

Avatar provoca depresión en los espectadores. El mundo (Pandora) que han creado James Cameron y WETA Digital es tan ideal que hay muchas personas que se sumen en una depresión al darse cuenta que nunca podrán vivir en uno igual.

Hay multitud de foros en donde los internautas están dejando por escrito sus sentimientos y las situaciones por las que están pasando. Ahí van algunos ejemplos de 3 usuarios sacados de avatar-forums.com:

“Buscar en internet información sobre ‘Avatar’ es todo lo que hago últimamente. Es duro pensar que es sólo una película y que vivir como los Na’vi -los personajes azulados de Pandora- es algo que nunca ocurrirá”.

“Desde que vi ‘Avatar’ estoy deprimido. Ver el maravilloso mundo de Pandora y a los Na’vi hizo que quisiera ser uno de ellos. No puedo dejar de pensar en todas las cosas que ocurren en la película y en todas las lágrimas y escalofríos que me provocó, incluso tengo pensamientos suicidas y pienso que, si lo hago, de alguna manera podría renacer en un mundo similar al de Pandora en el que todo sea igual que en ‘Avatar’”.

“La conservación de la ecología, la rehabilitación forestal y la reducción del impacto de los humanos en el medioambiente son campos cada vez más importantes, y espero que el mensaje de ‘Avatar’ haya llegado a muchísima gente”.

Por otra parte, el Vaticano ha dado su opinión sobre Avatar, aunque ésta no toca ningún tema de la Iglesia, ya fueron criticadas ‘El código Da Vinci, ‘Ángeles y Demonios’, ‘La pasión’ o ‘La última tentación de Cristo’. El periódico oficial del Vaticano ha dicho que Avatar es “una superficial parábola anti imperialista y anti militarista que no tiene verdaderas emociones humanas”. “Avatar no es más que una mera película de entretenimiento que no da a la gente mucho que pensar”. Su radio afirma que: “Es un guiño hacía las pseudo-doctrinas que han hecho de la ecología la religión del milenio”. “No será una película que pase a la historia del cine”.

Las reacciones señalan tanto la situación de riesgo en la que estamos como la negación de lo que pueda ser un estímulo para el cambio.

2.- ¿Podrá sobrevivir la cultura yanomami o sucumbirá ante la nuestra?

Realmente es difícil sobrevivir a la nuestra, que ha eliminado muchas etnias, por dominación, por genocidio, por seducción, por mandarles mensajes de que sus prácticas son pecado…

Los yanomami fueron descritos por primera vez en 1675 y aún siguen resistiendo. Les resultamos chocantes y poco atractivos como cultura.

No han mostrado muchos deseos de adoptar la nuestra y han tratado de ser invisibles.

¿Tienen un nivel de individuación suficientemente estructurado?

Es difícil posicionarse en esto. Hay indicadores que señalan que, aun siendo clanes, tienen una valoración del individuo bastante mayor que en otras etnias, y que los sujetos no están diluidos en una participación mística.

Estar cercanos a los arquetipos refuerza sus instintos vitales como motor para la acción. Esa parte instintiva no la entiende nuestra cultura, la interpreta como animalidad, y provoca reacciones de censura.

Hay datos que indican que la incorporación de algunas tecnologías les la vida más fácil inicialmente pero les complica con el tiempo.

La escopeta para la caza repercute en tener que ir más lejos a buscar animales que se espantan y se alejan, lo que rompe equilibrios en los tiempos de convivencia y expediciones de caza.

La radio es atractiva, subyuga, ya conté el episodio en que rompí una.

Las necesidades sanitarias son claras. La gripe ya era una enfermedad que producía estragos, en el mito del fuego se recoge su impacto. Hay otras como el paludismo, tuberculosis,.. Nuestra puede ayudar bastante. De hecho ya comenté en el relato que yo intervine a veces como médico y que buscaban ese apoyo. Sin embargo también puede ser un recurso que desvalorice sus prácticas tradicionales de curación.

Debate sobre el “complejo de Jonás”

Debate sobre el “complejo de Jonás”

Abraham Maslow acuñó la expresión «complejo de Jonás” . Aquí debato sobre este concepto pues en ocasiones se interpreta de un modo muy light, banalizando su complejidad y proponiendo «abandonar», como si resultará una nimiedad, la estructura defensiva que lo mantiene y obviando el análisis de su origen. Usaré los conceptos en su acepción junguiana.

Mikel García Garcia 18 diciembre 2015

Panteamiento del debate

Abraham Maslow acuñó la expresión «complejo de Jonás” describiendo aquel fenómeno por el cual tememos a lo mejor de nuestra interioridad: a nuestras máximas posibilidades, a nuestras cualidades más bellas, a nuestros talentos; nos asusta llegar a ser aquello que vislumbramos en nuestros mejores momentos.

Maslow se basó en el pasaje bíblico en el que Dios encomendó a Jonás que hiciese llegar su mensaje a Nínive, lugar donde reinaba el mal, y este huyó no creyéndose capaz de hacerlo. Entonces Dios le envió una ballena que se lo tragaría por 3 días y 3 noches. Después de ese lapso, la ballena lo vomitó y Jonás aceptó el destino para el que había sido escogido y llevó su mensaje a Nínive.

Aquí debato sobre este concepto pues en ocasiones se interpreta de un modo muy light, banalizando su complejidad y proponiendo «abandonar», como si resultará una nimiedad, la estructura defensiva que lo mantiene y obviando el análisis de su origen. Usaré los conceptos en su acepción junguiana.

El grado de complejo que atrapa a la persona puede ser mayor o menor intensidad: la persona se autolimita, se restringe, como si huyera del destino que estaría, más idóneamente, en condiciones de cumplir. Puede ver sus dones como una amenaza, y en vez de desplegarlos, los reprime. Con ello, reprime su más genuina identidad, su esencia, generándose a sí misma una tristeza muy característica que tiene, en verdad, cierto sabor a autotraición. Experimenta nostalgia del «sí mismo» que está amordazado.

El Complejo de Jonás, como todo complejo, se estructura en la interface de las presiones del inconsciente colectivo y las relaciones objetivas del sujeto con sus personajes cercanos en la crianza. El infante encuentra el personaje que percibe va a ser aceptado por sus adultos y rechaza, relegando a «la sombra» lo que le crearía problemas para ser «mínimamente amado y aceptado». En la sombra hay tanto lo negativo como lo positivo. Por eso el trabajo de integrar la sombra despliega potencialidades latentes. Pero es un trabajo iniciático, duro, de enfrentarse con lo rechazado y con los represores interiorizados. En el complejo de Jonás aparecen también, entre otras cosas, rasgos masoquistas de autoboicot,… La alusión a la ballena indica la existencia de un complejo materno atrapante que hay que traspasar, estando en él un tiempo suficiente, tres ciclos de noche y día, para elaborarlo. En un proceso terapéutico elaborar un complejo requiere profundizar en sus raíces, regredir, sufrir, reexperienciarlo, mantener la tensión, pasar por las fases alquímicas: nigredo,….

Es muy simple pensar que basta hablar de ello, mencionarlo, para superarlo, además del componente superyoico que interoduce en la dinámica del sujeto «ya lo sabes, ahora deja el complejo».

Es una expresión sádica, decir a alguien «lo que te pasa te lo has generado, ya lo sabes y si sigues en ello es porque quieres». Esto se aplica sea al complejo Jonás, a un cáncer,.. Y no es inocuo, genera indefensión, sentimientos de culpa,.. Y agrava el problema.

He tratado personas culpabilizadas por estar enfermas, presionadas por comunidades espirituales, víctimas del pensamiento simple, sádico y alienado que impera en nuestras sociedades.

Lo complejo es precisamente eso COMPLEJO y requiere una escucha abierta, amplificadora, analítica… de interiorización, hacia la individuación que integra el yo con el sí-mismo, el bien y el mal,.. Todas son facetas necesarias de existir y experimentar en el despliegue de la conciencia humana.

Reflexión sobre la tarea encomendada por dios a Jonás.

Al definir el Complejo de Jonás solo se aborda la superficie: no creerse sus potencialidades. Eso focaliza la atención e impide hablar sobre el fondo de la tarea encomendada: “confrontar el mal».

Confrontado a ella Jonás huye. Esta tarea es crucial en la individuación. La función trascendente, propuesta por Jung, empuja a su realización. Muchos empujes del Si-mismo se experimentan como algo trascendente numinoso que se interpreta religiosamente según los esquemas culturales.

Nadie puede escapar a esa tarea, pero pocos se sienten preparados. Desconfianza de la capacidad, miedo a la aniquilación por el mal o a ser poseído por el mismo. Sin resolver esta tarea el sujeto no sale de una participación mística que escinde el bien y el mal, considerándolos antagónicos y refugiándose en seguir -abrazándose a ellos como clavo ardiente-  los parámetros que marca lo que es un buen actuar desde una moral heterónoma. En esta tesitura uno no es bueno sino beato y posible candidato a juzgar y condenar a muerte a los transgresores de la moral imperante.

La tarea requiere sacrificio, enfrentar miedos, abandonar “seguridades aparentes” que castran, elaborar la propia neurosis, fortalecer el yo que se torna más humilde cuanto más fuerte, más conectado con las dimensiones arquetípicas. Un yo más complejo, integrado en los ciclos de la naturaleza sintiéndose participe de los mismos y comprendiendo la necesidad de acciones de colaboración activa para mantenerlos vivos. Sin miedo a destruir lo que los destruye. Filosofar a martillazos…

Pues integrar bien y mal implica experimentar que son dos aspectos necesarios para la conciencia humana. Uno puede ser juzgado como malo desde una óptica estrecha de moral heterónoma, pero siendo consciente de los riesgos y protegiéndose, actuará si es necesario en contra de la corriente ya que su funcionamiento será el de un sujeto con moral autónoma, que es lo más cercano, que podemos imaginar, a la ética del individuo humano.

Y, si se quiere, y uno asume sus consecuencias, no solo se puede negar a cumplir el mandato de dios a Jonás sino hacerle ver a este que está profundamente escindido y que necesita integrar su sombra, dejando en paz al hombre, sin exigirle que complete esa tarea suya. Mientras no lo haga no deja de interferir en el mundo de un modo negativo. ¿No era dios quien tenía que enfrentarse al mal de Nínive sin delegar a Jonás, ni usarlo como emisario de su poder?

Dios trató de reparar su pecado original enviando a su hijo a morir en la cruz, lo cual no resolvió el origen del error sino que introdujo otros inputs que aún se lo ponen más difícil al hombre, incrementando la confusión y reificación, solo cito alguno de ellos:

-La culpa del hombre solo la puede redimir dios (aunque para ello se haga hombre). El pecado original de Adán, fue inducido por Eva, seducida por el diablo (la sombra de dios).

Corolarios:

  1. Uno no puede redimir sus culpas, hay otros que lo pueden hacer por uno. ¡Cuántos trabajos de constelaciones familiares mezclan cristianismo y reencarnación! Pueden llegar a decir “… ahora sabemos que tu asma era consecuencia de que tu tatarabuelo mató a su criada y su crimen fue ocultado por la familia y quedó sin castigo en la tierra. Tú lo estás redimiendo y ahora él ha sido liberado de la culpa y tú te vas a curar del asma”
  2. Si Cristo ha sufrido tanto por ti, para redimirte, ¿Qué derecho tienes a desear una muerte sin dolor? ¡Se valiente, afronta el dolor y este lavará tus culpas! ¡Si no puedes no pasa nada, ya sabemos que eres imperfecto! ¡Que resistencia tienen los cristianos familiares y sanitarios, a empatizar con el muriente, aunque, a regañadientes han aceptado dulcificar su estado, por la presión social! No digamos la negativa a cualquier acción que se aproxime a una eutanasia: ¡la vida es de dios!

-Otra forma, secundaria, es la identificación del hombre con el amor de Cristo. ¡El amor redime! Sobre todo se les enseña a las mujeres a redimir a la bestia, y esperan, en su ideal del yo, ser capaces de perdonar al maltratador como prueba de amor que finalmente logrará que la bestia la trate bien y se cure de su brutalidad.

¿Qué es el mal?

Es frecuente aproximarnos mediante una definición negativa: la ausencia de bien o la inclinación a no hacer el bien. Pero entonces no encontramos con otro problema ¿Qué es el bien?

Ambos polos opuestos pueden ser idealizados, investidos y cargados de proyecciones, de necesidades… Se vive, como un caos, esa relación antitética que solo parece puede ser resulta con el predomino de uno de los dos polos sobre el otro.

Sin embargo Dios y el Diablo, personificaciones culturales de ese par antitético, están unidos en una colusión narcisista. Continuando con los relatos bíblicos, en el pasaje de las tentaciones de Job, se describe un desafío entre ambos. Usan a Job como prueba de su poder. Dios permite al diablo que vaya martirizando a Job para demostrar que este no perderá la fe. Gana Dios, pero ¿era necesaria esa tortura? Quizás Job la pudo soportar, pero muchos hijos (de padres que triangulan sus peleas con los hijos) sucumben, y se quedan atrapados en uno u otro de los progenitores. De hecho Job quedó atrapado en el lado de Dios.

El diablo por muy temible que sea no es más que una pequeña aproximación al Mal, pues es casi humano, es reconocible y representable, hace los mismos juegos de poder que los humanos, y como muchos hombres entra en pánico al contemplar los genitales femeninos que le muestra una mujer que no tiene miedo (cuadro de la edad media)..

¿Hay otros niveles del Mal? Si. Lo no representable, aquello que sentimos fuera de cualquier connotación objetal. Aquello que te mira sin deseo y para lo cual tú no entras en ningún tipo de valoración pues no eres nada.

Soportar esa experiencia del mal es muy difícil. ¡Es terrible!

La pareja colusionada de dios-diablo (pareja combinada), es un mal tolerable,…Más fácilmente son soportables dios o el diablo solo, cada uno por su parte, como luz y sombra uno del otro.

Es necesario salirse de esa colusión narcisista y de devolver a dios la parte que le corresponde de trabajo con su sombra.

¡Lo mismo que salirse de la colusión narcisista cuando los hijos son abocados a hacer las tareas no resultas de los padres!

Nicolás von der Flúe santo suizo que vivió en el siglo XV y tuvo una visión de la cara enojada de Dios ¡tan terrible que le afectó profundamente!, contemplar su propio rostro desde ese momento fue aterrador. ¿Significaría que el poder y la mente de Dios están escindidas del corazón de Dios y de los instintos de la naturaleza?

La tradición cristiana obliga a vivir bajo un solo punto de vista: lo que hace sentir bien es sentir que se es bueno, rechazando aspectos instintivos que se consideran negativos y, por extensión, hay que rechazar el Mal. Si “somos malos”, pero hacemos un acto de contrición todo queda perdonado. Esta es una defensa para no elaborar la culpa, que es la condición para asumir la propia responsabilidad.

Para que sea posible la evolución, no se puede vivir de acuerdo solamente a uno de los polos opuestos, vivir de manera unilateral, pues así se mantiene una psique sin energía. La energía psíquica se genera en el conflicto entre tendencias opuestas. El Árbol del Bien y del Mal, contiene los opuestos, representa el árbol del conocimiento, no es posible conocer algo en profundidad, sin conocer la existencia de su opuesto. Cuando Adán, inspirado por su parte femenina instintiva, decide comer su fruto, abre el camino a la posibilidad de una nueva existencia.

Al ser arrojado del paraíso, el hombre y la mujer  van a tener que sufrir y vivir de su propio esfuerzo, ¡cierto! La tensión en la confrontación con lo diferente en el proceso de maduración es constante. El reconocimiento y la aceptación de aspectos en uno mismo, conlleva sufrimiento.

Por lo tanto para hacer bien hay que hacer mal, como para construir primero hay que destruir. La materia orgánica se organizó seguramente de un colapso del estado caótico previo. Hacer el mal sin justificación, como elección, es la condición para poder elegir de verdad en qué posición quedarte.

El mal sin objeto va más allá. Lo anterior no es nada comparado con eso. El encuentro interno con el mal conlleva el terror a la locura, y el miedo todavía más aterrador, a ser poseído por las fuerzas obscuras. Quienes padecen un encuentro así, no desean confiárselo a nadie, situación que redunda en beneficio de los poderes obscuros que siempre se esfuerzan por mantenerse ocultos.

Jung habla del dios obscuro que quiere encarnarse: esto puede significar la aceptación de acciones ‘malas’, incluso espantosas, que la vida nos invita a cometer en aras de un propósito mayor. Solamente podría ser válido para la vida si la acción, rechazable desde una moralidad prevalente, se produce en consonancia con el Self, no con el ego. Esto generará al sujeto un sufrimiento real, al renunciar al ideal de una conciencia pura, en una interacción exigente entre el bien y el mal. El requisito de veracidad es que el sujeto de la acción sufra en su propia alma, sin dejarse vencer por la culpa, pues esta mantendría al sujeto paralizado y en la inercia de la negación de la vida, o podría llevarle a la autocompasión o ser causa de una inflación negativa.

Donald Meltzer también ha hecho una aproximación psicoanalítica al Mal.

Centrándome en, lo más digerible de, la discusión sobre Jonás.

Empezaré con esta cita de Jung en Recuerdos, sueños, pensamientos   Pág. 206

..Entonces se repitió una fantasía terrible: allí había algo muerto que todavía vivía. Por ejemplo, se llevaban cadáveres a crematorios y entonces se observaba que todavía vivían. Estas fantasías se agudizaron y se confundieron en un sueño:

Estaba en un lugar que me recordaba los Alyscamps junto a Arles. Allí se encuentra una avenida de sarcófagos que se remontan hasta la época de los merovingios. En el sueño, salía yo de la ciudad y veía ante mí una avenida parecida, con una larga hilera de tumbas. Se trataba de pedestales cubiertos de losas, sobre los cuales estaban los muertos de cuerpo presente. Yacían vistiendo antiguos sepulcrales los caballeros en sus armaduras, pero con la diferencia de que los muertos de mi sueño no estaban esculpidos en piedra, sino momificados de un modo extraño.

Me detuve ante la primera tumba y observé al muerto. Era un hombre de los años treinta del siglo XIX. Con interés contemplé sus vestiduras. De repente se movió y volvió a la vida. Separó sus manos y supe que ello sucedía, sólo porque yo lo estaba mirando. Con una sensación desagradable proseguí mi camino y llegué ante otro muerto que pertenecía al siglo XVIII. Sucedió lo mismo: cuando lo miré, volvió a la vida y movió las manos. Así fui recorriendo toda la hilera hasta que llegué, por así decirlo, al siglo XII, a un cruzado en cota de mallas, que también yacía con las manos juntas. Su semblante parecía tallado en madera. Le contemplé largamente, convencido de que estaba realmente muerto. Pero de pronto ví que un dedo de la mano izquierda comenzaba lentamente a moverse.

El sueño me preocupó durante mucho tiempo. Naturalmente había aceptado anteriormente la idea de Freud de que en el inconsciente se hallan reliquias de antiguas experiencias. Sueños como éste y la auténtica vivencia del inconsciente me llevaron a la opinión de que estos restos no son, sin embargo, formas muertas, sino que forman parte de la psiquis viva. Mis posteriores investigaciones confirmaron esta hipótesis y en el transcurso de los años surgió de ella la teoría de los arquetipos.

La finalidad de la cita es hacer hincapié en la necesidad del eje Sí-Mismo -yo, para la individuación. En la cita está claro que el yo despierta la vida del arquetipo al mirarlo con cierto temor, curiosidad e incluso desagrado. Jung, más delante, otorga a “la función trascendente” una fuerza motriz que tiende a integrar los dos polos. Esa puede expresarse mediante la compensación de una actitud unilateral de la conciencia haciendo que el inconciente presente una información del otro polo, en sueños, en sincronías….

La historia de Jonás, como otras de la biblia puede leerse desde varias perspectivas.

1.- La pedagógica literal que transmite y refuerza el mensaje que también está en otras partes de la biblia, como Job, Abraham…: Tienes que obedecer a Dios, él es bueno a pesar de que actúe de modo despiadado o tiránico, sabe lo que hace, y plegarte a sus designios, aunque no los entiendas, porque te resultará finalmente beneficioso. Si te resistes no te dejará en paz y sufrirás.

En el caso de Jonás la particularidad es predicar la destrucción de Nínive por el mal que reina en la ciudad.

¿Qué hace Jonás? No acepta el mandato. Se escapa (más adelante se excusa diciendo que no creía que Dios fuese a destruir pues ¡es bueno!). Se pliega al deseo de Dios tras la ballena. Se identifica con el mensaje hasta el punto de que cuando Dios perdona a Nínive se enfada con él y, además, pide la muerte antes de seguir vivo con esa afrenta.

¿Qué hace Dios? Le ordena. Lo castiga si no obedece y, hasta el extremo de que lo hace también cuando Jonás se enoja al sentirse engañado. Parece que dios le está enseñando algo: cuando hay arrepentimiento, es posible el perdón y la compasión.

2.- Una psicoanalítica. El superyó somete al yo, que se pliega masoquísticamente, y se defiende de la angustia incorporando al “yo ideal” el mensaje del superyó. Mediante esa defensa el yo es más fanático que el superyó original. Si el superyó le increpa por el fanatismo, no le queda al yo más que desear morir. Eso lo vemos en la dinámica de las relaciones padres (dioses) e hijos.

1 y 2, convergen en una explicación del fanatismo como consecuencia del sometimiento para no perder el amor o para sobrevivir. El fanático puede llegar a matar o aplaudir la represión, del distinto, del que no cumple la ley, del disidente, pues estos denuncian que ante la ley uno puede rebelarse y eso no es tolerable para el fanático pues le pone en crisis al mostrar su actitud como una defensa (brujas quemadas en la hoguera por la inquisición, chivos expiatorios…).

3.- La junguiana que también participa de una mitología común, del axis mundi, que está representado por el eje Sí-Mismo -yo, como árbol que conecta la tierra (historia, inconciente colectivo) y el alma (conciencia).

La junguiana va un poco más allá ya que contempla las anteriores (1 y 2) como verdades parciales.

El inconciente es mitológico, y algunos de sus contenidos están cargados de valores cósmicos, que reflejan las modalidades, los procesos y los destinos de la vida y de la materia viva. Se puede decir incluso que el único contacto real del hombre con la sacralidad cósmica se efectúa por el inconciente, ya se trate de sus sueños y de su vida imaginativa, ya de las creaciones que surgen del inconciente, (poesía, juegos, etc. etc.)’

El mito es el relato que nos hacemos, con nuestra capacidad simbólica, de un valor de la materia viva de los antecesores humanos que ha dejado una impronta cósmica. Tenemos una capacidad simbólica en los márgenes que permite nuestro desarrollo biológico (cerebro y otros órganos).

En la mitología babilónica Marduk ordena a Ea que cree al hombre, quien tendrá por tarea servir a los dioses para que éstos puedan descansar. Muchas serán las religiones que ‘aparecerán’ después de la ‘desaparición’ de los dioses, algunos de éstos matados por el hombre, vacío que es inmediatamente ocupado por otras figuras religiosas: La ciencia, la política…

Sin embargo la divinidad sobrevive en los arquetipos, y en ritos mediante los cuales se reactualiza, no se olvida jamás.

El hombre continúa la creación, pero necesita aprender, y ser enseñado.

Para el filósofo cultural alemán Jean Gebser que conoció y se hizo amigo del Psicólogo C.G. Jung, en la estructura integral de la conciencia, el origen se hace perceptible, lo espiritual se “concretiza” y la “luz no creada” se manifiesta.

 

El mito de Jonás, en lectura junguiana.

La función transcendente presenta en la conciencia la tarea de integrar el mal (un sueño en el que dios manda, una crisis personal o cualquier otra manifestación…), el sujeto afronta la tarea confrontando su sombra (que contiene “lo malo” rechazado), y lo hace según sus complejos, que ponen en marcha escapismos. Jonás con justificación (defensa neurótica) y seducción masoquista. Pero la tarea retornará complicando la existencia, incluso generando sincronías negativas (tormentas que pueden aniquilar al sujeto y a otros). Son sincronías porque el sujeto las reconoce relacionadas con el trabajo que no hace y del que se escapa. La evolución de Jonás no es hacia la individuación. Se defiende de integrar la sombra, el mal, con sus complejos. El arquetipo no es aprovechado Jonás acaba deseando morir, no ha aprendido a integrar su sombra y trascender el mal.

¿Por qué?

Seguramente porque tiene demasiados complejos: materno, paterno… y el paso por la nigredo o “noche oscura del alma” (ballena) no le sirve para un trabajo alquímico…

¡Necesita psicoterapia para elaborar el proceso!

Corolarios

Corolarios

Conviene hacer hincapié en que uno de los factores explicativos de sus complejos es la influencia que la posición 1 ha tenido sobre su desarrollo, pues la religión organizada contribuye, de varias formas, en el frenazo a la individuación.

Esta afirmación contradice las lecturas simplistas que afirman que el poder del arquetipo es suficiente para forzar al desarrollo y trascender las resistencias.

También desmonta la literalidad de considerar que el destino del hombre es descubrir y realizar lo que el Sí-Mismo le encomienda como tarea.

A veces se usa así la acepción “Deo Concedente” en el sentido de considerar que la individuación no la hace el sujeto sino que le acontece, poniendo énfasis en que lo importante es dejarse llevar por el Si-Mismo.

Sin embargo Jung tiene otra consideración como en el sueño referido al principio.

Según Paracelso la fuerza de la acción del astro en el hombre es la imaginatio, por la que fluye la influencia del «hombre interior superior», del Antrhopos, que es el Sí-Mismo de la psicología junguiana… «Nada hay en el hombre que no le sea dado por la luz de la naturaleza y lo que está en la luz de la naturaleza es obra del astro». La «lumen naturae», como ‘sapientia’ y ‘scientia’, es, en la alquimia paracélsica, la quinta essentia y yace «en nuestro corazón». Tal luz consiste en una especie de «captación intuitiva de las circunstancias, una forma de iluminación», estima Jung.

El Antrophos cobra vida cuando el yo lo mira.

Para finalizar el eje Si-Mismo – yo, hace manifiesto que la integración es de un orden superior a los componentes del sistema. No presupone que uno u otro polo son más importantes

El hombre interno superior, necesita ser iluminado por la conciencia, lo que cambia a ambas partes. Ambas crecen, los arquetipos cambian y la información del inconsciente colectivo se hace más saludable.

 

 

Mikel Garcia Garcia

Venezuela – Yanomamis

Venezuela – Yanomamis